capítulo 5- quiero

El rey se veía muy molesto, debe ser porque lo ha rechazado, deberá pensar rápido, necesita una excusa válida.

- lo siento majestad...es que hoy es ese día...usted ya sabe...

Livia se muestra algo afligido y apenado.

- ¿de que hablas? ¿Acaso estás en celo? No puedo oler tus feromonas.

- ¿que? No no eso, lo otro, ya sabe...cuando sangra ahí abajo...

Eso último lo murmura mientras se muestra apenado, pero el rey le sigue mirando con tanta seriedad.

- ¿que eso no solo le pasa a las mujeres? Si mi memoria no falla, eres un hombre.

- eh...je...je...si, cierto...

Ya esta, para planes de emergencia, no cuenten con él, porque solo les dará una mala idea que los puede llevar a la muerte. Andaba pensando que excusa dar ¿que le duele la cabeza? Si, eso tendría más sentido debido al accidente de días atrás, pronto escucha una risa y al voltear, se da cuenta que es el rey quien esta riendo a carcajadas.

- ese golpe en la cabeza debió afectarte mucho, has cambiado, Livia...eres bastante divertido, no me había reído así en años.

- eje, je, je...que bueno que le doy risa...que divertido ser el payaso del rey...

El rey se había recostado de lado en la cama, pero algo era diferente, su mirada se veía más calmada y pacífica.

- en los meses que llevas aquí, has sido muy callado, siempre bajando la cabeza cuando me ves, pero hoy, me has mirado directamente a los ojos sin mostrar miedo.

- bueno eso es...

Si supiera que es porque no es el Livia verdadero, ese pobre chico realmente estaba sufriendo en ese lugar y el rey nunca se intereso en eso, incluso en esas noches donde debía acostarse con él. El rey se pone de pié y se acerca a Livia sujetando su mano para llevarlo nuevamente a la cama y sin que pueda hacer nada, el rey ya estaba sobre él sujetando sus muñecas.

- creo que ya hemos hablado demasiado....

- e-espere...no...hoy no...

- ¿otra excusa?

- ¿cual excusa? No quiero...por que....por que solo siento dolor, se siente horrible, solo se preocupa por su propio placer...

El rey se queda sorprendido por lo dicho, realmente nunca le presto atención a ese detalle, al verlo distraído, Livia se libera nuevamente y se aleja quedando contra la cabecera y abraza una almohada.

- prefiero que me mate antes que hacerlo de nuevo.

No quería decirlo, pero, le gano el sentimiento, su cuerpo esta temblando, deje ser por puro instinto pues ese cuerpo debe recordar perfectamente lo mal que la ha pasado esas noches, cierra los ojos con fuerza, causando que salgan lágrimas, realmente se veía muy asustado.

- Livia...¿por qué no lo habías dicho antes?

- es el rey, si lo decía probablemente me golpearia y me iría peor, pero ya no lo soporto, mateme si eso quiere.

- n-no, nunca haría algo así, dime ¿alguna vez te golpee?

- no...

- entonces solo debes decirlo, eres mi reina, no te golpearia o te castigaria por algo así.

El rey se acerco despacio hacía Livia y le sujeto la mano entre las suyas; era muy extraño el comportamiento del rey, pues en los recuerdos, parece ser un hombre frío que nunca mostró interés en él, de igual manera así es descrito en la novela.

- entonces...¿puedo pedirle que lo hagamos, solo cuando yo esté listo?

El rey se quedo en silencio por un momento, pero finalmente asintió.

- como reina, también quiero tener control absoluto del harem...si no me respetan, quiero tener el derecho de castigarlas.

- bien, si eso es lo que mi reina quiere, daré la orden.

- majestad...gracias.

Hora de actuar, suelta la almohada y se acerca para abrazarlo, pero sonríe con malicia por sobre el hombro del rey, es hora de acabar con esa concubina que es un fastidió, tal vez hasta pueda echar al harem completo; el rey no esperaba ese abrazo, pero le corresponde, acariciando suavemente el cabello del peliverde; la noche terminó, con el rey quedándose a dormir en la habitación, pues se quedo abrazando a Livia toda la noche, para él fue algo incómodo pero es mejor que haberle tenido que cumplir ¿quien diría que se podía solucionar solo con hablar?

Más tarde ese mismo día, las concubinas ya sabían que el rey había pasado la noche en la habitación de Livia, si bien saben que lo visita una vez al mes, nunca se ha quedado una noche entera.

- parece que alguien dejará de ser la favorita...

Menciono con tono de burla una de las concubinas y las otras ríen.

- por una noche no pasa nada, seguramente solo aprovecho su condición por la caída.

Aunque Rita si se veía algo frustrada, no puede permitir que Livia se gane el favor del rey. El guardia anuncia la llegada de la reina, todas nuevamente se veían descontentas al escuchar que estaba entrando, mientras Livia pasa, todas simplemente se han quedado calladas y tratan de ignorar su presencia.

- parece que a estas mujeres no las educaron, no conocen el respeto.

- conocemos el respeto, pero solo se le da a quien lo merece.

- Rita ¿verdad? Querida, no me hagas castigarte, que sin importar que quieran o no, cuando yo entre, deben inclinarse ante mi. Va de nuevo.

Mueve la muñeca haciendo un circulo y se da la vuelta para salir, nuevamente el guardia anuncia su llegada, pero el resultado es el mismo y una que otra chica solo deja salir una risilla.

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