CAP 14

— Pensé que jamás saldrías de ese sitio, Esmeralda.

Al voltear veo a una persona totalmente desconocida que se sabía mi nombre y eso provocaba miedo en mí.

— ¿Cómo sabes mi nombre? - menciono temblorosa

Él no me contesta, solo me mira de arriba abajo, hasta que vuelve hablar

— ¿Dónde está mi hija?

— No sé de qué hablas

— Claro que lo sabes, tú la escondiste, ¿dónde está?

Estaba intentando esquivar sus preguntas, pues no sabía de qué hablaba, no tenía idea, hasta que veo como se acerca a mí para después cogerme del cuello con fuerza impidiendo que pueda respirar.

— Lo dirás ahora, o te mataré, tú decides, total no le aras falta. — dice sosteniéndome a un del cuello para después soltarme dejándome caer al suelo de golpe.

Yo solo agarraré aire desesperado, cuando recibo una patada en el abdomen que termina por sacarme el aire evitando poder respirar, me encontraba agitada intentando poder agarrar una bocanada de aire, pero me era imposible.

Cuando siento como me sujeta del cabello con fuerza, arrastrándome hasta el cuarto de donde salí, para después azotar mi cabeza contra el suelo, rompiéndome la nariz haciendo que sangrara abruptamente.

Yo solo puse mi mano en la nariz para poder evitar que no sangrara, pero era imposible.

— Te daré una última oportunidad, ¿dónde?, ¿esta?, ¿mi?, ¿hija?, habla ya. — dice sacando su arma y apuntarla en dirección al hombro.

— No te lo diré — digo mirándolo directo a los ojos.

A lo cual él me toma del cabello para acercarme el arma directo al corazón — ¿Está segura, de su decisión, Esmeralda?

— Sí, digo mi última palabra cuando veo como gira el gatillo asiendo que de vuelta la rueda, lo último que escuche fue un fuerte balazo haciendo que me quedara aturdida y mirando borroso.

A lo cual eso hizo que Asya llorara provocando una sonrisa del sujeto, el camino hasta el closet notando la puerta del escondite, pero cuando la abre nota que es de huella, así que me sujeta del cabello de nuevo y me arrastra hasta la puerta poniendo primero la mano izquierda asiendo que eso sonara error de acceso.

Para después tomar la mano derecha y ponerla, cuando la puerta fue abierta escucho gritar a Asya, no sabía qué había dicho, yo tome del pie al sujeto asiendo que me golpeara de una patada en la cara.

Solo me quedo inmóvil en el suelo, mirando como se llevaba a Asya tapándole la cara, para evitar que viera lo que acababa de hacer.

CAN

Al mirar mi teléfono veo un mensaje de Esmeralda, me había mandado la ubicación haciendo que todas mis alertas se prendieran, solo voltee a ver a Edgar, para después subirnos al auto y conducir hasta la ubicación mandada.

Cuando llegamos estacione el carro de golpe, pues notamos que había impactos de bala por todas partes, nos bajamos del carro con el arma en la mano, para después entrar a la casa. Al mirar por todas partes solo había personas tiradas en el zulo sangrando ya sin vida, lo cual empecé a entrar en pánico, pues no encontraba por ningún lado a Esmeralda y a Asya.

Cuando entre a un cuarto mire a Esmeralda tirada en el suelo llena de sangre, yo me agache para cargarla y llevarla un médico rápido. Al bajar con Esmeralda en brazos Edgar ya sabía que se habían llevado a Asya, solo nos dirigimos al hospital más cercano, para evitar la muerte de Esmeralda.

CLARA

Estaba en ese cuarto sola mirando el techo, cuando escucho la voz de mi hija gritar por todas partes, hizo que me empezara alterar, haciendo que me moviera de la cama como loca para poder desatarme, lo cual fracaso porque note que estaba atada de cadenas de plata.

Cuando en eso la puerta es abierta por Warren, tenía una sonrisa de lado a lado que me provocaba rabia de tan solo mírale.

— ¿Dónde está mi hija, maldito, imbécil? — digo gritándole

— Cállate, cállate — repite barias veces, si no te callas, no la vas a ver, entiende eso, sería un gran martirio para ti, no lo crees.

— Por favor, suéltame, suéltame, suéltame, solo quiero ver a mi hija, es lo único que te pido menciono con voz quebrada

— Claro que verás a la niña, ya que, al fin de cuentas, es nuestra pequeña, la pequeña Asya ruso, eso es grandioso — dice para después tomar una posición de cuclillas y con el dedo pulgar de la mano derecha tocarle el rostro en forma de pequeños círculos y decirle con una gran seriedad en su rostro — será una gran asesina, como su madre y su padre, no lo crees, cariño.

Después se para y camina en dirección a los pies de clara para poder desencadenarla, primero toma el pie derecho sacando unas llaves del bolsillo del pantalón izquierdo y ponerla en el hueco de la cerradura haciendo que callera aquella cadena haciendo lo mismo con las otras tres cadenas que faltaban por quitar.

Para después mirarle directo al rostro dándole una advertencia — espero y no intentes correr, que te atraparé y esta vez Asya no necesitará de una madre que la cuide, entiendes.

Yo solo asiento con la cabeza — sí, pero por favor, solo quiero verla, te lo pido. 

— está bien, te lo concederé

menciona caminando en dirección a la puerta para después cerrarla con llave. 

A lo cual Clara se levantó de aquella cama fría y comenzó a buscar por todos lados una solución para ella poder escapar de ese lugar, cuando de nuevo comienza a escuchar las llaves, golpear contra la cerra dura de la puerta, corre hacia la cama metiéndose en ella a la espera de que la puerta sea abierta. 

Una vez que la puerta es abierta, una Asya feliz entra corriendo a abrazar a su madre. 

— Anne, burada (Mamá, estás aquí.) — dice la pequeña intentando subir a la cama, la cual no pude, ya que es demasiada alta para su estatura. 

 Al observar eso, Warren la levanta del suelo para colocarla en la cama junto a su madre, a lo cual Asya voltea en la dirección de Warren dándole una sonrisa de mejilla a mejilla.

— Sağol baba (gracias papá) 

esas palabras hicieron que Clara se posicionara sería, pues ella no quería que Asya le volviera decir padre al sujeto que la crio y cuido durante cinco años, pero como hacerla entender a una niña de seis años, como decirle, qué su verdadero padre es al que a hora le dice tío.

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