CAPÍTULO I: CARMELO CARMONA Y ARMANDO RAMÍREZ NO SIEMPRE FUERON ENEMIGOS PARTE 1

Carmelo Carmona era el hijo mayor de Rómulo Carmona el presidente de un pequeño

partido que se encontraba en auge, siendo apenas un niño sus padres Rómulo y Mariana se

divorciaron debido a que Rómulo tenía con su amante un hijo un año menor que

Carmelo.

Mariana al enterarse de la infidelidad no soportó la humillación y le solicitó el divorcio, y debido a la ira que sentía, ella tomó sus cosas y se fue, abandonando

al niño de ocho años y jamás volvieron

a verla, muchos rumores decían que Mariana no estaba desaparecida si no muerta

pero transcurrió mucho tiempo para que se pudiera saber la verdad al respecto porque ella nunca más fue vista con vida de nuevo.

Carmelo nunca creyó que su madre que siempre fue tan amorosa con él

lo hubiera abandonado.

Rómulo estaba muy resentido con su exesposa debido a la vergüenza que lo

hizo pasar al hacer pública su aventura, porque él era un líder político y no

era conveniente este tipo de publicidad.

Mariana se fue de forma apresurada, y, él debió asumir la

crianza de su hijo mayor de mala gana, al cabo de un tiempo se casó con su amante Claudia Conde y tanto ella como su hijo Juan de siete años vinieron a

vivir con Carmelo y su padre.

Carmelo era un niño normal y tal vez no habría cometido las atrocidades

que hizo en el futuro, si desde tan temprana edad no hubiera sido tan discriminado

y maltratado por su padre y su madrastra, mientras que Juan, por el contrario, recibía mucho

amor de parte de sus padres, desde joven Carmelo desarrolló un profundo odio hacia

su hermano menor.

Rómulo Carmona se convirtió en el presidente de su partido  y era

un buen líder, bajo su mandato dejó de ser un pequeño partido para convertirse

en una nueva opción de voto entre los ciudadanos del país, el hombre era muy carismático

y desde ese momento estaba formando a sus hijos para ser los próximos líderes políticos del país,

pero mientras que con Carmelo era muy severo y aplicaba en exceso la disciplina

llegando al maltrato a Juan lo enseñaba con amabilidad.

Ambos chicos poseían una gran inteligencia al igual que su padre, pero

debido a la influencia de Claudia los logros de Carmelo siempre eran ignorados,

sin embargo, para los que tenían la oportunidad de tratar con el chico se

sentían fascinados por su inteligencia y don de palabra además que

físicamente, era muy hermoso y proyectaba una imagen de ser frágil y desvalido lo

cual infundía en las personas muchas ganas de protegerlo y de escucharlo, si tal vez

en ese momento su padre hubiera notado lo que estaba haciendo mal, Carmelo en

el futuro no se habría convertido en un monstruo.

Carmelo asistía a una escuela católica y en esa época eran permitidos los

castigos corporales  en las instituciones

educativas, en cuánto a lo académico era

de los mejores alumnos, pero con respecto a su conducta Carmelo siempre tenía problemas debido

a que nunca podía quedarse callado, por eso era reprendido por los curas que

dirigían la institución.

Había una persona que siempre fue muy amable con Carmelo, una compañera de clases llamada Mireya Moncada, y para el resentido chico ella

era como su ángel de la guarda, la niña siempre le regalaba dulces y le curaba sus heridas, además

que ella le recordaba a su madre porque ambas se parecían mucho físicamente.

Si en la escuela Carmelo era reprendido al llegar a casa la situación no

mejoraba, dependiendo del estado de ánimo de Claudia incluso podía estar

hambriento por horas o recibir comida en mal estado, a pesar de que la familia no

tenía problemas económicos, la mujer lo hacía por pura maldad, porque la sensación de

infligir daño a Carmelo le producía mucho placer, en el futuro ella se arrepentiría de

todo el mal que estaba haciendo en ese momento, porque la venganza de su

hijastro sería terrible.

Los años de secundaria transcurrieron rápidamente y Carmelo siempre

se ganaba la admiración de todos a su alrededor, para los extraños era un excelente

chico pero nadie sabía que en sus momentos de soledad torturaba animales por aburrimiento.

Mireya

siempre se encontraba a su lado porque sentía una profunda admiración hacia Carmelo,

aunque siempre lo quiso como a un hermano, sin embargo, desde niños Carmelo estaba

profundamente enamorado de ella y confundió los sentimientos que la chica tenía

por él, y desde ese momento Carmelo afirmaba que Mireya era suya.

Aunque de puertas adentro Carmelo era el paria de la familia Carmona para

los externos él era un integrante muy valioso de la familia es por eso que Augusto

Moncada el padre de Mireya que era un militante muy importante del partido, cuando notó el interés

del hijo mayor del presidente del partido se sintió muy feliz porque esta era

una oportunidad para establecer alianzas de gran importancia entre ambas familias,

los Moncada eran comerciantes y tenían mucho dinero.

Rómulo no tenía buenos sentimientos hacia Carmelo, pero por fin se dio cuenta de

que su inútil hijo le era de gran utilidad.

Mireya estaba en contra del deseo de su padre pero de igual manera fue comprometida con Carmelo teniendo ambos apenas catorce

años, ella no pudo emitir una opinión y aceptó con resignación el

compromiso, aunque ella realmente quería a Carmelo, además que él era muy cariñoso con

ella y confiaba que con el tiempo desarrollaría sentimientos amorosos hacia su

prometido.

Era conocido por todos en la institución el compromiso de Mireya y Carmelo,

aunque era mediados de los 70's y esa práctica ya estaba cayendo en desuso, los

padres de ambos chicos eran muy tradicionales y esa boda se realizaría contra

viento y marea así ellos no lo quisieran, existían muchos intereses entre los Carmona

y los Moncada y por lo menos Carmelo

estaba de acuerdo.

Mireya aceptó pasivamente la situación porque temía contradecir

a su dominante padre y tampoco quería lastimar los sentimientos de Carmelo porque sabía el tipo de

vida que llevaba en su casa.

Margarita Moncada era la prima de Mireya y desde niña fue criada por sus tíos,

porque sus padres tenían muchos hijos y Augusto solo a Mireya, la chica era muy

astuta y hermosa, y podía ser muy encantadora, sus tíos la criaron como a una

hija y tanto Margarita como Mireya se trataban como hermanas además de que tenían la misma

edad.

En general Carmelo y Mireya se llevaban muy bien, a pesar de que Carmelo ya para entonces tenías conductas propias de un verdadero

psicópata pero las mantenía ocultas a todos, aunque con Mireya era genuinamente amable

y ella también con él, solamente que nunca pudo verlo como a su pareja,

ella creía que era debido a su edad, pero muchas de sus amigas le hablaban de

como era la relación que tenían con sus novios y lo que contaban era algo

completamente diferente a lo que pasaba entre ella y Carmelo, situaciones como abrazos o

besos en la boca la hacía sentirse mal.

Carmelo notaba que ella se sentía muy

incómoda cuando él intentaba algún avance en ese aspecto creyó que era debido a su juventud e inocencia, así que siempre salía con otras

chicas a espaldas de Mireya, ya que no quería que su prometida se enterara de sus

infidelidades, con el paso del tiempo Carmelo comenzó a sentir interés por la prima de su novia, sin embargo, sabía

que eso sería un problema, pero cada vez la atracción que sentía por esta inocente chica era mayor.

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