CAPÍTULO 17

Angelina...

Regrese al hotel siendo casi las 6 de la tarde. Ingrese a la habitación donde Nuria acababa de llegar con mi hijo de un paseo por el parque. Me dirigí al vestidor a cambiarme de ropa.

-Nur. Me llevaré al bebé. Quiero que tengas la noche libre. Sal a dónde quieras. Esto está lleno de futbolistas, elige uno. -Exclamé riendo.

-De verás no es necesario. Me encanta pasar tiempo con este pequeño.

-Lo sé... Pero también debes descansar.

Me cambié de ropa. Elegí un vestido suelto color azul y un cinturón en color plata. Opté por unas sandalias no muy altas y solté mi cabello. Cuando estuve lista, Nur me ayudó a cambiar a Camilo. Cuando terminamos, nos despedimos de ella y salí de la habitación para ir a la contigua.

Golpeé suavemente la puerta y espere a que me abrieran. Espere que salga Santino, sin embargo salió una mujer, casi desnuda. Vaya sorpresa me lleve al ver quién era. Ximena Gómez. Ella me vio y sonrió de lado de manera desafiante.

-Busco a Santino. -Dije.

-Él no está disponible ahora- Exclamó ella y seguido me azotó la puerta en la cara.

-Bien amor... Creo que papi no estará disponible esta noche. - Me gire para dirigirme a mi habitación cuando escuché a alguien llamándome.

-Hey... Me esperaban?. -Me gire y lo ví ahí con una sonrisa mostrando su perfecta dentadura. Vestía pantalón negro, remera blanca, una chaqueta de cuero color negra y zapatillas blancas. Su pelo estaba perfectamente peinado y tenía un fabuloso aroma amaderado. -Estaba yendo a buscarlos pero veo que se me adelantaron. -Dijo tomando al bebé en brazos.

-Lo siento, yo... fuimos a buscarte pero...

-Ah, sí... Decidimos ir al bar ya que Francesco decidió que tendría una sesión de ejercicios antes del entrenamiento. -Dijo él sonriendo y guiñándome un ojo. No sé porque pero en ese momento sentí que la presión que invadía mi pecho ya no estaba... -Nos vamos?. -Preguntó.

-Claro. Vamos. Solo espero que Francesco no se meta en problemas.

-Pues... Deberá hacerse responsable en ese caso.

-Lo dices porque tú no eres su representante. -Dije provocándole una risa.

-Oye... No tengo mi auto aquí, pero a unas pocas cuadras hay un parque de diversiones, tal vez podamos ir allí. Que te parece?

-Me parece perfecto. -Respondí sonriendo.

Íbamos saliendo del hotel cuando caímos en la linda realidad de que mi hombre es una persona famosa. El hotel estaba rodeado por fans enloquecidos y periodistas desesperados por una buena primicia.

-Oh. oh... Oye, amor que te parece si mejor volvemos al hotel?. -Dijo mientras sonreía para que no pudieran entender lo que decía. Un momento... Amor? me dijo amor? Rápidamente sentí como me sonrojaba por su comentario. Supongo que el también se dió cuenta ya que note que se ruborizaba.

-Es una buena idea. -Dije.

Sin embargo, algunos periodistas ya nos habían notado y también algunos fans que pedían su autógrafo.

-Que hacemos?. -Dije.

-No lo sé... Tu dime, se supone que eres mi manager en este momento. -Dijo él

-Ohhh... Ohhh claro... Lo siento. -Dije riendo por los nervios, pues Miles de periodistas estaban fotografiandonos. -Creo que sería buena idea que firmes algunas camisetas. Te acompañaré, soy tu manager después de todo. -Dije.

-Esta bien. -Dijo él. Me entrego al niño y se acercó a las vallas que cerraban el hotel, y decidió firmar algunos autógrafos, sacarse unas fotos y saludar a los fans. Yo lo seguía por detrás. Después de todo mi trabajo era velar por el.

Algunas chicas le decían que lo amaban y un montón de palabras bonitas. Él no hacía más que sonreírles.

Una de las chicas se le acercó y le entrego un oso de peluche que vestía una camiseta del equipo con el N° 10. Inmediatamente él lo tomo, se giró y se lo entrego a Camilo, quien lo único que hacía era chuparse la manito y observar todo a su alrededor. Le sonreí en respuesta y también le agradecí a la fan quién se veía muy contenta.

-Creo que a nuestro pequeño no le será problema manejar la fama. -Exclamo riendo.

-Claro que no. Veo que le encanta estar rodeado de mujeres. -Dijo él.

-Al igual que su padre. -Exclamé por lo bajo con la esperanza de que el no lo oyera aunque por el gesto que hizo se que lo oyó. Solo me observaba con una media sonrisa. Sonreía con arrogancia. Decidí ignorarlo.

En ese momento sentí que me golpeaban con un micrófono. Me gire en su dirección y vi a un periodista de un canal deportivo que se que es nefasto.

Periodista: Angelina Velázquez. Que sorpresa verte acompañando a Santino Guevara. Que tienes para decir sobre eso.

Angelina: Pues primero diré que es una falta de respeto lo que haces. Estás invadiendo mi espacio personal, me golpeaste con tus artefactos y no te importa que tenga a mi hijo en brazos.

Periodista: Lo siento. Es solo que no dejo de ver qué acompañas a Santino. Me gustaría saber si están en una relación ahora?

Angelina: Pues si estarías al tanto de la situacion de Santino Guevara, sabrías que soy su manager. Es de público conocimiento que trabajo en Talent S.A. Probablemente no lo sepas pero es mi deber acompañar a muchos jugadores de fútbol. No entiendo que es lo extraño.

Periodista: Creí que tal vez haya una historia de amor entre ustedes.

Angelina: Oh, eso quiere decir que si mañana me ves con otro jugador también inventarás una historia amorosa? Por favor, vete con tu prensa amarillista a otro lado. No obtendrás nada de mí. -Exclamé furiosa.

Santino: Ya la oíste. Vete. Cuando tenga algo que decir no te daré la exclusiva a ti. Sino a un periodista serio. -Exclamo abrazándome por los hombros y saliendo de allí.

Regresamos nuevamente al hotel y nos sentamos en el comedor para ordenar. Después de todo, no era bueno que salgamos.

Cuando tomamos asiento y ordenamos lo que íbamos a cenar, Santino me observó fijamente.

-Lamento que te haya incomodado aquel periodista.

-No te preocupes. Estoy acostumbrada a evadir a la prensa. Ya sabes, debo velar por la protección de ustedes.

-Tienes razón. -Dijo. -Y dime... Cómo va el trabajo?

-Bien... Yo, tuve dos reuniones por la tarde y pronto deberé viajar a Argentina probablemente. y tú? Cómo te preparas?

-Bien... Algo nervioso pero es normal. Después de todo es la final y en dos semanas es la ceremonia del balón de oro. Jamás pensé llegar hasta aquí tan jóven.

-Estas dónde te mereces estar y seguramente llegarás más lejos. -Dije.

-Gracias. -Dijo él. -Yo... me gustaría que luego de mañana hablemos acerca de nosotros.

-Esta bien... -Exclamé.

-Bien... Oye, creo que lo mejor será ir a descansar. Mañana será un día extremadamente largo.

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