Capítulo 2

Terminamos de organizar y detallar las últimas cosas para que cada uno salga a casa y es bastante tarde. En la noche se quedan tres personas para cuidar a los niños por si algo ocurre.

Bastante cansada llegó a la casa los eventos del día son abrumadores, pero antes de que pueda llegar a la habitación me encuentro con mi madre.

Mi madre es una mujer de armas tomar, aunque siempre sigue lo que mi padre dice muchos de los empleados y negociadores la respetan, puede que de ahí yo haya sacado mi actitud. Mi papá la escogió como esposa a el no se la impusieron, y quién se le iba a imponer.

- Buena noche hija.

- Buena noche mamá. - Me acerco y como a mi padre le doy un beso.

- Cómo te fue en el trabajo. - Aunque mi padre no esté de acuerdo mi madre me a apoyado.

- Bien mamá, pero nos cancelaron el lugar donde íbamos a hacer la presentación de fin de año.

- Y por el tono que lo dices, sabes muy bien quien fue.

- Si lo sé, pero si piensa que eso me va a detener no lo va a lograr.

- Sabes que es una batalla perdida ponerse en su contra.

- Mamá ya le había dicho que me iba a portar bien y que iba a estar a la altura y no avergonzarlo. Pero porque lo hizo.

- Es mucha presión para tu padre hija, debes de entenderlo si no deja a alguien al mando dentro de poco puede que nos acaben.

- Mamá tú sabes lo que significa la fundación.

- Hija el te va a devolver el lugar cuando termine la cena. - Pero una vez más ella apoya a mi padre puede que muchos la respeten pero ella no se pondir ane contra de ese hombre.

- Ya no hay problema encontré un lugar perfecto para hacer la fiesta y no voy a pagar nada.

- No me gusta para nada esa cara, pero prefiero no preguntar eres muy decidida y terca a la vez. Tu padre hablo con tigo hoy.

- Mamá tú sabes más que nadie que fue así, lo conoces muy bien y te lo confirme.

- Te entiendo hija.

- No me entiende mamá, quiero ser libre de tomar mis decisiones, sabes estoy bastante cansada y no quiero pensar más en este tema, ya tuve suficiente el día de hoy.

- Está bien amor ve a descansar mañana será un nuevo día y podrás pensar mejor. - Como si en la noche se pudieran borrar mis malditos problemas.

Mi mamá me da un baso y yo se lo devuelvo, ella tiene el poder de calmarme pero también me puede dar órdenes indirectamente.

Voy a mi habitación y me alistó para bañarme, pero esto no es posible porque me suena el teléfono.

- Dime qué pasa. - No tengo necesidad de saber quién mi identificador lo sabe.

- Porque me respondes de esa manera.

- Alexia normalmente me llamas cuando tienes algún problema. - Si que es cierto.

- No te puedo estar llamando para hablar de la fundación.

- Podrías pero tú y yo sabemos que eso no es verdad.

- Esta bien me conoces, solo quería llamarte para invitarte a salir.

- Enserio me llamás a esta hora en vez de avisarme antes de salir.

- Se me acaba de ocurrir, pero que me dices.

- Hoy si no te voy a acompañar estoy bastante cansada.

- Amargada.

- Sabes que no es así, en este caso mi vida está patas arriba y tengo muchas cosas en la cabeza.

- Esta bien, te dejo para que sueñes con tu príncipe azul y mañana nos vemos.

- Por favor no te vayas a meter en problemas y si pasa algo me llamás. - Aunque no lo crean la quiero mucho.

Cuelgo y arrojo el celular a la cama, los planes de ella siempre me llevan a un casino, ella desde hace poco tiene problemas con el juego, podría decirme que desde que perdió a su familia.

Como hay veces que gana hay veces que pierde y cuando eso pasa soy yo la que siempre voy en su rescate.

Aunque está llamada se me hace muy extraña llevaba mucho tiempo sin que me llamara, o no ser que haya vuelto a jugar o hay otra persona que le está dando plata.

Trato de tener buenos pensamientos hacia mi amiga pero se me hace un poco difícil, algo no está bien y eso me preocupa.

Me acuesto pero tengo pesadillas, a la mañana siguiente me levanto y voy directo a la fundación. Pero no me esperaba que Mattia me recibiera en la entrada de mi despacho.

- Has hablado con Alexia.

- Buenos días a ti también.

- Anna no estoy para bromas ella no a llegado y le marco a su celular y no me responde o mejor dicho está en correo de voz.

- Anoche me llamó para invitarme a salir pero estaba con otras cosas en la cabeza.

- Si anoche me llamó a mi también y pues estábamos en una cena familiar.

- Maldición en que se habrá metido ahora, hay algo de nuevo que necesite para estar presente.

- Nada importante, yo me puedo encargar de lo que esté pendiente por hacer.

- Está bien, entonces me voy a su apartamento, de pronto esté durmiendo en pasando su borrachera.

- Lo dudo, ella nunca llega tarde así se trasnoche.

Salgo de la fundación con la misma inquietud con la que me fui a acostar anoche. Al llegar a su edificio me fijo en que su auto está.

Desde que somos amigas yo tengo copia de la llave de su apartamento así que la busco en mi bolso para poder entrar, como el ascensor se demora decido subir por las escaleras al llegar a su piso me detengo en seco.

La puerta de su apartamento está abierta, eso es decir poco alguien la pateo, no me da tiempo de nada y corro es un poco arriesgado pero ella es importante, instintivamente saco mi pequeña arma que está en el bolso. Mi padre me la dio a penas cumplí los 15 años y desde hay e tomado clases con algunos de sus hombres.

- Alexia donde estás. - Grito desde la entrada, pero no hay respuesta. - No bromees conmigo.

Sigo gritando pero no hay respuesta, entro a la sala y no está ella pero si hay un desorden, por intuición camino hacia la habitación.

Las manos me tiemblan, se que lo que vaya a encontrar no me va a gustar nada pero muy en el fondo de mi deseo que ella no se encuentre ahí en esa habitación y que Mattia me llame y me diga que ella ya está en la fundación.

Que llegó tarde porque su auto se averió y no conseguía transporte para llegar. Tomo aire y decido abrir la puerta y lo que veo me deja sin aliento.

Ella está encima de la cama bañada en sangre, corro y la tocó pero está bastante fría, saco el celular de mi bolso y llamo a emergencias, unos minutos después llegan.

El estado en el que me encuentro es de shock lo cual no me ha dejado llorar, veo como los investigadores y los policías toman fotos y hacen el levantamiento.

El dolor me invade por completo, no quería que ella terminara de esta manera en que lío se habrá metido para que...

- Señorita usted dio aviso a las autoridades.

- Si fui yo. - Un detective me saca de mis pensamientos.

- La conoce.

- Somos amigas desde hace varios años.

- Porque vino a su apartamento.

- Ella nunca llega tarde a trabajar y se nos hizo raro que no llegara, así que decidí venir a ver si estaba bien.

- Se que esto es muy duro para usted pero necesito que me acompañe a la comisaría.

- Está bien.

El agente me invita a salir de aquella escena me monto en mi auto y lo sigo, al que no le va a gustar mucho que yo esté en una comisaría es a mi papá.

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