Mientras estaba en mi habitación descansando, pensaba en como diablos había pasado de aborrecer a este personaje a tenerle está pequeñísima pizca de agradecimiento (si si, solo era una pizca). Ahora, lo único que quería era saber si de verdad su palabra tenía algún valor, y para saberlo, tenía que volverme cercana a las personas adecuadas en esta casa, la señora Campbell estaba ganada, al menos eso creía ya que ella no se llevaba bien con la tercia y realmente fue muy amable conmigo, al menos eso quiero creer, lo difícil... será ganarme al señor Glenn.
Un par de horas después, casi a la hora de la merienda, escuché como tocaron mi puerta muy suavemente.
— Señorita Jacobs, la merienda está lista y el señor Gunn desea que usted tenga su primera comida en su mesa — dijo la señora Campbell desde fuera de mi habitación.
— Si, si, ya voy — abrí la puerta apesarada y ella se sorprendió.
— Señorita, pero aún no usa el atuendo adecuado — mencionó muy sorprendida mientras entraba directamente hasta mi clóset.
— ¿Adecuado? — y me seguían sorprendiendo.
— Señorita, mientras esté comiendo no se ponga nerviosa, coma con los cubiertos de su elección el día de mañana comenzarán sus clases de etiqueta y por la tarde sus clases de idiomas, tengo entendido que usted cuenta con amplios conocimientos en Historia Universal y tiene amplios estudios sobre comportamiento humano — decía mientras buscaba en la cómoda.
— Pero el señor Gunn no me habló sobre nada de esto, él me dijo que... — como siempre no me dejan terminar de hablar.
— Señorita Jacobs antes de que usted comience a hacer sus verdaderas labores en esta casa tendrá que aprender a ser toda una dama, usted será quien se responsabilice del comportamiento del tercio de abejas que gobiernan esta casa, y para serle sincera, no me apetece que alguien más fracase en esta tarea por qué estoy arta de la altanería de estas tres mujeres que no tienen un apice de damas, así que... ¿se dejará ayudar o solo fracasará como lo hicieron las últimas dos... doctoras, que vinieron aquí? — me explico mientras se sentaba frente a mí con un conjunto muy mono.
— ¿Que papel tengo realmente como "doctora" en esta casa?, todas las tareas que me han dado tratan de hacer de todo menos de lo que tenga que ver con mi profesión, ¿o acaso solo es el título de doctora lo que me respalda? — pregunté algo rígida en mis palabras.
— Escúchame bien Elisa, tu papel en esta casa será de todo menos de médico, esa solo será una labor que harás cada mes y de forma muy esporádica asi que ¡Olvídate de eso! — ella me explica muy seria ¡por fin alguien me dará respuestas! — Tu "trabajo" es volver a alguna de esas cinco chicas una mujer adecuada para ser la señora de esta casa, o en su defecto, la madre de los hijos del señor Gunn. Addison lleva tan solo un año y medio en esta casa y se ha posicionado como una de las favoritas del señor, y créeme que a nadie le gusta eso, si él la acepta y ella le da un hijo varón, será el heredero de esta casa y de todos los negocios que le pertenecen al señor Gunn, y Addison, ella será una maldita perra desgraciada con nosotros — para este punto, la señora Campbell comenzaba a convencerme de ayudarlos... Y de ayudarme a mi misma.
— Entonces ustedes... ¿quieren que Catalina sea quien tome ese lugar? — pregunté sin imaginar su respuesta.
— No, nosotros no queremos que ninguna de ellas le de un heredero al señor Gunn, nosotros queremos que usted lo haga — me respondió con una calma que parecía traída del mismísimo Himalaya, mientras, yo tocia de la sorpresa.
— Está usted jugando conmigo, ¿no es así? — pregunté muy nerviosa mientras me asomaba por un costado del cambiador.
— Elisa siéntate aquí conmigo te explicaré algo que tú aún ignoras y de lo que de poco en poco te darás cuenta —
— La escucho — respondí sentandome a su lado pero con mucho nerviosismo.
— Las mujeres que viste haya afuera son hijas de políticos de distintos países, ellas son intercambiadas con la excusa de recibir una educación más completa fuera de su país de origen, el verdadero plan es lograr que sus hijas se consagren como esposas de algún hombre rico o en su defecto del hijo de algún multimillonario, y así, lograr que sus familias suban su nivel socioeconómico, como podrás ver, el señor Gunn no es... precisamente un hombre jóven, además él quedó muy dolido desde el día en que su esposa Anabella murió de cáncer ya hace más de díez años, ella si que era una verdadera dama, su rostro siempre transmitió mucha confianza pero sobre todo, paz, y tranquilidad, hasta el último día de su vida su único deseo era hacer feliz a su esposo, ella nunca pudo lograr darle un hijo aún así él jamás le reprochó o la hizo menos, nosotros la hemos respetado hasta el día de hoy, la señora Anabella era muy querida y respetada entre la alta sociedad escocesa e inglesa aparte ayudo a su esposo a conseguir grandes tratos con sus socios extranjeros, así que como podrás imaginar para lograr convertirse en la esposa del señor Gunn necesitas algo más que simple belleza física, además, estas mujeres no son más que un triste intento de señoritas que lo único que tienen que hacer es convertirse en por lo menos una pequeña parte de lo que era la señora Anabella, lo malo es que estas niñas caprichosas lo único que desean es poder ser preñadas y así lograr el objetivo de su familia sin hacer ningún sacrificio —
>>¿Esto en verdad es real?<< me pregunté para mí misma.
— ¿De verdad, que esto es enserio? — la mire escéptica.
— Eres muy graciosa querida, escúchame tú y yo sabemos que los ricos se manejan de formas que nosotros los pobres jamás nos imaginamos, pero eso no significa que esté mal, solo significa que sus intereses son distintos a los nuestros, y si lo que te preocupa es si a las hijas de los ricos les molesta aún que sea un poco está situación, debo decirte que no es así, ellas son educadas y criadas para todo esto — dijo en un tono de tristeza y desilusión.
— Y si ellas son hijas de hombres tan ricos y poderosos, ¿por qué piensa que yo puedo superarlas y ocupar ese lugar tan deseado? — pregunté ya entrada en chisme.
— Elisa, la señora Anabella no era una hija de ricos, ella venía de lo más humilde, era maestra en una ciudad costera llamada Portree, el señor Gunn acababa de heredar toda la fortuna de su difunto padre y quería hacer algunas donaciones y eligió entre algunas otras zonas la escuela en la que ella trabajaba, justamente cuando fue a visitar la escuela ella tenía a sus alumnos en un examen y se rehusó a interrumpir a sus alumnos solo para que un hijo de aristócratas modelara frente a ellos, después de ese incidente él no dejo de procurar el lugar hasta que logró que ella se casara con él, ya luego ella comenzó a darse cuenta de lo que realmente significaba ser su esposa, el salió del mercado de solteros y se consagraron como una de las parejas más influyentes del país, yo sé que todo esto que te cuento te parece sin importancia pero quiero que entiendas el tipo de expectativas que tenemos sobre la que será la esposa del señor Gunn — continuaba hablando y poco a poco entendía que era lo que más me convenía.
— Insisto en preguntar, señora Campbell, ¿por qué piensa que puedo hacer ese papel? —
— Leí tu currículum y todos los datos e información que William recopiló sobre ti y me quedo más que claro que tú eres la indicada, sabes... mucha gente te conoce y tienen mucha información sobre tu persona y en lo que mas centre fue en la consistencia que había sobre tu perfil psicológico, tu poder de liderazgo y tú empatía hacia las causas nobles, sin mencionar tu poder de convencimiento fueron algunas de las cosas más interesantes, además, eres muy buena consiguiendo lo que deseas y esa es una cualidad que ninguna de esas niñas mimadas y caprichosas tiene, así que ¿tienes las agallas para hacerlo o solo te limitarás a que alguna de ellas lo haga? — se levantó se acercó a la puerta y mientras la abría agregó — Sin mencionar que tu hijo tendría un futuro extraordinario —
Desgraciada manipuladora, creo que alguien sabe hacer bastante bien su trabajo, ella se fue no sin antes decirme que me esperaban para la merienda. Por mi mente estaba pasando demasiada información y no lograba acomodar ninguna de mis ideas.
<< ¿realmente esto está pasando? y ¿acaso el señor Gunn tiene la misma idea que ella? por qué a decir verdad eso explicaría por qué les molesta tanto mi presencia en está casa, o más bien, ¿será que las otras mujeres trataron de hacer lo que la señora Campbell deseaba y probablemente ella solo me quiera usar para divertirse mientras fallo?... Ay no ¡STOP! ya estoy pensando puras estupideces, UN PASO A LA VEZ ELISA, por lo pronto dirígete a la merienda y así conocerás a quienes te enfrentas, tendrás que ser muy precavida con lo que dices y haces y... no confiar tanto en la señora Campbell, ella podría estar tramando algo en tu contra, lo primero que tengo que hacer es averiguar todo lo que pueda sobre todas y cada una de las personas que viven en este lugar y así sabré cuáles serán mis próximos movimientos.>>
Me encontraba inmersa en mis pensamientos mientras caminaba hacia donde sería la merienda, de repente escuché como me hablaban.
— Señorita Jacobs está aquí — saludó Catalina de forma amable — Tome asiento, me alegra que esté aquí así podremos conocernos mejor, al fin y al cabo usted será quien cuide de nosotras — sonrió de manera forzada para agradar al señor.
— Insisto en que ella no es la adecuada para este trabajo, ¿por qué la trajiste Phillip? — Addison le cuestionó con una molestia apenas disfrazable.
<< ¿Philip? así que ella lo llama por su nombre de pila... interesante... >>
— Espero y no estés queriendo decir que mis decisiones no son de tu agrado y que no piensas acatarlas — dijo el señor Gunn en un tono serio.
El semblante de Addison cambio y aún que ella haga casi siempre lo que quiere, está vez no podrá hacer nada para sacarme de aquí a menos de que mi jefecito lo decida ¡EXCELENTE!.
— No es eso señor yo solo... es que usted sabe que me es difícil acoplarme a nuevo personal — dijo tratando de arreglar las cosas, ¡bruja!.
— Lamento importunar a la señorita, créame que haré todo lo posible por qué se sienta cómoda con mi presencia — dije seriamente y sin dejar de mirarla.
— ¿Escuchaste eso Addison?, ¿no tienes nada que responderle? — le cuestionó el señor Gunn dejando de lado lo que hacía.
— Aam... si, gracias señorita Jacobs estoy segura que nos llevaremos bien — no es necesario destacar que lo dijo de forma hipócrita y vacía.
— Señorita Jacobs tome asiento ese será su lugar de ahora en adelante, esperamos que se sienta cómoda y disfrute la comida — siguió Catalina mientras que el señor Gunn la veía con orgullo.
<< Valla... ella si que sabía como complacer al señor Gunn, me preguntaba ¿que otros sucios trucos tenía bajo la manga?, además de comportarse como una perra sumisa.>>
— Es usted muy amable señorita — tomé asiento mientras servían mi plato y veía como Addison parecía que se defecaba hacia adentro.
— Angela, estás muy callada, ¿estás indispuesta? — le pregunto algo preocupado.
— No señor es solo que... no he hablado con mis padres en toda la semana en la que usted se encontró fuera del país y de verdad deseo hablar con mi madre y mis hermanas, ¿será posible que hoy me pueda comunicar con ellas? — preguntó con una voz muy dulce.
— Claro que si, Carlota, después de comer acompaña a la señorita a realizar su llamada —
Me sorprendió ver como la veía de esa forma tan dulce, tal vez y SOLO TAL VEZ la señora Campbell tenía razón y no era tan malo después de todo.
La comida transcurrió de forma "normal" las tres hablaban... bueno... alardeaban de sus avances intelectuales y de sus logros en los distintos deportes que practicaban, lo que me llevaba a pensar que en lugar de comportarse como esposas parecían unas hijas queriendo enorgullecer a su padre (Complejo de Electra, ¿eres tú?), me mantuve en silenció analizando todos y cada uno de los detalles que se presentaban en la mesa, hasta que me sacaron de golpe de mis pensamientos.
— Señorita Jacobs cuéntenos sobre usted, ¿de dónde viene? — preguntó Catalina de manera estrepitosa.
— Aam... yo — comencé aún aturdida y dirigiendo mi mirada hacia él.
— La señorita Jacobs viene de un país al otro lado del mundo, del que ninguna de ustedes tiene necesidad de saber y espero que no la molesten preguntando cosas que a mí parecer no definirán su desempeño con ustedes — él término de forma tajante.
— Si señor — contestaron todas sin respingar.
— Me voy tengo demasiadas cosas que hacer — dijo mientras todas se levantaban — Señorita Jacobs puede irse a descansar, como dije, tus labores comenzarán el día de mañana y si es tu deseo puedes tomar la cena en tu habitación... descansen nos vemos mañana — dijo retirándose del lugar.
Todas nos retiramos sin decir más, al parecer el carácter autoritario del señor Gunn no es algo con lo que se deba jugar, pero tampoco es difícil de lidiar.
Llegó la noche y decidí tomar mis alimentos en mi habitación como me lo sugirió el señor Gunn, me recosté sobre mi nueva cama, cerré mis ojos y no supe más de mi.
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Updated 186 Episodes
Comments
patry
jajaaa chusmeando
2023-08-02
0
Fabiana Lopez
jajajja me mató
2022-01-20
2
ALe Martinez
si necesitará mucha inteligencia y control para soportar a esas mujeres
2021-11-16
3