Capítulo Tres

Estephania - ¡Imbécil! – le digo antes de dar media vuelta y salgo de ahí, al entrar a la cocina, me dirijo a los casilleros, para tomar mis cosas y salir del Restaurante, justo cuando estoy llegando a la puerta de salida de empleados, siento una mano en mi brazo que me jala hacia atrás, siento como me agarran de mi cuello y me azotan en la pared, siento un dolor, muy fuerte en mi cabeza, todo se comienza a tornar oscuro, hasta que regresa mi visión y veo que es el imbécil que me tiene fuertemente agarrada de mi cuello - ¡Su-él-te-me! – le pido con gran dificultad para hablar.

Walton - ¡Te vas a arrepentir por lo que me acabas de hacer, me encargaré de hacerte la vida imposible, a partir de ahora, si puedes, será mejor que abandones el país, porque de mi no te vas a esconder tan fácilmente!, ¿Entendiste? – la suelto y enseguida cae al piso, comenzando a toser - ¡Se me olvidaba que estaba ante una vieja, espero no necesite de su baston, abuela! – me voltea a ver y puedo ver en sus ojos el miedo que mi acción le ocasiono, me sacudo mi saco y peino mi cabello hacia atrás, comienzo a caminar para dirigirme hacia los baños.

Linda - ¿Estás bien Estephy?, ¡Vi lo que ese monstruo te hizo, lo siento mucho, perdón por no decirte antes, como era ese tipo!

Estephy - ¡No te preocupes Linda, estoy bien!

Linda - ¿Segura?, ¡Tienes tu cuello muy rojo, de seguro te quedarán marcas! – me dice Linda con su cara llena de preocupación.

Estephy - ¡Será mejor que me vaya, tengo que ponerme a buscar trabajo, antes de que mi situación empeore!

Linda - ¿Estephy, en verdad no conoces a ese tipo, verdad?, ¡Es el hombre más rico de Estados Unidos, no solo es dueño de restaurantes, sino de hoteles y centros comerciales, tiene mucho poder, si puedes, esconderte, házlo, vete del país si es necesario, toma, son $2,000 dólares son mis ahorros, por favor, vete y no regreses! - Linda es una buena chica, pero tomo su mano y le regreso el dinero que me dio.

Estephy - ¡No te preocupes Linda, todo estará bien, se cuidarme yo sola, por el momento, como te digo, me tendré que mover para conseguir otro empleo, si se enteran mis hijos, se van a querer exigir aun más y ellos dependen de mi, muchas gracias Linda, cuidate mucho! - antes de que salga del restaurante, Jorge se acerca mi y me da un cheque, con mi liquidación, y por lo que veo, fue muy generoso conmigo - ¡Jorge, es mucho dinero!

Jorge - ¡Estephy, vete del país si es necesario, el joven amo, es muy peligroso, se que esta mal que te lo diga, pero no solo te hará la vida imposible a ti, sino a todo aquel que te ayude, y a tus seres queridos, me hubiese gustado, hacer más por ti, lo siento mucho!

Estephy - ¡No se preocupen, no les voy a causar más problemas, muchas gracias, nos vemos! - tomo mi bolso y salgo del restaurante, pero antes de seguir avanzando, el chico que estaba con el Joven Walton se viene acercando a mi y yo por instinto, trato de correr para alejarme de él, pero me es imposible, ya que del otro lado, hay 2 hombres más, vestidos con trajes negros - ¡Déjenme tranquila y déjenme pasar, o voy a gritar!

Joven 1 - ¡No querrá hacer eso, si lo hace Walton lo sabrá y se meterá aun en más líos, mi nombre es Santiago Walton, en realidad soy primo de Sebastián, mi primo, él..., ahora la tiene en la mira y no la dejará en paz hasta que pague por lo que le hizo...!

Estephy - ¡Bien, dime entonces!, ¿Cuánto le costó su traje al joven Walton?

Santiago - ¡No es por el traje señora, es por la vergüenza que le hizo pasar en el restaurante, nunca nadie, se había atrevido a hacerle algo, como lo que usted le hizo a mi primo, créame cuando le digo que la tiene en la mira...! - un escalofrío recorre mi cuerpo, al sentir la presencia de mi primo, detrás de mí.

Sebastián - ¡Vaya primo, creí que eras más leal a mí, que a una vieja como ella! - veo a ese joven acercarse a nosotros y comienza a caminar alrededor del joven Santiago y mío, se me comienza a erizar la piel, por primera vez, tengo mucho miedo, su mirada, se siente como si este joven fuese un témpano de hielo, por instinto, comienzo a acercarme al joven Santiago y lo tomo del brazo.

Cuando siento que la señora Estephania, me toma del brazo, volteo a verla y puedo darme cuenta del terror qué siente hacia mi primo, así que, la tomo de la mano y la presionó.

Santiago - ¡Primo, por favor, vámonos a casa, deja a esta señora en paz! - no puedo creer lo que acaba de hacer Sebastián, arrebato de mi lado a la señora y justo cuando voy a avanzar hacia ellos, los guardaespaldas de mi primo, me toman de los brazos y me aprietan muy fuerte.

Sebastián - ¡Mire nada más, como tiene a mi primo y eso que la acaba de conocer, esa es la naturaleza de personas como usted, que engatuzan a los jóvenes de nuestra edad y se aprovechan de ello! - tomo su barbilla con mis dedos y la presiono fuerte, ella emite un quejido de dolor.

Estephy - ¡Señor, lo siento, por favor, déjeme ir! - me esta rogando que la deje ir, cuando de repente un sonido sale de su bolso, puedo ver la preocupación en sus ojos, debe ser algo importante, así que me ve y mete su mano a su bolsa y justo cuando va sacando su celular, veo que es la llamada de un tal Nathan, le quito el teléfono y cuelgo, la señora trata de quitarme su celular, pero la someto, tomándola del cuello una vez más, le doy media vuelta y la jalo hacia mí.

Santiago - ¡Suéltala Sebastián, la estas lastimando! - cuando escucho al imbécil de mi primo gritarme que la deje en paz, tiro el celular al suelo y lo piso, haciéndolo añicos, chasqueo mis dedos y mis hombres se llevan a mi primo al auto.

Sebastián - ¡Esto aun no termina señora, mi juego comienza ahora, ya veremos cuanto tiempo le dura su valor! - la suelto y ella cae una vez más al piso, creo que me gusta verla así, rendida ante mí, aunque sea de esta forma.

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