Sebastián - ¡Vaya, vaya!, ¿Quién diría que mi primo, preferiría más a una vieja, que a su primo, que es su familia?
Santiago - ¡Sebastián..., yo, primo yo...!
Sebastián - ¡CÁ-LLA-TE! - vemos como ese chico levanta su mano y chasquea los dedos, enseguida aparecen unos hombres que toman a Santiago de los brazos y el solo se deja llevar por ellos, pero justo cuando los hombres pasan a lado de ese chico, junto con Santiago, su primo, voltea a verme y la sonrisa que tenía en su boca, se hace aun más grande - ¡Esto si qué estará interesante!, ¿No lo cree, Estephania Rosales? - me pregunta ese chico acercándose a mi y tomándome de mi barbilla y siento como comienza a hundir sus dedos en mi barbilla, más y más fuerte, pero por el miedo que siento, el miedo es mucho mayor que el dolor, así que me va haciendo qué vaya retrocediendo, hasta que quedamos a un costado de la casa y me estampa contra la pared, me siento muy vulnerable e indefensa - ¡No se que le hiciste a mi primo, pero conmigo no va a pasar y créeme cuando te digo que haré hasta lo imposible por volverte loca y en cuánto a los trabajos, la tendrás aún más difícil, aún hasta para cobrar ese cheque qué te dio el imbécil del ex gerente de ese restaurantucho!
La sigo tomando de su barbilla y mi otra mano la recargó en la pared, me voy acercando a ella y le doy un beso, sus labios son muy suaves, veo como ella cierra fuertemente sus ojos, ja, ¿quien diría con 3 hijos y es una idiota para besar?, juego un poco más con ella, introduzco mi lengua a su boca, notó que le cuenta respirar, me hace falta el aire, así que me separó de ella. Doy media vuelta, acomodo mi saco y tocó mis labios con mi dedo índice y pulgar, fue extrañó ese beso.
Sebastián - ¡Nos vemos Estephy, y recuerda que esto apenas comienza! - la fuerza qué había logrado tener en mis piernas se volvio a fugar de mi cuerpo, me siento muy pesada, así que lo único que recuerdo es caer de golpe al suelo.
Santiago - ¡ESTEPHANIA! - esa voz, esa voz tan amable. - ¡Sebastián, déjame llevarla a su casa, no la dejaré tirada alli! - una vez que mis hombres sueltan a mi primo, corre hacia donde esta esa mujer.
Sebastián - ¡Haz lo que quieras, tengo cosas más importantes que hacer! - mi primo me pasa de largo y veo como toma a esa señora en sus brazos y comienza a caminar hacia unas escaleras, toca el timbre y una niña abre la puerta, se parece mucho a su madre, este juego será muy divertido, veo como Tiago entra a la casa sin ningún impedimento - ¡Vámonos Tango, diles a los demás que vigilen bien a esa señora y a Tiago, quiero cada detalle por escrito!, ¿Entendido?
Tango - ¡Si, joven amo, lo que usted ordené! - el señor Sebastián, esta muy interesado en esa señora, el nunca hubiese mandado a vigilar a alguien, el solo tomaba su arma y disparaba, es alguien sin corazón, es la primera vez que lo veo tan emocionado con alguien, y esa sonrisa, jamás, jamás había sonreído, ni aún con sus malas intenciones.
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Tomo a Estephania en mis brazos, subo las escaleras a su casa, tocó el timbre y una linda joven abre la puerta, sus ojos se abren como platos, asustada de ver a su mamá, inconsciente.
Santiago - ¡Buenas noches, me llamo Santiago Walton!
Elizabeth - ¡Hola, buenas noches, yo me llamo Elizabeth, pero todos me dicen Liz, disculpe!, ¿Qué le sucedió a mi madre? - mi corazón sigue acelerado por lo sucedido con Sebastián.
Santiago - ¡Oh lo siento mucho, soy un amigo de tu mamá, bueno la acabo de conocer, ella ha sido muy amable conmigo, vi que se sentía mal, así que la ayude a venir a casa, pero de pronto se quedó inconsciente! - no me queda de otra más que mentirle a la hija de Estephania.
Liz - ¡Ooh mami, lo siento mucho, y gracias, mi mamá se exige muchísimo, con esos 2 trabajos, ella no tiene tiempo de dormir y de comer bien! - escucho con atención lo que Liz me cuenta sobre su mamá y la verdad es que me sorprendo.
Santiago - ¿Tu mamá tiene 2 empleos? - con el trabajo que tengo me siento cansado y lo siento desgastante.
Liz - ¡Si..., mi mamá siempre se ha sobre exigido, siempre se esfuerza demás, mis hermanos y yo, le hemos estado mintiendo con acerca de que vamos a casa de compañeros a reuniones sociales y para hacer proyectos, pero no es así, tenemos trabajos, no son buenos trabajos, pero las propinas siempre nos ayudan, por favor no le diga a mi madre, lo que le acabo de contar, ella es muy buena!
Santiago - ¡Ya veo, pero aun eres menor de edad para trabajar!, ¿En dónde estás trabajando tú?
Liz - ¡Trabajo como empacadora en una micro empresa, han sido muy amables conmigo, gano $100 dólares al día y luego hay personas muy amables que nos dan propinas!
Santiago - ¿Y hay alguien más en tu casa, o estás sólo tú? - le preguntó a la chica, mientras veo que se dirige a una puerta, entra y cuando sale, viene con 2 tazas en sus manos, así que me levanto y tomo una de las tazas qué trae en sus manos, me la entrega y tiene un olor muy rico, al probarlo es un té, muy delicioso, jamás había probado algo así.
Liz - ¡Solo yo, mis hermanos no tardan en llegar, pero ahora que lo pienso, mi madre aun tendría que estar en su trabajo!, ¿Salió temprano hoy?, ¡Estaba realmente feliz por su nuevo puesto de mesera en el restaurante!
Santiago - ¡Si, te digo que fui a comer con un amigo y vi cuando se comenzó a sentir mal, me acerque a ella, y me ofrecí a traerla y fue cuando se quedó inconsciente! - de repente vemos como se abre la puerta de la entrada y entran 2 chicos, entre risas.
Liz - ¡Hermanos, por fin llegan, bienvenidos! - los chicos voltean a ver a su hermana, voltean a ver a su mamá y enseguida a mí.
Nathan - ¡Buena noche, gracias Liz!, ¿Jefe, qué hace usted aquí y sobretodo, qué sucede con mamá? - ¿Jefe, este chico trabajará para mí en la empresa, por qué no lo había visto antes?
Gabriel - ¿Liz, que haces sola con mamá en el sillón y con un hombre aquí?
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