#10. Huele a peligro

...***...

🎶Huele a peligro estar contigo

Existe un algo entre los dos

Esa manera de sentir, que no es de amigos🎶

^^^Myriam Hernández^^^

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...GIUSSEPE ...

^^^—Hablando italiano🇮🇹—^^^

No salgo de mi asombro lo que me comentó Cora sobre la contratación de sus servicios como una amante en alquiler y que el propio Franco D'amico haya hecho eso a través de su primo Paolo. Es muy sospechoso, lo que cobra más fuerza es que entre ellos aún sigan sus diferencias como en el pasado.

Toc 🚪toc 🚪 toc 🚪

—Giussepe: Adelante—, digo al sentarme al escritorio.

—Carlo (asistente): Jefe aquí todo lo que me pidió —me hizo entrega la tablet—, le recomiendo que saque de aquí a su amiga, está en peligro —exhala con pesadez —, jefe, Paolo D'amico fue quien envío esos hombres detrás de la señorita Cora al parecer tiene trato con algún una fuerza elite ya que esos hombres son bastante experimentados en combate, son mercenarios señor—, decía Carlo mi asistente mientras que leía el informe en el dispositivo.

—Giussepe: Carlo y Franco también está detrás de esto?—, pregunté ya que no vi información alguna sobre él.

—Carlo: Ya estoy en eso jefe. Y le digo que se guarde está información ya que a duras penas accedí a ella y en un momento a otro se podrá descubrir que usted esté buscando información sobre Paolo D'amico Polaris. Recuerde que él fue un agente especial del ejército de este país, y eso lo hace ser peligroso—, me recalcó.

—Giussepe: Entonces Carlo prepara todo para sacar a Cora de aquí. Mejor por la frontera Suiza por esa vía tengo más contactos militar—, le hago entrega de la tablet.

—Carlo: Señor usted debería irse de Florencia también. Esta exponiendo toda su familia—, me recomendó.

—Giussepe: Sacaré a mi esposa de aquí y me quedaré debo saber más, si Franco D'amico está involucrado con esa fuerza elite que tú dices—, Carlo asiente y se marcha de mi estudio en ese momento entra mi esposa Carolina y se preocupa por ver mi expresión en el rostro que es de totalmente de preocupación y de lamento.

—Carolina: Qué pasa amor?,—, preguntó al tomar mi cara con las dos manos.

—Giussepe: Se trata de Cora. Hay que sacarla de Florencia lo antes posible—, les tomo sus manos y las beso.

—Carolina: Por qué?, Qué pasa amor?—, preguntó y le conté todo.

Salimos del estudio y fuimos al jardín en donde está Cora hablando con mi sobrino Piero. Nos acercamos y de una vez solté

—Giussepe: Cora estás en peligro—.

Ella de golpe de levantó de la silla y con mucho nervios 😲 dijo.

—Cora: Qué?—

...***...

...CORA...

—Qué?—, solté asombradamente nerviosa y de una vez sentí un escalofrío recorrer en toda mi espina dorsal. La cara de Giussepe y de Carolina eran de mucha preocupación.

Pepe me comentó todo lo que investigó su asistente que los hombres que fueron a buscarme en el hotel 🏨 y que por poco me da "materile" pertenecen a una fuerza elite y que fue contratado por Paolo para buscarme. Y me cuestiono el por qué el actuó así? Qué le hice yo para que contrate gente peligrosa? si yo cumplí con el trabajo.

—Cora: Ahora Pepe que pasará conmigo? Cómo que ese hombre me quiere hacer daño si a él no le hice nada. Solo cumplí con mis servicios bajo engaño pero no lo sabía—, hablaba agitada caminando como loca de un lado a otro hasta que Piero me tomó por hombros parándome en seco.

—Piero: Tranquila nosotros te vamos a proteger—, me mira a los ojos tratando transmitir tranquilidad.

—Giussepe: Claro Cora, tu eres nuestra amiga y eres parte de mi familia—, me toma de las manos. —: Mañana saldrás de Florencia, te vamos a sacar por la frontera de Suiza, ya arreglé todo con unas personas amiga mías para que te reciban y yo me quedaré aquí para averiguar si esos mercenarios fue contactado por Franco a través de Paolo ya que es su mano derecha en todo—, me dijo.

Me llevé las manos a la cara y fruncí el ceño y los maldije.

—Cora: Son unos malditos, malayos—, me sequé con rudeza las lágrimas con mis manos.

Me levanté de la silla y comencé a caminar por todo el jardín. Tratando de asimilar de lo que estoy atravesando.

Cayó la noche 🌃 rápido, y no pude pegar ni un solo ojo hasta que se escuchó la alarma del reloj ya son las 5:00 de la madrugada.

Me levanté sin ánimo pero también un poco ansiosa, Gussepe y Carolina prepararon todo para irme de Florencia. Vamos a un pequeño aeropuerto de avionetas para ir a Lombardia en su Jet y de allí ir al norte al llegar a la frontera en Suiza en donde unos amigos de mi querido Pepe que vale oro que me ayudarán hasta que Giussepe averigüe si Franco D'amico está detrás de mí cabeza y no para acariciarla.

—Piero: Lista Cora vamos—, me toca el hombro mientras que estaba viendo el jardín desde un ventanal.

—Cora: Si, lista Piero—, suspiro.

Me despedí de Carolina y de Giussepe. También Carol se va de Florencia para su seguridad.

Subimos al auto en el vamos Piero, Carlo, el chófer y un guardia de Gussepe.

Llegamos al aeropuerto privado de los Cuart y emprendimos el viaje hasta Milán, Lombardia. De allí nos fuimos a la provincia de Como en avioneta. Abordamos una comioneta para llegar las zonas rurales de Como, pues por esa vía saldré de Italia para llegar a Suiza, cuando iba por acabar —por el momento—, está pesadilla todo cambio, mi destino dio un giro inesperado. Pues mi antenita de vinil así llamo a mi sexto sentido detectó algo, un presentimiento muy fuerte, pues en el aire está el olor a peligro.

—Piero: Hay un auto que nos siguen—, dije al ver por el retrovisor de copiloto—, sacó su cabeza de la ventanilla.

Al ver esa acción de Piero, voltee mi cabeza por la ventana detrás de la camioneta cuando vi a un hombre que sacó su medio cuerpo del vehículo y apuntó hacia nosotros.

—Cora: agachense que van a disparar—, terminando de decir esa oración empezaron las lluvias de balas que repelaban en la camioneta, el chófer aceleró el carro estábamos en eminente peligro. Los disparos no cesaban ya que había más de un carro que nos estaban persiguiendo.

El chófer de la camioneta tuvo acceder a una carreta casi intransitable para perderlos pero en un momento a otro no lo íbamos a perderlos. Ellos son más, lamentablemente el chófer perdido el control de la camioneta y chocamos en un muro de tierra.

Salí de la camioneta con un fuerte dolor de cabeza y espalda, y eso que iba agachada, mi cabeza casi tocaba mis pies para evitar una lesión grave. Sin embargo, el impacto fue fuerte pero gracias a Dios a los cinco nos no pasó nada puras lesiones leves, y el chófer heridas pocas profundas en su cabeza y antebrazos.

—Piero: Vete Cora, hasta que llegue esa gente aquí y te mate—, me decía tratando de reponerse.

—Cora: Están heridos debo revisarlos—, dije al acercarme a Carlo para atender su herida en el cuello.

—Carlo: Señorita Cora, vaya por ese sendero hay un pueblo a unos kilómetros no son muchos y de una vez pida que la lleve al siguiente debe salir de aquí. No se preocupe por nosotros estaremos bien pero usted está en peligro, váyase ya!—, exclamó fuerte a tomar mis manos.

Piero me entregó un pequeño bolso y me dijo que allí tenía dinero 💸 y todo lo necesario. No quería dejarlos pero mi vida corría peligro a poco metros de ellos di la vuelta.

—Cora: Gracias y cuídesen mucho—, me despedí sin mirar atrás. Sin embargo, sentía la muerte respirando en mi nuca.

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