MI PEOR PESDILLA.

Estando en el restaurante nos la pasábamos muy bien, Daniel se comportaba todo un amor conmigo, y eso es el principio de una nueva vida ya que al convertirnos en padres sería un cambio en nuestras vidas, ya era bastante

tarde ya estábamos por irnos, pero se me ocurrió ir al baño.

—Amor tengo que ir al tocador.

—Si amor te espero aquí, voy a ordenar unas bebidas y nos vamos.

—Mas bebidas amor.

—Si cariño, algún problema.

—No ya regreso.

Fui al baño me arregle un poco y al salir tomamos las bebidas que mi esposo ordeno, al irnos sentir un pequeño dolor en mi vientre, pero no le di importancia al llegar a casa no podía creer lo que me pasaba, el dolor era insoportable y comencé a sangrar, empecé a llorar ya que no quería que nada malo le pase a mi bebe, pero Daniel se preocupo tanto que me llevo al hospital, estando ahí recibí la peor noticia que me podían dar.

—Señora, no me gusta nada los resultados, pero, su bebe ha muerto, y lo peor es que no podrá volver a ser madre. —Sus palabras fueron con cuchillas en mi pecho, perdí a mi bebe, pero como, no había hecho nada malo, lo peor es que no podre ser madre, Daniel lloraba a mi lado, esa noticia nos devasto a todos.

Mi hermana me visito, pero no quería hacer nada, solo espero que los días pasen y este dolor se me quite de alguna forma.

—Amor, me voy a trabajar.

—No importa ya he tener toda tu cena lista.

—Tienes que levantarte y hacer las cosas ya ha pasado una semana, estas mejor el docto ya dijo que no te quedo secuelas, puedes seguir con tu vida

—Que no me quedo secuelas dices, no podre volverme a embarazar y te parece que no me quedo secuelas.

—Me refiero a secuelas graves, eso también es grave pero no hay impedimento que vuelas a tus actividades normales.

—Acabo de perder a mi hijo, me siento mal, tengo que seguir con mi vida, pero me siento muy mal entiendes, tu ni siquiera me has ayudado a superarlo, te vas trabajar como si nada, pues yo si amaba este bebe a diferencia de ti.

—También lo amaba, pero debes entender que la vida sigue, debes dejar de aferrarte a ese bebe, cariño, no me gusta verte así, solo vuelve hacer la misma.

—No me pidas eso, mejor vete a trabajar que yo veré que hago.

Me volví acostar el solo suspiro y se fue, se que los hombres ven estas desgracias de una manera diferente, pero a veces pienso que a el le da igual lo que paso.

Ya al medio día me levante y arregle la casa, mi mama y mi hermana llegaron a la casa, han estado viniendo todos los días.

—Mi amor, Zoila te trajo esto, son tus favoritos. —Eran mis dulce favoritos, mi hermanita siempre sabia que era lo que gustaba y como animarme cuando me ponía triste, quise dejarlos, pero sé que ellas me quieren y se preocupan por mi así que los comí, Zoila se puso muy contenta sus ojitos me lo decían, ella detesta verme triste y sé que es difícil para mí, pero la vida sigue y me duele mucho haber perdido a mi bebe, pero ese fue el destino de Dios, y hay que aceptarlo.

—Gracias hermanita.

—Hija has pensado en volver a trabajar.

—No mamá, Daniel no quiere que trabaje.

—Pero hija estar aquí sola te hace sentir más mal, será mejor que salgas a distraerte.

—No lo sé, a veces creo que es mejor pasar en casa, tengo todo en orden para cuando mi esposo llegue.

—Eso es cierto hermanita, pero si no trabajas deberías salir, aunque sea unas 2 horas al día, para que no pases sola.

—Pues lo pensare.

—Bueno mi amor nos vamos, te cuidas y cualquier cosa sabes que puedes contar conmigo y con Zoila, te amamos.

—Lo se mama, también las amo. —Nos abrazamos y luego se fueron, mi hermana tiene razón, ahora solo debo decirle a Daniel que tomare algún curso por la mañana, solo espero que no se enoje.

En la noche mi esposo llego con un ramo de rosas enorme, quise llorar de la emoción, pero solo lo miraba y esos ojos me decían lo mucho que me amaba.

—Sabes que eres el amor de mi vida, se que no ha sido fácil la muerte de nuestro hijo, pero no quiero verte así, quiero que seas la misma Camila de la cual me enamore, aunque pases aquí sola quiero que seas la misma, así

de única y especial, te amo.

—Daniel te amo y se que no tome bien la partida de nuestro bebe, pero quiero recuperarme y para eso necesito ayuda, te amo y eso lo sabes.

—Sabes que cuentas conmigo mi amor, solo que te pido perdón por todo

—No tienes que pedir perdón ven te hice tu cena favorita.

—Sabes que te amo por lo única que eres, nunca te cambiara por nadie.

Nos besamos como la primera vez, hablar con mama me ayudo, ahora solo tengo que decirle que quiero hacer alguna actividad ojalá no se enoje.

Ya después de cenar y ver nuestra película favorita, me dispuse a decirle lo que quería.

—Daniel, te quiero decir algo.

—Pasa algo mi amor.

—No, sol que quiero tomar algún curso para no pasar todo el día aquí sola, no quiero deprimirme quiero hacer algo, no se un curso de manualidades, de pintura o de cocina, algo que me distraiga.

—Claro mi amor, pero eso si sin descuidarte de aquí, eso ya tendrías que organizarte.

—En serio no te enojas.

—Claro que no mi amor, eres mi esposa solo tienes que organizarte nada más, sabes que lo que mas quiero es verte feliz.

—Eres un amor, te amo.

No se como pude pensar que este hombre no me quería, es tan lindo.

—Malena mismo voy a ver unos cursos y el que mas me guste lo tomo.

—Me parece bien amor.

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NARRA DANIEL.

Tengo que actuar tan bien delante de mi esposa se levanto bien de mañana para hacer todas las cosas de la casa para irse hacer sus locuras de su curso, l que tengo que aguantas para mantenerla contenta y dominada, a veces no la soporto.

Me despedí de ella y fui directo a recoger la Estefanía, la única que le llena en todo sentido ella es tan sexy que no se porque demonios no la conocí antes.

—Hola cariño, y esa cara.

—La estúpida de Camila que quieres hacer un curso para distraerse.

—Hay pobre debe estar muy triste.

—Si, pero ojalá con eso se le quite.

—Te dije que esas pastillas eran efectivas.

—Si, pero no me dijiste que dejaban estériles, ahora si no se podrá embarazar.

—Y mejor así no tienes que escuchar bebes llorar ni nada, o es que si querías ser padre con esa.

—Hay claro que no, solo decía me tomó por sorpresa ese doctor cuando me dijo eso.

—Bueno ya, mejor vamos a trabajar o sino me llevas a un hotel para pasarla bien rico.

—Sabes que mejor vamos a quitarnos el estrés, que tú sabes bien cómo hacerlo.

NARRA CAMILA.

Sali de la casa camine varias cuadras y no había nada que me guste camine mas cuando vi a lo lejos un letrero, me acerque y fue ahí cuando vi las inscripciones para un curso de cocina me llamo mucho la atención así que ingrese para saber la información completa, fue ahí cuando me encontré con un ex compañero de la universidad, Marcos, el me vio y se quedo igual de sorprendido, ya que cuando lo recordaba era un poco gordito pero ahora tenia un cuerpo de infarto y si no es correcto que diga eso pero se veía muy guapo, y muy bien.

—Hola, Camila verdad.

—Si Marcos soy yo, acaso no me recuerdas.

—Claro que te recuerdo como me voy a olvidar de ti, la mas inteligente de la clase, y que andas haciendo por aquí.

—Estoy interesada en el curso de cocina.

—Es enserio tus cocinas.

—Ubio que sí.

—Pensé que lo tuyo eran los números y la tecnología, la verdad nunca me imaginé verte con un delantal cocinando.

—Ya ves, la vida da muchas vueltas.

—Así veo, yo soy el Chef, el que va a dar el curso, si me invitas a comer unos de tus platillos te aseguro que te doy un descuento.

—Por supuesto, puedes venir a mi casa cuando quieras, solo tengo que decirle a mi esposo y ya.

—Te casaste, la verdad lo siento no quisiera incomodar

—Claro que no, además me gustaría tener la opinión de un Chef.

—Gracias, no sabes como me gustaría saborear tu comida, pero bueno te explico la información del curso y me dices si te interesa.

—Si está bien.

Marcos se portó tan lindo que la verdad el tiempo se paso volando al llegar a la casa era muy tarde así que hice la comida lo más rápido posible, Daniel no tardaba en llegar, pero cuando lo hizo tenia todo listo, incluso le conté

de Marcos y me dijo que no habría problema en que lo invitara a comer, no había duda tengo a mejor esposo del mundo.

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