¿Podrías Ser Feliz Después De La Infidelidad?

CAPÍTULO 20: EL BESO

Al verlo quebrarse y tan mal Tere se acercó a él y lo abrazo para consolarlo, pensaba como Berenice teniendo un esposo maravilloso y que la amara tanto, no lo valoraba, a ella le hubiera encantado que su ex esposo fuera por lo menos la mitad de lo que era Miguel. Él se desahogó en los brazos de Tere, después de un rato, se soltó de su abrazo un poco apenado por lo que había sucedido.

Miguel: disculpa Tere que te haya venido a quitar el tiempo, no vol…

Teresa: tu necesitabas apoyo y yo aquí estoy para eso, gracias por pensar en mí y dejarme ayudarte, por lo menos me has dejado ser útil para algo.

Miguel: eres una gran persona, me has ayudado hoy bastante, pero no soy el único al que has ayudado, ella se quedó con cara de duda.

Teresa: ¿a quién más he ayudado?

Miguel: a tus empleados al darles trabajo, eso es de gran ayuda, a tus clientes, al ofrecerles comida deliciosa, a buen precio que les permite comer a la hora que lo requiere sin hacer esfuerzo por tener que preparar…

Teresa: ya entendí, muchas gracias por tus palabras, pero ahora que recuerdo no he desayunado, gustas acompañarme a almorzar, puedo preparar algo rápido.

Miguel: encantado de acompañarte.

Mientras veía a Tere preparando el desayuno pensaba cuan tonto había sido su esposo al permitir que su mamá interfiriera en su matrimonio al grado de terminar separándolos, si él hubiera tenido la fortuna de tenerla como esposa nunca hubiera dejado que ella lo dejará y le hubiera dado su lugar como esposa, no permitiendo que la ofendiera o maltratará emocionalmente, tal vez no le había pegado, pero emocionalmente le habían hecho mucho daño, pensaba que sería el hombre más afortunado si su esposa fuera como ella, a Berenice no le gustaba encargarse de la casa, prefería irse de fiesta o dormir en lugar de pasar tiempo con él y de cocinar ni hablar, no metía una mano a la cocina para preparar comida, para eso tenía a Mary y cuando no estaba Mary, Miguel tenía que prepararse o calentar su comida porque a ella le chocaba poner un pie en la cocina, pero era la persona que escogió como esposa y ahora debía estar con ella y tratar de solucionar sus problemas.

En lo que terminaba Tere, para no sentirse que estorbaba, Miguel le pregunto dónde tenía los platos y demás utensilios para poner la mesa, Tere le señalo la puerta de la alacena donde estaban los platos y vasos, el cajón de los utensilios. Miguel tomo lo que necesitarían y coloco la mesa. Tuvieron un almuerzo tranquilo, Miguel se quedó pensando por un momento y recordado que era el día de descanso de ella la invito a ir a la playa. Ella al principio dudaba, no lo creía conveniente, él estaba casado y tenía problemas con su esposa y esto en lugar de acercarlos podía generarle molestia a Berenice si se llegaba a enterar, pero Miguel le insistió tanto que la termino convenciendo.

Al llegar a la playa Miguel paso comprando un short y una playera, ya que al ir a trabajar iba de traje y camisa blanca y sería raro pasearse así por la playa, aunque ya se hubiera quitado el saco. Pido permiso en la tienda para cambiarse y bajar a la playa ya cambiado, Tere como estaba en su casa si había podido llevar su muda de ropa para cambiarse y su traje de baño para estar en la playa, así como dos toallas, una para cada uno de ellos, ya que sabía que él no iba preparado.

Miguel le tomo fotos, le gustaba verla sonreír, pero sobre todo se sentía muy bien a su lado, se olvidaba de sus problemas y tristezas, cuando pensó que podría pasar si su esposa se daba cuenta que tenía las fotos de Tere pensó en borrarlas, pero quería guardarlas de recuerdo, de esa bonita salida como amigos que estaban teniendo, entonces pensó en abrir una cuenta nueva y subirlas a la nube para tener disponibles cuando él quisiera abriendo su cuenta. Borro el historial de mensajes y llamadas que tenía y como estaba registrada desde un inicio como jefe Barrientos, no sería problema seguir en contacto con ella. No tenía nada de malo que la tuviera registrada con su nombre, pero al saber que Berenice era algo molesta cuando se ponía celosa prefirió guardar de esa manera su contacto.

Al final del día regresaron, Tere estaba profundamente dormida en el auto de Miguel, la observó por un rato recordando cuando estaba enamorado de ella, le gustaba ver su cara tierna e inocente que tenía, esa timidez que siempre mostraba cuando los chicos se acercaban a ella, le gustaba ese sonrojo cuando él la saludaba, sonreía mientras venían a su mente todas esas imágenes su juventud, hasta que decidió que debía despertarla, no sería cómoda dormir mucho tiempo en la posición que estaba en ese asiento, le puso su mano en el hombro y la movió despacio diciéndole su nombre, ella se sintió apenada de haberse dormido. Bajaron del auto y el pidió si le permitía pasar a su casa a cambiarse, no podía regresar así a su casa, debía volver a ponerse su ropa de trabajo.

Entraron a casa de Tere y le llevo a la recamara para que se diera un baño y se cambiara antes de irse a su casa, ahí dejo su ropa que uso en la playa, Tere le dijo que la dejara para lavarla y cuando se secará se la llevará ya limpia, cuando termino bajo a la sala donde estaba esperándolo Tere, pero Tere se le quedo viendo unos segundos con cara preocupada.

Miguel: ¿pasa algo Tere?, dijo preocupado.

Teresa: es solo que te acabas de bañar y no creo sea bueno que llegues a tu casa con el cabello mojado, tu esposa puede pensar mal.

Miguel: tienes razón.

Teresa: vamos a la recamara, en el baño tengo mi secadora.

Volvieron a subir a la recamara y Tere le seco el cabello, algo que el agradeció, pero el tenerla tan cerca, tocándole su cabello aunque fuera con el peine, le hizo sentir algo en el estómago que no sabía que era, cuando ella termino estaba frente a él, el no pudo evitarlo más y por impulso la tomo del cintura y la beso.