CAPÍTULO 6

—Y que recibo yo a cambió de esto? —dijo Mariella mientras le enseña el bote con afrodisíaco—

—Carlo sonrío de lado mientras se cruzaba de brazos— Mi silenció? —pregunto— Es algo muy valioso, no crees?

—Contigo no se puede —dijo Mariella mientras rodaba los ojos— Toma —le da el frasco— Disfruta tu noche con la operada

—Pero si no me voy a acostar contigo —dijo "inocentemente" Carlo—

—Idiota —exclamo Mariella mientras se iba de ahí—

—Esta noche me voy a divertir —dijo Carlo mientras sonreía de lado— Dame un mojito virgen —le pidió al barman—

Carlo al igual que Mariella recurriría a usar aquel afrodisíaco para llevarse a la cama a la despampanante rubia que a pesar de tener un cuerpo de infarto su inocencia era lo que excitaba de sobremanera

Isabella se sentía realmente incómoda ante la compañía de aquel hombre que lo único que se le ocurrió fue correr hacía el baño. Después de hacer sus necesidades salió con la esperanza de que aquel hombre ya no estuviera ahí, una vez que vio que el no estaba, camino lo mas rápido posible para poder sentarse entre sus amigas y así poder sentirse mas segura

—Estas bien Bella? —pregunto Gina—

—Si —conteste algo agitada—

—Y entonces porque vienes así? —pregunto Bianca—

—Cuando vi que ese hombre no estaba, corrí para poder cambiar de lugar —las vi suplicante— No quiero estar cerca de el

—Eso lo notamos cariño —dijo Gina mientras se levantaba— Siéntate en medio de ellas y yo me sentare donde estabas tu

—Gracias —la abracé agradecida para después sentarme—

—Y si lo ignoramos para que se vaya? —pregunto Bianca mientras las veía—

—Pues empecemos a hacerlo —hablo Chiara— Porque ahí viene

Los nervios de Isabella se pusieron de punta al ver que Carlo regresaba con una sádica sonrisa mientras en su mano llevaba una bebida

—Regrese hermosuras —dijo Carlo con una gran sonrisa mientras me veía— Y como lo prometí —se acerco a mi para darme aquel vaso— Su bebida especial mi hermosa dama

—N...No se hubiera molestado señor Carlo —conteste muy nerviosa—

—No me digas señor Isabella —sonrío de lado— Pruébalo, se que te gustará

Isabella le dio un trago a aquella bebida ante la fija mirada de Carlo, al que jamas se le borro la sonrisa del rostro

—S...Sabe bien

—Si quieres otro no dudes en pedírmelo —contesto Carlo— Mis bellas damas, las dejare un pequeño momento —dijo mientras las veía— Pero no se preocupen, regresaré

—Tómate tu tiempo —hablo Bianca mientras le daba su mas fingida sonrisa—

Carlo le dio una ultima mirada a Isabella para después irse. La chica ya había tomado aquella bebida con el afrodisíaco, ahora era momento de esperar a que haga efecto para así poder pasar una noche con aquella chica que lo había cautivado por su inocencia

—Que bueno que ya se fue este tipo —hablo Gina— Es muy raro

—A mi no me gusto como me veía —hable mientras las veía—

—Pues como te va a gustar si casi que te come con la mirada —dijo Bianca—

—Hay Bella —dijo Chiara mientras acariciaba mi mejilla— Eres un pequeño corderito virgen ante una manada hambrienta de lobos

—Por eso no quería venir!! —exclamé mientras la veía—

Las chicas trataron de animar a Isabella, querían que a pesar de aquel encuentro con aquel chico ella tuviera un buen recuerdo de su primer salida a un lugar como aquel. Los minutos pasaban y la incomodidad en Isabella se empezaba a hacer presente, alertando a sus tres amigas

—Estas bien Bella? —pregunto Gina preocupada—

—S...Si —conteste un poco agitada— N...No tienen calor?

—De que hablas? —pegunto Bianca— Si parece que estamos en un congelador

—Q...Que raro —me movía en el asiento— C...Creo que iré al baño —me levante de mi asiento para empezar a caminar—

—Ha de ser por la copa de vino que se tomo —dijo Chiara mientras veía a las demás— Ella jamas había tomado

—Si —contesto Bianca un poco preocupada— Eso debe ser

A lo lejos Carlo vigilaba a Isabella, poco a poco fue viendo los cambios en ella y cuando vio que ella se levanto de su asiento supo que era el momento de actuar

—Ya esta todo listo? —pregunto Carlo—

—Si jefe

—Perfecto —contesto mientras sonreía de lado— Solo voy por mi hermosa Isabella y nos vamos

Carlo ya tenía todo planeado, a las fueras de aquel establecimiento ya se encontraba toda su gente a su espera para poder partir a una de las cuantas residencias que Carlo Santorini poseía. Pero no todo sale como uno lo planea y esa noche Carlo lo confirmaría

Algunos minutos antes en la mesa de Luka reinaba la tensión y es que si las miradas matarán Carlo Santorini ya estaría tres metros bajo tierra. El gran Luka Giordano no podía disimular el desagrado y la irá que sentía al ver a Santorini tan cerca de la primera mujer que lo había cautivado y por si no fuera poco, la presencia de Mariella Monti no ayudaba en nada

—Y luego dices que no Luka —exclamo Mariella— Podrías dejar de ver a esa operada?

—A ti no debe importarte si veo a alguien o no —contesto Luka mientras la veía— Tu no eres nadie en mi vida

Mariella estaba que ardía del coraje, pero sabía que si le hacia una de sus típicas escenas no podría lograr lo que se había propuesto. Así que antes de que explotará, respiró y le dio una de sus mejores sonrisas

—Al menos podrías tomarte la bebida que te traje? —pregunto Mariella—

—No quiero —contesto Luka fríamente—

—Pero la pedí especialmente para ti

Luka fastidiado ante la insistencia de la chica, tomo aquella bebida de un solo trago haciendo que Mariella sonriera con satisfacción

—Iré al tocador

Hablo Mariella mientras se acercaba a Luka para intentar darle un beso, pero su sorpresa fue grande al ver que el volteó su cara

—Vas a pagar cada uno de tus desplantes —pensó ella— No me extrañes mi amor —dijo para después irse—

—Que insoportable —dijo Luka mientras resoplaba—

—Pero te la querías coger, no? —hablo Dante—

—Ya no me lo recuerdes —pidió Luka—

—No se te hace raro tanta insistencia en que te tomaras ese trago hermano? —pregunto Leandro—

—Bueno..... No sería capaz de eso, verdad? —pregunto Luka—

—Yo digo que si es capaz —dijo Dante—

—Yo pienso igual —hablo Leandro—

—A mi lo que más raro se me hace es que Carlo hiciera lo mismo con la chica —dijo Renzo—

—Que? —pregunto Luka mientras lo veía—

—Ese idiota si es capaz de eso... y mucho mas —agrego Renzo—

—Donde esta? —pregunto desesperado—

Luka sintió un poco de preocupación al no ver a aquella chica que le había robado la atención mientras que el afrodisíaco empezaba a hacer efecto en su cuerpo. Su respiración se empezó a agitar mientras sudaba ante el aumento de temperatura en su cuerpo, eso sin mencionar la gran erección que se le estaba formando en su entrepierna

—Estas bien hermano? —pregunto Leandro—

—Esa maldita le puso algo a la bebida —dijo Luka con dificultad—

—Hay que sacarte de aquí —dijo Renzo mientras se levantaba—

—Vámonos ahora que no esta Mariella —agrego Dante—

—NO!! —exclamo Luka— No nos vamos a ir de aquí sin mi mujer

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