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Dos personas, realidades diferentes y un mismo sentimiento.

Protagonistas de sus deseos, en busca de la felicidad, decisiones a tomar y personalidades en discusión.

- ¿Qué puede suceder?

Lo redactado a continuación, podría ser una conclusión de lo acontecido, en su relación íntima, durante los años que compartieron en tranquilidad, antes y después de sus aventuras como guerreras mágicas.

Seis años antes - Casa de Nanoha

Vida tranquila, llena de amigos, nada fuera de lo usual, con tres miembros familiares. Una niña normal, castaña, tez blanca y ojos azules, de estatura promedio y dos padres dedicados.

Todos en un hogar acogedor y colorido, así como su habitación.

Habitación

Una dulce joven, disfruta el seleccionar de su ropa, mientras apresura el paso, para llegar temprano a su escuela, comentando parte de su vida con nosotros los lectores, al ser sus amigos.

- ¿?: Diría que mi vida es perfecta, solo necesito preocuparme por llevar las mejores calificaciones a mi casa y ser buena hija.

- ¿?: Claro, que más le pueden pedir a una niña de nueve años, no puedo dejar de sonreír… - amarraba los cordones de sus zapatos.

- ¿?: Podría vivir de tal manera por muchos años, mentira, no soy abusadora, trabajaré cuando llegue la edad.

- ¿?: ¿Si me preguntan, por quién me gusta o no?

- ¿?: Olvídenlo, mi vida está completa, aparte soy muy joven para esas cosas, no entiendo como mis amigos y cercanos, viven hablando del tema.

- ¿?: Preguntado cual juego, sí te gusta alguien, este o aquel, mejor saltemos el tema, sólo me hace suspirar desilusionada… - se agarra dos colitas altas, una en cada lado.

- ¿?: ¡Nanoha apúrate, que costumbre tienes en tardar tanto, para salir hacia el colegio! - gritaba una mujer adulta desde las escaleras del hogar.

- Nanoha: ¡Cierto, hoy siento que será un gran día, voy saliendo mama! - con mucha energía, como la caracteriza, la joven sale de su cuarto.

“Mi nombre es Nanoha Takamachi, soy la protagonista de la historia”.

“Les aclaro, mi colegio no queda muy lejos de donde vivo, así que, es fácil llegar caminando, estamos hablando”.

Entrada de la casa

- ¿?: ¿Por qué tardabas? - reclama la madre.

- Nanoha: Presentándome ante mis nuevos amigos... - sonríe.

- Madre: Tu imaginación es sorprendente.

- Nanoha: ¡Hasta luego! - entre risas corre hacia su destino.

Colegio, clases, alumnos, profesores, familia y novio, toda una pérdida de tiempo, según nuestra primera protagonista.

A diferencia de una, otra prefiere la tranquilidad y soledad en un pequeño césped, acompañada del enorme cielo.

Monólogos resaltan, al ser tan creativas las femeninas a continuación, las cuales consideran, que más no le pueden exigir a la vida.

Casa de Fate - Habitación

- ¿?: Me llamo Fate Testarrossa, no más… - habla para sí, una joven acostada en su cama.

- Fate: Mis metas son vivir sola e independiente.

- Fate: Soltera, no le veo sentido a los nueve años, el ilusionarse por alguien, solo un tonto, que vive de la televisión lo hace, es hora de levantarme.

- ¿?: Deja de perder el tiempo o te castigaré… - se asoma una mujer adulta, poco amable.

- Fate: Como desees mama, estoy vistiéndome.

- Madre: No mereces ser mi hija, vete de aquí, antes de que me repugnes.

- Fate: Otra vez... - triste como es costumbre, sale de su hogar.

Instituto - Recreo / Pasillos

- ¿?: Vamos a comer, no tenemos el recreo para que hables con todo el salón, Nanoha… - una joven castaña se acerca, posándose a un lado de nuestra protagonista, con confianza.

- Nanoha: Entonces te ganare, eres muy lenta, trata de alcanzarme.

- ¿?: ¡No corras, siempre me quieres estar dejando atrás!

Comedor

- ¿?: Estas más intranquila de lo normal, no dejas de moverte o hacer ruido… - agotada llega a la mesa, seleccionada por su amiga, para comer, quien ya lo hacía.

- Nanoha: Solo estar comiendo, es aburrido, hagamos algo hoy.

“Esa quien me habla, es mi mejor amiga, nunca me abandona y siempre aconseja, su nombre es Hayate Yagami, de ojos azules, tez blanca y castaña”.

- Hayate: Eso te digo a ti, contigo es siempre lo mismo, no puedes estar tranquila, molesta el que seas tan inquieta.

- Nanoha: Si eres quejona, agota tanta monotonía.

A veces desea que sus días sean diferentes, deseo que, por arte de magia, como si fuera escuchada, nuestra protagonista fue guiada, por un rayo de sol que cegó sus ojos, hacia la indicada, quien divertirá sus días.

- Nanoha: ¿Quién es ella?

Mientras su amiga, daba un discurso, el enorme ventanal que les da luz, señala una mesa, con una chica solitaria.

- Hayate: No estás escuchando... - reclama la castaña.

- Nanoha: Esa rubia, ojos carmesíes, es tan linda, su piel blanca es hermosa, me tiene cautivada.

- Hayate: ¿Qué dices? - extrañada, analiza la actitud de su amiga.

- Nanoha: ¡Cuéntame! - se levanta intranquila la ojo azul.

- Hayate: Respira, se llama Fate, pero, no te la recomiendo, nadie sabe de y lo poco escuchado, es que sobra la repugnancia en ella.

- Nanoha: Quiero conocerla, como no la vi antes.

- Hayate: Pero… - era irrumpida en el hablar.

- Nanoha: ¿Cuántos años tiene?

- Hayate: Dios mío… - suspira agotada en el asiento.

- Nanoha: ¿Qué grado cursa? - brazos no dejan de moverse ansiosos.

- Hayate: ¿Estás escuchando? - detiene con una palmada a su compañera.

- Nanoha: ¿Qué?

- Hayate: No sé nada, mucho menos que grado estudia... - respira profundo.

- Nanoha: Entiendo… - mira pensativa hacia la joven.

- Hayate: Y no la viste antes, al ser distraída, todo el tiempo está sentada ahí o en el césped del colegio, por el jardín de atrás.

- Nanoha: Ya vengo, quiero ser su amiga... - acelerada se dirige hacia la rubia.

- Hayate: ¡Espera Nanoha!

Y así empezaron sus días, enorme la emoción al llegar frente a ella, tan intensa, que no pudo controlar los impulsos, actuando nerviosa.

Pérdida en el cruce de miradas, mientras escucha su voz.

“Todo a mi alrededor era tranquilo hasta que aquella niña llego, es rara, no deja de mirarme fijamente, espero deje de molestarme, me cae mal alguien tan encantador y alegre”.

- Nanoha: ¡Hola, me llamo Nanoha! - se sienta en la misma mesa de la joven.

- ¿?: ¿Disculpa? - se ofende por la imprudencia.

- Nanoha: Un placer conocerte, me caes súper bien… - como se caracteriza, la alegría arropa el ambiente.

- ¿?: ¿Tú eres?

- Nanoha: ¿Quieres ser mi amiga?

- ¿?: ¿Perdón? - no entiende lo que escucha tan repentino.

- Nanoha: Estudiamos en el mismo instituto… - sonrisa de satisfacción no era disimuladas.

- ¿?: No me interesa... - voltea la mirada.

- Nanoha: ¿Cómo te llamas?

“Ahora que la veo de cerca, me parece más linda, de seguro es buena persona, me gustaría estar a su lado y sentir su piel”.

- ¿?: Primero, no me interesa quién eres, segundo, es obvio que somos del mismo instituto y tercero, suéltame las manos ahora.

- Nanoha: Disculpa, Fate, no fue mi intención, no sé qué me paso… - confundida por su actuar, miraba sus manos.