#10

No sé son los nervios, oh el simple hecho de que no quiero que me hagan más daño de que mi hicieron esos hombres, que me aferro tanto a este hombre que es el que me tiene aquí, él es el que me trajo aquí, y el que me está haciendo pasar todas estas cosas.

-Vamos, antes de que aparezcan más hombres- dice Arlhen y yo asiento terminando de medio taparme, el me ve y se quita su camisa y me la da, mis ojos descienden por todo su cuerpo, es tan guapo este hombre a cualquier mujer le quitaría el aire, solo que yo estoy muy enamorada de mi esposo como el de mí.

Llegamos a donde están todos y comenzamos a caminar, de repente llegamos a un yate que nos esperaba, nos subimos y yo solo pienso ¿Cuándo volverá mi vida de nuevo? Después de un rato veo que Arlhen se va hablando por su teléfono y yo quedo allí con Santiago y otros hombres, es tan incomprensible como unas personas tan guapas trabajan de esto. Después de unas cuantas horas ya es de noche, así que el sueño y cansancio invaden mi cuerpo y quedo dormida en un pequeño asiento en el que estaba sentada.

Siento como alguien toca mi hombro en pequeños golpecitos, abro mis ojos de repente y veo a un hombre, mi corazón está que sale de su lugar, y me levanto tan asustada y corro, corro tanto que no se si lo perdí por no mira atrás, empiezo a gritar como una loca desesperada y encuentro una puerta, me adentro allí y me tapo la boca para que no me escuchen.

-¿Qué es lo que haces allí?- dice la voz fría y demandante de Arlhen y yo volteo y como si estuviera viendo a dios, me levanto y me pongo detrás de él y agarro muy fuerte su camisa, no confió en los hombres que tiene el, y es muy raro que si confié en el.

-U… un… un hombre me despertó, no sé quién es- digo y Arlhen me ve como si se sorprendiera de lo que digo.

-¿Cómo que un hombre? ¿Qué hombre? - dice él y yo solo niego.

-No lo sé- digo y el, saca su arma de la parte baja de su espalda.

-Quédate aquí, y no salgas por ningún motivo- dice él y yo asiento pero mi cuerpo no deja que él se valla, siento que estando con el nada me pasara, estando sola no será así.

-Quiero ir contigo, no me dejes sola por favor- digo y el me ve con sus ojos tan oscuros por la sorpresa de mis palabras, no quiero quedarme sola, cada que lo hago es como si mi suerte fuera la peor del mundo y todos me quisieran hacer daño.

El asiente y me pone detrás de él, mientras apunta a donde le digo vamos caminando, pero yo no lo suelto por nada del mundo, cuando llegamos a donde estaba yo estaba el hombre que le dije parado allí viendo a todos lados, y cuando vio a Arlhen se le quedo viendo.

-¿Pasa algo patrón?- dice el hombre y yo lo veo.

-Es el- digo y Arlhen me ve .

-Es uno de mis hombres de confianza- dice él y yo lo veo de nuevo.

-La señorita se había quedado dormida allí en esa silla, y yo solo la desperté y ella empezó a gritar y se fue, pero solo la quería despertar para que durmiera mejor señor, lo siento- dice el hombre y yo lo veo con pena, Arlhen me ve y yo no sé ni dónde meter mi cara de la vergüenza.

-Lo siento, no quise causar problemas, de verdad perdóname- digo con la mirada baja

-Cualquiera reaccionaria así después de todo lo que pasaste- dice Arlhen en un tono de voz suave y yo lo veo.

-Discúlpeme señor- digo viendo al hombre que está más asustado, al ver su cara lo dice todo.

-No se preocupe señorita, yo estoy aquí para cuidarla, no para hacerle daño- dice él y yo asiento, Arlhen agarra camino después de guardar su pistola y yo lo sigo, no voy a dejar que ese hombre me deje sola, así parezca con perrito detrás de él.

 El entra por la puerta que ya había entrado yo hace un rato y me doy cuenta de que es una habitación y creo que es su habitación. Al entrar yo me quedo en la puerta.

-¿Qué piensas hacer?- dice él y yo levanto la vista y él está viéndome fijamente, tengo mucho frio y lo siento aun peor cuando él me ve, solo llevo su camisa así que no es fácil en el mar estar así.

-Solo no me quiero quedar sola, cada que lo hago me hacen daño, y no quiero eso de nuevo- digo y él me ve.

-Entonces duerme ya, y cúbrete, ay hay ropa mía, ya que no tengo de mujer para poder darte- dice él y yo asiento, el sale y me dice que me dé una ducha y así lo hago.

Después de una ducha que para mí fue muy relajante salgo y busco la ropa y la consigo, me pongo su ropa interior también, tenía la etiqueta de que estaba nuevo así que lo tome, me pongo un conjunto deportivo de color gris que es como 3 tallas más, pero por lo menos para el frio esta buenísimo, salgo y parezco una cosa rara con lo grande que me queda esta ropa, de seguro a Trevor le encantaría ya que le gusta que siempre ande así de cubierta. Después veo que esta solo una cama así que decido dormir en el sofá que está en la habitación agarro una cobija y me enrolló allí para quedarme totalmente dormida, con la esperanza de que nada me pasará ya que el estará aquí también. No sé por qué me siento tan segura al lado de él, es como si el pudiera protegerme de todo, es tanto la seguridad que siento que duermo como una niña al saber que el estará pendiente de que no me suceda nada.

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