Episodio 2.

Rubí:

Aquel baile de hace un momento me dejó exhausta.

Al entrar al camerino que comparto con mis compañeras, me senté y tomé un poco de agua.

-- Hoy lo hiciste mejor-- sonrió mi jefa.

-- Entonces me quedo?-- negó con la cabeza.

-- No. Osea niña, por qué no eres como tus compañeras? con ellas si gano dinero, mucho dinero, ellas no se ponen tanta ropa a la hora de bailar, y tu te vistes como una monja. Por Dios, yo no puedo seguir dándote trabajo. Ya que no gano dinero, más bien lo pierdo al darte de comer y que vestir. Te doy hasta mañana para que vayas recogiendo tus cosas.

-- Usted no me puede estar haciendo esto-- susurre.

-- Lo siento querida, pero...así son las cosas aquí, si no sirves...te vas-- sonrió y salió guiñandome el ojo.

-- Y ahora qué hago?

Logan:

-- Así que Rubí del Castillo, huérfana, tiene 18 años de edad, su cumpleaños es en dos meses, vive aquí y no tiene novio-- sonreí al leer la información que le había encargado a mi hermano-- Rubí; eres toda una joyita. Dónde está la dueña del lugar? porque supongo que ella es la que cuida de Rubí, no?

-- Sí, así es.

-- Quiero hablar con ella acerca de la joyita de Rubí-- mi hermano asintió con la cabeza y se alejó de mí-- ay joyita, no entiendo porqué me interesas demasiado.

Minutos después mi hermano se me acercó con una señora, la dueña del bar; le hice una seña para que se vaya y al hacerlo me quedé a solas con aquella mujer.

-- Buenas tardes señor, en qué le puedo servir?

-- Seré rápido ya que no tengo suficiente tiempo, me interesa una de sus bailarinas y quisiera comprarsela.

-- Qué...? Mis chicas no están en venta...-- saqué mil dólares--...como le dije, mis chicas no están en venta-- rodé los ojos y le enseñé 10 mil dólares-- bien, pensándolo bien, podría hacer una excepción. Todas son huérfanas, y no tienen dinero, por lo que sé que aceptarán irse con usted. A cuál quiere?

-- A Rubí-- respondí rápidamente y ella se quedó impactada.

-- A...Rubí? señor creo que se está equivocando de mujer...

-- Quiero a Rubí. A aquella chica gordita pelirroja. Acepta o no hacer tratos conmigo?

-- Sí..sí claro.

-- Bien-- sonreí-- pues en este momento me la llevo?

-- Ahora? señor, tengo que serle sincera, Rubí es una chica algo difícil de comprender, y creo que no aceptará irse con usted-- suspire.

-- Entonces yo encontraré la manera de llevarmela, pero si eso sucede no habrán 10 mil dólares-- iba a levantarme pero me agarró del brazo.

-- Está bien. Hablaré con ella, por favor espereme aquí-- se levantó y asenti lentamente mientras esbozaba una sonrisa.

Rubí:

Aún no puedo creer que me vaya a quedar en la calle, por más de 3 años eh trabajado en este bar, y lo único que sé es bailar, por los cielos, soy una inútil.

-- Rubí! querida!-- entró de nuevo mi jefa al camerino.

-- No se preocupe señora, estoy preparando mi maleta...

-- Rubí, te tengo una buena noticia.

-- Me podré quedar?

-- No, pero es algo mejor. Ya no tendrás que trabajar, o eso creo-- la miré confundida-- hablé con un amigo, él te recibirá en su casa. Así como lo oyes querida, ya no tendrás más una vida de pobre, ahora vivirás en una gran mansión.

-- Pero cómo...?

-- No hagas más preguntas y continúa guardando tus cosas-- acarició mi cabeza-- eres muy afortunada.

-- Gracias por hablar con su amigo y...

-- No tienes de qué, lo hice con mucho cariño, aunque nunca te lo haya demostrado siempre te quice como una hija. Bueno, te dejo, no quiero que tardes. Mi amigo te está esperando abajo-- sonrió y salió del camerino.

-- Bien...?

Nunca esperaba esas palabras de ella, la verdad siempre pensé que le caía mal, pero veo que las apariencias engañan. Con una sonrisa empecé a guardar mi ropa en la maleta. Ya estaba lista, y solo faltaba salir del camerino e ir con aquel misterioso amigo de mi ex jefa. Di un suspiro y salí de aquella habitación.

-- Rubí, que bueno que ya estás lista-- me ayudó la señora a bajar de las escaleras-- mira, te quiero presentar a mi amigo-- señaló atrás de mí y volteé-- él es Logan Smith, el hombre que te sacará de la pobreza.

Era el mismo hombre que no dejaba de mirarme mientras bailaba, el mismo hombre que tenía una mirada tan fría, aquel hombre me ayudará?

-- Buenas tardes, Rubí-- besó mi mano-- espero y nos llevemos muy bien.

Sonreí dudosa, algo estaba mal.

-- Yo también espero lo mismo, señor-- hablé.

-- No me digas señor, dime Logan, no tengo 30 años, tengo 25. Rubí; a partir de hoy tu vivirás conmigo. Te llevaré a mi mansión. Me caíste muy bien desde que te vi. La señora aquí presente me dijo que estabas pasando por un momento muy difícil y que no tenías dónde ir. Por lo que yo te recibiré en mi casa con mucho gusto. Te prometo que tu y yo nos llevaremos muy, pero muy bien-- sonrió.

-- Muchas Gracias-- agache mi cabeza.

Nunca pensé que en este día me sucediera esto, nunca pensé que un hombre de buen corazón me quisiera ayudar sin nada a cambio, o sí?

-- No es necesario que lleves tu ropa, te compraré mucha ropa-- me guiño el ojo.

-- No hace falta, no quiero que se moleste...

-- Me molestare sino aceptas las cosas que te ofrezco.

-- Gracias.

-- No me agradezcas, aún. Vamos, mi carro nos está esperando afuera. Te doy dos minutos para que te despida de la señora-- salió del lugar y me acerqué a mi ex jefa.

-- Señora, este hombre no me da confianza.

-- ¿Por qué? el es tan bueno.

-- Siento que quiere algo de mí.

-- Querida, déjate de tonterías, cualquier mujer quisiera estar en tu lugar, un hombre está dispuesto a ayudarte sin a cambio de nada. Ahora ve, y sonríe-- sonreí y le di un beso en la mejilla.

-- Gracias por todo señora.

-- De nada querida. Buena suerte-- asenti con la cabeza y salí de aquel lugar.

Miré fijamente a Logan el cual estaba en el carro esperándome, estaba dudando en entrar, él no me daba confianza, tal vez quiera aprovecharse de mí...Ay no Rubí, deja de pensar tonterías!

Me subí al auto con una sonrisa y nos fuimos alejando de aquel bar. Nunca había salido del bar, ahora me siento como libre, y estoy feliz. Observé el paisaje, y todo era hermoso.

No dije ni una palabra en todo el camino. El carro se detuvo después de varios largos minutos, y quedamos al frente de una hacienda. Me abrieron la puerta del carro, y agradeciendo me bajé de él.

-- Bien Rubí, esta será tu nuevo hogar.

-- Usted es dueño de esta inmensa hacienda? digo, ha de ser un hombre millonario-- sonreí aún sin salir de la impresión.

-- Más de lo que crees.

-- Es un empresario?-- rió y lo miré confundida.

-- Digamos que soy mitad empresario, y mitad hombre del bajo mundo-- no lo entendí pero no quería seguir haciéndole más preguntas.

Entramos a la hacienda, y note que todo lo que había en ella era brillante y sobre todo, muy valioso.

-- Cuéntame de ti, Rubí.

-- La verdad no tengo mucho que contar señor. Soy una chica ordinaria. Sin padres. Sin ninguna carrera por estudiar. Le podría hacer una pregunta?-- pregunté mientras subíamos las escaleras.

-- Dime-- sonrió.

-- Cuál es la verdadera razón por la que me está ayudando?-- se detuvo a mirarme con una sonrisa, y abrió la puerta de la habitación que estaba adelante de nosotros-- esta será tu habitación.

Me quedé sorprendida al estar parada en una habitación tan inmensamente hermosa.

-- Mi...habitación?-- tartamudeé-- la verdad no sé como agradecer todo lo que está haciendo por mí, señor.

Logan:

Lo sabrás muy pronto.

-- Lo hago con gusto-- sonrío-- en unos minutos una sirvienta te traerá algo de ropa. Si necesitas algo, no dudes en llamarme-- abrí la puerta.

-- Señor!-- corrió hacia mí y me dió un beso en la mejilla, haciendo que una corriente eléctrica estremeciera todo mi cuerpo-- gracias-- murmura con una sonrisa.

Aún no logro entender que tiene esta mujer, un simple beso y ya crea una erección en mí, no me quiero imaginar lo que provocaría verla bailar de nuevo. Espero no enamorarme de esta mujer, yo no nací para esas estupideces tan cursis del amor, yo solo quiero sexo, nada más.

-- No tienes de qué-- salí de la habitación y solté un suspiro.

Rubí:

Al parecer me equivoqué, el señor Logan parece ser un buen tipo, ¿pero por qué aún tengo una espina de desconfianza atravesada en mi corazón?

Minutos después una de las sirvientas de la casa me trajo algo de ropa fina, de las mejores marcas, pero el único problema era que las faldas eran demasiado cortas, y que decir de los vestidos. Llegó la hora de comer, y al bajar, entré al gran comedor, me quedé con la boca abierta al ver la mesa llena de platos exquisitos que jamás eh probado en mi vida. Me senté al frente del señor Logan. Me sentía algo incómoda, en la mesa no había nadie más que nosotros dos. Empezamos a comer, y me metí un poco de comida a la boca para que él no me preguntara nada. En esta vida hay pocas personas buenas, y en una de esas está él, Logan.

-- Te sientes agusta en esta casa?-- me preguntó y levanté la mirada.

-- Sí.

-- Dónde aprendiste a bailar?

-- Mi madre me enseñó cuando tenía 13 años, ella era árabe y mi padre mexicano.

-- Bailas muy bien, Rubí-- sonreí.

-- Para serle sincera usted es la primera persona que me lo dice de verdad. ¿Usted tiene esposa, novia, hijos?

-- No tengo ni esposa, ni novia, ni mucho menos hijos. No tengo tiempo para el amor.

-- Yo también, no me interesa enamorarme.

Al terminar de cenar, subí a mi habitación y me encerré en ella. Es difícil acostumbrarse a una nueva vida de niña rica, aparte que me siento inútil sin hacer nada. Me acosté en mi cama después de ponerme la pillama, de repente me dió algo de sed, y como no tenía un jarrón con agua, decidí bajar, para poder calmar esta bendita sed tomando agua. Me detuve en las escaleras cuando vi a Logan, conversando con un tipo.

-- Bien, y como te va con la gordita? ya te la follaste?-- preguntó el tipo que conversaba con Logan.

-- No, todo a su tiempo, hermano. La joyita de Rubí es algo distinto, no sé, siento como si ella fuera diferente a todas las mujeres.

-- No me digas que Logan Smith, el mafioso de todo México está enamorado de una gordita bailarina-- rió y abrí los ojos de par en par.

Un momento! mafioso?! y para colmo quiere acostarse conmigo?!

-- Deja de decir estupideces, Mark. Mañana comenzaré con lo planeado, mañana tendré a la joyita debajo de mí mientras yo le doy sexo salvaje-- rieron y frunci el seño.

Sabía que ese hombre ocultaba algo. No me puedo quedar más tiempo aquí, no quiero entregarle mi virginidad a un narcotraficante sexy, eso sí que no. Tengo que escaparme de aquí.

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Comments

mel

mel

si se enamoró y no quiere reconocerlo y la vieja la vendio

2024-04-07

0

Auribeth

Auribeth

jajaja ingenua a morir ya quiero que crezca emocionalmente

2023-12-20

3

Auribeth

Auribeth

jajaja ingenua a morir ya quiero que crezca emocionalmente

2023-12-20

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