La falda del volcán

La mañana era hermosa, Maly estaba más tranquila, ya había pasado su susto, Rous le dijo que era común, la fuerte impresión del día anterior la había hecho tener esos sueño.

Siguieron su camino tan pronto como la luz del día apareció, caminaron rio arriba, cada vez estaban más cerca y calculando la distancia, antes del medio día llegarían a la falda del volcán, esto alegro mucho a Maly, estaba tan cerca y con suerte se encontraría con el cambia formas.

Muy de cerca Nysaa las seguía, convertida en una hermosa paloma, no le importaba que tenía que hacer el sería suyo.

El sol se encontraba en el punto más alto cuando llegaron a la falda del volcán, el desemboque de agua, dónde iniciaba el río, Rous le dijo a Maly que según sus fuentes el cambia formas se encontraba en alguna parte de esa gran zona.

Y entonces paso, Rous le dijo que no podría seguir junto a ella, debía volver al agua, su deseo era que la acompañará hasta el volcán, ya lo había logrado habían llegado. Maly le agradeció enormemente y dejo que volviera al río, cuando está volvió a su forma normal, su cabello azul precioso regreso, pero su sonrisa se esfumó.

Rous: querida, deberás seguir sola, no puedo interferir más.

Maly: que de que hablas, estás cansada de ayudarme?

Rous: no pequeña, sabes que te adoro y te quiero como a una hermana, pero la Diosa Luna me habló en un sueño, me castigará si cambio tus decisiones o interfiero en tu futuro.

Maly: pero porque la Diosa es así conmigo, que he hecho, porque le importa tanto las decisiones de alguien como yo.

Rous: no lo sé, pero estoy segura que tú lo lograrás eres muy valiente, debo regresar, se que lo encontrarás, si sucede algo te buscaré, hasta entonces cuídate mucho si

Maly: si eso haré, muchas gracias querida amiga, cuando regrese te iré a buscar, deséame suerte.

Dicho esto Rous desapareció y Maly siguió su camino, se sintió demasiado sola, pero en su mente las palabras de Rous la hicieron más fuerte.

Fuero horas las que estuvo caminando alrededor del volcán pero por más que buscaba no daba con el cambia formas, era más difícil de lo que imagino, porque no sabía cómo lucía.

Le alegro mucho encontrar una cueva, era bastante acogedor, no hacía viento, estaba oculta entre las plantas y no era muy profunda, eran maximo 10 metros. Maly reviso que no hubiera animales peligrosos dentro de ella, para su suerte, el límite dentro de la cueva terminaba en una pared de grandes rocas, era como una pequeña casa dentro de las faldas del volcán, se alegro mucho y decidió, que hay dormiría, hasta qué encontrara al cambia formas, fue a buscar leña y dejo todo listo para encender el fuego, el resto de la tarde se dedicó a pescar en el pequeño rio, al principio fue difícil y estaba apunto de rendirse pero frente a ella apareció Rous, le sonrió y arrojo a su lado tres enormes pescados, después desapareció de nuevo.

"Mi gran amiga a pesar de todo me ayuda, estaré eternamente agradecida"

Acto seguido, tomo los pescados, les quitó las escamas y con el cuchillo los abrió, les saco las entrañas y los lavo en el río, lleno su saco del agua y emprendió el regreso a su cueva,.

Pronto empezó a anochecer y Maly encendió la fogata, está iluminó buena parte de la cueva y calentó todo a su alrededor, en el fuego puso los pescados y mientras estos se acaban de dedicó a levantar en la entrada varias trampas , así estaría más tranquila para dormir.

Cuendo estuvo listo el pescado lo devoró casi de inmediato, no se había dado cuenta que tenía tanta hambre, este era delicioso y añoro la compañía de Rous, los pocos días con ella fueron muy agradables, no podía evitar extrañarla, nunca había estado completamente sola. Cuando terminó de comer, guardo los dos pescados restantes en una hojas y los metió en su bolsa, se acomodo cerca del fuego y se quedó profundamente dormida.

En su sueño apareció, un cielo estrellado y hermoso, se encontraba en la entrada de la cueva y junto a ella a pareció una bella mujer de cabellos plateados al igual que su túnica.

-Pequeña, es bueno verte de nuevo, me alegro mucho de que por fin estés aquí.

Maly: quien eres, acaso me conoces?

-Yo conozco a todos los de está isla y de las islas cercanas, soy la Diosa Luna, he venido a hablar contigo.

Maly:Oh, gran Diosa lamento mi actitud, que necesitas, acaso te he hecho enfadar?

Diosa Luna: claro que no querida, porque dices eso?

Maly: todo me hace pensarlo, le pediste al jefe de Thana que no casara a su hijo conmigo, sino con Mara, alejaste a Rous de mi y no pareces muy contenta.

Diosa Luna: querida, no pienses así, todo lo que he hecho es para que tú futuro sea mejor o acaso tú querías vivir como jefa, no salir de la tribu nunca y estar a la sombra de otros. Tu destino es más grande que eso y si aleje a Rous de ti no es por maldad pequeña, necesitas hacer esto sola, ella te esperara a que regreses.

Maly: eso lo entiendo, pero entonces de qué quería hablarme?

Diosa Luna: bien, tú deseas encontrar a un ser Mítico, el se encuentra el centro del volcán, eso es un día caminando desde aquí. Si lo quieres tendrás que tomar una decisión importante en el trayecto, tal vez no es lo que esperabas pero es mucho mejor, elije bien y no solo pienses en ti, cumple lo prometido.

Dicho esto el sueño de Maly se volvió tranquilo, estaba descansando en un lago rodeado de rocas muy altas se encontraba en el fondo del volcán y se sentía tan tranquila que cerró los ojos y todo se oscurecio.

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