Lucero miraba el reino desde su balcón, sentía su pecho apunto de estallar, le dolía saber que su padre no solo se había olvidado de ella, si no que también de su pueblo.
Respiro profundo y salió de su habitación cruzó su pequeño castillo y cuidando de que nadie la mirará llegó al gran castillo; se escondió entre los pequeños arbustos del jardín, escuchó que un sirviente hablaba sobre su padre.
- Dicen que está muy mal.
- No dejan que lo miremos, decía otro.
- Que vamos hacer sin un rey, decía otro sirviente preocupado.
- La princesa tiene que casarse es la única solución para sobrevivir.
- ¿Casarme?, pensaba Lucero mientras miraba a los tres sirvientes que conversaban en el jardín del gran palacio.
Camino rápidamente, entro al castillo buscando la habitación principal, miró a lo lejos una gran puerta, sabía que era la de su padre por qué estaba resguardada por algunos soldados, la princesa había esperado justo el momento del cambio de guardias, ella corría hacía la puerta de su padre.
Cuando entró miró una enorme cama con sábanas doradas, las ventanas de la habitación estaban abiertas, se escuchaba un gran ronquido, se acercó cautelosa al mirar el cuerpo tirado en la hermosa cama dorada. Ahí miró a su padre por tercera vez, al ver el rostro de su padre, se acercó y lo caricio, su cuerpo estaba triste, las lágrimas pedían a gritos salir. Así que respiro y trago su tristeza.
- Padre, padre, le susurro al odio.
Ella lo miro al rostro, el rey abrí los ojos con dificultad.
- Papá soy yo lucero, decía la princesa.
- Lucero, tú estás maldita, decía su padre.
Ella miró molesta a su padre, ero lo menos que esperaba que su padre le mencionara.
- ¿Por qué lo dices?, ¿acaso ya sabes quién fue?, preguntaba ella con un tono de molestia.
- El brujo que se enamoró a tu madre, decía el rey tosiendo sangre de la boca.
- ¡Mi madre y un brujo!, decía lucero sorprendida de la noticia que acaba de recibir.
¿Entonces tú no eres mi padre?, preguntó Lucero con dolor.
- Si eres mi hija Lucero, tu eres la heredera de este reino, pero mientras yo viajaba a otros reinos a firmar tratados, uno de los brujos que estudiaba con el hechicero se enamoró perdidamente de tu madre, al saber que no podía ser suya y que tú estabas en su vientre te maldijo.
- ¿Y por qué se olvidó de mi padre?, decía apunto de llorar la princesa.
- Por qué no quería hacerte daño como ahora, si no sientes amor no tendrías idea de lo que es una decepción.
- ¡Eres mi padre!, tal vez no sienta lo que es el amor de un padre, pero eres mi padre, decía la princesa mientras caía una piedra en la cama de su padre.
- Perdoname por todo lucero, perdoname por alejarte de mí hija.
Esas fueron las últimas palabras que su padre pronunció al cerrar sus ojos y dar un último suspiro.
Lucero le dio un beso en la mejilla y se alejo de él, cuando se le dio la media vuelta Kira y el hermano menor del rey miraban asombrados a Lucero.
La princesa se quedó inmóvil al ver qué la habían descubierto.
- Kira, yo tenía que verlo, decía Lucero nerviosa.
- Era verdad, mi sobrina es hermosa, decía su tío. El se acercó y la miraba detenidamente.
- ¿Tu eres mi tío?, decia ella nerviosa.
- Vamos cariño debemos regresar al castillo, decía Kira tomando a la princesa de la mano.
- Mi hermano ha muerto, sabes que ella tiene que casarse Kira.
- ¡Es una niña!
- Ya está en edad y necesitamos tener un rey.
- Pero si ya lo tenemos, decía Kira mientras le hacía una reverencia.
El se carcajeaba
- Claro, ya lo tienes, pero necesito a mi Reyna a mi lado.
Se acercó a la princesa y la tomo de la barbilla
- mi hermosa sobrina, serás mi Reyna, tendrás mucha suerte de que yo sea tu esposo.
Lucero no podía creer lo que escuchaba, sentía miedo, sabía que las bodas entre familiares era aceptado pero jamás imagino que a ella le sucedería, ya que todos estos años ella jamás conoció a su familia.
Kira tomo de la mano a la princesa y salió de la habitación rápidamente.
La princesa seguía su paso y se alejaban corriendo del gran castillo.
- Kira, ¿tengo más familia aparte de mi tío?, preguntaba la princesa asustada.
- No cariño el es tu único tío, es el hermano menor de tu padre, para tu papá el era como su hijo, pues quedaron huérfanos cuando tu tío nació.
- ¿Por qué tengo que casarme con el?, yo no lo amo, además es mi familia.
- Lo lamento mucho mi princesa pero el sera el nuevo rey y va querer tener a su reina. El no puede gobernar solo princesa.
- Entonces estás de acuerdo con el.
- No mi princesa, pero solo busco su bienestar.
- ¿mi bienestar?, gritaba alterada la princesa.
- Tengo 13 años Kira, tengo tanto por vivir y ese hombre ya quiere que yo sea su mujer, que no te das cuenta lo descabellado que es.
- si mi princesa, pero ....
- ¡no hay ningún pero Kira, habla con ese tipo y dile que me niego a unirme a el!
- señorita jamás va autorizar el que usted se case con alguien más, por qué eso puede afectar su trono.
- ¡Me da igual!, ¡quiero vivir Kira!, gritaba la pequeña princesa mientras corría por los pasillos de su pequeño castillo.
Al llegar a su habitación, la princesa se tumbó en su cama, las lágrimas comenzaron a surgir un cristal tras otro.
Fiona entro a la habitación pues su llanto se escuchaba en todo el palacio, los vidrios retumban, el sonido era estremecedor.
- ¡basta lucí!, ¡deja de llorar!, gritaba Fiona tapándose los oídos.
- ¡No quiero casarme!, gritaba Lucero.
- ¡Hija estás provocando dolor a los demás!, gritaba Fiona mientras sus rodillas se doblaron y caía al suelo.
Lucero miró a Fiona y respiraba con rapidez, cuando se acercó a Fiona ya estaba más tranquila, las lágrimas habían parado.
- perdóname mamá, pero me siento triste. Fiona se levantó con dificultad.
- mírate lucí, como tienes tus ojos.
La mirada de la princesa estaba roja, sus hermosos ojos azules se encontraban llenos de sangre, sus ojos eran lastimados cada que las lágrimas de cristal salían.
- mi padre está muerto madre, mi tío quiere casarse conmigo, ¡mírame!, esto no es una bendición es una maldición como dicen todos, la princesa comenzó de nuevo a sacar lágrimas.
Fiona la abrazo y pego su rostro de la princesa a su pecho.
- todo va salir bien, jamás te vamos a abandonar mi dulce princesa.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 23 Episodes
Comments
Contreras Yecenia
me encanta no tardes por fa
2022-04-11
2