Mis días como ama de casa eran demasiados aburridos, necesitaba distraerme, así que decidí buscar que hacer, en mi computadora abrí una carpeta que ya había olvidado que existía ya que antes de conocer a Daniel, sabia escribir poemas, busqué en internet donde podía `publicar esos poemas. Encontré muchas opciones y me encantaron demasiado ya que se podía ganar dinero con ellos, no dude y publique algunos versos que tenia ahí, me entretuve tanto que me olvide por completo de lo que tenía que hacer, rápido me puse hacer la cena antes que llegue Daniel sino capaz y se enoja.
No paso mucho rato y el llego, ya casi estaba lista la comida cuando entro a la cocina me miro y solo pregunto.
—¿Ya está la comida?
—Hola amor, si ya te sirvo. — El solo fue a lavarse las manos y ni siquiera me dijo hola, me sorprendió su actitud ya que el siempre era cariñoso, pero lo de di importancia ya cuando salió del baño ya tenia todo listo, me vio y se acercó dándome un tierno beso.
—Lo siento, me hicieron enojar en el trabajo, ya sabes los jefes muy autoritarios.
—Te entiendo amor, tranquilo te amo.
—Y yo a ti.
—Siéntate, hice tu comida favorita.
—Huele delicioso.
—Espero que te guste.
—Todo lo que cocinas te queda delicioso. — En eso tenia razón, todo lo que cocinaba me quedaba bien y no era por presumir, pero ese era mi don, aparte de a tecnología.
Después de cenar fuimos a la cama, estaba en el van cuando sonó mi celular, fui a ver que era y Daniel tenía el teléfono en la mano y su cara era de enojo, ahora que paso era lo que me preguntaba.
—Una notificación de una página, de poemas, es en serio, eso te pasa haciendo todo el día
—Amor, si te iba a decir.
—Con razón no estaba la cena servida, Camila te dejo aquí para que me tengas lista mi comida y mi ropa lavada, que será cuando tengamos a nuestros hijos.
—Basta tampoco es para que te pongas así, sabes bien que odio estar en la casa, me aburro aquí, tú llegas tarde, paso sola por eso busco que hacer.
—Mira deja esas tonterías deja de estar en el maldito teléfono y esa maldita computadora, si sigues en eso te juro que te quito esas tonteras.
—Estas exagerando las cosas Daniel.
—No exagero, seguro hasta te escribes con otro.
—Basta Daniel, pues que, si me inscribí en esa página, pero es para entretenerme, nunca te fallaría, al contrario, como puedes decirme eso yo te amo solo a ti, estoy contigo no merezco que me trates así, vienes enojado de tu trabajo a desquitarte conmigo, no me parece justo eso.
—No quiero pelear mas contigo, me voy a dormir al sofá.
Se fue dejando ahí, no llevábamos ni un mes de casado y ya se portaba así, era la primera vez que me decía esas cosas, me dolieron ya que el siempre fue un amor conmigo. No lo busque me acosté a dormir llorando, pero no lo busque.
Al siguiente día, me levante temprano a prepararle sus cosas, no iba a portarme mal yo no hice nada malo, él estaba bañándose así que no nos encontramos luego bajo me vio, pero yo lo ignore, el solo empezó a comer, me iba a ir, pero me detuvo.
—Espera, sé que me pasé, no debí haberte dicho eso, a veces pienso cosas estúpidas, pero no me hagas caso te amo y quiero pedirte perdón.
—Solo no lo vuelvas hacer, te amo demasiado como para soportar que me trates así.
—Si mi amor, hoy te llevare a cenar a tu restaurante favorito.
—Esta bien solo trata de no portarte mal sí.
—Si amor, sabes que puedes hacer eso de tus poemas claro siempre y cuando tengas todo listo, ya entendí que estar todo el día aquí sola si ha de ser estresante.
—No te enojas que suba los poemas.
—No, pero como dije tu prioridad soy yo, la casa y cuando tengamos hijos pues ellos también.
—Claro amor, me organizare para que estar en mi pagina y hacer las cosas.
—Te amo.
—Y yo a ti. — No sé si sea correcto, pero no dejare que mi matrimonio fracase, quiero un hombre como papa el siempre hacia feliz a mama, eran la pareja perfecta y eso mismo quiero que seamos nosotros.
—Bueno amor tengo que trabajar, hoy no cocines la cena vendré me bañare y nos vamos, ponte hermosa, como tú lo sabes hacer.
—Si mi vida, aquí te espero. Salió y me puse hacer rápido lo que tenia aquel hacer ya no me distraería con nada tengo que ser buena esposa y madre.
Ya por la tarde no tenia nada que hacer así que llame a Luna, estuvimos conversando por un largo rato, luego me fui a bañar y alistarme para cuando llegue Daniel estar lista, me puse un vestido que a él le encanta.
No tardo mucho en llegar y cuando me vio camino hacia a mí y me beso, se portaba tan lindo.
—Sabes que estas hermosa, y me encantas.
—Si lo se amor.
—Me baño y salimos en seguida. — Se metió a bañar, mientras yo lo esperaba, le llegaron unos mensajes, pero no quise leerlos, le tengo mucha confianza, seguro son del trabajo.
Al salir le comenté sobre los mensajes y los leyó, me dijo que eran de trabajo, se vistió y salimos, fuimos al lugar
donde fue nuestra primera cita, que lindo detalle, la pasamos muy lindo esa noche, al salir del restaurante nos encontramos con Tadeo, el solo me vio y me ignoro, siempre se a comportado así conmigo, nunca me ha querido, ese me molesta de él.
—Hermano, que bueno verte. — Dice Daniel.
—Hola, salí a comer algo, no esperaba encontrarlos aquí.
—Salimos a darnos unos gustos, ya me conoces
—Bueno nos vemos mañana en el trabajo.
—Adiós hermano. — Tadeo se fue y nosotros igual nos subimos a nuestro auto y empezamos
a conversar.
—Tu hermano me odia.
—Claro que no, el siempre ha sido raro.
—Como que no, ni siquiera me saludo.
—Tu tampoco lo hiciste.
—Porque no me iba a responder, lo conoces, siempre hace que no me conoce.
—Ya déjalo, el siempre es el raro de la familia, mejor no hablemos de Tadeo y vamos a la casa.
—Está bien.
Llegando a la casa la pasamos increíble, vimos películas comimos palomitas de maíz, y en realidad nunca me cansare de estar así con él.
Mis siguientes días fueron iguales, yo estaba en casa y Daniel en el trabajo, simplemente aburrido, mi mama y mi hermana venían de visita y al contarles que renuncie igual se pusieron enojadas, no podían creer que yo renuncie a lo que más me gustaba hacer.
Daniel después un día llego mucho mas tarde de lo habitual, le pregunte y solo me dijo que se quedo con su hermano en una reunión ya que habían cerrado un gran negocio en la empresa, no quise estar de celosa así que lo deje pasar, ya que después siguió siendo el mismo de siempre.
Un día toda mi vida cambio, había estado sintiéndome muy mal las ultimas semanas, así que fui al doctor para ver que decía, y me lleve una gran sorpresa estaba embarazada, la noticia le iba a encantar a Daniel y mas si el bebe llega a ser varón, tengo que hacerle una cena romántica de esa que le encantas a él.
Llegando a la casa empre como loca a preparar una deliciosa cena, era nuestro primer bebe debemos esperarlo con mucha felicidad, ya eran la 7 de Daniel no llegaba, le llame y me mandaba al buzón, me preocupe, pero no tenía el número de algún compañero de Daniel, solo tenia el numero de Tadeo, su hermano, cosa que no le voy a llamar ya que me odia y hacer seria insoportable.
Ya era las 10 y Daniel no llegaba, mis nervios aumentaron demasiado no me quedo otra opción que llamar a Tadeo, era algo que yo no quería hacer, pero me preocupaba el tan solo pensar que Daniel ya salió del trabajo y no era capaz de llegar.
El teléfono empezó a timbrar, tenia nervios ya que casi no habla con Tadeo, era muy raro y como siempre le caí mal entonces no era cosa que me agradé hablar con él.
—Alò. —Se escucho su voz y simplemente quería colgar, pero mi preocupación pudo más.
—Hola Tadeo, soy Camila. — Cada palabra salió entrecortada, no sabia que era capaz de decirme así que solo espere a que hablara.
—Ha eres tú,
¿Paso algo verdad?, tu no eres capaz de llamarme solo para saludar.
—Sabes donde esta Daniel, es muy tarde y aun no llegar
—Debió haber salido con algún amigo, salimos a la hora de siempre, así que ya es hora para que este en casa. — Sus palabras me angustiaron aún mas
—El nunca
llega tarde, y si le paso algo.
—No seas dramática los hombres somos así nos gusta salir a despejar la mente, seguro salió a tomar unos tragos, si mañana no llega yo mismo iré a la policía y luego a buscarlo ya, tranquila estas exagerando las cosas. — Sus palabras me llenaron de coraje, pero si tenía algo de razón, mi pare sabia ser así había ocasiones que salía con sus amigos y llegaba tarde
—Esta bien gracias de todos modos. —Me colgó sin ni siquiera despedirse, hay como me molesta la actitud de este hombre, a veces creo que ni es hermano de Daniel.
Mi mente pensaba tantas cosas, me imaginaba que llegaba la policía con una mala noticia, o que lo habían asaltado, mas me preocupaba mi embarazo, tenia un mes y ya con preocupaciones de este estilo.
Me acosté a la cama y después de tanto pensar me quede dormida, despierto al oír un ruido, me asuste al principio pero luego veo que era Daniel, estaba un poco tomado, no me dijo nada solo se quito los zapatos y se acostó, se quedo dormido al instante, me daban ganas de reclamarle pero se que seria inútil, mejor deje que durmiera
y aunque tenia rabia por no haberme avisado y llegar tarde, me sentía aliviada saber que por lo menos estaba bien y que todo lo que me imaginaba no paso, ahora solo tengo que pedir explicaciones de por que no aviso que llegaría tarde…
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