Mi Luna Humana
Narra Karey
Me llamo Karey, tengo 17 años. Estudio por las mañanas y trabajo por las tardes. Tengo un novio que tiene 19 años que se llama Andrés. Hace ya dos años que estamos juntos. Mi padre falleció en un accidente de coche cuando yo tenía 10 años y desde entonces mi madre está sumida en una depresión y le sacaron también un cáncer, apenas sale de la cama y está bastante enferma. A veces se pega semanas en el hospital. También tengo un hermano pequeño. Tiene 7 años. Mi madre, mi hermano, las facturas, deudas... Todo recae en mí. No llegamos ni a mitad de mes con lo que yo gano, pero es lo único que tengo. Algunos vecinos me ayudan a veces con la comida y cosas a sí.
Estoy a punto de terminar el curso y solo tendré que esperar a que alguna beca caiga en mí para poder llegar a la universidad.
Me preparo para irme a trabajar, trabajo en un restaurante bastante elegante, pero los sueldos no lo son tanto. Empiezo a las 3 y termino cuando cierran. A veces son las 12, otras veces son las 3 de la madrugada, nunca se sabe. Luego me levanto a las 5, para ayudar a mi madre a desayunar, a mi hermano pequeño, llevarlo al colegio e irme a mis clases.
Tengo media hora hasta el trabajo andando, a si no me gasto en autobús. Cuando llego todo parece un día normal. Me pongo a limpiar la cocina después del servicio de comidas y en la tarde estoy atendiendo a personas en la barra, sobre todo bebidas y limpiar los platos sucios, vasos... Y todo eso.
Cuando llega el servicio de las cenas, todo se pone más acelerado. Normalmente, son personas con altos rangos en las empresas, personas que no les importa el dinero que se gastan, ni lo que vale un plato o una botella. A sí que debemos ser bastante respetuosas con ellos o ellas.
Estoy sirviendo algunas mesas como hago normalmente. Cuando mi compañera Elena viene a hablarme.
-En la mesa 17 piden que tú seas su camarera - dice Elena. Yo, por el contrario, no entiendo nada.
* ¿Desde cuándo piden camareras de propio? ¿Eso se puede hacer? - pregunto mientras echo un vistazo a la mesa 17.
* Ya sabes\, ellos siempre tienen la razón - hace una mueca con sus labios.
* Claro... - suspiro- ya voy entonces.
Me acerco a la mesa 17 y antes de llegar, veo que se trata de 3 chicos, que parecen demasiado jóvenes para ser dueños de ninguna empresa, aunque visten como tal.
Uno en particular no retira su mirada de mí. Es moreno y tiene unos ojos verdes que no se separan de mí, parece que pudiera leerme el alma, me siento como si estuviera desnuda delante de él. Intento tranquilizarme y recuperar la respiración que creo llevar varios segundos sin hacerlo.
Acabo delante de ellos, intentando parecer profesional y que la mirada de ese chico que sigue fija en mí no me afecte.
* Buenas noches\, señores. ¿Saben ya lo que van a pedir? - pregunto mientras intento ponerme recta\, con tan solo mirarme está haciendo flaquear mis piernas\, en mi vida me había sucedido esto.
* Sí\, sabemos lo que vamos a pedir - me dice uno de ellos\, también bastante guapo\, es rubio\, con ojos azules.
Y no sé qué les darán de comer, pero por dios, los tres parecen que podrían derribar cualquier cosa que se les pusiera por delante. Me dicen el pedido y yo lo apunto en la libreta junto a la bebida.
* En seguida les traigo su pedido\, disculpen.
Me marcho de allí con el pedido en la mano. Lo paso a cocina y me pongo a preparar sus bebidas. Han pedido una botella de vino de 1500 €, me rio cuando la tengo en mi mano. Con todo mi sueldo de un mes, no podría pagarla. Suspiro frustrada mientras la pongo en la bandeja junto a las 3 copas.
Me vuelvo a acercar a la mesa.
* Sus bebidas\, señores. - les sirvo a los tres con una sonrisa.
El chico rubio vuelve hablar
* No nos llames señores\, nos haces parecer viejos\, no podemos ser mucho más mayores que tú - me dice sonriendo.
* Lo siento pero... Son las normas del restaurante.
Ese chico moreno sigue con la mirada puesta en mí, en todas partes de mí, y no sé el porqué, pero hace que mi cuerpo se caliente y se una todo en mi zona femenina. Intento tranquilizarme, ya que creo que incluso mi respiración se ha agitado un poco. Me retiro de la mesa cuando suena el timbre de la cocina. Es mi pedido.
Cojo los tres platos primeros y se los llevo a la mesa, les sirvo a cada uno los suyos. Cuando estoy sirviendo al chico que no deja de mirarme, siento como su dedo acaricia suavemente el brazo con el que estoy dejando su plato.
Solo eso, una pequeña caricia dulce y suave hace que recorra una electricidad por toda mi espina dorsal.
"Concéntrate Karey, concéntrate en el trabajo" pienso para mí misma.
Lo miro de reojo y lo veo sonreír y maldita sea, tiene una sonrisa perfecta, que lo hace sexy hasta el infierno. Doy un pequeño suspiro y niego con mi cabeza, intentando sacar los pensamientos de ella.
* Por favor cualquier cosa\, solamente avísenme.
Me marcho de la mesa hacia la zona de los camareros. Me pido un agua fresca, porque joder, la necesito, necesito refrescar mi cuerpo y mi mente. ¿Qué tiene ese chico para hacerme sentir a sin con tan solamente mirarme?
Cuando veo que han terminado el primer plato, vuelvo para retirarlos.
* ¿Les ha gustado? - siempre preguntamos\, debemos ser simpáticas.
* Estaba todo muy bueno - responde el otro chico moreno\, no el de ojos verdes que me mira\, este tiene los ojos avellanas\, muy bonitos también.
* En seguida les traeré el segundo plato.
* Espera - me dice el chico rubio.
* Dime\, ¿qué desea?
* Esto parecerá raro\, pero... ¿Nos dirías tu edad y tu nombre? Solo es curiosidad.
Me pareció una pregunta bastante extraña, nunca me habían preguntado mi edad o mi nombre, unos clientes.
* Bueno... Tengo 17 años y me llamo Karey- respondí algo avergonzada - ¿Algo más?
* No gracias\, está bien\, yo me llamo César\, aquí mi compañero se llama Henri y este otro - señala al chico de ojos verdes- se llama Andrey - sigue sonriendo como un niño pequeño.
-Encantada - les dio sonriendo y me voy a seguir con mi trabajo.
Estamos a punto de terminar, parece que hoy terminaremos pronto. Bueno, son ya las 12.
Los chicos de la mesa 17 ya han terminado y están hay hablando de lo que sea. Apenas quedan un par de mesas para que se vayan y podamos terminar. Veo como levantan la mano y me acerco a ellos.
* ¿Nos traerías la cuenta por favor? - me dice el chico rubio.
* Sí\, por supuesto.
Me voy a preparar la cuenta, ya no me sorprende las cifras que veo en los tickets, a sí que se las llevo sin más. Estoy esperando a que me den la tarjeta cuando Andrey me pregunta.
* ¿A qué hora terminas de trabajar? - pregunta sin retirar su mirada de mis ojos.
* Pues... Depende\, no hay horario de cierre. Cuando cierran toca limpiar y luego ya nos podemos ir.
* Es muy tarde para que andes sola por ahí - puedo llegar a sentir algo de preocupación en su voz.
* No pasa nada\, estoy acostumbrada\, además hoy viene mi novio a recogerme - digo sonriendo\, pero a él no parece haberle hecho mucha gracia\, puedo ver como su mandíbula se ha tensado\, y como ha cerrado sus palmas en puños\, no pasa desapercibido.
Les hago el cobro y me despido de ellos, antes de irme Andrey me coge la mano, puedo sentir esa sacudida de electricidad otra vez recorrer mi cuerpo, cada célula de mi cuerpo es consciente del toque de él. Besa mis nudillos lentamente mientras me mira a los ojos y dios, creo que he dejado de respirar.
"¡¡Karey por favor, relájate, por dios!!", me grito a mí misma en mi cabeza.
Él sonríe mientras se retira.
* Nos veremos bebe
Y con esa se va, dejándome allí, echa un desastre. Mi cuerpo ardiendo, mi corazón palpitando...
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Updated 26 Episodes
Comments
pandora
buen inicio
2024-04-12
0
👻 fantasmita 💗
muy buena redaccion..
2023-09-06
1
Teresa Frias
🙄😳Ya me hizo acalorar esta historia ,espero que sea tan buena como pinta
2023-03-06
0