CONTINUACIÓN

De regreso al momento - Ducha

- Fate: No puedo estar en paz, tengo que salir y pedirle una explicación a Nanoha, yo he actuado muy bien, no creo sospeché nada… - evalúa sus acciones para encontrar error.

Habitación

“Salir y ver tal silueta frente a mí, no permite control”.

“Tus atributos, deseo sentirlos, dame un poco más de ti, sin poder evitarlo, la joven ante tanta belleza, se acerca por la espalda, buscando respuestas, ante lo arisco de su compañera”.

- Fate: ¿Qué hice mal?

“En susurros te haré sentir mi amor”.

“Tu respiración y calor, es parte de lo que necesito, el deslizar de mis manos, por tu piel, resulta un festín, pero, ante todo, tengo miedo de perderte”.

- Nanoha: Fate… - su cuerpo temblaba.

- Fate: Respóndeme, no puedo estar así, te necesito… - su respiración se posaba cerca de su cuello.

- Nanoha: Detente… - sus piernas perdían fuerzas.

- Fate: Sé, que has estado extraña conmigo… - le abraza con fuerza.

- Nanoha: No es así… - se aferra a los brazos de su compañera.

- Fate: ¿Por qué? - besa su cabello.

“Muéstrame a la mujer que quiero, tan solo, dame un poco de esos labios rosa, que deseo”.

- Nanoha: No sigas… - se marea, por emociones acumuladas.

“Tus caricias, ese cuerpo contra el mío, voy a explotar”.

- Fate: Responde… - un suave beso, roza su cuello.

- Nanoha: ¡Fate! - después de un grito, casi callado, nuestra protagonista cae al suelo, sin aire, con la respiración entre cortada, por la estimulación acumulada, perdiendo el conocimiento.

- Fate: ¡Nanoha! - preocupada, busca reacción alguna, de su compañera.

Pasadas unas horas, despierta la bella durmiente, para encontrarse arropada en brazos de su compañera, quien había llorado.

La noche cerca, decidió no despertarla, cerrando los ojos, para así, surgir la distancia entre las dos, al día siguiente.

Hecho, imposible de evitar, a esos ojos azules, rogar explicación y perdón, si algo se malinterpretó.

Devuelta a la realidad

- Hayate: ¿Estás escuchándote? - se cruza de brazos.

- Nanoha: ¿Qué hice mal? - mira entristecida.

- Hayate: Nada.

- Nanoha: ¿Qué debo hacer?

- Hayate: ¡Encárala!

- Nanoha: Quiero tener a mi Fate de antes… - cierra los puños.

- Hayate: ¡Sé directa! - le abraza, otorgando consuelo.

- Nanoha: ¡Lo he hecho! - exclama con fuerza.

- Hayate: Es imposible que te odie, te lo aseguro.

- Nanoha: Solo me dice, que es mejor mantener distancia… - iba a llorar.

- Hayate: A ella, no le molesta tu cercanía, ya que, si fuese así, desde un principio, no lo hubiese permitido.

- Nanoha: Tal vez... - suspira.

- Hayate: Puede creer, que, a ti, te molesta lo que pasó.

- Nanoha: ¿Y cómo lo supone?, si la estoy buscando… - levanta la mirada, confundida.

- Hayate: Pues, no sabes que está pensando, llámala y háblale sinceramente, solo la necesitas a tu lado.

- Nanoha: Quiero más… - oculta su rostro, por el sonrojo, que generó, esas palabras.

- Hayate: Tienes dos opciones, la primera, le dices, lo que te acabo de comentar y continuas con tu papel de amiga un poco más, acción que, te funcionará más adelante, para tenerle íntimamente.

- Nanoha: ¿Tú crees?

- Hayate: O la segunda, te confiesas de una vez y dejamos la novela.

- Nanoha: ¡Me voy por la primera! - se levanta emocionada.

- Hayate: Lo supuse.

- Nanoha: ¡La buscaré, Fate-chan no es como nosotras, que solo pensamos en cosas perversas!

- Hayate: Eso crees tú, que te vaya bien.

Ambas se separan y toman camino a sus casas, sonando un teléfono, pocas horas después.

Casa de Nanoha – Llamada telefónica

- Nanoha: Fate-chan… - con voz apenada y suave, se dirige a su amiga.

- Fate: ¿Necesitas algo? - atiende extrañada.

- Nanoha: Si, quiero hablar contigo.

- Fate: No puedo, ahorita estoy ocupada… - cortante, busca colgar.

- Nanoha: Te necesito… - en súplica se expresa.

- Fate: Yo también… - suspiraba, por el encanto y control que tiene esa joven.

- Nanoha: No sé qué pasó ese día, pero solo te quiero decir, que no estoy molesta contigo, al contrario, te necesito y quiero cerca.

- Fate: No sabes lo dices.

- Nanoha: ¿Qué quieres? - dispuesta a todo, pregunta.

- Fate: Lo mejor es, dejar todo como esta, no somos unas niñas y no podemos estar una encima de la otra.

- Nanoha: ¿Te molesta?

- Fate: No.

- Nanoha: ¿Por qué evitarlo?

- Fate: Es un mundo que no entiendes… - se entristece por el temor.

- Nanoha: Quiero tus abrazos, caricias y tomarnos de las manos… - sin vacilar, deja sus impulsos actuar.

- Fate: ¿Estas escuchándote?

- Nanoha: Todo lo que hiciste, la última vez, me gusto.

- Fate: Eres increíble, son tratos muy cercanos, para unas amigas… - recuperaba el ánimo.

- Nanoha: Tampoco me interesa, si son raros o no, solo Fate-chan puede hacer eso, a ti te lo permito y así, te quiero siempre… - exclamaba decidida.

- Fate: Eres rara… - no podía evitar la risa, por la locura de su amada.

- Nanoha: ¡Lo que quise decir es! - al darse cuenta de la imprudencia, la vergüenza le dominó.

- Fate: Calma, solo me gusta jugar contigo… - reía sin parar.

- Nanoha: Solo juegas conmigo y de boba, lloro por ti… - sus lágrimas brotaban.

- Fate: No llores por alguien como yo, estaré a tu lado siempre… - un tono dulce, le dedico.

- Nanoha: Alguien como tú, vale más que cualquiera en este mundo… - lo mismo hizo.

- Fate: Mi Nanoha.

- Nanoha: ¡No sigas!

- Fate: Eres linda.

- Nanoha: Te quiero ver… - sonrisas satisfechas se conectan, a pesar de la distancia.

- Fate: Me verás en el colegio mañana y seremos las mejores amigas, únicas entre todas.

- Nanoha: Está bien, no tienes que pedir permiso en nada, todo lo que venga de ti, lo tomaré.

- Fate: Gracias.

- Nanoha: ¿Nos vemos mañana?

- Fate: Ok.

Cinco años después - Casa de Nanoha / Habitación

- Nanoha: ¡Hayate-chan, Fate-chan, buenos días! - recibía a sus amigas en su casa, un fin de semana, por una reunión, planificada entre ellas.

- Hayate: ¿Cómo puedes ser tan ruidosa desde la mañana? - la castaña, se queja, por el volumen de la voz, siendo tan temprano.

- Fate: Está emocionada, no seas tan cruel Hayate, pronto acabaremos con la universidad… - tranquila e imperturbable como siempre, entraba la rubia.

- Nanoha: ¡Así es, más que todo por cursar la misma carrera que Fate-chan! - saltaba a sus brazos, como era costumbre.

- Fate: ¿Qué te he dicho? – apenada, se queda inmóvil.

- Hayate: Hay que dejarle ser o se pondrá peor… - sugiere.

- Nanoha: ¡No tiene nada de malo! - expresa queja.

- Fate: Nanoha.

- Hayate: Es una forma de decir, eres mía y que todos lo sepan.

- Nanoha: ¿Cuántos años, llevo repitiendo, que no es eso?

- Fate: Cierto… — la rubia sonríe.

- Hayate: Imposible no evitarlo, si cada vez que me descuido, las encuentro abrazadas, por no decir frotándose en el cuerpo de alguna.

- N y F: Hayate… - es mirada con cautela.

- Hayate: Déjenme terminar, o como sus escenas calientes, una sentada sobre la otra, acostada una sobre la otra, mirándose y oliéndose, cuál carne fresca.

- Fate: No es lo que piensas… - se cruza de brazos.

- Hayate: Fate, ustedes están jugando al gato y al ratón, ya tienen veinte años, deben decidir, entre novia o novio, o juntarse de una vez.

- Nanoha: ¡Te mataré si sigues! - salta al ataque.

- Hayate: ¿Por qué?

- Nanoha: Fate-chan no tiene necesidad dé, díselo.

- Fate: Continúa… - una expresión calmada, acompaña a la rubia.

- Nanoha: ¿Fate?

- Hayate: ¿Cómo que, la hice reaccionar?

- Fate: No negaré, que Nanoha es hermosa, inteligente, dulce y cualquiera quisiera estar con ella.

- N y H: Ok… - ambas femeninas, estaban ansiosas.

- Fate: Me encanta pasarla con ella y la oportunidad que me otorga, de poder ser tan cercanas, me gusta mucho, tanto, que no puedo dejar de hacerlo.

- Hayate: Entendible.