# 3

ERICK

Llegue a casa cuando ya estaba anocheciendo, mi madre, estaba esperándome para cenar.

- Que bueno que llegaste. ¿Porque tan tarde?-

- Lo siento.- La bese en la mejilla.- Este nuevo proyecto, me está matando.-

- Se que lo resolveras, siempre lo haces. Siéntate, vamos a cenar.-

- Gracias por espérar.- a ninguno nos gustaba comer solos.- ¿Cómo estuvo tu día?-

- Lo normal, ya sabes. Oye, pronto será la recaudación de caridad, ¿Quién te acompañará?-

- Nadie, puedo ir solo, como siempre.-

- Me gustaría que salieras con alguien. La hija de una amiga, tiene tu edad, ¿Por qué no organizamos algo para que se conozcan?-

- No necesito ayuda con mi vida amorosa, madre. No tengo tiempo, ¿Cuando la vería?-

- Es precisamente por eso que necesitas a alguien. Trabajas demasiado.-

- No voy a apresurar nada. El día que tenga que llegar, llegará y punto.-

Al decir eso, no pude evitar recordar unos bellos ojos verdes. Y enseguida volvió mi frustración. ¿Por qué tenía que ser tan obstinada?

Me disculpé con mi madre después de cenar, tenía que pensar en una estrategia, para poder convencerla, estaba perdiendo mucho dinero, por su culpa.

Y... ¿si tal vez? No, eso era demasiado. Además de los problemas que llegarían después.

Ofrecerle más dinero era una solución más viable que enamorarla. Además que yo no sabía nada sobre cortejar a una mujer. Y viéndolo desde otra perspectiva, tal vez, ni siquiera le gusten los hombres... Digo, tal vez sea un nerd, pero no estoy tan mal y ella ni siquiera me notó.

¿Que tonterías estoy pensando? Debo dejar de divagar, la frustración está haciendo que mi cabeza vuele en diferentes direcciones. Tengo que enfocarme en mi objetivo y pensar una estrategia para que ella me acepté, digo mi propuesta. Mejor me voy a dormir.

Me acosté, pero no sirvió de mucho.

Hasta que se me ocurrió algo que no he hecho jamás. A leguas se ve que no le agrado...¿ Y si tuviera que verme todos los días?

La visitaré hasta que no le quede más opción que vender. ¿Eso es acoso? No, claro que no. Son negocios.

Con eso en mente, pude dormir un rato. Por la mañana, empezaría mi plan para convencer a esa muchachita altanera. Lo único que sabía con certeza, era que todo mundo tiene un precio, solo hay que encontrarlo.

En la mañana, desayuné con mi madre. Desde que papá no estaba, siempre nuestras comidas, estaban agendadas, para no estar solos. Aunque nos queríamos demasiado, la falta de papá, nos pego demasiado.

- Hola cariño, ¿Cómo dormiste? Aunque esa pregunta, es retórica, viendo las ojeras que tienes.-

- Lo se, me veo terrible. Tengo cita en el spa, para un masaje, necesito relajarme.-

- Bien, yo tengo una cita con los organizadores de la recaudación y eso me tomara tiempo. ¿Nos vemos en la cena?-

- De acuerdo.-

- Sabes, estuve pensando que tal vez debería llamar a mi amiga y pedirle a su hija que te acompañe, solo como amiga a la recaudación. No necesitas ni siquiera, recogerla en su casa.-

Suspiro pesadamente, mi madre por lo regular, no es tan insistente en este tipo de situaciones.

- Mamá, no quiero salir con nadie, por favor no insistas. Ahora, contéstame algo y se honesta. La mujer que quieres presentarme, ¿Fue ella quien te pidió hablar conmigo?-

Se puso roja, mi madre es tan fácil de leer.

- Es una linda chica, dice que le gustas desde hace mucho tiempo. Y quiere conocerte, no le veo nada de malo. Además, no será un cita verdadera, ella solo quiere conocerte.-

- Mamá, no tengo tiempo. Ni ganas, así que por favor, deja de insistir. Y dile a esa chica que no estoy interesado.-

De repente, algo se me vino a la mente, ¿Por qué no invitar a todos los propietarios de la plaza que pienso demoler. Presentaría el proyecto frente a los medios y así Samantha, tendría no solo presión mía, si no también de los otros propietarios.

Me levanté de la mesa y bese la frente de mi madre, sonreí y me fui silbando. Esa era una buena idea.

-¿ Acaso estás loco, hijo? No te entiendo, Erick. ¿Conocerás o no a la muchacha?-

- Si estoy loco madre, se me acaba de ocurrir una gran idea. Y no, no quiero conocer a nadie. Te amo, nos vemos en la cena.-

Me fui al spa, ahora sí me relajaría, con esa presión que ejercerian, los dueños de los otros negocios, a la chiquilla maleducada, no me quedara de otra que aceptar vender. Prácticamente, yo solo tendría que presentar el proyecto para que toda la ciudad se entere.

Definitivamente, eso era bueno. Después de mi masaje, salí rumbo a la oficina, después, llame a mi madre para que se enviaran las invitaciones ese mismo día. No podía faltar nadie.

Ahora me sentía, renovado y con ganas de trabajar.

También tenía que ir a elegir el comprar lo que usaría en la gala.

Estaba probandome un smoking. Cuando de repente mi mente empezó a trabajar.

¿Debería llevarle a la mocosa, la invitación personalmente?

Definitivamente la respuesta era, si. No quería que la desechara como todas las notificaciones que me había mandado antes .

Entonces termine la compra y fui a donde estaba mi madre, para que me diera su invitación.

Ella no entendió mucho del porque hacia esto. Pero confiaba en mí juicio y me dio la invitación sin tantas preguntas. Pero resulta que no estaba sola, había un mujer, de mi edad. Bastante atractiva. Me miro y me dedico una amplia sonrisa, mi madre, que solo la observaba me miro con una cara de Celestina.

- Cariño, ven, voy a presentarte a esta linda señorita.- Me jalo y me llevo frente a ella. - Te presento a Lizbeth. Lizbeth, te presento a mi hijo, Erick.-

Me ofreció su mano y yo le devolví el saludo.

- Un placer.- Dijimos al mismo tiempo. Tenía una voz bastante aguda y empalagosa, pero el verdadero problema, fue cuando lanzo una carcajada chillona. El encanto se acabó.

- Madre, vengo por la invitación del taller de Sam.-

- O si, aquí la tengo, ese hombre debe ser una persona complicada. ¿Estás seguro que lo que vayas a hacer, funcionará? no quiero que arruines mi evento.- Si conociera a Sam, se iba de mi espaldas, todo lo contrario a esta mujer de clase alta

- Todo estará bien, madre, te veo en casa. Con su permiso señorita.-

- Adelante.- Contesto con esa voz que lástima mis oídos.- ¡Nos vemos en la gala!- Me grito cuando ya casi salía, mi madre estaba muy, pero muy equivocada si pensaba que yo saldría con ella.

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Comments

Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz

Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz

Típica la sra buscando una mujer de su clase social

2023-03-03

0

Celeste Shin

Celeste Shin

jajajjajjaja tiiiiipica chillona y empalagosa!!! todo lo contrario a Sam!!!

2021-10-22

6

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