Después de renacer, el CEO me mimó como a una princesa
En su vida anterior, Natalia fue traicionada por un hombre despreciable y su supuesta mejor amiga.
No solo perdió su hogar, sino que también envió a su amado a prisión, donde sufrió una muerte horrible.
En esta nueva vida, no solo se propone acabar con los infieles, sino que también desea redimirse por la muerte del hombre que más amaba.
Sin embargo, al despertar en el hospital, escucha a Alejandro proponerle el divorcio de manera cruel.
¿Hmm? ¿Por qué esta historia se desarrolla de manera diferente? ¿Divorcio? ¡Ella no se va a divorciar! Ahora que el destino le ha dado una segunda oportunidad, Natalia se compromete a amar a Alejandro de verdad y a compensarle sus errores pasados.
¿Quieres Ser Mi Madre Y Esposa De Mi Padre?
Cuando, pierdes a los que amas queda un vacío difícil de llenar. Pero si la persona que se va es alguien que hizo mucho daño y deja a un ser que no tiene la culpa. Porque hacerlo sufrir con el abandono y la crueldad de la indiferencia.
Después Del Divorcio
Qué sentirías si todo tu mundo se viene a bajo de la noche a la mañana? Qué sentirías si después de formar una familia feliz , está fuera destruida? y que sentirías si todo lo que hiciste y todo tu sacrificio no valió de nada? Esta es mi historia espero que te guste.
Mi jefe esta enamorado de mi
—¿Por qué siempre huyes cuando las cosas se ponen reales? —La voz de Caelan era baja, casi un susurro, pero cargada de frustración. Aysel retrocedió un paso, chocando con la pared detrás de ella. Él
1
1
Un Monstruo En Mi Cama (+18)
PARTE 1 Era la niña de sus ojos, eso decía. Un hombre enamorado de su creación. La mayor de sus flores quién tomaba forma a medida que crecía. Antonio puso sus ojos carnales en su pequeña. Con la ex
2
48
Un Monstruo en mi Cama (+18)
Parte 2 Ana Se levantó aterrorizada y vio al Ryan riendo como loco "¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¡Llamaré a la policía!" "Creerán que estas loca, solo tu puedes verme __ Ryan hizo una pausa acer
0
50
"Síndrome de Estocolmo, supongo"
Cuando me secuestraron, pensé en todas las maneras en que podría escapar. Grité, pataleé, incluso intenté sobornar a mi captor con mi tarjeta de crédito, hasta que él me miró, incrédulo. —Señorita,
2
14