No podía concentrarme, ya que la llamada insistente me dejo pensando, así que mejor decidí devolver esa llamada – ¿con quién quieres hablar?
— ¿Can eres tú?
— Sí, ¿Qué quiere? – respondo algo molesto
— Clara, está en el hospital, ocupo que alguien venga ayudarme
— No jodas, esmeralda, sé que es mentira tú y esa chiquilla harían cualquier cosa para llamar mi atención, y si ese es el caso, ¿por qué no llamas a sus padres?
— Porque no atienden a mi llamada tampoco y tú eres el único que está cerca, maldita sea Can – no escuche más y colgué la llamada, sabía que era una mentira y no me dejaría manipular por ellas dos.
Cuando colgué la llamada decidí alejarme de la oficina, para ir a casa de Clara, pues ahí vería a mi querida Racel con esa enorme sonrisa que evoca su rostro, pues estaba embarazada y hoy daríamos la noticia a sus padres y hermana, espero cuando sepa esto deje de molestarme.
CLARA
Me encontraba platicando con el que me atropello, cuando mi amiga entro enrabiada.
— Ese imbécil, me colgó, le dije que te encontrabas mal y que hizo, me colgó – estaba caminando en círculos enfada cuando en eso patea el sillón donde estaba sentado él.
Él se paró del sillón, la agarro y la sentó – cálmate, la vas a estresar si te pones así
A lo cual ella responde — perdón, es que me estresa, que no sirvan, que no hagan nada – refunfuña
Ella estaba sentada mirando a todas partes, a lo cual el que me atropello se acercó a mí para decirme - tengo que ausentarme un momento — para después estirar la mano y darme un papelito - cualquier cosa marcas a ese número, por cierto, mi nombre es Edgar.
A lo cual yo le respondo — mi nombre es Clara, un gusto de conocerte.
— Igualmente – esbozando una sonrisa de lado a lado – vendré más tarde por ti
— Gracias
Cuando él se marcha, Esmeralda se paró del sillón y camino a mí para sentarse en la cama donde yo me encontraba – ¿Cómo te encuentras? – dice ella acariciándome la pierna
— Ya mejor, solo fue un empujón, no tienes que preocuparte
Le acaricié el cabello en forma de remolino para calmarla cuando ella empezó a llorar
— Pensé que te perdería, no sabes cuánto me asuste, de verdad
— Tranquila, estoy bien, no me paso nada ni a mí ni al bebe, estamos bien, él fue muy amable y no me dejo.
— Pero si fuera pasado lo contrario, te fuera perdido, y no sé cómo llevaría esto.
— Pero, estoy bien y eso es lo que debe de importar ahora, sí.
Después de un rato nos quedamos mirando la televisión haciendo que esmeralda se quedara dormida en mi pierna. Cuando dieron las cuatro en punto de la tarde entro Edgar y un señor junto a él.
— Hola, clara, ¿ya te dieron de alta?
— Sí, solo te estaba esperando... ¿Quién es él? – pregunto dudando
— Él es mi jefe – lo dice volteando a él – Medina, ella es, Clara
— Hola – le saludo
— Bueno, vine hacerme responsable de lo que hizo este niño, como ya sabes, soy Medina, el jefe de la F.A.
— ¡El que ¡— mi expresión cambia a preocupación
— sé que es algo muy fuerte para ti, pero ocupo tu ayuda
— ¿en qué? – mi rostro cambio por completo, mi semblante cambio a pálido, sentía que habido hecho algo mal, que me arrestarían.
— Tus padres se han visto involucrados en asuntos muy riesgosos, como tráfico, casa de blancas y asesinatos junto a los Arslan, sé que tú estás muy apartado de todo esto – él saca unas imágenes y me las muestra – estas son las imágenes, quiero que me ayudes, de ti sería la persona en la que menos sospecharían, por eso he recurrido en tu ayuda.
— No, no pienso ayudar
— Por favor, piénsalo y me dices, Edgar llévala a su casa
Cuando él sale entra mi amiga, la cual avía ido por un café, cuando entra dice - yo ya estoy lista para irme - al salir del edificio note que no traía mis almohadillas, cosa que dijo el doctor que eso fue lo que salvo al bebe, así que no dude en preguntarle a Edgar —¿dónde están mis almohadillas? - él solo las sacó del coche y yo me las puse, fue fácil, porque traía puesto un pants y una blusa grande para ocultarlo y disimular mejor.
Al llegar a casa me despedí de Edgar y le di las gracias, él solo asintió y se fue yo entre a casa con mi amiga la cual me agarra de la mano para no caerme, cuando entre todos estaban parados había copas de vino entre sus manos.
— Qué bueno que llegas hija, Can y Racel nos quieren dar una noticia
Yo solo me limito a ver y a escuchar, mi corazón sintió feo cuando no se preocuparon por mí ni por como venía, pero lo que escuche me hizo retorcerme del dolor por dentro.
— Familia, me complace decir que estoy esperando un hijo de Racel y que muy pronto nos casaremos.
Mi corazón colapsó, solo los miré con ganas de llorar – felicidades, me alegro mucho por ustedes
— Gracias hermanita, pensé que no lo aceptarías, porque estabas enamorada de él
— Enamorada, no, siento que solo era un capricho, pero ya se me paso, yo iré a mi habitación, tengo que hacer unas cosas.
Me despedí de esmeralda y caminé a mi habitación, cuando entre mis ojos se inundaron de lágrimas no podía evitar no llorar, al saberlo en ese momento la propuesta de medina vino a mi mente, saqué el papelito y decidí marcarle a Edgar.
— Hola, ¿hablo con Edgar?
— Sí, ¿Quién habla?
— Yo, Clara
— Hola, ¿cómo te encuentras?
— Bien, bueno algo, solo te llamaba para aceptar ...
En ese momento, cuando estaba a punto de decirle que aceptaba el trato, colgué la llamada porque mi puerta fue abierta sin previo aviso, así que tuve que correr del balcón hasta el baño para ponerme las almohadillas una vez que me las puse apague el teléfono y lo escondí, para después salir y ver a Can sentado en mi cama.
...CAN ...
Cuando vi que entro clara me preocupo en la manera como caminaba, su amiga venía agarrándola para que no cayera, quería ayudarla, pero no podía, así que me dispuse a decir la sorpresa, no sabía cómo lo tomaría ella porque todos sabían que ella estaba enamorada de mí, cuando dije que sería padre y me casaría con racel me sorprendió la indiferencia de ella pensé que lloraría frente a todos, pero no lo hizo racel intento hacerla llorar, pero no lo logró cuando ella salió a su habitación yo decidí ir tras de ella
— Si me permiten iré a tratar de que todo esté bien entre ella y yo
— Si está bien – me dice racel y camino hasta su cuarto
Cuando estoy en la puerta de ella escucho que estaba hablando con alguien, así que solo entro sin tocar y la vi correr al baño, después salió con la cara mojada y me volteo a ver, cuando volteó note que había estado llorando.
— ¿Qué haces aquí Can?
— ¿con quién hablabas?
— Acaso eso importa ahora
— Sí, tú sigues siendo mía después de esas noches
— Por favor que noches, donde nos acostamos, esas ya no tienen significado si, solo vete de aquí y no vuelvas a hablarme en tu vida, Can
Yo me pare y me acerque a ella tomándola fuerte de las manos – sé que tienen significado para ti
— Claro que ya no hay significado alguno, te casaras con mi hermana, lo lograste, jugaste conmigo, te felicito. Can; te vi, te vi con mis ojos, can como le quitabas la ropa, como la desvestías, no intentes decirme que fue por una amenaza que no te lo voy a creer nunca
...CLARA...
Cuando le dije que lo había visto su mirada cambio a una de enojo y empezó a apretarme fuerte – can me estás lastimando – se lo dije tres veces, pero no hacía caso, él solo me tomó y beso a la fuerza, a lo cual yo logre quitármelo de encima para darle una bofetada haciendo que él solo me mirara
— ¿Por qué me besas, sabes que me casaré con tu hermana? – yo me quede sorprendida por lo que dijo, cuando voltee descubrí porque lo había hecho, mi hermana estaba parada en la puerta mirando todo, yo pensé que me creería a mí, pero no, le creyó a él, para después darme una abofeteada.
— Entiéndelo bien clara que sea la última vez que te le acercas a Can— yo, solo la mire con enojo de mis ojos salían gotas de lágrimas, pero como pude los corrí de mi habitación.
Cuando logré sacarlos cerré la puerta con llave y me acosté en la cama acordándome que tenía una llamada que atender, cuando saqué el teléfono estaba decidida aceptaría el trato.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 66 Episodes
Comments