CAPÍTULO 05. «Ghost» Pt. 2.

—Que calor—se quejaba Crowe en voz baja, había abierto las ventanas, al menos eso aliviaba un poco el ambiente, mientras tomaba agua—. Bebé, toma un poco de agua—Denis aceptó la botella y tomó un poco, Levi simplemente miraba por la ventana con tranquilidad.

—Gracias—Denis le devolvió la botella con una sonrisa.

—Boludo...¿No tenés calor?—Crowe miro unos segundos a Levi, con cansancio, sentía que moriría del calor, a pesar de que las ventanas estaban abiertas, la temperatura siempre le pegaba mal y luego volvió su vista al camino.

—No, estoy bien—aseguró Levi sin rodeos.

—¿Estas loco?—Crowe lo miro confundido—. Puta madre, envidio tu adaptación.

—¡Puta madre!—repitió Denis divertido y Crowe lo regaño con una mirada, Levi simplemente disimulaba una sonrisa divertida, si se reía seguramente también saldría ligando y no de la forma que piensan.

—Por cierto, nos vamos del país—aviso Crowe, abriendo un mapa y Levi agarró el volante, para que el auto no se desvíe de la ruta.

—¿Y como vas a salir del país?—Levi lo miro curioso.

—Saliendo del país—Crowe se encogió de hombros, mirando la ruta por la que iban y el mapa—. Mierda, tenía que doblar en el camino anterior—intento doblar el mapa, pero lo terminó haciendo un bollito de impaciencia y lo arrojó hacia atrás.

—Suena divertido—opino Levi y levanto su pulgar, parecía una aventura a la cual si quería seguirlo—. Yo te apoyo.

—Eso me ayuda—susurro Crowe sarcástico y miraba por donde iban, parecía una especie de pueblo—. ¿En donde estamos? Esto no estaba en el mapa.

Comenzó a manejar más despacio para observar el lugar, se veía en buen estado, pero no había nadie.

—¿Un pueblo fantasma?—susurro Levi—. Literalmente casi todo el país lo es, pero este es diferente, hay algo que no

—Cállate, Quinn—lo interrumpió. Crowe.

—¿Que pa–?—el otro lo volvió a interrumpir, pero con un largo “shh”.

—¿Escuchaste eso?—Crowe apago la música, la cual ya estaba en el volumen mínimo y se quedaron en silencio, Denis no entendía nada.

—¿Que es?—murmuró Levi, buscando el bate con clavos que sobresalía de su mochila y se acomodó mejor.

—Parece un niño—Crowe cargo su arma rápidamente y Levi se bajó al mismo tiempo que el.

—Vamos, Denis—Levi cargo a Denis y este los miro confundido, Crowe apretó un botón en la llave y el auto se cerró automáticamente.

—¿Hay un niño en peligro?—susurro Denis preocupado y Levi se encogió de hombros, ellos simplemente seguían a Crowe.

Crowe camino en silencio, con su arma preparada, siguiendo el sonido con concentración. Mientras más se acercaba, más se escuchaba el llanto de una niña.

—¡Por acá!—susurro Crowe y ambos corrieron hacia el llanto.

—¡¿Papá...Papi, donde están?!—llamaba Miki, desconsolada, su oso con fuerza, había guardado su arma en la funda y con una mano limpiaba sus lágrimas que no dejaban de salir.

Había esperado demasiado, sus papás no habían vuelto con ella y le entro la desesperación.

—¡Niña, ¿Estas bien?!—pregunto Crowe y Miki pego un saltito del susto.

—¡Mis papis no están, me dejaron acá y ya no volvieron!—abrazo la pierna de Crowe—. Se fueron hace mucho, mi papá dijo que iba a ir al baño y a vigilar la zona, pero ya no volvió—sorbió y seco sus lágrimas, más tranquila porque no estaba sola—. Seguro fue a un lugar grande, como ese—señalo un supermercado a lo lejos.

—No llores—intervino Denis, pidiendo que Levi lo baje y este lo hizo algo inseguro.

Denis ayudo a que Miki se tranquilice, dándole su unicornio como compañía y le preguntaron su nombre. Miki les contó sin ningún problema, Felix no le permitía eso, le dijo que no confié en nadie, pero esas personas se habían ofrecido y parecían buenos.

—No se, Crowe...me da mala espina... este lugar—susurro Levi y Crowe se encogió de hombros.

—No podemos llevarnos a la niña así como así, tiene padres, mucho menos dejarla acá sola. Deberíamos buscar a sus papás y ya—sugirió Crowe y Levi suspiro resignado.

—Esta bien—acepto al final y les pidió a ambos niños que se mantengan en el medio por si acaso y que les sigan el paso.

—¿Papi?—Miki parecía sorprendida y corrió hasta la puerta del supermercado enorme—. ¡¿En donde está papá?!

—Espera, niña, ¿Con quien estas hablando?—cuestiono Crowe confundido.

—¡Con mi papi, el sabe donde esta mi otro papá, síganos!—Miki comenzó a correr dentro del supermercado y no tuvieron más remedio que seguirla.

Escucharon quejidos y algunas risas, Crowe agarró a Miki antes de que meta la pata, tapándole la boca para que no grite y se fijaron que pasaba. Felix estaba tirado en el piso, muy lastimado y al rededor había como tres tipos armados. Parecían de una pandilla y esa era la mala espina de Levi.

A Miki se le llenaron los ojos de lágrimas y forcejeo para correr con su papá, sin importar el peligro.

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