Serendipia: Desastre.

Serendipia: Desastre.

CAPÍTULO 01. «The sea and the man in a cap»

—¡Papi, papi!—llamaba Denis Anderson, un niño de cuatro años, de pelo negro y ojos grises.

 Entro a la cocina con una revista, que encontró en un cajón de la habitación del motel y se la alcanzó a su padre, un hombre castaño, de ojos grises y con un poco de barba.

—Una revista—afirmó Crowe Anderson, mientras bajaba su celular. 

—¿Que es...?—el niño miro la revista y señaló una imagen—. Eso.

—Ese es el mar—respondió Crowe, sin entender.

—¿Podemos ir a eso? ¿Siiii?—pidió Denis, apretando la revista emocionado.

—¿Estas loco?—Crowe lo miro confundido y Denis bajo su mirada desanimado—. Obvio que vamos a ir, justo ahora—le sonrió y su hijo lo miro emocionado—. Pero primero anda a empacar lo tuyo.

Denis obedeció rápidamente y Crowe suspiro resignado, mientras se levantaba e iba a su equipaje. Agarró un bolso negro, donde guardo sus armas y municiones, luego otro para su ropa, en el auto había comida. Le había enseñado muchas cosas a su hijo, más que nada a hacer sus cosas, al menos las más faciles por ahora, el mismo.

—¿Terminaste, bebé?—cuestionó Crowe, mientras miraba a su hijo buscar algo.

—Si, ¿Pero y esto?—señaló la ropa de playa en la revista, junto a algunos artículos para niños y Crowe se agachó frente a él.

—Eso es para la playa, vamos a conseguir algo de eso en el camino—le acarició el pelo con uan pequeña sonrisa cansada y junto el bolso de Denis, luego lo cargo en brazos, ni loco lo dejaba sólo si estaban afuera.

—Puedo caminar solito—aseguro Denis, viendo como su papá sacaba las maderas que protegían la puerta.

—No…shhh—cargo su arma por si acaso y salió cautelosamente, caminando hacia el auto con pasó suave, Denis simplemente se prendió de la camisa a cuadros de su papá.

Crowe subió a Denis en el asiento trasero, en su sillita de seguridad, cerró la puerta y se subió el, poniendo el seguro.

—¿Y la abuela? ¿Hablo?—cuestiono Denis curioso y Crowe asintió con su cabeza.

—Me mandó un mensaje, ella y el abuelo están bien, ¿Te gustaría hacer una videollamada antes de salir? Si es que la señal alcanza—le ofreció Crowe y Denis asintió emocionado.

Crowe llamo a su madre y está respondió a la segunda vez.

—Hola, mamá—saludo Crowe al instante, con seriedad.

—¡Crowe!—saludo la mujer alegre, Lilian Anderson y le sonrió—. ¿Cómo están? ¿Y Denis? ¿Cuando me lo vas a traer?

—Estamos bien y Denis quería hablarte antes de irnos—le aviso Crowe sin rodeos—. Y lo voy a llevar, lo prometo.

—Llevas diciendo lo mismo desde hace casi tres años, quiero ver a mi nieto de una vez—se quejaba su madre molesta y Crowe suspiro con cansancio.

—Estamos al otro lado del continente, mamá. Las aerolíneas no sirven, si mandaras uno de tus Jets privados de todas formas no habría en donde aterrizar por el desastre, mi hijo no va a correr ese peligro y bueno…ya sabes lo otro, es complicado—le explico Crowe, lo mismo de siempre.

—Crowe is right, honey—intervino su padre, un hombre castaño, Noah Anderson—. Good morning, son.

Su papá entendía español, pero todavía le costaba hablarlo, así que Crowe y su madre prefirieron aprender inglés.

—Good morning, Dad—saludo Crowe divertido.

—Si, ya se...ojalá pudiera, podrías ir a un lugar desierto y ahí veo si alguien me hace el favor de ir, es complicado que alguien me haga el favor de ir hasta ahí...simplemente me preocupan mucho, suerte—se rindió su madre—. Me alegro de que estés bien, ¿Me pasas con Denis?

Obedeció de inmediato y Denis hablo con sus abuelos un buen rato.

—Papi—Denis jalo su pantalón y le mostró un peluche de unicornio multicolor—. ¿Puedo quedarme con él?

—Eso...—se encogió de hombros—. Esta bien—Crowe cargo las bolsas en el auto y luego subió a Denis.

Habían ido a un centro comercial abandonado a buscar algunas cosas.

Crowe estaba sentado sobre la arena, con unos lentes de sol, mirando las olas con un cigarro en su boca y sosteniendo una palita entre sus manos, Denis, el estaba enterrado en la arena hasta el cuello y también miraba las olas con unos lentes de sol.  

—¿Puedo mojarme?—cuestiono Denis, rompiendo el cómodo silenció, pero Crowe no sacó su mirada del mar.

—No.

—¿Ni un poquito? Al menos agua en esos cositos—Denis miro las cubetas de juguete, Crowe negó con su cabeza y Denis suspiro molesto—. ¿Entonces para que vinismos?

—Vinimos—corrigió Crowe seriamente, mientras expulsaba el humo y Denis inflo sus mejillas molesto.

—¡Papi, que malo!—se quejó Denis impaciente.

—No grites—Crowe sacó su celular y le hizo una foto enterrado en la arena, todavía mejor, haciendo berrinches—. Después le voy a mostrar a todos como haces berrinches siendo un nene de cuatro años, que vergüenza. Después te lo voy a mostrar cuando seas más grande para que te dé más vergüenza.

—¡Papi malo, no!—lloriqueo Denis molesto.

—Je—soltó Crowe divertido y le hizo mas fotos—. Entonces no hagas berrinche y hace caso.

—¡Bien!—Denis resoplaba, viendo nuevamente el mar, está vez molesto.

—Bien—repitió Crowe y ambos miraron el mar en silencio nuevamente.

—Imanduro—susurro Denis, arrugando su nariz.

—Inmaduro—le corrigió Crowe y Denis chilló exasperado—. Ni siquiera sabes que significa inmaduro...aunque admito que a veces soy un poquito infantil e inmaduro, pero no siempre.

—¿Que es infentil?—Denis lo vio curioso.

—Infantil—volvió a corregir—. Por ejemplo, acabo de jugar con juguetes en la arena por voluntad propia y enterrarte en ella por pura diversión.

—Ah—soltó Denis procesando todo—. ¿Como haría yo? ¿Jugar?—Crowe asintió con su cabeza y suspiró cansado, apagando el cigarro.

Al final, Crowe decidió sacar a Denis de la arena e ir a lavarlo con una cubeta de juguete.

—¿Ves? Ya te mojaste—Crowe puso sus manos en sus caderas, después de cubrir con la toalla a Denis y lo observó envuelto como burrito.

—¿Papi?—Denis lo miro curioso—. ¿Por qué no tengo mamá?

—Porque no me gustan las mamás—Crowe se encogió de hombros.

—¿Por qué?

—Porque no me gustan las mujeres—no había otra forma de explicarle y que mejor que ahora que preguntaba.

—¿Pero y la abuela? Es tu mamá y es mujer, ¿No te gusta?

—Es un tipo de gustar diferente, por ejemplo ese libro de princesas que leíste el otro dia. A mamá si la quiero, pero no de esa forma como en el libro—le explicó Crowe.

—Ah...No te gusta una niña para casar y vivir felices para siempre, la abuela es diferente. Ella tiene al abuelo para eso, ¿No?—Crowe asintió con su cabeza. 

Iban saliendo por el sendero entre los árboles, directo hacia el auto para irse, mientras charlaban. 

—¡Cuidado!—escucharon exclamar a alguien, Crowe no alcanzó a darse vuelta, sólo pudo lanzar lejos a Denis para salvarlo.

—¡Aléjate, Denis!

Crowe trató de sacarse de encima al zombie, mientras buscaba su arma. Sintió un fuerte ardor en su muñeca y lo último que escucho antes de perder el conocimiento fue un disparo.

—¡Mierda, mierda!—decía el hombre, cargando a Denis para protegerlo, quien lloraba un poco por el susto y apuntando todavía al zombie.

Era un hombre pelirrojo oscuro, de ojos verdes, llevaba una gorra negra y ropa del mismo color.

Le dio una patada al zombie para sacarlo de encima de Crowe y quedó pálido al reconocerlo, estático en su lugar. 

—No, no, no—se agachó a tomarle el pulso y suspiro aliviado al ver que seguía vivo, pero sus ojos se cristalizaron al volver a ver qué lo mordieron—. Ey, no llores, escúchame—hizo que Denis lo mire, todavía no dejaba que vea a Crowe y le limpio las lágrimas—. ¿Como te llamas?

—Denis—respondió sin dejar de llorar—. ¿Que le pasa a mi papi?

—¿Es tu papá?—el hombre lo miro sorprendido y pasó saliva con dificultad cuando el otro asintió con su cabeza—. Bueno, tu papá va a estar bien, lo...prometo. Pero tengo que cargarlo, ¿Caminarías a mi lado sin soltarte?—Denis asintió con su cabeza algo confundido. 

El pelirrojo cargo a Crowe en brazos e hizo que Denis se sostenga de su pantalón y ambos caminaron hasta una cabaña, rodeada de alambres y protección.

—¿Como se llama, señor?—pregunto Denis curioso, ya se había calmado en el transcurso del camino.

—Me llamo Levi Quinn—cerro la puerta donde dejo a Crowe con llave, después de haberle curado la mordida y alejó a Denis, caminando a la cocina.

—Yo soy Denis Anderson y no tengo mamá—Levi lo miro confundido.

—¿Ah, no? ¿Por qué?

—A mi papá no le gustan las mamás—le explico sin rodeos y le tomó la mano por puro impulsó.

—No le gustan las mamás, ¿Eh?

—No, pero a mi abuela si la quiere. Pero no le gustan la niñas para casar y vivir felices para siempre—repitió Denis.

Levi sonrió divertido. Que cosas, ¿No? Denis y Crowe eran muy parecidos o al menos así lo veía él.

—¿Mi papi está bien?—Levi hizo una pequeña mueca y al final suspiro.

—El está bien, sólo hay que esperar—respondió Levi y Denis asintió con su cabeza para seguir comiendo.

 Su papá le dijo que no acepte comida de un extraño, pero Levi le transmitía mucha confianza y amabilidad. Además los había salvado y curado a su papá, los dejo quedarse también, no podía ser malo, ¿O si?

—¿Puedo ver a mi papá?—pidió Denis, ya extrañando mucho a su papá, jamás se había separado tanto de el, había pasado como una hora.

—Dale un tiempo más—por suerte, Levi pudo entretenerlo con unos libros.

Se sorprendió al ver que Denis tenía muy buena comprensión para su edad, pero al fin y al cabo seguía siendo un niño. Crowe había hecho un buen trabajo.

Media hora después, Levi fue a ver si Crowe estaba bien, rogaba porque si. Aunque lo habían mordido, tenía la pequeña esperanza de que estuviera bien.

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