Susto a Nathan

Al convertirme mi herida no sufrió ningún dañó, estaba fuera de mí, corrí al lobo blanco que al verme corrió por el bosque. Nathan grito de miedo, se hizo hacia atrás y se tropezó con la silla, cayó a piso

-¡Samuel! ¿¡Que diablos es eso!?- Samuel se puso pálido, olvidó por completo que Nathan estaba allí

-Nathan, tranquilo- se acercó y Nathan vio su remera hecha pedazos

-¿¡vas a morir!?- Nathan se paró del piso

Corrí por el bosque y no lograba alcanzar al lobo blanco, al cabo de un momento perdí el rastro, lo busque por todas partes y no lo alle. Camine mirando a todas partes, pero no lo encontré por ninguna parte. Aulle en la laguna donde iba con Samuel, luego me metía al agua para descansar.

-No, cálmate Nathan, estoy bien- Samuel seguí intentando convencerlo de que estaba bien pero Nathan estaba asustado- mira- se quitó la remera y le mostró que solo la remera estaba rota- ¿lo ves?-

-Samuel, ¿Dónde está Kenia?- Nathan miro a todas parte, cuando se escuchó mi aullido y se les congelo la sangre, la laguna estaba más cerca de la casa de lo que parecía- ¿Que es eso?- Nathan estaba aterrado

-Es Kenia, cálmate maldita sea- Samuel perdió la paciencia- debo ir a buscarla , espérame aquí y ten cuidado-

Samuel corrió al bosque, sabía dónde encontrarme. Cuando llegó a la laguna yo aún estaba acostada en el agua, él llegó y se sentó en la orilla como antes.

-¿estás bien?-

Se veía realmente atractivo con el torso desnudo, salí del agua y me sacudí, se acercó y levanto el pelo donde tenía mi herida

-Estaba bien, por lo menos no debo volver a coser- se rió

-¿Que hacemos ahora?- lo mire

-Nathan te ha visto y está asustado, intente explicárselo pero no fue posible-

Rodee a Samuel, en ese momento oí se quebraban unas ramas y mostré mis dientes al mirar, era Nathan. Me acerque a él y quizo correr

-¡No, espera!- Samuel lo detuvo, no controlaba bien mis instintos, se quedó paralizado. Camine a su alrededor, viéndole siempre a los ojos y pide ver su miedo

-No temas, solo te está recomociendo- Samuel calmo a Nathan y este se relajo un poco sin dejar de mirarme, mi estatura como lobo era de un metro veinte centímetros. Podía oír los latidos de su corazón, como se apaciguaba su adrenalina y el miedo se disipaba con cada vuelta que daba a su alrededor, cuando se calmó, volví con Samuel y me senté a su lado

-Ven, no te hará daño- Samuel se arrodilló a mi lado y me acarició para enseñarle que no iba a atacarle, Nathan se acercó despacio y se sentó sobre sus talones, baje mi cabeza y deslizó su mano por mi cabeza.

-kenia, ¿de verdad eres tú?- lo mire a los ojos y su perfume me dio un estornudo, Nathan se cayó de espaldas del susto y Samuel se rió

-No seas miedoso, ya somos todos amigos- me acosté junto a Samuel y Nathan se sentó junto a mi, me pasó la mano por la cabeza como un si fuera un perro

-¿Cómo es que le pasa esto? ¿por esto es que siempre se iban de la escuela?¿por eso me rasguño en el baile de graduación?- Samuel lo interrumpió

-Espera hombre, cuando vuelva a su forma humana te lo explicaremos- me dormí junto a Samuel con la cabeza en sus piernas, me sentía aún más en paz al no esconderme de Nathan pero celosa de compartir a Samuel con él en ese momento.

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