CAPÍTULO 5: REVISANDO EL CELULAR

Berenice: todo bien… dijo con cara triste, bueno en realidad… no tan bien… es que Miki anda muy raro últimamente y no sé… pero prefiere estar lejos de mí, dijo con la voz cortada a punto de llorar.

Mónica: tranquila hija, es normal pasar por diferentes momentos durante el matrimonio, a veces están distantes, a veces felices, a veces muy cariñosos, no te preocupes, déjame eso a mí, yo voy a hablar con mi hijo y vas a ver que todo estará bien, dijo tomándole la mano entre las suyas para darle ánimo.

Berenice: es que creo que…

Mónica: ha de ser que tiene mucho trabajo y ya sabes, luego se estresan, pero yo hablo con él, le decía con seguridad.

Berenice: gracias suegra, por eso la quiero mucho, usted es como mi segunda mamá.

Mónica: gracias hija y ahora come, mira que no has tocado tu comida y se va a enfriar.

Berenice empezó a probar su platillo, mientras Mónica iba con su hijo para ver que le estaba pasando, para preguntarle porque trataba a sí a su esposa, Berenice se había quejado, de que de unas semanas para acá se la pasaba reclamándole por todo y que no estaba ya en casa y cuando estaba apenas y le hablaba.

Mónica: Miguel, acompáñame un momento, lo tomo del brazo y lo alejo de las personas.

Miguel: me imagino que quieres hablar de Berenice, ¿o me equivoco?

Mónica: así es hijo, ustedes están casados y cuando dijeron sus votos prometieron amarse, cuidarse y respetarse, ella está sufriendo porque tú, estas actuando raro con ella y además casi no estás en casa y…

Miguel: mamá, las cosas entre nosotros no están funcionando, le pedí que nos separemos, pero ella se niega.

Mónica: pero hijo, ¿cómo puedes pedirle eso a Bere?, ella te ama demasiado, la destrozarías, cuando ibas a casarte te dijimos que lo pensaras bien, que el matrimonio no es un juego y es para toda la vida, ahora no puedes salir con que ya no gusto y quieres separarte.

Miguel: madre, te voy a pedir que no te metas, no puedes obligarme a estar con alguien con quien no deseo estar, además así solo nos estamos haciendo daño.

Mónica: necesitas poner de tu parte para que esto funcione, un matrimonio es de dos, tanto ella como tu deben poner de su parte, sino nunca va a funcionar su matrimonio.

Miguel: suspiro profundamente, déjame pensarlo mamá, no te prometo nada.

Mónica: gracias hijo, ahora ve con tu esposa que tiene mucho rato sola.

Miguel fue y se sentó junto a Berenice, no estaba muy contento de hacerlo, pero no quería seguir discutiendo con su madre y menos en su aniversario de bodas, Bere le tomo la mano y el jalo su platillo y empezó a comer para soltarse de su agarre, no le dijo palabra alguna, solo se limitó a estar a su lado, cuando empezó el baile ella deseaba bailar al lado de su esposo, pero él le dijo que no deseaba bailar en ese momento, que estaba muy cansado, a ella no le quedo más que permanecer ahí viendo  a los demás bailar, hasta que Mónica se acercó a ellos y casi obligo a su hijo a llevar a bailar a su esposa. Después de dos piezas de baile, le dijo que necesitaba ir a tomar algo, fue a la mesa de bebidas y tomo un vaso de vino, se acercó su padre a él y después de preguntarle cómo le había ido en su trabajo, le preguntó cómo estaba su relación con su esposa, ya que los había notado algo distantes entre ellos, Miguel no quiso hablar mucho con su padre, después de un rato se disculpó con sus padres y le dijo a Berenice que se retirarían. Berenice tomo su bolso y salió acompañada de su esposo rumbo a su casa.

Al llegar a su casa Berenice pensó que al haber hablado su suegra con su esposo se había arreglado todo, que estarían como antes, cuando llegaron a su casa su esposo fue directo a darse un baño, luego se puso su pijama y se acostó a dormir. Ella espero a que el saliera y se dio también un baño y cuando salió su estaba profundamente dormido, no lo quiso despertar. Mientras él dormía, agarró el celular de él y por suerte un día había visto cuando puso su contraseña y se acordaba de ella, la puso y seguía siendo la misma, empezó a buscar en sus mensajes para ver si había alguno que le indicará porque su esposo actuaba extraño pero no encontró nada, vio sus llamadas y no se veía nada sospechoso en su historial, volvió a colocarlo en su lugar para que él no se diera cuenta que lo había revisado, se acomodó a un lado de él, lo observó dormir por un rato, ella no podía dormir, cuando él empezó a roncar, ella lo empezó a mover bruscamente.

Berenice: oye Miguel, deja de roncar, no me dejas dormir.

Miguel: déjame dormir tengo sueño, dijo y se volteó hacia el otro lado para darle la espalda.

Berenice: roncas como marrano, así como podré dormir yo.

Miguel se puso la almohada sobre la cabeza para tratar de dejar de oírla quejarse, pero ella seguía quejándose. Cuando la dejo de escuchar acomodo su almohada y se volvió a dormir. Le molestaba tanto cuando ella hacía eso, ya que le quitaba el sueño y luego le costaba volver a dormir. Ella por fin se durmió, Miguel ya no tenía sueño así que se levantó a tomar un vaso de leche caliente para ayudar a conciliar el sueño, luego regreso a su recamara y se acostó nuevamente, por más que trato empezaron a venir a su mente imágenes y recuerdos de lo que había sido su matrimonio desde que se casaron, pero en especial los pensamientos se llenaron de recuerdos que empezaron meses atrás, cuando su vida dio un giro inesperado. Después de mucho tiempo por fin logro quedarse dormido, aunque no trabajaría al siguiente día, necesitaba descansar.

Gracias  a los que están siguiendo mi novela, les mado u fuerte abrazo.

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