No es asunto tuyo

Narra Karey

Entre al restaurante llegué justo a tiempo. Me cambié y empecé el turno. Estuve media tarde sirviendo a la gente y limpiando la cocina. A mitad tarde Andrés me llamó por teléfono, salí a la calle para poder atender la llamada. Descolgué el teléfono y escuché la voz de Andrés al otro lado del aparato.

* Cariño\, no puedo quedarme más con tu hermano. Me han salido unas cosas que hacer.

* Andrés\, estoy trabajando\, no puedo ir a buscarlo ni quedarme con él\, sabes que no me dejan.

* Pues llama alguna amiga o algo\, no puedo quedármelo.

* Pero te comprometiste a quedarte esta tarde con él\, por favor... ¿Es tan importante lo que tienes que hacer?

* Sí\, es crucial\, es tu hermano\, no el mío Karey. Deberías de tener estas cosas planeadas. Te lo llevaré en media hora.

Me colgó el teléfono y dios, ¿qué iba a hacer ahora? Siempre tenía que recurrir a mis amigas, ellas eran las únicas que me echaban una mano en lo que podían, pero no quería hacerlo. Me senté unos minutos en el suelo, mientras algunas lágrimas caían por mi mejilla. La gente pasaba haciendo sus vidas tan tranquilamente, algunos corrían con prisa, otros caminaban dando un paseo... Familias con sus hijos de la mano... Cuanto echaba de menos eso, pasear como una familia normal. Recordaba cuando era pequeña y paseaba con mi padre y con mi madre por el parque, eran mejores tiempos.

Me levanté y caminé hacia dentro del restaurante. Al menos tenía la suerte de que hoy no se encontraba el idiota de mi jefe. Hablé con mis compañeras y prometieron no decir nada, eso me alivio un poco. Al menos lo podría tener aquí y por la noche lo echaría a dormir en el almacén con unas sillas o algo... Cuando termine de trabajar, lo llevaré a casa. No puedo hacer otra cosa. Cada vez se complica más mi vida y no sé ni como lo hago.

Justo a la media hora Andrés aparece en la puerta del restaurante con mi hermano pequeño. Salgo a la calle y abrazo a mi hermano, mientas le doy un beso en la frente. Andrés intenta cogerme de la mano, pero la apartó de inmediato, estoy furiosa con él.

* No te comportes como una niña - me dice el muy idiota.

* ¿Yo me comportó como una niña? ¿Qué es eso tan importante que tienes que hacer? ¿Quedar con tus amigos? ¿Beber?

* No es asunto tuyo - sé que está furioso por tono de su voz.

* Si no es asunto de tu novia\, ¿de quién es entonces?

Me agarró de la muñeca fuertemente, podía notar su agarre, cortarme el flujo de sangre. Fruncí mi ceño en señal de dolor.

* Me estás haciendo daño - intenté apartar mi mano\, pero él hizo el agarre más fuerte. Se me estaba empezando a poner roja la muñeca - suéltame\, haz lo que quieras - forcejee hasta soltarme\, cogí a mi hermano y me volvía a meter dentro del restaurante.

Deje a mi hermano sentado en una esquina de bar.

* Peque pórtate bien\, por favor\, te dejo mi móvil para que te entretengas\, ¿vale? Tengo que trabajar - estaba destrozada\, tener que dejar a mi hermano pequeño aquí... Me destrozaba el corazón.

* Vale tata\, no pasa nada - le di un beso en la frente y me puse a trabajar mientras lo vigilaba.

Paso la tarde y la cena, mi hermano era un sol de niño, no dio mal en toda la tarde. Veía como estaba ya cansado, sus ojitos intentaban mantenerse abiertos. Cogí algo de comida y se la ofrecí.

* Toma peque\, cuando termines\, te he preparado una cama improvisada\, hay detrás\, ¿vale? Luego te llevaré a casa\, lo siento peque\, pero no puedo hacer otra cosa.

* Está bien tata\, está bien - me dijo como un niño grande - lo entiendo. Tu trabajo es muy importante para nosotros.

Cuando termino de cenar lo lleve a la parte de atrás, había puesto varias sillas, simulando una cama y le di una pequeña manta para que se tapara, ya que hay hacía más fresco, sobre todo por la noche. Le dejé mi móvil y dejé la puerta algo abierta por si acaso necesitaba algo.

Cuándo termino la cena y limpiamos todo ya eran las 2 de la madrugada. Cogí a mi hermano en brazos, madre mía, cada día pesaba más, me iba a costar llegar a casa. Empecé a caminar, poco a poco, mi hermano no se enteró de nada, está profundamente dormido. De repente un coche se paró al lado mío y por instinto me alejé. La ventanilla del copiloto bajo poco a poco, mostrándome el rostro de ese chico de ojos verdes que me volvía loca.

* ¿Por qué no me has llamado? - pregunto y realmente ni me había acordado con el problema de mi hermano.

* Yo... No lo recordé\, tengo que llevar a mi hermano - señale con la cabeza al niño que tenía en brazos.

* Móntate bebé\, yo te llevo - su sonrisa era como una luz brillante en medio de la noche

* Yo... No quiero ser una molestia

* Ni tan siquiera lo pienses. Pasar un rato con una chica tan bonita como tú no es una molestia\, si no\, un regalo.

Le agradecí, siendo realmente sincera, no sé si podría haber soportado el peso de mi hermano hasta casa, abrí la puerta de atrás y me monte con mi hermano, mientras lo echaba en el asiento apoyando su cabeza en mis piernas.

Narra Andrey

Después de estar con Karey, fui a mi empresa a adelantar algunos papeles, quería tener tiempo libre para poder ir viendo a Karey. Estuve toda la tarde firmando papeles y adelantando algunas reuniones. En medio de una de ellas, mi teléfono vibro, cuando vi el identificador de llamadas, no lo dude ni un segundo. Me disculpé y salí fuera de la sala.

* ¿Qué sucede Carlos?

* Tengo algo que contarle. Karey recibió una llamada de su novio a media tarde. Algo sucedió\, que fue a llevarle a su hermano pequeño media hora después. Parecían enfadados\, sobre todo ella\, tuvieron una discusión. Creo que él es algo agresivo\, la agarró de la muñeca hasta hacerle daño y luego ella se marchó con el niño dentro del restaurante. No intervine porque hubiera llamado mucho la atención y ella ya se había quitado del agarre.

* Lo voy a matar a ese cabrón... Avíseme cuando estén limpiando el restaurante. Iré a recogerla yo mismo.

* Está bien\, señor.

Ahora mismo estaba cabreado, muy cabreado. ¿Qué cojones le pasaba a ese tío? ¿Cómo se le ocurría dañar a una chica? Quería salir, buscarlo y matarlo por haberla herido. Pero no podía hacerlo, lo sabía. Intenté tranquilizarme, respire profundamente un par de veces y volví a la reunión. Desde ese momento, mi trabajo pasó a un segundo plano, solo podía pensar en ella.

Cuando termine fui a casa me duche y me cambié de ropa. Busque toda la información que pude sobre el novio de Karey. En ese momento me llamó Carlos.

* Señor\, están ya limpiando y recogiendo.

* Gracias\, ahora mismo acudo. Carlos\, gracias por tu discreción.

* No se preocupe\, cualquier cosa me dice.

Colgué la llamada, baje al garaje, cogí las llaves de uno de mis coches y conduje hasta el restaurante. Justo la vi salir con su hermano en brazos, soportando el peso y el cansancio. Podía notárselo en la cara. Pare justo al lado de ella y baje la ventanilla. Ella se alejó por unos segundos.

Le pregunté por qué no me había llamado, quería que lo hiciera. Aunque entiendo que no me conoce. Ella me dijo que no lo había recordado, y vi la sinceridad en su mirada, supongo que con todo lo de su novio y su hermano...

Le dije que se montará, yo la llevaría hasta la puerta de su casa. Ella no quería ser una molestia, pero mentiría, si dijera que lo es. Para mí es un regalo poder pasar un rato con ella, es como si llenase cada hueco vacío en mí. Es como si no necesitase nada más para vivir, que estar a su lado.

Se acabó montando mientras me agradecía. Acomodo a su hermano en el asiento junto a ella. Me giré en el asiento para comprobar que estaban cómodos. Me fijé en su muñeca, la tenía roja, la furia y la ira lleno mi cuerpo entero.

* ¿Qué te ha pasado? Señale con mi cabeza su muñeca.

Ella se tensó en el momento que vio su muñeca e intentó esconderla.

* No ha pasado nada solo... - se quedó unos segundos pensando - me la torcí.

* ¿Necesitas un médico? - pregunté mientras le asentía con la cabeza.

* No\, no. No te preocupes. Apenas duele - me sonrió y parecía un ángel cuando lo hacía. Mi corazón se calentaba y se derretía por ella con tan solamente verla sonreír.

Conduje según sus indicaciones, aunque ya sabía donde vivía, no podía mostrarlo. Creería que soy un acosador.

Era un barrio con mala pinta, la verdad, no debería de vivir aquí. La calle estaba sucia, estaba desolado. Alguna persona borracha o lo que fuera tirada por las calles... Aparque en la puerta de su casa, salí del coche y le abrí la puerta. La ayudé a salir del coche y cogí a su pequeño hermano en brazos.

Su casa parecía vieja, como si estuviera a punto de derrumbarse. Me pare en frente de la puerta junto a ella.

* Muchas gracias por todo - me dijo en voz baja para no despertar a su hermano.

Abrió la puerta de su casa y le pasé a su hermano a sus brazos. Cuando lo tuvo en sus brazos, puse mis manos en sus mejillas, las acariciaba suavemente.

* Por favor bebé\, avísame cualquier cosa que necesites\, de verdad\, lo que sea - le di un beso en la frente - cuídate

Ella volvió agradecerme, la vi meterse dentro de esa casa oscura y cerró la puerta empujando con su pie. Me quedé ahí 5 minutos esperando o pensando, no lo sé. Tenía que ganarme su confianza para que me dejara ayudarla.

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