CAPITULO 16 Raidterror

Maku miro su cuerpo, ¿Que me esta pasado? ¿este soy yo? Se toco por todas partes confundido.

En el momento que toco la espada, su apariencia sufrió grandes cambios, su altura, musculatura, cuernos, (que ahora parecían más astas de ciervo) todo había crecido, su color de piel se trasformo de un rosa débil a uno intenso, su ojo derecho (anteriormente azul) se convirtió en purpura. Cualquiera que lo viera sabría que hay algo especial en él.

Sin embargo, eso no fue lo más sorprendente, su fuerza, reflejos, visión, sentidos, todo ellos habían mejorado.

Es obvio que esta metamorfosis trajo grandes veneficios a su cuerpo.

En ese momento la plataforma donde estaban parados se movió y comenzó a descender.

Haku y mia miraron por última vez a “Bishuth” como intentado gravar este evento en sus mentes. De repente escucharon una voz.

-Les deseo lo mejor carne de mi carne-

-Persigan la prosperidad-

-Hasta que nos volvamos a ver-

-Los estaré observando-

-maku y mia-

Al escuchar eso ambos abrieron mucho los ojos, sin duda su dios los estaba cuidando y era consciente de sus existencias. No los había abandonado.

Las lágrimas salieron de sus ojos, se arrodillaron por última vez, como despedida.

…………………………….

Maku y mia, salieron de recinto y llegaron a la superficie, por unas escaleras que “misteriosamente” aparecieron en la habitación inicial (los murales).

-…Maku como te sientes- Pregunto mía observando la apariencia cambiada de su compañero.

- Me siento… bien.. muy bien\, siento que si me encuentro con una raidterror puedo matarlo de una bofetada. Podía sentir una fuerte creciente y explosiva proveniente de sus músculos.

-“maravilloso” Esa es la bendición de dios¡¡- dijo mía emocionada. ¿Sus días tortuosos estaban a punto de acabar?

Asi caminaron por un buen tiempo hasa que llegaron a la aldea. Cuando lo hicieron, lo que vieron, los sorprendió.

-¿Otra vez?- se quejo maku Como si el destino le jugara una mala broma el asentamiento estaba lleno de raidterrors, una manada de unos 15 individuos para ser precisos.

Los raidterror eran similares a los tiranosaurios en apariencia tenían de 3 metros de alto y 4 de largo, si uno tendría que encontrar una diferencia seria su color azul brillante, así como su gruesa coraza que cubría sus cráneos.

Vivian en grupos de 15 a 30 individuos, para los hatti eran criaturas terribles, no solo por su tamaño sino también por su velocidad, era muy difícil escapar de ellos.

Se necesitan 15 hattis fuertes para derrotar a un raidterror, su piel gruesa y armadura hace, que, sencillamente, no valga la pena.

La mayoría de habitantes han escapado a sus madrigueras, sin embargo, algunos jóvenes se quedaron afuera, al parecer esta manada llego demasiado rápido sin dar tiempo a la retirada.

Los niños gritaban pidiendo ayuda, las madres intentaban salir a auxiliarlos solo para ser sostenidas maridos; Era una realidad cruel, si iban a buscarlos solo habrían 2 muertos en lugar de uno.

Maku dudo.. un momento, el miedo psicológico arraigado en su sangre era difícil de vencer

-Ve maku sé que puedes hacerlo, dios está con nosotros- dijo mía, templando visiblemnte le tenía pavor a estas bestias.

-si… no hay nada que temer-

Maku corrió hacia la manada, el viento soplaba a su alrededor, era lo más rápido que se había movido nunca.

Los hatti que observaban entre las rendijas de la roca vieron un borrón purpura que se acercaba; otro ¿raidterror?, ¿15 no son suficientes?

Pero en ese momento lo que iban a decir se les quedo en la garganta, no podían creer lo que veían.

Los raditerror también estaban asombrados, ya que uno de sus compañeros perdió la cabeza.

Ni siquiera el cadáver parecía entender que estaba pasando y se mantuvo erguido frente al indefenso hatti que ya había cerrado los ojos pensando que moriría.