capítulo 9

Como escritora de novelas profesional en español, tendrás que reescribir una novela en español. Por favor, ten cuidado de mantener la estructura de los párrafos en su estado original y no añadas ninguna explicación adicional.

Rebeca preparó el almuerzo, Augusto estaba cuidando de Analú, jugaban, veían la televisión, él limpiaba su oído, le daba agua, ella se recostó en su regazo y se quedó tranquila.

Rebeca, siendo brasileña, preparó el almuerzo a su manera, pero no sabía si a Augusto le gustaría lo que había hecho, ya que ella no sabía cocinar esos platos sofisticados a los que él está acostumbrado.

Rebecca colocó todo sobre la mesa, dejándolo todo ordenado.

Rebecca: El almuerzo está servido, vengan a la mesa.

Analu: Tengo hambre, mamá.

Rebecca: Ven, hija, mamá te va a poner la tuya.

Augusto la pone en su silla, le coloca un babero, como si ya hubiera practicado antes, Rebecca pone su comida en un platito infantil y empieza a comer con sus manitas.

Rebecca:No sé si usted come estas comidas, pero es lo que sé hacer, si quiere puedo pedir algo que usted quiera comer.

Augusto:No te preocupes por eso.

Él se sirve, Rebecca espera nerviosa a que él coma, se sienta y prueba.

Rebecca:¿Quieres sal, algo más?

Augusto:No, está delicioso.

Rebecca:No hace falta que mientas, usted come algo mejor todos los días.

Augusto:Si digo que está delicioso, entonces créelo. No voy a mentir para agradarte, siéntate y come.

Analu:¡Rico, mami!

Augusto:¿Ves? Hasta la pequeña está de acuerdo.

Miraron a Analu, que ya estaba sucia. Rebecca se sienta y come con ellos, Augusto no paraba de comer, lo intentaba, pero siempre cogía algo más.

Augusto:¿Tienes familia?

Rebecca:Sí, mis padres, ellos viven en Brasil.

Augusto:Entonces eres brasileña, interesante.

Rebecca:Sí, el hotel necesitaba a alguien que hablara portugués, así que aproveché esta oportunidad.

Augusto:¿Trasladaste a Analu aquí?

Rebecca:Sí.

Augusto:¿Su padre no lo supo o es de aquí y no quiso?

Rebecca:No importa, ella no tiene padre. Yo soy su padre y su madre.

Analu:Papi.

Rebecca:Así es, hija, soy tu papá y mamá, eso es suficiente.

Augusto:Sabes que él tiene derechos.

Rebecca:¿Qué derechos? Su derecho era estar con ella, ¿ves que está aquí? Un padre que abandona a su hijo no tiene ningún derecho.

Augusto:¿Él te abandonó?

Rebecca:Hablé de más, no importa ese tema.

Augusto:¿Por qué no hablas?

Rebecca:¿Vas a seguir comiendo?

Augusto:Contesta, Rebecca.

Rebecca:No me gusta hablar de este tema.

Augusto:Por eso eres tan fría, ¿alguien te lastimó y por eso eres así?

Rebecca:Soy lo que necesito ser.

Augusto:No, debes ser lo que eres.

Rebecca:A veces.

Augusto:¿Tus padres no vienen a visitarte aquí o tú vas allá?

Rebecca:No puedo volver, cuando pueda pagaré los boletos para que ellos vengan a pasar tiempo aquí conmigo y Analu.

Augusto:¿No la conocen?

Rebecca:Solo por llamadas telefónicas.

Augusto:Complicado ¿por qué no puedes volver?

Rebecca:Estás muy interesado en este tema, ¿no?

Augusto:¿Y tú huyendo de él?

Rebecca:Nadie necesita saberlo todo.

Augusto:¿Soy nadie?

Rebecca:Eres mi jefe, fuera del hotel eres un desconocido, ahora eres alguien que me ha ayudado.

Augusto:Está bien.

Rebecca:Voy a bañar a Analu, se ha ensuciado toda.

Augusto:Está bien.

Rebecca lleva a Analu al baño, llena la bañera y espera a que se llene. Mientras tanto, le quita la ropa a Analu. Siempre se ponía nerviosa cuando iba a tomar un baño, era una alegría inmensa.

Le da un baño, Analu juega con un juguete mientras tanto. A la hora de salir llora mucho, Augusto corre hasta allí para saber qué pasó. Rebecca estaba tranquila, él la miraba sin entender y hasta pensó que ella la había golpeado para que estuviera tranquila, pero no, ella simplemente estaba acostumbrada.

Augusto:¿Qué pasó? ¿por qué llora así?

Rebecca:Porque salió de la bañera, luego se le pasa.

Augusto:Entonces ponla de nuevo.

Rebecca:Por supuesto que no, ella ya se bañó y no puede quedarse allí hasta que quiera salir.

Analu:Tío... llora.

Augusto:Hola, pequeña, tu mamá es muy gruñona, vamos a ver tu dibujo cuando te vistas, ¿vale?

Analu:Vale.

Rebecca la viste, la deja arregladita, limpiando sus oídos y peinando su cabello.

Augusto la sostiene en brazos y la lleva a la sala. Rebecca respira hondo, no le gusta esto, no era necesario acercarse de esa forma. Una cosa es haber ayudado, otra es quedarse ahí.

Rebecca ordena el baño y vuelve a la cocina, Augusto ha quitado la mesa, Rebecca lava los platos y va a la sala.

Analu está viendo la televisión en brazos de Augusto, él también está viendo. Rebecca se sienta al final del sofá y mira el celular, esto ya estaba volviendo loco a Augusto. Analu se duerme, Rebecca se levanta y se acerca a ellos.

Rebecca:Se durmió, la llevaré.

Augusto:Déjame que yo la llevo.

Él la lleva al cuarto, la pone en la cuna, Rebecca cubre sus piernas y salen.

Rebecca se siente un poco incómoda, se dirige hacia la puerta y se detiene.

Augusto: Me voy ahora que ella se ha dormido, dejaré esta tarjeta por si necesita algo, me puedes llamar.

Rebecca: Está bien.

Augusto: Sé que no lo harás, pero piensa en ella, me agradó y puedo ayudar.

Rebecca: Está bien.

Augusto: Adiós, Rebecca.

Rebecca: Adiós, gracias una vez más.

Augusto: Ok.

Él se va, Rebecca cierra la puerta y exhala el aire que había estado conteniendo todo este tiempo.