Personaje:
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...Capítulo 1...
Un año, justamente un año a pasado desde que todo ocurrió, donde un ángel conoció a amistades, familia y al amor de su vida, donde se pensaba que su estancia ahí seria de lo más agradable, que tan equivocado estaba al respecto, sucesos que nunca se esperó que sucedieran, que acababan poco a poco con la estabilidad emocional de aquel ser celestial, sucesos que jamás olvidará.
Pero cuando se cree que todo es oscuridad, hay que tener en cuenta que, la oscuridad es solo la ausencia de la luz y cuando menos lo esperes, esa luz volverá a iluminar como también volverá a irse. Para recuperar esa luz que alguna vez el ángel de la gran mansión tenía, su compañero le sugirió que, para despejar su mente, viajarían a dimensión donde no se necesitara permiso para estar, así poder distraer un poco su mente, el ángel acepto la idea y fue cuando decidió por su bien y la de sus hijos cambiar.
Entonces al administrador no solo se preparaba para viajar a otra dimensión con su compañero, son que, también el ángel se preparaba para cambiar su aspecto y seguir adelante. El ángel que estaba en su cuarto después de bañarse y reglándose como antes en compañía de su hija Kary y sus dos hijos pequeños Lilit y Sammael, que estaban dormidos en su cuna mientras su hermana mayor los veía dormir.
—Ay Kary, ¿segura que estarás bien con tus hermanos? — le preguntaría el ángel a su hija mientras se hacía el nudo de la corbata.
—Si papá, estaremos bien, no hay porque preocuparse.
—Pero que pasa si…— seria interrumpido.
—Papá, sé que te cuesta despegarte de mis hermanos y de mí, pero esta es tu oportunidad de distraer tu mente, sé que has estado haciendo mucho por mí y por ellos, pero es momento de que hagas algo por ti.
Pabliel solo suspiraría —tienes razón hija, eso intentare.
—Además, aquí está Lousie a sí sola tampoco estaré— la peli negra le sonreiría.
—Ay mi pequeña — Pabliel le acariciaría la cabeza despeinándola un poco mostrándole una sonrisa.
Pero George aparecería en el cuarto de Pabliel y tocaría la pared para que supieran que él estaba ahí —toc, toc, Pabliel es ¡Hora de aventura! Llama a tus amigos, vamos a tierras muy lejanas— George comenzaría a entonar la canción.
—(¿Por qué tengo la ligera impresión que nos pueden demandar por ese fragmento?) bueno vamos George— entonces miraría a su hija —bien Kary, volveremos pronto.
—Si papá.
Entonces George abrió un portal donde entró el primero y posteriormente entraría Pabliel y este se cerraría a la vista de Kary. Por otro lado, el portal se abriría en medio de las profundidades de un bosque —¡bienvenido a la dimensión 074-470! — dijo George al salir del portal, Pabliel, al salir y ver el bosque sin nada, puso una cara que no se podía creer al lugar que lo trajo George —¡¿Es enserio George?! ¡¿Un bosque?!— Pabliel si sonaba un poco molesto —oye tampoco está tan mal, es casi como el bosque que está cerca de la mansión, pero tengo curiosidad de en que diferente es este con el nuestro— George trataba de justificarse sin lograr convencer al ángel.
Pabliel solo miraba a George indignado, —¿Qué tal si avanzamos? — le pregunto George nervioso mientras avanzaba hacia el frente flotando y el ángel le seguía el ritmo caminando, y así pasaron un rato sin hablar y caminando sin rumbo, George solo miraba de reojo a Pabliel que tenía una cara de decepción y enojo con George, —ya Pabliel, quita esa cara, no es mi culpa, además pensaba que si despejabas tu mente con la naturaleza misma podías…— de tanto hablar son mirar por donde avanzaba George chocó con lo que parecía una pared de madera —¡Auch!— exclamó George después del golpe que se dio.
—¿Y esta…— Pabliel fue interrumpido por George antes de terminar su pregunta, —¿Rosa? —al decir eso George, el ángel se le quedó mirando raro —cabaña, ¿y esta cabaña que hace aquí? Esa era la pregunta— le replico el ángel —esto en nuestra dimensión no está, me pregunto quien vive aquí, ¿tú que dices George, lo descubrimos o no?
—No lo sé… Creo que lo más sensato seria naaaa mentira, vamos a ver
Entonces ambos se acercaron a la puerta de la cabaña y Pabliel tocó la puerta para ver si alguien abría la puerta, pero no obtuvieron respuesta alguna, pero el ángel siguió insistiendo tocando la puerta, teniendo el mismo resultado —creo que no hay nadie— diría el ángel —o no la habita alguien— aludiría George abriendo la puerta —ya que no tiene seguro— ambos personajes entraron viendo las buenas condiciones en la que estaba en interior de la cabaña —creo que si vive gente aquí George, por el hecho de que todo esto se ve muy limpio— exclamó Pabliel.
—¿Tú crees? — George le cuestionó con la boca llena mientras sostenía una rebanada de pastel.
—¡George!
—¿Qué? Tengo hambre y el pastel es mi debilidad.
Pero un ruido se escuchó proveniente del piso de arriba de la cabaña, ambos al escuchar el ruido decidieron ver que fue lo que produjo aquel ruido inusual, subiendo las escaleras Pabliel se colocó enfrente y George le seguía flotando, al llegar al piso de arriba solo encontraron un corredor que conectaba con unas puertas suponiendo que eran las habitaciones.
—Que raro clarito escuche que algo aquí— el ángel al avanzar por el corredor jaló un hilo sin darse cuenta y de distintas direcciones salieron unos dardos en dirección donde Pabliel estaba parado y activado la trampa, Pabliel solo se cubrió con sus brazos y los dardos se quedaron incrustados en sus brazos y algunos en su cuerpo.
—¿Estás bien Pabliel? — le pregunto George al verle los dardos en sus brazos.
—Sí, si estoy bien — se quitaría uno de los dardos para mostrárselo a George — interesante, estos dardos tienen veneno, si no fuera un ángel, esta cosa me mataría porque si es veneno muy agresivo y potente — entonces Pabliel se fue quitando los demás dardos que tenía aún incrustados.
—¿Ahora que hacemos? — preguntó George.
—¿Revisamos unos de los cuartos George?
—Ok— respondió, entonces ambos entraron a unos de los dos cuartos que había y vieron que no había nadie en él, sin decir nada ambos salieron del cuarto y se dirigieron al otro, al abrir la puerta, una chica se lanzó contra Pabliel con un cuchillo en mano y al querer clavarle el cuchillo en el estómago de Pabliel, al momento de entrar en contacto el cuchillo con Pabliel este se rompió como si de plástico delicado se tratase.
—¡¿Eh?! ¡¿Pero cómo?!— la chica al ver lo que paso y del miedo retrocedió y perdiendo el equilibrio cayó al suelo mirando asustada a George y a Pabliel —¡¿Qué me van a hacer?!— la chica estaba realmente asustada.
—Oye tranquila, no te haremos daño— Pabliel se le acercaría alzando las manos en son de paz.
El ángel al acercarse a la chica se agacharía y vería que la chica tenía un gran parecido con Mel, solo que más joven, y su cabello en vez de que sea rosado era negro con las puntas moradas, y estaba recogido con un broche de mariposa y sus ojos no eran cafés como los de aquella doctora sino que eran de un azul con tonos morados y su ropa era negra con una falda larga que hacían juego con unas botas blancas que abarcaban gran parte de sus piernas.
—¡¿Mel?! — dijo asombrado al ver a la chica.
—¿Cómo sabes mi nombre? — dijo sorprendida.
—¿Eres tú Melby?
—Mi nombre no es Melby… mi nombre es Melbina.
Tanto el ángel como el administrador se quedaron callados y sorprendidos al ver que si bien la chica se parecía casi igual a Mel no era exactamente Mel —se podría decir que es la Mel de esta dimensión— exclamo George al acercarse —eso parece y explicaría por qué las diferencias físicas sutiles y su nombre que va en el mismo sentido— le contestó Pabliel.
—No entiendo de que están hablando y sigo sin saber por qué están aquí o quienes son— Melbina parecía realmente asustada.
—Creo que omitimos esos detalles Pabliel—le susurro George al oído del ángel.
Fue cuando el ángel se levantó y le extendió la mano a Melbina para que se levantara, a lo que la chica dudo si tomarle la mano o no, pero el ángel pronunció una frase para calmarla —no tengas miedo— esas palabras influyeron en Melbina para tomarle la mano y levantarse.
—Y bueno… ¿Quiénes son ustedes y que hacen aquí? — les pregunto más calmada la chica.
—Yo soy Pabliel y él es George, no estamos aquí para hacerte daño ni nada por el estilo, digamos que… estamos aquí sin un objetivo, pero, tal vez la circunstancia no se prestó para conocernos mejor, créeme si te quisiera matar ya lo hubiera hecho, pero no lo haré solo vamos a llevarnos bien.
—Y me comí el pastel que había en la mesa…—dijo George de la nada.
Tanto Melbina como Pabliel voltearon a ver a George de manera seria, ya que su comentario iba fuera de sentido de la plática.
—Perdón…—exclamó George apenado.
Una vez que toda la situación se tranquilizó, los tres bajaron a la cocina de la cabaña, sentados alrededor de la mesa, disfrutando de una taza de té cada uno, —y bueno… Que tal si empiezan explicándome todo si son tan amables— exclamó Melbina para liego dar un sorbo a su taza de té.
—Como ya dije, yo soy Pabliel y soy un ángel.
—Y yo soy Paquito y ya no haré travesuras… naaa mentira, yo soy George.
Melbina solo se le quedaría viendo extrañada a ambos mientras daba sorbos a su taza de té —y señor George, ¿Entonces usted es un alma en pena? — Melbina al decir la pregunta provoco el asombro de George, quien escupió él te sobre la cara de Pabliel y por consiguiente soltó la risa de este —¡Ja, ja, ja! ¿Oíste eso Pabliel? Ja, ja, ja… Alma en pena ¡Ja, ja, ja! — decía entre risas y ahogándose de tanto reír, sin embargo, ni Pabliel ni Melbina le encontraron la gracia al asunto, por lo que George se quedó callado y tomaría un sorbo de su taza de té mientras desvía la mirada a otro lado.
—No Melbina, George es un administrador — Pabliel resolvería la duda mientras se secaba la cara.
—¿Administrador? —cuestionó de nuevo la chica.
Entonces George ya de manera formal respondió —mira los administradores de universos paralelos, como nos hacemos llamar, somos energías que fuimos creadas por Dios por medio de una falla o error al crear el universo mismo, nos encargamos de eliminar amenazas en diferentes partes del universo.
—Ya enserio— Melbina dejaría su taza de té en el plato, —por favor, un ángel y un… ¿Administrador? No soy una niña como para creerme esos cuentos.
—Pero, si George y yo te estamos diciendo la verdad, yo soy un ángel y George un administrador.
Melbina se cruzaría de brazos —demuéstrenlo — expreso en un tono retador.
Entonces Pabliel, sacó su par de alas grandes que parecían una sombra tridimensional enfrente de Melbina —¿Algo más que quieras ver para demostrar que soy un ángel?, Melbina sin duda se sorprendió tanto que dejo caer su taza al suelo. Después de esa demostración, Pabliel guardó sus alas, —mi turno— dijo George para que de su mano derecha desprendiera una enorme cantidad de energía contenida en la palma de su mano, era tanta energía que todo se iluminó de una luz blanca que impedía la visión a cualquier lado.
Y en un instante la anergia que se hallaba en la mano de George desapareció en un abrir y cerrar de ojos y solo Melbina se frotó los ojos, ya que estos no daban crédito a lo que vio —entonces es cierto lo que decían— dijo sorprendida, —no veo la necesidad de mentir…— el ángel seria interrumpido antes de acabar la frase.
—¡ya llegamos ama Mel! — se escuchó una voz aguda y alegre de una chica, —Nanami te dije que no fueras tan ruidosa— se escucharía otra voz de igual manera de una chica, pero esta sería un poco más calmada y pausada, sonaba con más madurez y en efecto eran dos chicas que habían atravesado la puerta de la cabaña como si de fantasmas se tratasen.
Una de las chicas tenía aspecto de una joven de alrededor de 15 años, de 1.60 de altura, un test de piel claro que combinaba con su cabello rubio muy tenue, sus ojos rosados hacían resaltar su cara de niña inocente, que desprendía un gran energía, además, vestía con un vestido de una pieza que terminaba en una falta voluminosa y sobre el vestido tenía un delantal.
La otra chica, por su parte, con un aspecto de una joven de piel clara, cabello rubio y ojos azules, dado a su porte y mirada hacía notar un alto grado de madurez, en cuanto a su ropa no había mucho a destacar, una camisa casual de mangas largas, una falda larga oscura y sobre su cintura tenía un mandil.
—¡Ama, le trajimos sus dul…— la chica más energética miró a George y Pabliel sentados —¡¿Quiénes son ellos?! ¡¿y qué le paso al pastel que íbamos a comer hoy?!— sin duda la chica era muy dramática.
—Por favor cálmate, solo haces el ridículo— le dijo la otra chica de una manera muy tranquila pero fría.
—¡Perdón! — dijo la chica más energética como si estuviera aguantando el llanto de ser regañada.
Melbina después de la escena tan embarazosa solo suspiró —Pabliel, George, ellas dos son Nanami e Ingrid son almas en penas que me sirven como mis esclavas.
—¡Hola, yo soy Nanami! — dijo la chica más energética con una sonrisa y sacando ligeramente la lengua de un lado, —yo soy Ingrid, es un placer conocerlos — exclamó la otra chica saludando como una sirvienta sosteniendo su falda con ambas manos, cruzando sus piernas flexionándolas un poco y haciendo una leve reverencia con su cabeza.
—¡Aaaaaaa!, por eso me preguntaste si era un alma en pena… tiene sentido— exclamó George tomando un sorbo de su té.
—George, solo veo que estas, tome y tome té, pero solo una vez te has servido— Melbina le hizo esa observación a George, —no hay necesidad, solito se rellena la taza, ventajas de ser administrador— le mostró como la taza se llenaba sola.
—¡WOW! — exclamó fuertemente Nanami al ver lo que hacía George.
Mientras George mostraba su truco, Ingrid se le cerca, parándose aun lado de George con las manos sobre su mandil una encima de la otra y mostrando un porte de seguridad —señor George… ¿Usted se comió el pastel que estaba en la mesa? —, George mostró una actitud nerviosa porque sabía que mentir no era suficiente —si…— afirmaría con una sonrisa y sudando frío.
Entonces Ingrid con una mirada amenazante y con voz tenebrosa le dijo a George —solo espero que no lo hayas digerido, porque lo sacaré de tu estómago, —a…— fue lo que dijo George mirando nervioso a Ingrid.
Unas dos horas pasaron, donde Melbina, Pabliel y George pusieron en contraste a las almas, esos minutos fueron una montaña rusa de reacciones al ver que eran esos dos sujetos provenientes de una dimensión distinta a la suya, —¡WOOOOOW! ¡Seria genial vivir en una mansión! — Nanami estaba emocionada, —si seria bonito, no lo niego— contestó Ingrid.
—Bueno, creo ya va siendo hora de irnos, fue agradable conocerlos— Pabliel se levantó de la silla y se dirigió a la puerta junto con George, —el gusto fue nuestro— Melbina se despediría de ambos con una sonrisa. Ambos personajes salieron de la cabaña volviendo por el mismo camino porque llegaron.
—Que agradables fueron, sin duda alguna, ¿tú qué opinas George?
—Fue el mejor pastel que pude haber comido— dijo George entre lágrimas de nostalgia.
—Ay George, tu solo pensando en pastel.
—Pos sí, pero lástima que no seamos del mismo univer…— a George se le había ocurrido un plan y miro con una sonrisa a Pabliel —¡Pabliel mira un extraterrestre! — señalaría a un lugar y fingiendo asombro, —¿enserio George? Pabliel no le creía nada de lo que dijo George demostrándolo con la mirada que le dio, —bueno se intentó— fue entonces que George se fue contra Pabliel y tomo control de su cuerpo, —¡George sal de mi cuerpo! — Pabliel forcejearía tratando de sacar a George de su cuerpo, pero este ya tenía control del cuerpo de Pabliel y aun estando Pabliel consiente que George tenía control, el administrador usando las manos del ángel concentro en cada mano energías muy similares, pero a su vez diferentes —¡GEORGE! — grito fuerte Pabliel que al mismo tiempo George juntó ambas energías provocando una explosión que cambió todo en ese universo poniendo todo en blanco absoluto.
Al instante Pabliel despertó de golpe creyendo que todo fue un sueño, pero al mirar al su alrededor y ver que estaba en el bosque se dio cuenta de que no era así, —buenos días, bello, durmiente— dijo George mientras flotaba aún lado de Pabliel, —¡¿QUÉ HICISTE CABRON?!— le gritó enojado el ángel.
—En primer lugar, me grites que me duelo cuando me gritas— George le pondría una cara entristecida, pero luego regresó a la normalidad —en segundo lugar, veo que ya me estás hablando como mexicano, ¡Eso chingao, puro Nuevo León! Y por último no hice gran cosa… solo fusioné nuestro universo con este.
El ángel estuvo unos segundos procesando la información —¡Pequeño demonio! — el ángel comenzó a estrangular a George con ambas manos, pero entonces se escuchó una voz que llamaba al ángel —¿Papá? — el ángel reconoció la voz y al voltear de quien se trataba se sorprendió —¡¿Kary?!— entonces el ángel soltó a George, se levantó y se dirigió con Kary —hija, pero ¿Qué haces aquí?
—Pues salí a comprar unas cosas para mis hermanos y cuando regresaba a casa todo se puso en blanco, desperté y pues caminé hasta verte estrangulando a George ¿Qué fue lo que pasó?
—Lo que pasó es que…— antes de contestarle a Kary, George interrumpió a Pabliel acercándose rápidamente y emocionado —es que ¡tendré más de ese delicioso pastel! Y eso porque fusione ambas dimensiones— George se sentía orgullo, pero Kary interrumpió el momento con una pregunta —y… ¿Eso es legal? — a lo que George respondió sin pena alguna —nop.
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...Capítulo 2...
—a ver si entendí… me están diciendo que George fusionó el universo al que viajaron con el nuestro… todo por un ¿pastel que cocino un alma en pena que es sirvienta de una versión alterna de Mel cuyo nombre es Melbina? — Kary analizó todo lo que su padre y George le dijeron, —si— contestaron ambos simultáneamente, —pero no tiene sentido, ¿Por qué hacer algo que es ilegal hacer para conseguir un pastel?, ¿no se supone George que puedes crear cualquier cosa? —a Kary aún no le quedaba en claro la situación.
—verás Kary, si bien es cierto que puedo generar cosas, en cuestión de comida no sabe igual ¿Quién sabe por qué? — le respondió George.
—(me van a regañar por lo que hizo George)— decía en su mente Pabliel, porque ya sabía perfectamente que así iba a ser —y a todo esto, ¿dónde quedo la mansión? — preguntó el ángel.
—según yo, debería de estar donde siempre, ya que en su ubicación en nuestra dimensión esta, pero en la otra no, ósea, sí, pero no, ¿me explico? — George procuraba de explicar bien, sin embargo, vio que tanto el ángel como la peli negra se miraban confundidos, entonces George chasqueó sus dedos y apareciendo los tres en la sala de la mansión.
Entonces Lousie, cargando tanto a Lilit como a Sammael que estaban llorando, cansada y estresada después de estar tratando de clamar a los bebés, se dirigió con los demás —Kary, señor George y Pabliel, que bueno que llegaron desde hace minutos que no paran de llorar ya no sé que hacer — Lousie no dejaba de hablar rápido haciendo notar que ya no soportaba estar cuidando a los niños, —está bien Lousie, deja que yo me ocupe— exclamó Kary para tomar en brazos a sus hermanos y tranquilizarlos y estos dejaron de llorar al instante.
—me sorprende lo habilidosa que eres con tus hermanos Kary— Lousie estaba admirada, —ay Lousie no es para tanto— Kary estaba un poco apenada después del cumplido recibido por Lousie, —a todo esto ¿alguien más vio por un momento que todo se puso en blanco o solo fui yo? — Lousie le preguntó a los tres que estaban presentes, —pues… te diré— Pabliel se le quedó viendo a George de tal manera que el suceso del cual preguntó la chica de pelo castaño, fue un hecho realizado por George, —¿por qué tengo el presentimiento que todo esto tiene algo que ver con George y por una justificación un tanto absurda? — Lousie ya se hacía una idea de lo que sucedió.
Entonces el ángel solo suspiro y dio la respuesta más corta para aclarar lo sucedido — solo me limitaré a decir, que la unión de dos universos fue por un pastel— claramente dicha respuesta causó el asombro y la admiración tanto de Kary como de Lousie porque ambas de manera sincronizada —¡¿Qué?!— ninguna de las dos esperaba dicha respuesta tan absurda.
—a ver, a ver, antes de que me digan “George, esto, George, aquello” les explico, hace unos instantes nos encontramos a una variante de Mel para de la otra dimensión, claro cuando existía, y pues una de sus almas sirvientas hizo un pastel uffff diez de diez, y pues no me quería quedar con las ganas de más, además necesitamos trama para la historia— explicó George.
—espera, ¿cuál historia? — Kary se quedó extrañada por dicha afirmación.
—a pues, verás, resulta que nosotros…— George fue interrumpido por el ángel —¡George! Ellas aún no están listas para esta conversación—, —ok— contestó George, mientras las chicas no sabían a qué se referían, —en fin, por esta acción que hizo George es cuestión de tiempo que nos manden a llamar— el ángel sin duda se mostraba preocupado, —oye Pabliel, sé que casi no te pido nada, pero… ¿Me harías un favor? — George hacia ojitos de perro abandonado para tener compasión del ángel y este, al ver los ojos que ponía, George solo suspiró y accedió a escucharle —¿Qué clase de favor?, entonces George no sabía como decirle —pues… ¿Será que la Mel de la cabaña y sus almas se vengan a vivir aquí?
El ángel sin duda se sorprendió ante tal petición del administrador —¡¿Qué?!— acto seguido George trataría de convencerle —¡hay Pabliel, no seas malo, deja que se queden y saco a pasear al perro todos los días, hay diga que, si no sea cobarde, ande ¡¿siiiii?!
Lousie acercándose a Kary y susurrándole le preguntó —¿esa no es una frase de una serie mexicana? — Kary entonces susurrándole le contestó de igual forma — tengo entendido que si Lousie— la castaña le volvió a preguntar de la misma forma —¿y qué las frases no tenían derechos de autor? — Kary le contestó —solo los personajes que iniciaban con la letra CH— Lousie entonces comprendió — aaaaa ok.
Pabliel ante la insistencia de George lo meditó en silencio unos segundos y tras eso le pudo dar respuesta a la petición —ok, pero solo si tu las logras convencer y si ellas quieren ¿entendido? — George de la emoción abrazo fuerte a Pabliel y tras soltarlo del abrazo chasqueó sus dedos y en donde se encontraban todos hizo aparecer a Melbina, Nanami y a Ingrid, tal acción imprudente de George causo el enojo momentáneo del ángel —¡George, esa no es la manera de traer a las personas que quieres convencer! — entonces George le contestó —técnicamente yo no soy una persona — ante tal respuesta Pabliel no supo que argumentar al respecto —touche— fue lo único que dijo dándole la razón al administrador.
—¡aaaaaa! ¡¿Qué es este lugar?! ¡¿Cómo llegamos aquí?! ¡Qué bonito sitio! — Nanami estaba entre asustada, pero asombrada por lo llamativo y elegante de la mansión, Ingrid por su parte no pronunció ninguna palabra, pero la expresión de su rostro demostraba que sin duda estaba maravillada por el sitio, Melbina sin duda apreciaba el sitio y tras mirar los alrededores de la sala vio tanto a George, Pabliel a Kary sosteniendo a sus hermanos y a Lousie que estaban presentes en el sitio donde fueron traídas, —señor Pabliel, señor George ¿qué hacen aquí? Y ¿Quiénes son estas chicas?
Kary y Lousie sin duda no daban crédito a lo que sus ojos veían, sin duda la chica Melbina era una copia casi idéntica de Melby, solo que más joven el cabello diferente al igual que el color de los ojos, —es idéntica a ella — Lousie sin duda estaba impactada, Kary no pronunciaría nada al respecto.
Entonces el ángel se acomodó la corbata y se dirigió hacia Melbina —Melbina… Que sorpresa tener…— Melbina interrumpió al ángel —por favor, solo dime Mel, se escucha raro que me digan Melbina.
—está bien… Mel que sorpresa tenerte aquí.
—y que lo digas, señor Pabliel, ¿y quiénes son estas chicas?
—o si es verdad, ellas son Lousie y Kary — las chicas saludaron a Mel gentilmente y esta hizo lo propio —Un gusto conocerlas— Mel estaba alegre de conocer a la Castalla y a la peli negra, entonces Mel le preguntó a Kary —tu debes de ser la esposa de Pabliel ¿no?
El silencio se apoderó de la sala por la pregunta, —¿dije algo malo? — Mel estaba nerviosa al creer que su pregunta fue inapropiada, —no, Pabliel es mi padre y estos dos bebés son mis hermanos —le contestó Kary, —¡o cuanto lo siento de verdad! — Mel sin duda estaba apenada por tal error.
—Kary hija, ¿qué tal si vas a dejar a tus hermanos a sus cunas? — exclamó el ángel para no poner más incomoda la situación, —si papá — le respondió la peli negra y se dirigió al cuarto, —te acompaño Kary— dijo Lousie siguiendo a Kary.
—Bien, ignoremos lo que paso hace un momento, ¿te parece bien Mel?
—claro señor Pabliel, y ¿por qué estoy aquí?
—eso te lo explicara George, ¿verdad? — el ángel empujando al frente a George para que le diera una explicación a Mel, —pues… hay ¿Cómo decirlo?
—con palabras, ¿quizás? — Mel realizó un pequeño comentario divertido al notar lo nervioso que estaba George al tratarle de explicar.
—no pos si, ni modo que lo haga con lenguaje de señas, ya que si me puedes escuchar, ¿no es verdad Pabliel? — volteo a ver al ángel.
—George…— el ángel estaba esperando a que le diera la explicación.
—ay…— al ver la reacción de seriedad del ángel volvería a ver a Mel que ella con una sonrisa esperaba la explicación —pues, la razón que estás aquí es por mí más que nada, ya que hice algo para, pues… tener más de ese pastel que me comí en tu cabaña.
—¿y qué fue lo que hiciste?
—digamos que fusioné tu dimensión con la nuestra usando el cuerpo de Pabliel y en cuestión de tiempo seremos llamados a la corte por romper una norma del reglamento de la existencia.
—¿eh? — Mel no comprendía nada.
—lo que quiso decir George es que…— antes de que el ángel fuese a explicarle a Mel, tanto George y Pabliel aparecieron sentados en medio de una sala de juicio, del lado derecho de la sala había ocho ángeles sentados y entre esos ángeles estaba Gabriel. Y al frente de la sala había tres asientos y el que se encontraba en medio estaba en alto y justo en ese estaba Sadadriel sentado junto con otros dos ángeles a sus lados.
—ay no…— exclamó Pabliel porque presentía que esto no era buena señal.
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