Capítulo 3

Después de que fuera a la estación me tocó avisarle a mi papá, su insistencia en llamarme me tenía cardíaca, y como era de esperar este anuncio no le gustó de a mucho.

Si no le hubiera avisado yo, muy probablemente los oficiales le hubieran llamado, no le guardan nada cuando se trata de mi.

Después de que el oficial tomará mi declaración voy directo a la fundación Mattia debe de saber que es lo que está pasando, va a estar muy destrozado ellos dos se llevaban muy bien.

- Menos mal que llegaste me tenías muy preocupado, donde está Alexia, dime qué esa tonta se quedó dormida por una borrachera.

- Ella...

- Ella está con resaca, gracias a dios. - Sabe que no le voy a decir nada bueno lo veo en la forma como se mueve.

- No... ella está muerta. - Y Lo que había controlado, sale por fin, me derrumbó en los brazos de Mattia.

- No te entiendo esto debe ser una broma. - Puedo sentir gotas húmedas en mi cabeza, eso significa que el también está llorando.

No respondo y seguimos llorando como dos magdalenas, después de no se cuanto tiempo Mattia es el primero en calmarse.

- Estás más calmada. - Eso debería de preguntarle a él también.

- Si.

- Que pasó. - Le cuento el estado en que la encontré y que me tocó esperar a las autoridades, también que me tocó ir a la estación.

- Que dijeron las autoridades.

- Que dentro de unas horas me dan los resultados de la autopista, también me dijeron que no se robaron nada, iban por ella Mattia

- Y tú qué piensas.

- Puede ser que se haya metido en problemas por lo del juego y se vinieron a cobrar de alguna manera a simple vista la violaron.

- Estás pensando que fue una de las familias.

- Puede ser, solo las familias de la mafia manejan los casinos y no solo eso la forma en que estaba su cuerpo y las heridas que le propiciaron.

- Que piensas hacer. - Y ya se a que viene esa pregunta Mattia es un hombre perpicaz y sabe que no me voy a quedar con los brazos cruzados.

- Por ahora Mattia y espero que entiendas mi desición, vamos a organizar lo del funeral, y después de la cena comenzamos a investigar.

- El tiempo es importante.

- Si, pero se que eres impulsivo y eso no es bueno en estos momentos. Por favor Mattia no te quiero perder a ti también.

- Está bien mi pequeña.

Ambos nos levantamos del suelo y yo me aliso la ropa, antes de separarnos Mattia me da un beso en la frente. El resto del día me concentro en organizar todo lo del funeral.

Terminando los preparativos, salgo y voy hasta la casa completamente desbastada, llegó a casa y le cuento todo a mamá quien me dedica unas palabras de aliento.

Voy a mi habitación y en toda la noche lo único en lo que puedo pensar y soñar es en Alexia, y como la encontré.

Cuando por fin puedo conciliar el sueño, escucho unos golpes que provienen de mi puerta, estaba a punto de decir que siguieran pero se adelantan.

- Estás horrible.

- Buen día a ti también papá.

- Me imagino que hoy no irás a trabajar, está noche es la cena y tienes que dormir un poco.

- Yo también te amo papá, por si no te has enterado mi mejor amiga fue asesinada.

- Son gajes del oficio, la verdad nunca me gustó tu amistad con ella sus padres me robaron.

- Y tú los mataste dejándola huérfana. - Me paro frente a él.

- Descansa un poco más, más tarde envío a una de las empleadas para que te levantes y puedas arreglarte.

Y así como entro volvió a salir, vuelvo a caer en la cama y grito a mis almohadas. Es insoportable está situación, pero que más puedo hacer tengo que cumplir con mis obligaciones. Poco a poco vuelvo a caer en un sueño profundo.

Por más que quisiera descansar más y dormir todo el día no es posible como mi padre dijo llega una empleada con una bandeja de comida y otra con un vestido. Eso solo puede significar que el show ya casi empieza.

- Hija ya estás lista. - Escuchar a mi mamá me calma un poco. - Por favor no vayas a hacer nada que avergüence a tu padre, esto es muy importante.

- Ya lo se mamá, no tienes por qué repetirlo pareces un disco rayado como mi padre.

Estoy cansada de escuchar esas palabras tan seguido, lo esperaba de mi padre pero no de mi mamá, aunque el tono en que lo dije pudo sonar muy duro pero ella debe de entender que acabo de perder a mi mejor amiga.

- Lo siento hija, no quería sofocarte se lo que estás pasando no era mi intención indisponerte.

- Siento haberte hablado así, estoy muy estresada con lo de la muerte de Alexia.

- Te dejo para que termines de arreglarte papá viene por ti dentro de poco.

Siempre dice eso cuando no quiere hablar más de un tema, así que me sigo arreglando mi padre decidió comprar un vestido negro con una abertura en v en el pecho, la espalda es escotada y se me alcanza a ver una pierna.

Mi maquillaje es algo sencillo nunca me a gustado ser extrabagante cuando estoy dando mis últimos retoques mi padre llega.

- Te ves hermosa. - Si esas palabras sonarán sinceras de verdad.

- Gracias papá.

- Vamos, los invitados están esperando y no podemos demorarnos mucho, ya han esperado bastante.

- Vamos.

Me cojo del brazo de mi padre para salir de la habitación, los nervios me están matando, no conozco a mi futuro esposo ni siquiera se quién es o de que familia proviene.

Llegamos a la escalera y todos están mirándonos, bajamos lentamente, muchos de ellos es la primera vez que me ven. A algunos si los e visto por los pasillos de la mansión.

Está noche mi vida no me pertenece, y cuando me casé todo cambiará para mi, no sé si para bien o para mal.

Tomada del brazo de mi padre pasamos saludando a los líderes de las otras familias, tanto sus a sus hijas como a sus hijos muchos de ellos me miran de una forma en la que no me gusta nada.

Pero como soy la anfitriona no puedo decir ni hacer nada, que desgracia la mía. veo la puerta de la casa abierta y me dan ganas escaparme. Pero como su me leyera la mente mi padre manda la manda a cerrar.

- La última familia. - Y eso solo puede significar que es la familia de mi prometido. - Buena noche señor Carter.

- Don Ángel, buena noche lo mejor para el final supongo, y puedo decir que esta bella mujer es su hermosa hija.

- Claro que sí señor Carter le presentó a mi hija Annabel. - El señor Carter extiende su mano y yo muy educadamente la tomo.

- Es un verdadero gusto.

- Vas a ser una excelente esposa para mi hijo.

- Eso espero. - Respondo.

- Claro que sí, si es hija de Ángel el debió de haberla instruido muy bien en su rol como mujer. Espera te presento a tu futuro esposo.

El señor Carter se pone a buscar entre todas la multitud y a lo lejos ve a alguien y este hace mala cara, le hace una señal a uno de sus hombres que rápidamente sale a buscar a mi prometido.

En pocos segundos frente a mi está un hombre bastante guapo, al punto que todas las mujeres se quedan mirándolo, sólo su presencia irradia poder ya se porque mi padre quería que me casara con él.

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