Capítulo 5

El que habla es un hombre bastante guapo, le sonrió un poco y se que esos tres tragos se me están subiendo ya a la cabeza.

- Nos conocemos. - Nunca los había visto.

- Claro que no nos conocemos, pero podríamos. - Y este ahora es un baboso.

- A quien vamos a conocer. - Volteo a ver a otro hombre bastante guapo.

- A la prometida de Noah. - Entonces ellos conocen a Noah, podría sacarle información.

- Mucho gusto. - Les ofrezco a cada uno la mano, lo cual se sorprenden.

- Hermosa y atrevida. - Dice uno e ellos.

- Mucho gusto señorita mi nombre es Luca, es un placer conocer a la futura señora Carter.

- Estás muy seguro de que la unión se va a dar.

- Tu no lo estás.

- Será que me puedo presentar o van a seguir ignorandome. - Dice el segundo hombre que apareció. - Mi nombre es Jayden.

- Es un placer conocerte a ti también.

- Que tienes en mente.

- Porque lo dices, solo nos estamos conociendo o crees que tengo algo macabro planeado.

- Eres muy diferente a las otras hijas, no pareces seguir las reglas, tomas, hablas con extraños y definitivamente tienes sus propios pensamientos.

- Eso es verdad. No soy como el resto.

- Entonces quieres que nosotros te demos información personal de tu prometido. - Habla Jayden.

- Porque no, ya que ustedes parecen ser tan cercanos. - Pero antes de que ellos puedan hablar llega alguien.

- Mi vida estás acá.

- Si, algún problema.

- Al parecer te gusta divertirte.

- Bastante, es mejor que lo sepas de una vez y no después de que estamos casados.

- No te equivoques con migo.

- Y yo también te lo digo, no soy como las demás mujeres que están acá y que botan la baba por usted y tampoco pretenda que me inclinaría ante usted. - Lo señaló con mi dedo índice.

Se que con lo que acabo de decir el perfectamente me hubiera podido golpear, porque no soy capaz de quedarme callada. Estoy tratando de controlarme y hablar lo más bajo posible para que mi padre no me escuche.

- Veo que te gusta desafiar a los demás, pronto vas a ser sumisa como el resto.

- Caballeros fue un placer conocerlos, espero verlos pronto.

Les sonrio estoy bastante de mal genio, no soy capaz de verme como las demás el solo pensarlo me pone enferma, no nos hemos casado y quiere que sea como somos las estúpidas que solo se dejan manejat.

Después de llegar a la puerta de atrás corro y me refugio en el jardín, este es el único lugar de la casa que está lejos del bullicio.

- Hola princesa, porque estás sola y llorando.

- Quiero escapar Mattia ya no aguanto más esto ayudame. - Le suplico a este hombre que me abraza tratando de consolarme.

- Sabes que por ti haría cualquier cosa, pero ahora no te puedo ayudar sin contar en los problemas que me metería no solo yo sí no mi familia completa. - El tiene mucha razón.

- Mattia por favor ayudame. - A el es el único hombre que le ruego y no es por amor.

Se que lo que le pido es algo muy peligroso pero no puedo hacer más.

- Tienes algo en mente. - Me giro sorprendida al ver qué está decidido en ayudarme. - No me mires de esa forma, no quiero verte desdichada.

- Lo se y te lo agradezco, y respondiendo a qué es lo que tengo en mente está noche será necesito irme asi que nos vemos ya sabes en donde.

- Está bien, nos vemos hay. - Mattia me abraza y me deja un beso en la frente.

Al menos fue una gran idea salir de la casa, en este momento necesitaba la ayuda y el apoyo de Alexa, porque te fuiste.

Sin más que hacer Mattia y yo nos levantamos el me ayuda a limpiar mis lágrimas, ambos volvemos a la casa, está noche seré libre de está situación.

Deambulo por la casa tratando de no encontrarme con Noah, Mattia ya se ha ido como la mayoría de los invitados.

Con la casa casi desocupada estoy a punto de subir cuando una conversación me llama la atención.

- Estás loca lucía, como fue posible que lo hicieras con Noah sabes lo que te puede pasar si alguien se llega a enterar.

- El fue el que me lo propuso a demás no es la primera vez que lo hacemos tenemos una relación de hace mucho y esa oficina fue algo diferente.

- Y que van a hacer cuando el se case, la prometida es la hija de Ángel.

- esa es una estúpida no se dará cuenta de nada y por lo que me han dicho no sigue las reglas. Ya lo veremos.

- Ten mucho cuidado, si alguien se entera sabes cómo se paga las traiciones.

Prefiero no seguir escuchando, Mattia tenía razón este hombre no es solo de una mujer, sigo mi camino hasta mi habitación me quito el vestido y saco una sudadera para ponerme.

Alistó una pequeña maleta con poca ropa, mi pasaporte, dinero que he ahorrado durante muchos años, voy a extrañar tener un lugar cómodo para dormir. Reviso el reloj y veo que es la hora de irme ya.

Como era costumbre salgo por la ventana, me deslizó por la cornisa para llegar a una pequeña escalera que se encuentra debajo de la habitación de mis padres.

Bajo y respiro, se que todavía no pudo cantar victoria hay muchos hombres de mi padre patrullando, pero después de que crucé el jardín nadie me verá.

- A donde crees que vas. - Me congelo. - Te acabo de preguntar que adónde vas.

- A ti que te importa. - Le acabo de contestar a mi padre así.

- Querías escapar amor mío. - Y ha estado maldito de Noah.

- Y si así fuera que eso te afecta tanto.

- No pensé que fuera cierto, cuando Noah me lo dijo pensé que mentía pero era verdad.

- Si papá es verdad, tú no sabes cómo es este hombre de verdad.

- Eso es asunto mio, Noah que posibilidad hay de adelantar el matrimonio para dentro de una semana.

- Papá. - Grito.

- Cállate Annabel quería hacer las cosas bien y darte una oportunidad de confiar en ti pero no fue posible. Noah estoy esperando tu respuesta.

- Por mi está bien.

- Entonces está decidido, dentro de una semana es la boda y hasta entonces caballeros ustedes no se van a mover del lado de ella. Si ella escapa lo pagarán muy caro.

- Papá eso no es justo.

- Eso no es mi problema, vuelve a tu habitación voy a hablar con tu mamá para que se encargue de los preparativos.

Antes de que pueda volver a protestar el se va dejándome sola con mis nuevos policías y así vuelvo a mi habitación. Lo que me tiene pensando es como Noah se enteró de mi plan de escape.

Será que Mattia me traicionó, no el no sería capaz de eso. Acostada en mi cama saco el celular y le marco a mi amigo.

- Donde estás princesa te estoy esperando.

- Mi padre se enteró y acaba de adelantar el matrimonio para dentro de una semana.

- Como es posible eso.

- Noah fue el que le dijo, al parecer me siguió hasta el jardín y escucho todo.

- Que vas a hacer ahora.

- No puedo hacer nada, me acaba de poner una comitiva de vigilantes las 24 horas del día.

- Y la fundación.

- No lo se. - Comienzo a llorar.

- No llores, yo me puedo encargar de ella mientras tú sales de toda esa situación.

- Está bien, cualquier cosa me escribes y yo te respondo pasa mañana por las tarjetas para que compres la comida de los niños y lo que les haga falta.

- Está bien.

Seguimos hablando durante un rato más y cuelgo el cansancio me gana y quedó profundamente dormida. Pero con la incertidumbre de que es lo que me espera el futuro con este matrimonio.

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