CAPÍTULO 3.
Por la noche, Angelina se preparó para la fiesta. Se puso una falda corta, un top y unas botas de caña baja. Dejó su larga cabellera rubia suelta y se maquilló ligeramente.
Como siempre, Santino pasó por ella. Llevaba una camiseta blanca, jeans negros con cadenas, una camisa negra arremangada y zapatillas de cuero blancas.
—Hey... galán —bromeó ella al verlo.
—Rompecorazones —respondió él, riendo.
La fiesta ya estaba en su punto cuando llegaron. Santino se reunió con sus amigos, mientras Angelina fue a buscar a Sofía. Juntas bailaron y se divirtieron toda la noche con su grupo, hasta que, en cierto momento, Angelina sintió que alguien la tomaba del brazo. Se giró rápidamente... y lo vio.
—¿Sebastián? —preguntó sorprendida.
—Angelina —dijo él, esbozando una sonrisa ladeada.
—¿Todo está bien?
—Sí… yo… —titubeó—. ¿Puedes acompañarme? Necesito hablar con vos.
—Claro —aceptó ella.
Antes de irse, buscó a Santino con la mirada. Él le guiñó un ojo, dándole su tácita aprobación. Sebastián la condujo a una habitación vacía. Se sentaron sobre la cama y, tras unos segundos de silencio, él la miró a los ojos con una mezcla de timidez y decisión.
—Angelina, yo… Quería decirte que hablé con Santino y…
—Sebastián… —lo interrumpió ella suavemente.
—Vos también me gustás, Angelina… Sos linda, amable…
Sebastián fue acercándose poco a poco, hasta que sus labios se posaron sobre los de ella. El beso se volvió más intenso, y en algún momento la sentó a horcajadas sobre él. Sus manos comenzaron a acariciar sus piernas, subiendo lentamente hasta colarse debajo de la falda. Aunque el momento la emocionaba, algo dentro de ella se contrajo. Se apartó suavemente y se puso de pie.
—Perdón, pero… No estoy preparada aún.
—Tenés razón. Fui demasiado rápido —admitió él.
—No te preocupes. Te veo después —dijo Angelina, dándole un beso breve antes de salir de la habitación hacia el jardín.
Apenas salió, Santino la interceptó.
—Hey. ¿Qué pasó ahí?
—Hablaste con él —dijo ella, sin rodeos.
—Creí que necesitabas un empujoncito —contestó él con una sonrisa cómplice.
—Me dijo que le gusto… y nos besamos.
—Wow… Eso es genial —exclamó Santino.
—Supongo que sí. Es solo que… no sé si estoy lista para una relación.
En ese momento, Sebastián también salió al jardín. Les sonrió a ambos antes de despedirse.
—Te veo mañana. Como todos los sábados —dijo Santino, abrazando a Angelina.
Ella se despidió de ambos y caminó de regreso a casa, pensativa. ¿Qué fue eso? ¿Qué pasó allí? Si no se hubiera detenido, probablemente todo habría ido más lejos. Pero no estaba lista. Seguía siendo virgen y sentía que debía esperar al hombre indicado. Le encantaba Sebastián, pero quería conocerlo mejor antes de dar un paso mayor.
O quizás —pensó— lo estaba pensando demasiado.
***
Sábado por la tarde.
—Entonces... ¿Qué es lo que te preocupa? —preguntó Santino mientras caminaban por el centro comercial.
—Es que... Sigo siendo virgen, Santino. Ya lo sabes —respondió ella, revoleando los ojos.
—Pues... supongo que no es necesario que te entregues tan pronto. Si de verdad le gustas a Sebas, sabrá esperarte —dijo él con sinceridad.
—Lo sé... Es solo que... Todas las chicas que rodean a Sebastián son tan seguras de sí mismas, lindas y... para nada vírgenes.
—Pero te dije que vos no sos como ellas… Sos mucho mejor.
—Supongo que tenés razón —dijo riendo—. De todos modos... No creo que Ximena me lo deje fácil... Desde que regresamos a clase no ha parado de intentar reconquistarlo.
—Pues... Siéndote sincero, fue muy extraña su separación... Después de todo, ellos parecían ser el uno para el otro.
—Lo sé... Pero supongo que no era así... Y ahora... Es mi turno de conquistarlo —exclamó riendo.
—Y hablando de eso... Mirá quién viene allí —señaló Santino.
Sebastián se acercaba, mirando a su alrededor, hasta que los vio y caminó hacia ellos.
—Sebastián —saludó Angelina con una sonrisa.
—Al fin los encuentro. Recorrí todo el centro comercial.
—Bueno... Yo los dejo —dijo Santino, alejándose—. Los veré luego.
—Pero Santi...
—¿Ocurre algo? —preguntó Sebastián.
—No... Nada...
—Qué bien... Vamos a comer algo. ¿Qué te parece?
Angelina asintió y pasaron el resto del día juntos. Se divirtieron, conversaron, y quedaron en volver a salir al día siguiente.
***
Domingo por la tarde.
—Estás muy bella hoy —dijo Sebastián, mirándola con admiración.
—Gracias —respondió ella con timidez.
Fueron a un parque cercano. Sentados sobre el césped, con helados en la mano, hablaron durante horas.
—Contame... Sé que hace un año vivís acá, pero... ¿Te gusta?
—Sí... Tengo el instituto, soy el 9 de “Los Galácticos”... Acá tengo mi trabajo, mis amigos... Estás vos —dijo él con una sonrisa.
Angelina sintió cómo sus mejillas se encendían.
—Eso es bueno —respondió ella.
—Me gustaría que lo nuestro fuera de verdad. Quiero decir... Sé que debemos ir despacio, pero... no quisiera esconderme. Quiero que todos sepan de lo nuestro.
—Está bien... Supongo que no hay problema con eso.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 45 Episodes
Comments
Carmen Moreno
siento que hay algo extraño en esa relación.
2024-08-23
1
mi vida y razón ser
siento que ella es solo una apuesta para el
2024-07-27
0