_Gracias, pero tomaré el baño con la señorita Belén, ustedes pueden irse no se hagan problema_les dije
ellos me miraron de reojo y uno solo respondió-bueno-
(¿porque no se van?, pareciera que quisieran que me desnude frente a ellos, estos son unos pervertidos y maniáticos, esta familia es de locos)
y en eso va entrando apresurado
-permiso…disculpen. Hola cariño vengo de ayudar a tu mami a instalarse en su nueva alcoba, y ya estoy aquí-
_Qué demonios …apenas me estaba deshaciendo de sus hijos… estos mocosos, y va llegando este aparato de padrastro que me toco, con esa sonrisa, que parece que ya la tiene grabada, ay no sé cómo puede aguantar sonreír tanto, a mí ya me dolería la boca después de un tiempo, y lo hace como si nada.
-Bueno… ven Robert vamos a ayudar a tu nueva hermanita a bañarse-
¿Qué? Están locos… ¿qué me van ayudar dice? y encima llama a su hijo más pequeño, aunque parece tener mi misma edad, esto es cualquier cosa_
*suspiro…cara de asustada y pánico
-querida Penélope no hay nada de que tener miedo, yo soy médico, y el pequeño Robert estudiara medicina en el futuro ya te darás cuenta a lo que me refiero, no es nada anormal, solo observare tu estado de salud y veré tu progreso…
mmm…
Rechinando los dientes asentí con la cabeza y me metí en la bañera, la empleada se fue del cuarto dejándonos solos a los tres
Me sentí un poco incomoda, pero al mirarme en un espejo gigante que había en el baño, no me gusto para nada la imagen, era una tabla plana, mis extremidades parecían que se iban a quebrar en cualquier momento, con razón todos me decía “huesos” en aquel barrio cuando me veían, soy una cosa monstruosa, no debería siquiera existir, tal vez tenía razón mi padrastro, e intente tratar de ayudarme, además es doctor, él sabe lo que hace,
Robert se metió a la tina y me salpico la cara con agua para que dejara de divagar, tenía un short parecido al mío ... ¿me está provocando? empezamos a jugar dentro la bañera.
-observa lo que yo hago, y luego lo haces tú misma, así aprenderás a asearte correctamente. Está bien…le conteste al engreído.
Mi padrastro se limitó a sentarse en una silla que se encontraba en la esquina de la habitación, solo tomaba notas y anotaba en un registro, levantaba las cejas de en vez en cuando y se pasaba la lengua por sus labios, como si saboreaba algo que se le hacía agua a la boca. Su mirada podía atravesar mu huesudo cuerpo, haciéndome temblar, por algún extraño motivo
El padrastro pensó(ella es perfecta, es ideal para mí y para mis hijos, aunque no se dé cuenta, aunque por ahora no tenga ni un gramo de grasa en su cuerpo, tendré que darle adicionalmente vitaminas, tendrá todos los lujos posible, los mejores tutores para su educación, se volverá la princesa codiciada de esta familia, yo ya la estoy deseando, hasta me estoy excitando un poco…no, no, tienes que parar, desde este punto esperare hasta que sea el momento adecuado, te volverás pura, inocente, y limpia, tan limpia que me hará sentir tanto placer el poder llevar a cabo mi proyecto contigo , y hacerlo lentamente en su tiempo, ahí no me contendré para nada mi pequeña Penélope.)
Pude percibir un escalofrió recorrer mi cuerpo por un momento, sentí los dedos de Robert que comenzaron a pasarme el jabón entre las piernas, y el roce de nuestra piel debajo del agua llena de jabón, me hizo sentir un hormigueo desde la punta de los pies hasta el ombligo, me puse un poco roja y sentir un calor en mi rostro.
Hasta que de golpe sentí un aura de furia, era mi padrastro tomando bruscamente del brazo a Robert y sacándolo afuera…desde el baño podía oír los golpes, y el llanto pidiendo perdón ¿pero ¿qué fue lo hizo para merecer semejante castigo? Me asuste, cuando entra Belén y se acerca sutilmente y trata de calmarme
-no temas mi señorita, esto suele pasar a menudo, el solo lo está disciplinando, no es tú culpa-
Bueno ahí me calme un poco, pero quería pedir disculpas a Robert en algún momento,
Belén me ayudo a secarme y busco un hermoso vestido de entre un guardarropa gigante, tenía flores que lo adornaban era de un color bordo oscuro, me peino dulcemente, me mire al espejo y se podía observar a una niña, muy delgada que apenas rellenaba el lindo vestido, pero en mi tonto corazón se creó una luz de esperanza, ya que no sentían repulsión por mí, ni me evitaban como lo hacían en mi antigua casa.
Bajamos al comedor y la escena era peculiar, mi madre tenía puesto un vestido demasiado extravagante para una cena familiar, con muchas transparencias, besaba y manoseaba a mi padrastro me causaba repulsión, él tenía la mirada fría y fija hacia adelante, hasta que volteo a verme, he hizo una leve sonrisa animándome a sentarme en a la mesa.
En la mesa se encontraba Joan con un libro en la mano y frente a mi Robert que tenía la cara desfigurada por los golpes, pero no parecía importarle porque comía como si nada y Marcus…
Faltaba el, ¿dónde estará?
Se escuchó ruidos que provenían de debajo de la mesa, me dio curiosidad, me agache a mirar levantando el mantel …y ahí estaba el…comiendo en suelo.
-Penélope…es de mala educación observar a las personas mientras comen, él tiene un síndrome que lo hace ser así, solo ignóralo si-
Bueno me dije a mi misma, tragué saliva pues en la mesa servida había tantas delicias que no sabía por dónde comenzar, me sentía mal por Robert, pero a él no le importaba así que…
De repente sentí algo frio escurrirse entre mis piernas
No, quería moverme n decir nada para no molestar o que mi madre me regañara, pero que rayos
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Comments
Linita Goomezz
se me ase que va a pasar un infierno
2022-02-14
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silvia
Si q son locos y q me late q agarraron a esta mujercita xq de seguro le contó q tenía una hija y fue ahi donde aceptó todo, pobre todos estos cucu y peor el padre, 😳
2021-09-21
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