Mansión Silver "Reencuentros Y Revelaciones"

Mansión Silver "Reencuentros Y Revelaciones"

Un comienzo nuevo

Personaje:

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...Capítulo 1...

    Un año, justamente un año a pasado desde que todo ocurrió, donde un ángel conoció a amistades, familia y al amor de su vida, donde se pensaba que su estancia ahí seria de lo más agradable, que tan equivocado estaba al respecto, sucesos que nunca se esperó que sucedieran, que acababan poco a poco con la estabilidad emocional de aquel ser celestial, sucesos que jamás olvidará.

    Pero cuando se cree que todo es oscuridad, hay que tener en cuenta que, la oscuridad es solo la ausencia de la luz y cuando menos lo esperes, esa luz volverá a iluminar como también volverá a irse. Para recuperar esa luz que alguna vez el ángel de la gran mansión tenía, su compañero le sugirió que, para despejar su mente, viajarían a dimensión donde no se necesitara permiso para estar, así poder distraer un poco su mente, el ángel acepto la idea y fue cuando decidió por su bien y la de sus hijos cambiar.

    Entonces al administrador no solo se preparaba para viajar a otra dimensión con su compañero, son que, también el ángel se preparaba para cambiar su aspecto y seguir adelante. El ángel que estaba en su cuarto después de bañarse y reglándose como antes en compañía de su hija Kary y sus dos hijos pequeños Lilit y Sammael, que estaban dormidos en su cuna mientras su hermana mayor los veía dormir.

        —Ay Kary, ¿segura que estarás bien con tus hermanos? — le preguntaría el ángel a su hija mientras se hacía el nudo de la corbata.

        —Si papá, estaremos bien, no hay porque preocuparse.

        —Pero que pasa si…— seria interrumpido.

        —Papá, sé que te cuesta despegarte de mis hermanos y de mí, pero esta es tu oportunidad de distraer tu mente, sé que has estado haciendo mucho por mí y por ellos, pero es momento de que hagas algo por ti.

Pabliel solo suspiraría —tienes razón hija, eso intentare.

        —Además, aquí está Lousie a sí sola tampoco estaré— la peli negra le sonreiría.

        —Ay mi pequeña — Pabliel le acariciaría la cabeza despeinándola un poco mostrándole una sonrisa.

    Pero George aparecería en el cuarto de Pabliel y tocaría la pared para que supieran que él estaba ahí —toc, toc, Pabliel es ¡Hora de aventura! Llama a tus amigos, vamos a tierras muy lejanas— George comenzaría a entonar la canción.

        —(¿Por qué tengo la ligera impresión que nos pueden demandar por ese fragmento?) bueno vamos George— entonces miraría a su hija —bien Kary, volveremos pronto.

        —Si papá.

    Entonces George abrió un portal donde entró el primero y posteriormente entraría Pabliel y este se cerraría a la vista de Kary. Por otro lado, el portal se abriría en medio de las profundidades de un bosque —¡bienvenido a la dimensión 074-470! — dijo George al salir del portal, Pabliel, al salir y ver el bosque sin nada, puso una cara que no se podía creer al lugar que lo trajo George —¡¿Es enserio George?! ¡¿Un bosque?!— Pabliel si sonaba un poco molesto —oye tampoco está tan mal, es casi como el bosque que está cerca de la mansión, pero tengo curiosidad de en que diferente es este con el nuestro— George trataba de justificarse sin lograr convencer al ángel.

    Pabliel solo miraba a George indignado, —¿Qué tal si avanzamos? — le pregunto George nervioso mientras avanzaba hacia el frente flotando y el ángel le seguía el ritmo caminando, y así pasaron un rato sin hablar y caminando sin rumbo, George solo miraba de reojo a Pabliel que tenía una cara de decepción y enojo con George, —ya Pabliel, quita esa cara, no es mi culpa, además pensaba que si despejabas tu mente con la naturaleza misma podías…— de tanto hablar son mirar por donde avanzaba George chocó con lo que parecía una pared de madera —¡Auch!— exclamó George después del golpe que se dio.

        —¿Y esta…— Pabliel fue interrumpido por George antes de terminar su pregunta, —¿Rosa? —al decir eso George, el ángel se le quedó mirando raro —cabaña, ¿y esta cabaña que hace aquí? Esa era la pregunta— le replico el ángel —esto en nuestra dimensión no está, me pregunto quien vive aquí, ¿tú que dices George, lo descubrimos o no?

        —No lo sé… Creo que lo más sensato seria naaaa mentira, vamos a ver

    Entonces ambos se acercaron a la puerta de la cabaña y Pabliel tocó la puerta para ver si alguien abría la puerta, pero no obtuvieron respuesta alguna, pero el ángel siguió insistiendo tocando la puerta, teniendo el mismo resultado —creo que no hay nadie— diría el ángel —o no la habita alguien— aludiría George abriendo la puerta —ya que no tiene seguro— ambos personajes entraron viendo las buenas condiciones en la que estaba en interior de la cabaña —creo que si vive gente aquí George, por el hecho de que todo esto se ve muy limpio— exclamó Pabliel.

        —¿Tú crees? — George le cuestionó con la boca llena mientras sostenía una rebanada de pastel.

        —¡George!

        —¿Qué? Tengo hambre y el pastel es mi debilidad.

    Pero un ruido se escuchó proveniente del piso de arriba de la cabaña, ambos al escuchar el ruido decidieron ver que fue lo que produjo aquel ruido inusual, subiendo las escaleras Pabliel se colocó enfrente y George le seguía flotando, al llegar al piso de arriba solo encontraron un corredor que conectaba con unas puertas suponiendo que eran las habitaciones.

        —Que raro clarito escuche que algo aquí— el ángel al avanzar por el corredor jaló un hilo sin darse cuenta y de distintas direcciones salieron unos dardos en dirección donde Pabliel estaba parado y activado la trampa, Pabliel solo se cubrió con sus brazos y los dardos se quedaron incrustados en sus brazos y algunos en su cuerpo.

        —¿Estás bien Pabliel? —  le pregunto George al verle los dardos en sus brazos.

        —Sí, si estoy bien — se quitaría uno de los dardos para mostrárselo a George — interesante, estos dardos tienen veneno, si no fuera un ángel, esta cosa me mataría porque si es veneno muy agresivo y potente — entonces Pabliel se fue quitando los demás dardos que tenía aún incrustados.

        —¿Ahora que hacemos? — preguntó George.

        —¿Revisamos unos de los cuartos George?

        —Ok— respondió, entonces ambos entraron a unos de los dos cuartos que había y vieron que no había nadie en él, sin decir nada ambos salieron del cuarto y se dirigieron al otro, al abrir la puerta, una chica se lanzó contra Pabliel con un cuchillo en mano y al querer clavarle el cuchillo en el estómago de Pabliel, al momento de entrar en contacto el cuchillo con Pabliel este se rompió como si de plástico delicado se tratase.

        —¡¿Eh?! ¡¿Pero cómo?!— la chica al ver lo que paso y del miedo retrocedió y perdiendo el equilibrio cayó al suelo mirando asustada a George y a Pabliel —¡¿Qué me van a hacer?!— la chica estaba realmente asustada.

        —Oye tranquila, no te haremos daño— Pabliel se le acercaría alzando las manos en son de paz.

    El ángel al acercarse a la chica se agacharía y vería que la chica tenía un gran parecido con Mel, solo que más joven, y su cabello en vez de que sea rosado era negro con las puntas moradas, y estaba recogido con un broche de mariposa y sus ojos no eran cafés como los de aquella doctora sino que eran de un azul con tonos morados y su ropa era negra con una falda larga que hacían juego con unas botas blancas que abarcaban gran parte de sus piernas.

        —¡¿Mel?! — dijo asombrado al ver a la chica.

        —¿Cómo sabes mi nombre? — dijo sorprendida.

        —¿Eres tú Melby?

        —Mi nombre no es Melby… mi nombre es Melbina.

    Tanto el ángel como el administrador se quedaron callados y sorprendidos al ver que si bien la chica se parecía casi igual a Mel no era exactamente Mel —se podría decir que es la Mel de esta dimensión— exclamo George al acercarse —eso parece y explicaría por qué las diferencias físicas sutiles y su nombre que va en el mismo sentido— le contestó Pabliel.

        —No entiendo de que están hablando y sigo sin saber por qué están aquí o quienes son— Melbina parecía realmente asustada.

        —Creo que omitimos esos detalles Pabliel—le susurro George al oído del ángel.

    Fue cuando el ángel se levantó y le extendió la mano a Melbina para que se levantara, a lo que la chica dudo si tomarle la mano o no, pero el ángel pronunció una frase para calmarla —no tengas miedo— esas palabras influyeron en Melbina para tomarle la mano y levantarse.

    —Y bueno… ¿Quiénes son ustedes y que hacen aquí? — les pregunto más calmada la chica.

    —Yo soy Pabliel y él es George, no estamos aquí para hacerte daño ni nada por el estilo, digamos que… estamos aquí sin un objetivo, pero, tal vez la circunstancia no se prestó para conocernos mejor, créeme si te quisiera matar ya lo hubiera hecho, pero no lo haré solo vamos a llevarnos bien.

    —Y me comí el pastel que había en la mesa…—dijo George de la nada.

    Tanto Melbina como Pabliel voltearon a ver a George de manera seria, ya que su comentario iba fuera de sentido de la plática.

        —Perdón…—exclamó George apenado.

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Comments

Georgina Hernández

Georgina Hernández

gracias

2022-08-15

2

Dede Aisah

Dede Aisah

.

2022-08-14

0

mariana diaz

mariana diaz

Hola a todos

2022-08-13

1

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