CAP 8

Le sobo la parte lastimada a lo cual ella sigue llorando, mi madre se acerca a ella y le pone una bandita en la raspada.

— Her şey yoluna girecek, sadece bir çizikti. (Todo estará bien, solo fue un raspón)

yo me quedo anonada al mirar escucharla hablar en turco, ella me mira y me dice - supongo que te fuiste a Turquía, hija mía, ¿por qué?

— me ofrecieron un empleo, como dije antes madre

— ¿De qué?

— no puedo decirlo, es algo... — mi teléfono comenzó a sonar, así que le deje a Asya encargada a Esmeralda un momento y me aleje.

— ¿qué sucede?

— ya sabemos lugar y hora - dice Edgar

— perfecto, ¿a qué hora será y dónde?

— será en un terreno abandonado, por las calles de tepito y Madrid, hora 8 de la noche estarán todos los competidores, la carrera será para poder conocer al ruso, él les asignará una tarea donde el ganador se llevará 100 mil millones solo por haber ganado - dice Luke

— eso no me gusta nada, esto será algo peligro, pero anótenme, dejaré a la niña con Esmeralda. Llego en 20 minutos - digo para después colgar la llamada.

Me volteo hacia donde está Esmeralda para indicarle que tengo que irme, ella solamente asiente, pero mi madre mira extrañada y no duda en seguirme.

— ¿qué sucede Mercedes?, no puedes estar detrás de mí todo momento, lo sabes

— ¿adónde iras?, ¿por qué te has vuelto misteriosa Clara?, eres seca, fría e indiferente

yo quería explotar en ese momento, pero logré tranquilizarme - madre, tengo que trabajar para poder mantenerme, sí, ¿me dejas ir?, o no comeré toda la semana, Mercedes.

— ¿por qué eres así? - dice ella agarrándome del brazo derecho

— lo lamento, no puedo seguir con esto - decido hablarle a Asya - Tatlım, gel, gitmemiz lazım, Esmeralda, abla seninle evde ilgilenecek. (Cariño, ven que nos tenemos que ir, la hermana Esmeralda, te cuidará en casa.)

—¿ya nos iremos? - dice Esmeralda con una cara de cofunción

— sí, no se podrán quedar, las cosas no están seguras aquí, en este momento - lo digo mirando a Mercedes, mi madre.

— claro - dice Esmeralda para después cargar a Asya y traerla a mí

— Anne hala buradan ayrılmak istemiyorum. (Mamá todavía no quiero irme de aquí) - dice Asya

— Seni yarın getireceğime söz veriyorum ama şimdi oynamanın zamanı değil, evet. (Prometo traerte mañana, pero ahora no es el momento de jugar, sí.)

— no puede hacer esto, Clara, soy tu madre, no puedes dejarme...

— yo también soy madre, tengo derecho de hacer y de deshacer con mi vida lo que quiera y por el momento solo te pido que te alejes de mí, talvez maña iré, pero no me hostigues, tengo que irme — solo salimos del parque sin mirar atrás, pues, mi madre estaba mirándonos con cara de asesina serial por haberla dejado sola.

Cuando digo eso solo galgo caminando hacia mi auto con mi hija en brazos y Esmeralda, por un lado, para dirigirnos a casa, desde el retrovisor pude notar como mi madre desprendía lágrimas por su rostro.

Al llegar a casa dejé a mi hija y a Esmeralda para salir a las oficinas y ver la ubicación exacta de todo y cuadrar bien los terrenos.

— Buenas noches, señora A.38. — dice uno de los reclutas

— Buenas noches, recluta, ¿ya llegaron A.34 y A.145? - pregunto con mirada firme

— sí, están adentro desde hace una hora aproximadamente

— perfecto, deberías descansar, la noche será dura

procedo a entrar cuando en eso llega A.34 que es Edgar corriendo a mí, para avisarme que ya todo está hecho y el coche en el que me iría era un Ferrari 458, a lo cual me asombre, nunca he conducido en gran velocidad en uno de esos carros.

— ¿no crees que será muy llamativo?

— puede que lo sea, pero llegarás derrochando y es el más probable en que ganes

— bueno

— A.38, tengo una duda, con que identidad entraras, solo puse integrante, pero ocupo un nombre

— no te mates en eso, A.35, será por el de Clara, es el nombre perfecto - lo digo acariciando la puerta del carro - iré a cambiarme.

Me encamino al cuarto de baño para ahí cambiarme de ropa, me pongo un short de mezclilla negro y una blusa manga larga que trasparentaba el brasier negro, la blusa era con estampado de militar, pero transparente junto a unas botas de militar que llegan a la mitad de la rodilla, en el cabello me lo recogí con una coleta alta y de accesorios use unos aretes con rastreador los aretes son en forma de estrellas, después me pinte los labios de rojo mate y la línea de los ojos negro junto a las pestañas, una vez lista salgo y me monto al carro.

— A.38, espera, recuerda si algo sale mal, aplastas este botón, te dará armas y todo lo que necesites, tranquila, que no son detectable ni los rastreadores ni las armas.

— Okay, entendido, si se escuchan el audio, probando, probando - repito para ver si funcionaban

— si está todo listo, puedes salir

— nos vemos

Me marché de las oficinas a toda prisa, después de unos minutos ya estaba por llegar cuando por el retrovisor veo el carro de los Arslan, no pensé que él estuviera aquí, así que solo entre a la reja donde alineaban todos los carros, pidieron que bajara, para revisar que no tuviera armas ni nada por el estilo, yo solo camine hasta una barda y procedí a sentarme a mirar al rededor ata que observe una torre alta en ella había una sombra mirando hacia abajo.

Giro la cabeza para el lado izquierdo y en forma de susurro, digo - Edgar, ya ubiqué al ruso, torre alta, tercer piso.

— ¿eres nueva por aquí? -- dice uno de los concursantes haciendo que me exalte

— sí, es la primera vez que vengo a este sitio. — digo mirándole los ojos

— Deberás tener cuidado con el carro 3, él es uno de los trabajadores del ruso, estas carreras son trampas, al ruso le gusta matar por diversión y solo hace esto para después...

— ¿y por qué estás aquí tú? Sé que el ruso es un hombre malo, pero que ay de ti Rayan, mientes, estafas y en tus manos hay más sangre que en cualquier otra.

— ¿cómo sabes todo eso?

— Pensé que lo sabía, en este mundo no se confía ni en tu sombra y tú intentándome sacar de esto no ganas nada

En la mirada de él pude notar miedo, algo que me hacía sentir satisfecha el miedo de los demás, después de unos momentos dicen que subamos a nuestro carro y que entrara un competidor extra, en la fila de carros yo soy el corredor cinto a lo cual el extra sería el seis cuando entra veo que es uno de los carros de los Arslan, pero decido no tomar importancia.

Desde mi carro no podían ver nada, solo mirada de enfrente, ya que tenía los vidrios arriba, claro que los bajaría en cuanto arranque el carro.

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