capítulo 20- fiesta

Esa misma tarde, ya todos en el palacio sabían que el rey había pasado la noche en la habitación de la reina, lo sorprendente en eso, era que fue una noche no programada como suele ser, eso significaba que la relación entre ellos se había mejorado; quien no estaba nada feliz es Rita, pues estaba en busca de ganarse el corazón del rey, para que de esa manera Livia fuese despojado del trono, pero todo se ha arruinado, así que solo le queda algo por hacer y es quitar a Livia de su camino, lo bueno, es que hay una manera de hacerlo, sin que tenga que hacerlo ella misma; se puso a escribir una carta, pidiendo a un mensajero que lo llevará a la mansión del Duque Fiore.

Por otro lado, Livia estaba terminando su entrenamiento y al salir de aquel salón, el rey ya esperaba por él, para decirle que saldrán juntos del palacio en la noche ya que deben acudir a una fiesta, por lo que le entrega una caja.

- puede que no te gusten los vestidos, así que traje algo más a tu gusto.

- tiene razón, soy un omega, pero sigo siendo hombre.

Sostiene la caja y el rey le indica la hora para salir, las doncellas de Livia cargan la caja para dirigirse a su habitación, debe prepararse para poder salir, no es lo que esperaba, pero al menos podrá ir a un lugar lejos del palacio, estar encerrado es muy aburrido. Al abrir la caja vio un lindo traje, por un momento pensó que se vería muy femenino pero no fue así, es de su agrado, así que se va a bañar para prepararse.

La hora llego, Livia ya estaba listo y el rey sonrió al verlo bajar, ese traje blanco le quedaba muy bien y hacía perfecta combinación con el suyo que era negro, le ofrece el brazo para que caminen juntos al carruaje; solo basto eso, para que a oídos de las concubinas llegasen las noticias de que el rey ha llevado a Livia a una fiesta, algo nada agradable para Rita, pero no le durará tanto a Livia. Era una enorme mansión a la que habían llegado, así que al ingresar al salón, este era enorme y lleno de gente, la cual fijo su mirada en ambos al ser anunciados, era una gran sorpresa pues era la primera vez que el rey asistía con la reina a una fiesta, normalmente iba solo, quienes se acercan saludan con entusiasmo al rey, pero a Livia solo le hacen una leve reverencia.

- majestad que gusto que haya venido a mi hogar y espero disfrute la fiesta. Le presento a mi hija Carola, ella esta ya en edad de casarse.

La chica sonríe de la manera más coqueta posible y se inclina ante el rey con ese vestido que resalta sus atributos, obviamente intenta atraer la atención del rey.

- majestad un placer, me llamo Carola Brown.

Y el hombre ante ellos, era el Duque Brown, ambos no le daban importancia a Livia y Carola lo miró con una sonrisa de burla.

- si que la falta de respeto abunda aquí, cariño, creí que al ser la reina, tendría el mismo respeto.

Livia le devuelve esa sonrisa burlona y cuando Carola dirige su vista al rey, este la mira a ella y al Duque con enojo.

- es así como debe ser...

- l-lo lamento majestad...es la costumbre de que venga solo.

- eso quiere decir que soy tan insignificante que nisiquiera me han visto.

Esa chica lamentará estar de ofrecida, el rey es su esposo, solo suyo, hace una mueca al darse cuenta de lo que esta pensando.

- no es así alteza, pido disculpas por ser tan grosero.

El Duque de inmediato hace una reverencia, Carola hace lo mismo, aunque de mala gana.

- de ahora en adelante mi reina, vendrá a todos los eventos y espero le den el respeto que merece.

- por supuesto majestad, reina, espero disfrute la fiesta.

- por supuesto, se lo agradezco Duque y lady Carola.

Puede ver la molestia en la chica, así que sonríe con burla mientras se sostiene del brazo del rey. Los presentes sin duda estaban sorprendidos por lo que acababa de suceder, nunca esperaron ver que el rey le diera su lugar a la reina, pues desde que se casaron, es sabido por todos, que él le era indiferente a Livia.

- padre, dijiste que el rey se fijaría en mi.

- no creí que trajera a la reina, pero acércate, que vea que estás interesada en él.

- de acuerdo, ese mugroso omega no es nada contra mi.

La chica toma una copa para dirigirse al rey, le ofrece la copa mientras le sonríe coqueta, sin importar que Livia esta presente.

- este vino es el mejor, es de una cosecha especial, espero le guste majestad.

- se lo agradezco lady Brown, Livia ¿quieres probar?

Le entrega la copa al peliverde y este lo acepta probando el vino, al menos la chica tiene razón, el vino sabe bien, el rey al ver que a Livia le había gustado, bebe de la misma copa, Carola escucha los mumurllos, diciendo que el rey debe estar muy enamorado ya que no le importo beber de la misma copa, conforme avanza la fiesta, el rey saluda a distintos nobles, también se aseguran de saludar a Livia, pues vieron que el rey se enojo con el Duque Brown por no hacerlo, más tarde tanto Livia como el rey estaban sentados, un poco alejados de toda la gente.

- ¿las fiestas siempre tienen que ser así? Nisiquiera recuerdo a cuantos saludo.

- suele ser así, si ya estas aburrido, podemos volver al palacio, podemos hacer algo más divertido.

El rey le sonríe ladino, por supuesto Livia entiende lo que quiso decir y desvía la mirada.

- ahora resulta que quieres todas las noches. Rey pervertido.

El rey se acerca a él tomándolo por la nuca para darle un leve beso en los labios y aunque estaban apartados, fueron vistos; Livia se sorprende, pero corresponde el beso, no le molesta en lo absoluto.

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