Adaptaciones para convivir

Personaje:

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...Capítulo 3...

    George y Pabliel se hallaban en presencia de los miembros de la Corte Celestial, ya que eran juzgados por romper una normativa de la creación al funcionar dos universos paralelos, el ambiente sin duda era intenso y muy formal. El ángel que estaba sentado a la derecha de Sadadriel se levantó y pronuncio lo siguiente —Pabliel perteneciente al coro de los principados y George miembro de Agencia de Administradores de Universos Paralelos por sus siglas A.A.U.P., son acusados por romper la regla mil trescientos cuarenta y seis, fracción VII del artículo once mil setecientos cincuenta y ocho de los Estatutos para la Integración y Preservación de la Existencia Misma, deberán contestar cada una de las preguntas que les hagan los miembros del Honorable y Celestial Senado y con base a sus respuestas se dará el veredicto — el ángel tomo nuevamente asiento.

        —bien, Pabliel y George, ¿algo que tengan que decir antes de proceder? — expresó Sadadriel.

        —¡objeción, señor juez! — exclamó fuerte George levantándose de su silla.

    Ante la expresión de los demás ángeles que se quedaron mirando a George de manera extraña, Pabliel le susurró —George apenas va a empezar el juicio—

        —aaaa, ok…— George poco a poco se fue agachando hasta tomar asiento.

        —bien, de tomos modos ya tenemos el veredicto— dijo Sadadriel.

        —¡¿Qué?! Eso no es posible, estás violando el debido proceso Sadadriel — exclamó indignando Pabliel.

        —si es verdad, sin embargo, el debido proceso solo se lleva a cabo cuando son seres no celestiales y tu mi querido hermano eres un ángel y George, si bien no es un celestial, está subordinado a ti, solo cumplo lo que está en la ley.

        — oh Sadadriel, no que quieras ver la cara de estúpido, eso no dice la ley.

Sadadriel solo suspiró —magistrado primero, ¿puede enseñarle a mi hermano la ley?

    El ángel sentado a la derecha de Sadadriel se levantó tomando un gran y grueso libro, se dirigió al lugar donde estaba sentado Pabliel y enfrente de él colocó el libro y abrió en una página en específico, Pabliel procedió a leer la página señalada mientras Sadadriel le decía —verás que no te miento ni nada solo hago cumplir la ley, eso es todo.

        —¡hijo de tu celestial madre Sadadriel! —le gritó Pabliel y George se tapó la boca para no reírse del insulto, —disculpa, ¿Qué dijiste? — Sadadriel sonaba molesto, —lo que escuchaste, aquí dice que el artículo que si bien es cierto que dice como tu lo expresas, en el transitorio dice que el artículo fue modificado hace tres horas, ¡TRES HORAS! — sin duda Pabliel si estaba muy molesto.

        —lo siento, pero todo este hecho y la sentencia lista.

    Pero entonces Gabriel se levantó de su asiento y se pronunció al respecto —♤ ¡un momento!, si bien es cierto que así lo determina la ley, como senador líder del coro de las potestades, hago valer mi facultad de expresar una salida alterna antes de la sentencia — la cara de Sadadriel sin duda mostraba que no le agradaba, pero como Gabriel era parte del Senado tuvo que escuchar su alternativa para el caso y pronunció con un tono de desagrado —Senador líder del coro de las potestades, ¿Cuál es su propuesta?

    —♤ soy consciente que, en efecto, lo que hicieron es algo sumamente grave, pero al tratarse de un paralelo subyacente del original no cambiaria muchas cosas, pero si lo hace un imán para eventos catastróficos que George por sí solo no podría hacerse cargo, mi propuesta es que se pase a la vigilancia a unos aspirantes a administradores.

    Sadadriel lo pensó momentáneamente y expresó su nueva postura —mmmmm, no suena mal la propuesta— pero Pabliel no se mostraba conforme con dicha alternativa —esperen, más aparte de aguantar las ocurrencias de George, ¡¿debo hacer lo mismo con un aspirante?!—

        —♤ Pabliel, hermano mío, es eso o la sentencia del deshonor, tu escoges.

    Pabliel se quedó callado unos instantes analizando cuál salida seria mejor para ambos, George se le acercó y le susurró —Pabliel, perdona mi ignorancia, pero ¿Qué es la sentencia del deshonor? — y Pabliel susurrándole le contestó sonando preocupado —cortarme las alas y perder mi gracia.

        —y bien Pabliel, ¿qué decisión tomará?, no tengo tu tiempo— expresó arrogantemente Sadadriel.

    Pabliel respiró para tranquilizar, se levantó de su silla y dirigiendo la palabra los miembros de la Corte —he decidido… aceptar la propuesta del senador líder del coro de las virtudes.

    El silencio se apropió de la sala de la Corte y Sadadriel rompió ese silencio con la siguiente pregunta dirigida a los miembros del senado —¿alguna objeción? — sin recibir respuesta, en contrario Sadadriel exclamó —si no hay objeciones, los acusados quedan a disposición de la medida alterna líder del coro de las virtudes, se levanta la sesión— Sadadriel tomaría una campana mediana que estaba enfrente de el y la hizo sonar dando a entender que el juicio había acabado.

    En un abrir y cerrar de ojos, George y Pabliel regresaron a la sala de la mansión justo en el momento exacto antes de ser llamados a la Corte, pero pareciera que el tiempo se hubiera congelado en lo que no estuvieron, ya que Mel actuaba como si ambos no se hubieran ido.

        —señor Pabliel, ¿no me va a aclarar lo que dijo el señor George? — dijo Mel con suma normalidad.

    De la impresión del momento el ángel retomaría el hilo de la conversación un poco distraído después del juicio —a, si, si… perdón, lo que quería decir es que George se le ocurrió la brillante idea de solicitarme que te ofreciera vivir aquí a ti y a tus almas.

        —¡wow! Eso no me lo esperaba, pero no lo sé dejar la cabaña y — antes de que siguiera Mel hablando la interrumpió Nanami de manera sorpresiva —¡ama por favor, diga que sí! Ya no quiero vivir en medio del bosque— en eso, Ingrid le jaló la oreja a Nanami y de manera clamada le regañó —¿qué te dije de meterte en conversaciones ajenas Nanami? — Nanami se quejaba del dolor que le causaba la jalada de oreja de Ingrid mientras se disculpaba —¡perdón, perdón! ¡Pero duele Ingrid!

        —perdone esa escena, señor Pabliel, y contestando a su petición, sin seriamente debería de pensarlo muy bien — exclamó Mel.

    George se le acercó a Mel —al menos déjame disfrutar de ese pastel que me comí por…— cuando George estaba pidiendo el favor a Mel, una adolescente cayó en sima de George estampándolo contra el suelo y esta chica levantándose sobre George exclamó entusiasmada —¡Ya llegué! — una joven de 1.68 de altura aparentaba una edad de 19 años, delgada y de piel clara que hacía resaltar su pelo de color azul acuoso semi largo contrastando con sus ojos del mismo color, usaba una camisa blanca con unos pantalones normales poco femeninos y en su cintura tenía un cinturón café que tenía la funda de su espada larga y delgada del lado izquierdo.

George al escuchar la voz de la chica no tardo en decir algo que parecía asombrado —¡¿Lucia?!

    El nombre la chica era Lucia y al escuchar la voz de George noto que estaba parada encima de él, miró al suelo y también dijo asombrada —¡¿Papá?!

        —¡¿Papá?! — también dijo asombrado Pabliel.

        —¡¿Pabliel?!— volvió a decir asombrado George, —¡¿Pabliel?!— le siguió con la misma pregunta Lucia, — ¡¿yo?!— tras decir eso el ángel se dio cuenta de que era una escena para dar más drama a la historia, puso una cara de seriedad y le dio un golpe tanto a Lucia como a George por hacerlo participar en su jueguito.

    Tras el golpe y ambos sobándose la cabeza donde recibieron el golpe, Pabliel les dijo a ambos —bien qué tal si me explican, ¿qué es todo este asunto?

    Lucia se puso en posición de firmes como si de un militar se tratara y procedió a dar la explicación pertinente —yo soy Lucia Medina Echegoyen y soy la aspirante a administrador y me mandaron aquí por órdenes del cielo.

        —George desde ¿cuándo tienes hijos? — miraría a George.

        —pues desde… Siempre, tengo dos hijos, Lucia es la mayor, pero la menor a su vez — le respondió George.

        —a caray, ¿Cómo está eso? — Pabliel no sabía que quiso decir con eso.

        —verás Lucia nació primero, pero fue la última en conseguir un cuerpo físico.

        —bueno, eso explica muchas cosas— Pabliel miraría a Lucia —entonces tu eres la pasante que se quedará con nosotros, ¿no? — Lucia le contestó —¡afirmativo señor!

        —vale…— el ángel por consiguiente le dirigió la palabra a Mel —bien que te parece si se quedan un par de noches aquí y de ahí me dicen si se quieren quedar o no ¿Qué les parece?

        —me parece perfecta la idea, señor Pabliel.

        —será un gusto tenerte aquí Mel — el ángel le sonrió y le extendió su mano, — el gusto es mío señor Pabliel— respondiéndole con una sonrisa, estrechó su mano con la de Pabliel, acordando lo que le sugirió el ángel. Todo comenzó ahí, esa maldita sonrisa, ese maldito apretón de manos, ese… Maldito momento, fue el que inició todo y que condenó absolutamente todo.

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