Seis años después - Hora de salida / Jardines del instituto
“Todo paso tan rápido, que sentí no pude aprovecharlos, segundos, eran minutos, los cuales eran horas, estas se convertían en meses, para en un abrir y cerrar de ojos, llegaron los años, me divertí hasta más no poder.
“Quince años de edad cada una, durante los cuales, pequeños problemas invadieron nuestras vidas, relacionados con la madre de Fate”.
“Diferencias entre nosotras que, a todo costo, buscaron separarnos, pero, venció nuestra amistad y confianza”.
“Poco a poco le demostramos a cualquiera que nada nos puede separar, somos la pareja perfecta, me refiero como amigas, que no inventamos, sin parar de reír y unidas”.
“Es hermosa e inteligente, fue cerrada por un tiempo, pero en poco, abrió su corazón”.
“¿Cuánto la celé?”.
“Dedos no alcanzan para contar, no permitía, ni permito que nadie se le acerqué”.
“¡Solo yo!”.
“Soy quien tengo ese beneficio, pero no es suficiente, quiero más, no puedo negar, que tenemos diferencias, peleamos por todo”.
“¿Por qué?”.
“No sé, solo es nuestro día a día, para hacernos sentir, y por mi lado, para llamar su atención”.
“Me gusta ser su amiga en los momentos de debilidad, sobrepasarme y llegar más lejos”.
“Actualmente, estamos casi de graduarnos, no me preocupa separarnos, ya que, nos pusimos de acuerdo, por no decir, que la obligue, a estudiar en el mismo instituto conmigo”.
“Desde conocerle, ha sido mi alegría y casi enseguida, mi amor secreto”.
“Yo, quien nunca pensó en relaciones y mucho menos en enamorarme”.
“En mi futuro, solo veo una cosa”.
- Nanoha: Hayate-chan, tenemos quince años las tres… - caminaba en círculos, nerviosa.
- Hayate: ¿Qué me quieres decir con eso? - miraba extrañada.
- Nanoha: Somos casi adultas y he pensado en cosas.
- Hayate: No me digas, Fate, te tiene así… - se cruza de brazos.
- Nanoha: Es otra cosa.
- Hayate: ¿Otra pelea?
- Nanoha: No.
- Hayate: ¿No se cansan?
- Nanoha: ¡Mi vida, no solo gira en torno a ella! - se detiene sonrojada.
- Hayate: ¿Te respondo?
- Nanoha: Tonta, si es ella, la siento extraña últimamente… - agarra su pecho.
- Hayate: Antes de que continúes… - es detenida con una mano.
- Nanoha: ¿Qué pasa?
- Haye: ¿No has pensado, si estás exagerando? - le expresa dudosa.
- Nanoha: ¿Por qué?
- Haye: Han peleado estos últimos días, hasta por el aire que respiran, pero las veo unidas.
- Nanoha: Si pues, aún estoy a su lado y tengo el beneficio de verla todos los días, no dejamos de reír, la escucho, le veo, pero no es suficiente... - suspira.
- Hayate: ¿Crees estar enamorada?
- Nanoha: ¡Hayate-chan, te puede escuchar! - se altera y camina hacia su compañera.
- Hayate: Más de lo que tú gritaste no creo… - carcajadas no paraban, ante el silencio obvio.
- Nanoha: Boba… - es avergonzada.
- Hayate: ¿Ese sonrojo tan lindo?
- Nanoha: No sé, si es confusión o si me estoy enamorando, solo la quiero para mí… - una sonrisa apenada, sobresalía.
- Hayate: Esa mujer de milagro no está aquí, necesitan espacio, o me he perdido de algo y no me quieres contar… - una cara de pícara, acompañaba sus palabras.
- Nanoha: ¡Pervertida! - exclama con fuerza.
- Hayate: ¿Yo? - juega un papel inocente.
- Nanoha: No es lo que estás imaginando, pero si ocurrió algo que nos alejó, eso me tiene nerviosa y emocionada.
- Hayate: ¿Se besaron?
- Nanoha: ¡No! - grita avergonzada.
- Hayate: ¿Entonces?
- Nanoha: Calla y déjame contarte, me cortas.
- Hayate: Empieza.
Acontecimiento
“Las vacaciones llegaron, por fin Fate-chan se quedará en mi casa y podremos jugar”.
“Nos divertiremos mucho, tengo todo listo, junto a sus platillos y dulces favoritos, organizados, para una gran noche”.
“Repasemos, tenemos la cama, comida, juegos, películas, baño y lo que me pondré, faltan quince minutos para su llegada, tengo que cambiarme.
- Hayate: Aburrido… - se sentaba en el césped.
- Nanoha: Cállate, boba, que es difícil contar esto… - se molesta por ser irrumpida.
“Tomé, mi mejor vestido casual, me puse mi cola y por supuesto, una sonrisa de par en par, no faltaba”.
“Es lo máximo, Fate-chan, me decía, mientras estaba en mi cama, dando vueltas sonrojadas, por ser la primera vez, que se quedaría en mi casa”.
- Nanoha: Ya me había visitado, pero por horas nada más y no era suficiente... - se sienta igual.
- Hayate: Entiendo.
“El tiempo pasa tan lento, pudo arrepentirse, no ha llegado, te necesito, no me dejes sola, quiero tus ojos y tu voz”.
“Si tan solo pudiera tomar tu mano y sentir tu suave piel, Fate-chan”.
- Hayate: ¡Espera! - detiene la historia.
- Nanoha: ¿Ahora qué? - mira cansada.
- Hayate: No me digas que, hiciste lo que pienso… - sonríe descarada.
- Nanoha: ¡Si continúas, te juro que te quedarás con la curiosidad! - grita apenada.
- Hayate: Pero es muy interesante.
- Nanoha: Para ti es fácil, porque tendrás mucha experiencia, pero para mí, esto es nuevo… - juega con el césped.
- Hayate: Ok.
- Nanoha: Hice lo que piensas, no sé, qué me ocurrió, pero terminando de pronunciar su nombre, yo perdí el control.
- Hayate: Interesante.
- Nanoha: Mi cuerpo, mis manos, todo, me jugaron una mala pasada, no dejaba de acariciar mis labios, imaginaba sus besos.
- Hayate: Comprendo.
- Nanoha: Lentamente, subió una electricidad por mi cuerpo, roso mi piel, descubría mis piernas y abdomen.
Repitiendo en voz alta que fuese acariciada, sintiéndose muy bien, deseando tenerle encima, la femenina optó por acariciar su cuerpo, durante la explicación, siendo vigilada, por su compañera, quien detiene cada desliz.
- Hayate: ¡Estoy aquí, respira, no se te ocurra dejarte llevar! - detiene a su amiga, sacándola de su mundo.
- Nanoha: Disculpa, te decía - suspira.
- Hayate: Calma.
- Nanoha: Cuando me acerco al punto que bien conocemos y ser más agresiva, en mis caricias, sonó el timbre.
- Hayate: No te lo creo… - ríe.
- Nanoha: Te lo juro, no sabía qué hacer, mi cuerpo temblaba de no poder terminar, con lo que empezó.
- Hayate: ¡Eso estuvo bueno!
- Nanoha: Deja de burlarte, me sentía extraña, por ser la primera vez, tenía miedo de verle a los ojos y no controlarme, estaba húmeda.
- Hayate: No te imagino así… - movía la cabeza, en acción de negación.
- Nanoha: Yo tampoco, hasta ahora.
- Hayate: ¿La recibiste?
- Nanoha: ¡Claro, eres loca, era imposible dejarle afuera! - se levanta intranquila, una vez más.
- Hayate: ¿Qué más?
- Nanoha: Me lave la cara, rápidamente, y tome todo el aire que pude, controlándome, o eso pensé, rete a mi destino, abriendo la puerta, para ver esos ojos tan intensos.
- Hayate: Lo imagino todo.
- Nanoha: Esa sonrisa tan encantadora, el leve sonrojo en sus mejillas, destruyeron lo que había ganado de sensatez, hecho, que me hizo actuar seca, para no saltarle encima.
Casa de Nanoha - Entrada
- Nanoha: Pasa Fate, bienvenida… - sin mirarle a la cara, le da entrada a su casa.
- Fate: Gracias, con permiso… - extrañada, la observa, por no ser cariñosa o expresiva.
- Nanoha: Tardaste, pensé que no vendrías… - caminaba hacia las escaleras, dejando atrás, a su compañera.
- Fate: Llegué puntual, acordamos a las 3:00 pm.
- Nanoha: Cierto… - suspira.
- Fate: ¿Qué hacemos? - la mira fijamente.
- Nanoha: Sube a mi habitación… - desvía la mirada.
“Debes reaccionar o se dará cuenta, haz todo lo planificado”.
Horas más tarde - Habitación de Nanoha
- Nanoha: No puedo con tanto, esa comida estuvo deliciosa, la mejor parte fue cuando jugamos con ella… - se reían animadas, por la tarde agradable.
- Fate: Nanoha siempre de inventora, debes tener más cuidado, casi me matas… - se recuesta en la alfombra de la habitación.
- Nanoha: ¡Jamás, yo te protegeré de todos! - orgullosa se levanta, para organizar un poco el desorden.
- Fate: Gracias… - sus mejillas ruborizadas, no pasan desapercibidas.
- Nanoha: ¡Te quiero, ven acá y dame un abrazo! - sin remordimiento, recuesta en ella, a su compañera.
- Fate: Me gusta que, estés más contenta, sentirte así tan cerca, me hace feliz.
- Nanoha: ¡Es tu culpa, me dejaste mucho tiempo sola! - se quejaba para sí, la joven.
- Fate: Tienes razón, estemos así, por más tiempo… - acaricia su mejilla.
- Nanoha: Fate-chan… - acaricia la misma mano.
- Fate: ¿Nanoha? - miradas entregadas se topan.
- Nanoha: Me iré a bañar, estamos algo sucias… - ruborizada, se levanta.
- Fate: Cierto… - triste, hace lo mismo.
Devuelta a la realidad - Sentadas y jugando con el césped
- Hayate: No hiciste nada Nanoha, eres lenta, esa fue tu oportunidad perfecta.
- Nanoha: Yo pensé lo mismo, pero estaba demasiado excitada y si daba un paso, lo daría completo, me daba miedo que me rechazara.
- Hayate: ¿Entonces qué?
- Nanoha: Pues… - el sonrojo aparecía.
- Hayate: Se bañaron y chao.
- Nanoha: No, a partir de ahí fue donde más se complicó, el simple hecho de irme y entrar al agua fría, no fue suficiente, para evitar que me tocara.
- Hayate: ¿Es enserio? – sorprendida, resalta la pregunta.
- Nanoha: Termine por tener un orgasmo en la ducha, a lo que, me hizo salir más caliente, estaba sensible, al mínimo contacto, sabía que me derretiría.
- Hayate: Buscaste calmarte, supongo.
- Nanoha: Lo intenté, pero, saliendo de, mi cabeza y cuerpo, imaginaron escenas, que jamás había pensado.
- Hayate: Interesante.
- Nanoha: Cada paso hacia ella, quien estaba cerca de mi vestidor, era un puñal, no controlaba la respiración y menos el sonrojo.
- Hayate: No quiero estar en tus zapatos… - suspiraba.
- Nanoha: Con lo poco humano que me quedaba, le dije que se fuera a bañar y trate de colocarme la pijama, pero fue en vano, no pase de la ropa interior, teniendo que recostarme contra la pared de mi vestidor, para intentar calmarme con algunos roces.
- Hayate: ¡Estabas era para quemar! - las burlas no se detenían.
- Nanoha: Es la primera vez que vivía todo tan rápido, lo más difícil que hice en mi vida y ella, que no colaboro… - se quejaba, del poco tacto que tuvo nuestra rubia.
- Hayate: ¿Qué hizo?
- Nanoha: Puedes creer, que, al instante de salir de la ducha en toalla, me ha llegado por detrás, a abrazarme, suplicando saber que me pasaba... - era una tortura el momento.
- Hayate: ¡Te mataron mujer!
- Nanoha: Mientras mi cuerpo estaba semi desnudo, su toalla callo, sintiendo el roce de su desnudez, su piel tan suave, sus senos tan bien formados y todo tan perfecto... - traslada su mente, al escenario.
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