Al día siguiente, me desperté muy temprano. Cómo vi que Nur y Milo dormían plácidamente, decidí dejarlos y bajar a desayunar.
Después de todo, cuando llegamos por la noche con mi bebé, Nuria no estaba en la habitación. Supongo que me hizo caso y salió a divertirse. Merecía descansar.
Las habitaciones estaban algo movidas, los chicos estaban preparandose para el partido de hoy. Me dirigí al bar del hotel y tomé asiento en una de las mesas mientras esperaba que me traigan el desayuno.
En la televisión se hablaba mucho acerca de lo que ocurrió ayer con Santino y yo. El hecho de vernos juntos fue como un filete jugoso para los medios de comunicación. Decidí ignorarlo y concentrarme en mi desayuno. Sin embargo, la tranquilidad no duró, ya que por el rabillo de mi ojo pude ver a la bruja de Ximena y su secuaz entrando al salón.
Ximena: Pues si Juli, como oyes, pasé una noche increíble con mi novio SANTINO. -Dijo alzando la voz cuando dijo su nombre. Yo simplemente sonreí para mis adentros por lo patética que sonaba.
Julia: Que extraño, creí que querría descansar. Después de todo hoy tiene un partido importante.
Ximena: Pues si, pero por eso mismo me ha llamado. Para calmar sus nervios. Además, que últimamente está muy estresado. Eso de convivir con esa zorra y su hijo bastardo no es fácil para él. Anoche me dijo que no ve la hora de quitársela de encima y quedarse con el niño. Cuando la tenencia sea suya, yo seré la nueva mamá del pequeño.
Ignore sus comentarios porque sabía que intentaba provocarme. No me importaba nada de lo que decía. No me importaba si Santino quería estar con ella. Pero no toleraba que diga esas cosas de mi hijo. Santino jamás me lo quitaría.
-Hey, buenos días, Señora Guevara. -Exclamo Sebastián quien acaba de llegar al bar.
-Buenos días. Y no soy la señora Guevara.
-Disculpa. Me hablabas?. -Preguntó Ximena. -Creí escuchar que nombraste a la señora Guevara.
-Sigues aquí? Creí que el equipo fue claro contigo anoche. -Dijo Sebas furioso y despertando mi curiosidad. Que había pasado?
-No seas tontito Sebis. Crees que mi amorcito dejaría que me vaya?. -Exclamo ella haciendo pucheros.
Sebastián decidió ignorarla y centrarse en mi. Luego de haber estado un rato sin hacerle caso, ella decidió irse por sí misma. Aunque se veía furiosa.
-Esta todo bien?. -Pregunto Sebas al verme metida en mis pensamientos.
-Sí... Si... -Exclamé, aunque la verdad, las dudas y el solo pensar que Santino estuvo con otra mujer me descontrolaba.
-Bien... Oye... Iré a preparar mis cosas... Aún no tengo nada listo. Lamento todo lo que dice la prensa. Sé que tanto Santino como tú son personas muy reservadas. Aún no he hablado con él, supongo que está en el gimnasio. Aunque como lo conozco, no creo que esté muy feliz.
-Lo sé. -Dije suspirando. -Suerte. Estaré en el palco apoyándolos.
Sebastián se fue y Ximena seguía haciendo sus numéricos. Los demás jugadores se reían de ella. Por Dios, no se da cuenta de que está haciendo el ridículo. Me pare para dirigirme a mi habitación. No soportaba más todo ese teatro y mucho menos los comentarios de la prensa amarillista y las miradas que me llevaba. Pues claro, después de todo, la prensa hablaba de una reconciliación entre Santi y Yo y la zorra de Ximena hablaba de la fantástica noche que tuvo con mi hombre. Que cosas pienso, es el padre de mi hijo. Pero me choca, me irrita y me pone demente el hecho de pensar de que él estuvo con esa mujer. Que después de haber compartido, lo que parecía ser un tiempo en familia, él se haya ido a revolcar con esa puta.
Iba saliendo del bar cuando choque con un escultural cuerpo deportivo.
-Oye... Que ocurre? Por qué tan enojada?. -Pregunto.
-Por qué no le preguntas a tu zorra. -Exclamé furiosa y seguí mi camino.
-Angie... Espérame. -Dijo él. Sin embargo, yo seguí caminando. -Oye... Estoy hablándote. -Pero otra vez lo ignoré y me dirigí a mi habitación. Cerré la puerta detrás de mi y solté un suspiro. Cuando alcé la vista, me sorprendió lo que vi.
-Francesco?.- Pregunté. Observándolo a él y luego a Nuria que estaba sentada frente a él
-Angie... Cómo estás? Este... Yo... Vine a... buscarte. -Dijo.
-Ah sí?. -Pregunte observando a ambos. Estaba segura de que acabo de interrumpir algo.
-Sí. Es que...
-Ya no digas nada. Aunque me encanta verlos tan nerviosos, no los haré sufrir más. Los dejaré solos, así se despiden. -Dije. -Luego hablaré contigo.-Dije señalando a Francesco. -Donde está mi hijo?
-Con Sebastián... En la habitación.
Volví a suspirar con derrota. Luego salí de allí para buscar al niño. Cuando entre, lo ví muy entretenido jugando con Sebas. Al parecer estaban en una videollamada, así que intente ser sigilosa.
-Y aquí llego la madre de este niño. -Exclamo Sebas haciéndome señas para que me acerque. Estaban hablando con Julián y Sofi.
-Juli... Sofi... Cómo están?. -Dije sonriendo. Mi hijo estaba muy cómodo en la falda del tío Sebas por lo que me ignoraba por completo.
-Amiga... Aquí estamos, acabamos de llegar. Los chicos del PSG ganaron el tercer puesto, así que nos invitaron a los festejos... -Exclamo Sofía.
-No sabes cuánto te extraño. Desde que sales con ese hombre no te acuerdas de mí. -Dije señalando a Julián.
-También te extraño. Te visitaré pronto y tendremos tiempo para charlar. Y tú?
-Pues... Creo que te lo contaré a nuestro regreso. -Dije riendo.
Estuvimos hablando por un rato más y luego colgamos la llamada. Me quedé sentada en la cama hablando con Sebastián mientras jugábamos con Milo. En ese momento, Santino llegó.
-Oh... Hola... Lamento... interrumpir, pero debo... prepararme.
-Yo me iré... Supongo que Francesco ya habrá terminado su despedida, así que... regresare a mi habitación a prepararnos. -Dije.
Santino se despidió de mi hijo y luego me observó con desilusión? Enojo? No lo sé... De todos modos no tiene por qué enojarse.
Cuando volví a mi habitación, Francesco ya se había ido. Por lo que nos vestimos para ir al estadio. Nur solo me observaba avergonzada. Supuse que quería contarme algo, pero no estaba preparada. Por lo que no le insistí.
...****************...
SANTINO.
Luego del bello momento que pase con mi hijo y mi mujer. Sí, porque ella es mi mujer. Regrese con mis amigos. Esta noche tendríamos una pequeña fiesta, pero no muy grande, ya que mañana debíamos estar bien. Cuando llegue a la habitación, los chicos estaban más que preparados. Tome asiento en mi cama y comenzamos a jugar a las cartas. Me encantaba hacerlo. Un jugador de nuestro equipo, es argentino y nos enseñó un tradicional juego de naipes que tienen en su país. Se llama truco. Desde que lo aprendimos a jugar, lo convertimos en una especie de ritual. Solemos jugar antes de cada partido e incluso bebemos mate cuando acabamos de entrenar o durante los viajes. Y ni hablar de las bebidas alcohólicas. Nuestra tradicional "ricetta italiana", nada se compara a un buen vaso de Branca. Aunque nosotros lo ingerimos como aperitivo, nuestro querido amigo Erik, nos explicó que en su país se toma con coca cola. Y créanme, nos ha encantado. Realmente su entusiasmo al hablarnos de su país nos provoca muchas ganas de conocer Argentina. Supongo que lo haré en algún momento.
Estábamos muy entretenidos jugando naipes cuando la puerta se abrió ingresando la zorra de Ximena vistiendo solamente pijama de encaje. Que es lo que buscaba? En una habitación donde había tantos hombres. Después de todo, el equipo completo estaba aquí.
-Que les parece si empezamos la fiesta?. -Dijo.
-Creí que te deje claro cuando dije que te vayas de aquí y no vuelvas a molestar al equipo. -Exclamo Francesco. Lo cual me sorprendió, ya que creí que habían estado juntos por la tarde
-No seas aguafiestas cariño.-Dijo ella.
En ese momento, como caído del cielo, llegó el entrenador.
-Que es todo esto? Deberían estar descansando para el partido de mañana. Me dirigí a mi piso cuando oí este alboroto.
-Lo siento Carlo... Esta señorita ha invadido la habitación. Intentábamos que se vaya. -Dije.
-Señorita... Le pediré por favor que se retire de aquí y dejé en paz a mis jugadores. Hablaré con seguridad para que no pueda acercarse a ustedes. Creí que solo era para los deportistas este hotel. -Dijo Carlo.
Luego de que finalmente la zorra se fue, nos tragamos un sermón por parte del DT y no era para menos... Luego de eso, los chicos debieron irse a sus habitaciones y nosotros a dormir.
-Oye Francesco. -Dije.
-Dime. -Respondió.
-Que ocurrió con Ximena? Creí que tendrías sexo con ella.
-No... Simplemente, quería dejarle en claro las cosas. Sé que algunos han tenido sexo con ella, pero no permitiré que perjudique al equipo. Por eso le pedí que se fuera.
-Seguro que solo por nosotros? -Pregunto Sebas riendo y provocando que yo también me ría.
-Ambos son unos idiotas. Me iré a dormir. -Dijo y sin más... apagó las luces.
Al día siguiente, cuando desperté me dirigí al gimnasio para ejercitarme, como todas las mañanas. Ya había visto todo lo que decían los medios acerca de mi y Angie. Si bien estaba molesto por ser el centro de atención y aparecer en los medios, no me importaba que se refieran a nosotros como una pareja. Al contrario, eso era lindo. Una familia. La nuestra.
Después del gimnasio. Me dirigí a desayunar y choque con ella en la entrada del bar. Aunque intente detenerla, se la veía furiosa y no logre detenerla. Decía cosas que no logre entender. Decidí ignorarla y baje a desayunar. Después de un rato volví a subir a la habitación para ducharme y preparar mis cosas. Al ingresar vi que ella estaba ahí. Junto a Sebastián y junto a mi hijo. Aunque Sebastián sea mi amigo, algo dentro de mi sintió rabia por ver aquello. Parecían una familia feliz.
Me despedí de mi hijo e hice lo que debía hacer. Sebastián se dio cuenta de mi reacción, por lo que trato de aclarar lo ocurrido. Sin embargo no me importaba escuchar a nadie. Simplemente preparé mis pertenencias y me dirigí a la cochera del hotel para esperar al colectivo. Faltaban pocas horas para la final y quería que todo salga bien. Note que Francesco estaba nervioso, así que me acerque para tranquilizarlo.
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Una_Éire
Segundo Francia
2024-03-02
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