Adaptaciones para convivir (2)

    Dos días habían pasado desde aquella vez, el cambio realizado por George no fue muy notorio para la vida cotidiana de los habitantes de la mansión, aunado a lo anterior las nuevas integrantes de la mansión, medianamente se pudieron acoplar a la vida cotidiana. Mel era la única que más mostraba fascinación por el lugar, observando las pinturas que adornaban los pasillos, los candelabros y cada detalle que, por más mínimo que fuera, hacía embellecer los rincones, cuartos y paredes de tal majestuosa construcción.

    Ese preciso día, Mel caminaba por uno de los pasillos de la mansión observando los cuadros que colgaban de las paredes, en un momento Mel se quedó contemplando un cuadro que parecía recientemente mando a hacer, para su suerte Pabliel se encontraba por el mismo rumbo de Mel, se le acercó y le saludó cortésmente —Buenos días Mel.

        —Buenos días, señor Pabliel— le respondió de la misma manera.

        —Por lo que veo estás apreciando los cuadros, ¿No?

        —Si, todos son muy bonitos, pero la chica que está plasmada en este es muy hermosa, ¿Quién es?

        —Mi esposa… ella es, bueno para mí seguirá siendo mi esposa, su nombre es Moon.

        —¿Qué pasó con ella?

        —Un día cuando desperté, simplemente desapareció, la busqué día y noche, nunca supe por qué se fue, su paradero… Nada— el semblante del ángel parecía un poco entristecido.

        —Lo siento mucho, señor Pabliel — Mel, con la mayor sinceridad, le mostró sus condolencias al ángel después de contarle su calvario para encontrar a su esposa. Mientras mostraba sus condolencias, los ojos de Mel miraron un cuadro bastante curioso, lo que llamó la atención de ella y se dirigió a ver con más lujo de detalle.

    Al parecerse Mel enfrente del cuadro, sus ojos mostraban un alto grado de asombro al contemplar dicha obra, el ángel se le acercó y se paró al lado de Mel, y está sin despegar su mirada al cuadro, le trató de decir algo a Pabliel —Ella es…— pero por el asombro no le salían las palabras que quería trasmitir, a lo que Pabliel completando su idea exclamó —Sí, ella es Mel, la Mel de mi antigua dimensión, cuyo nombre era Melby.

        —Es como si me viera en un espejo, pero claro, un poco más mayor y de color de pelo y ojos distintos, ¿Qué fue de ella?

        —No quiero hablar de ello— ante tal negativa el ángel procedió a retirarse del lugar. Pero Mel aun con la inquietud insistió desde su sitio —Por favor señor Pabliel— pero el ángel ignorando su petición siguió caminando, pero Mel acelerando el paso para al cansarle logró tomar la tela del saco de Pabliel y volvió a insistir —Señor Pabliel, solo quiero saber…— fue entonces cuando el ángel se volteó de manera repentina quitó la mano de Mel de su saco con un manotazo y molesto ante la insistencia dijo enojado y alzando la voz casi gritando —¡TE DIJE QUE NO QUIERO HABLAR DE ESO!— ese grito no fue lo que le causó el miedo a Mel, fueron los ojos de Pabliel que brillaban intensamente de color azul que hacían más tenebrosa la expresión de enojo del ángel.

    Este, al ver la reacción de miedo de Mel y que sostenía su mano que había recibido el impacto del manotazo que le dio, respiró profundamente cerrando los ojos y estos dejaron de brillar, se acomodó la corbata y solo exclamó —Lamento mi comportamiento, no fue el más adecuado, pero por favor no vuelvas a insistir en el tema, por favor— sin más que decir Pabliel se dio media vuelta y siguió su camino.

    Sin duda alguna, ese comportamiento no era normal y mucho menos en Pabliel, pero algo notó Mel dentro de ese enojo, notó como aquellos ojos que brillaban de ira, muy, pero muy en el fondo, perecía que ocultaban algo más, algo tan profundo que el ángel no revelaría. Fue entonces cuando Mel, se dirigió con Kary, que se encontraba en el patio vigilando a sus hermanos sentada en una banca larga, mientras mandaba mensajes de texto en su celular en lo que Sammael y Lili jugaban en una zona especial para bebés, Mel se le acercó y tocando el hombre derecho de la peli negra le exclamó de la manera más amable —Hola Kary, ¿Cómo estás? — a lo que Kary dejando de lado su celular volteó a ver a Mel y de la misma forma que ella le contestó —Hola Mel, yo estoy bien ¿Y tú?

        —Bien, igualmente, ¿Me puedo sentar? — Mel, al formular la pregunta, señalaría la banca en la que se encontraba sentada Kary.

        —Por supuesto, siéntate — Kary se haría aún lado para que Mel se pudiera sentar.

        —Gracias Kary — Mel tomaría asiento y miraría momentáneamente a los hermanos de la peli negra —Que bonitos se ven tus hermanos Kary — le daría el cumplido.

        —Gracias, son unos amores, pese a que uno es mitad ángel y la otra mitad demonio, pero eso no les quita lo adorables que son.

        —Entiendo… Oye, ¿Puedo preguntarte algo?

        —Si dime.

        —De casualidad sabes algo sobre la Mel que conociste.

        —mmmmm pues, Melby fue lo más cercano a una madre para mí, ella me acogió y me brindó todo lo que alguna vez me hizo falta.

        —Y, ¿Qué paso con ella?

        —Lo único que te puedo decir, es que un día, cuando mi papá estaba buscando a Moon, su esposa, Melby, se escapó por así decirlo con su novio secreto, como jóvenes escapando de sus padres para vivir su amor, de hecho, tengo una foto — tras recordar lo que mencionó, busco en su celular la foto que quería mostrarle a Mel y tras encontrarla se la enseñó a la peli morado.

    Mel al observar una foto, donde no solo estaban Pabliel, Kary, Lousie y Mel, también se hacían notar Moon, la esposa de Pabliel, una niña que era Dani antes de dejar la mansión y el que fuese el amor secreto de Mel y con quien decidió escapar, Simón.

        —Oh, ya veo, pero después de eso, ¿no supieron nada más de ellos?

        —La verdad no Mel, le pregunté a papá si no haría algo para saber donde están, pero cuando toco ese tema se pone a la defensiva y no quiere tocar el tema, quien sabe por qué.

    Mel sentía la necesidad de decirle a Kary lo ocurrido con Pabliel hace unos cuantos minutos, pero prefirió reservarse dicho suceso, ya que, debía investigar más al respecto —Entiendo— entonces se levantó de la banca y se estiró y al terminar le dijo a Kary —Bueno iré a hacer unas cosas Kary, nos vemos luego.

—Está bien Mel —ambas chicas se despidieron con leves gestos de manos en señal de despedida.

    Mientras que Mel entraba otra vez a la mansión, estuvo analizando como podía indagar más en este asunto que, por extraño que pareciera, le causaba asombro y duda y más por el comportamiento que toma el ángel con respecto a este tema, y en lo que pensaba Nanami se le apareció enfrente de Mel muy animada y con un libro en la mano, se lo mostró a Mel —¡Ama mire! ¿Este no era el libro que quería leer hace mucho? — Mel al ver el libro sin duda se asombró y lo tomó con ambas manos —Nanami, pero ¿De dónde sacaste este libro? Lo hemos estado buscando por meses y nada.

        —Yo e Ingrid lo encontramos en la biblioteca de aquí — Nanami dijo feliz.

        —Y el burro por delante Nanami —le exclamo Ingrid a Nanami jalándole la oreja izquierda por el mal uso de la mención de los pronombres.

        —¡Perdón, perdón! ¡Quise decir Ingrid y yo, Ingrid y yo! ¡Pero suéltame que duele mucho! — dijo entre súplicas Nanami que hacían notar el dolor que le provocaba Ingrid al jalarle la oreja, a lo que el alma tranquila le soltó de la oreja.

        —Y ¿Dónde queda esa biblioteca? —preguntó Mel a sus almas.

    Ingrid dándole respuesta dijo —Por lo que tengo entendido, está dentro del cuarto que le pertenecía a la Mel de la otra dimensión y, tengo que informarle que sin duda tiene una amplia gama de variedad literaria.

        —¿Me llevarían a esa biblioteca? — les volvió a preguntar a sus almas, a lo ambas asintieron con la cabeza y la guiaron hasta el lugar designado.

    Mientras eso pasaba, George estaba disfrutando de la sombra de un árbol que se hallaba en el patio trasero junto con Lucia, George mientras flotaba en una posición donde quedaba recostado en el aire no dejaba de cantar —Sentado debajo de un árbol, debajo de un árbol de mango, sentado me puse a pensar…— George dejo de cantar un segundo —Ay se me olvido la canción.

        —Ay papá, por favor — le exclamó Lucia que estaba sentada en el pasto con su espada aun lado reclinada en el tronco del árbol.

        —Bueno, bueno, sabes, a veces me pregunto si… — en lo que George hablaba, una sombra más oscura crecía detrás de él y esta tomó a George del cuello y lo estampó contra el árbol.

        —¿¡Eh!? — Lucia al percatarse trató de tomar su espada, pero fue lanzada por la misma sombra hasta estrellarse contra la pared de la mansión.

    George al ver a la sombra que le atacó la reconoció enseguida, —Tu… Pensé que te había destruido— exclamaba George con el aire que alcanzaba a respirar.

        —Pues creíste mal, Georgito, ja, ja, ja — exclamó la sombra con un tono de voz similar al de George, pero más gruesa y maligna.

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Comments

Yuki

Yuki

¿Quién será esa sombra?

2022-03-09

2

Yuki

Yuki

Que tierna es Nanami

2022-03-09

3

🥀𝙼𝚎𝚕

🥀𝙼𝚎𝚕

No sé porque se me vino a la mente la bella y la bestia ._.

2022-03-09

3

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