Una tonta más

Esther miraba atraves de la ventana, sintiendo el vacío no solo en su cuerpo sino tambien en su alma, habian sido días sumergida en sus propios pensamientos odiando al mundo, odiandose a ella misma por haber sido una tonta más, por haber entregado su alma a un hombre que solo quiso poseerla. Ella no comprendía el por que le secedia todo esto, ella se torturaba vajo la verguenza por haberle fallado a sus padres, a esos que extrañaba y le hacia mucha falta.

- hola -

Una voz llego detras de ella, Esther la ignoró, no estaba de animos para socializar.

- Necesito una compañera para salir al jardín, quieres serlo?-

Esther siguió sin responder, pero vio a la señora atraves del reflejo del cristal de la ventana, era una mujer de unos 80 o 90 años, muy tierna y elegante.

- Lo siento, no quiero ser grosera pero no creo que yo sea buena compañía.-

- Claro que lo eres, no hablas, estas como ida y es justo lo que necesito- respondió la anciana caminando a paso lento hasta llegar frente a Esther

- Soy Catalina.. dime cata o como se te antoje

Esther sonrio, la anciana era directa y honesta pero miy tierna - Esther - respondio ella- mamá solia decirme Teté-

- Bien, vamos al jardín -

Esther suspiró, aunque pensandolo bien un poco de sol no le haria nada mal después de meses

- Se quien eres- La anciana rompió el silencio mientras Esther la ayudaba a sentarse en una banca cerca del estanque

Esther no respondió pero la verguenza inundó su rostro

- Te he visto y se que eres buena, tu único pecado fue amar a la persona equivocada-

- Prefiero no hablar de ello- Esther la interrumpió poniendose de pie y abrazandose a ella misma

- Debes hacerlo, sacar toda esa mierda que te daña, que te seca -

- Ya estoy seca Doña Catalina, no solo me sacaron me mataron

Esther se giró y se volvio a su habitación con sus ojos empañados de lagrimas Catalina suspiró y abrió su Diario en el que comenzó a escribir, tenia una inspiración.. la vida de Esther.

Al caer la tarde Catalina hiso que trasladaran su cama a la habitación de Esther, quien al ver el movimineto de los enfermeros y personal de apoyo Esther no preguntó, estaba acostumbrada a no hacer preguntas, asi que ignoró el alboroto y siguió con el libro en su mano.

- Hola hola

Esa voz cantarina la desconcentro tomandola por sorpresa, catalina iba entrando a la habitación en una silla de ruedas empujada por un enfermero.

- Dejame aqui guapo, mi nieta me ayudará

El enfermero le hizo un guiño a Esther quien lo ignoró ya que estaba impresionada con lo que catalina habia dicho, aun asi se levantó del pequeño sofa y caminó para recibir a Catalina

- Gracias joe - Esther le agradeció al chico que en verdad era guapo y ayudó a catalina a subir a la cama mientras que para catalina no pasaron desapercibidas las miradas del chico y es que como no, Esther a pesar de ser chaparrita era una mujer muy bella, ser reservada le daba un toque de elegancia inigualable

- Estas muy desnutrida Teté

Esther sonrió, no sabia como iba a aguantar el humor de esta ancianita. volvió al sofa y tomó el libro nuevamente entre sus manos.

- Te dije que ya se tu historia?

Esther se sorprendió pero prefirió ignorarlo ya que estaba al tanto de los rumores entre las enfermeras.

- Sabes, me da igual, yo no soy Dios para juzgarte pequeña, pero si puedo hacer que salgas de aqui y vivas

Esther la miró con compasión y le agradeció con la mirada - Ven, sientate conmigo, quiero que me masajees mis manos..viejas y cansadas

Esther no se negó, tomó un poco de crema y masajeo las manos de la anciana - Si presiono fuerte me dices - Esther tenia una voz dulce y tierna

Catalina sonrió, esa chica le caia bien., - Esther, te gustaria trabajar para mi?

- No - respondio con suma paciencia - no creo que como paciente esté permitido...

- No tonta, fuera de aquí - Esther se sorprendió pero sabia que eso era imposible, al parecer sus días estaban destinados a pasarlos el resto de sus dias en este asilo

Esther se puso en pié - Buenas noches Señora Catalina, debe descansar.

Catalina suspiró, sabia porque Esther era asi y le daba pena su situación.

Catalina era una anciana de 77 años miy curiosa, llevaba poco en el asilo al que sus hijos la habian enviado debido a sus crisis y depresiones nadie queria cuidarla ninguna enfermera o empleada les duraba y como la anciana hacia muchos escandalos decidieron enviarla a una mansión para personas mayores, ella no entendia porque Esther una niña de 21 años formara parte de la plantilla como una paciente mas, desde que la vio supo que habia algo raro allí y como si de una misión se tratara se juró a descubrir toda la verdad, cosa que a su mente le habia ayudado y mucho.

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