III

Entran al hotel rodeados por los guardias del pelinegro, ella iba tras él, muy curiosa por lo que veía, por parte de Stevans disimuladamente la veía, se sentía curioso porque siendo tan adorable sus padre la vendería, acaso no la querían o porque.

Cuando entraron a la habitación el pelinegro hace señal para que ella pase y sus guardias se retiren, ella entra aun con la ropa húmeda y el saco que este le había dado.

-Siéntate- menciono de una manera fría, como él se caracterizaba.

Ella se acercó a la cama y se sentó frente a él, con la mirada en el suelo.

-Si tu dueño te habla por qué no lo miras- dijo de manera enojada.

Brisa se sintió un objeto, siempre lo fue, pero le dolió el hecho que el fuera su dueño, que le quitaran el derecho a todo.

-P..Perdón señor- comento alzando la mirada y aguantando las lágrimas.

-Cuantos años tienes.

-19 señor - una lágrima le bajo por su mejilla.

- Supongo que sigues en la universidad.

-s.. Si

- Como eres parte de mi plan para hacer pagar a tu padre, y yo no soy tan malo, podrás seguir con tus estudios en Nueva York, estudiaras en la mansión y no saldrás- dijo de manera recta- seguro tu padre te vendió porque eras una hija bastante relajada, conmigo será distinto, la mansión será todo lo que tendrás, tendrás joyas, ropa, cuadernos… menos libertad.

La joven no pudo aguantar y lloro, verdaderamente este hombre no la saco de ningún infierno simplemente lo continuo.

Ella lo que más quería era poder salir, pasear como una chica normal, conocer el mundo y a las personas que habitan en ella.

-C..como usted lo diga Señor Stevans.

-Así me gusta, yo soy el señor aquí, así todo lo que ordena se cumple.

Dicho esto se paró y salió de la habitación, sin antes decir un "Buenas noches"

La pobre niña solo lloro toda esa noche, con la ropa aun mojaba y de frio, sin darse cuenta de lo que le había dejado para cambiarse.

...♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤...

Se encontraban esperando el avión privado de Stevans, el hombre se había enojado porque Brisa había amanecido mal, con fiebre y dolor de cabeza, lo que causo el retraso de su viaje.

-Pero acaso eres tonta, te deje ropa nueva- decía aquel hombre con los ojos más azules de ira.

-L..lo lamento cof cof... no los vi señor

-Ashh sabes que no me servirás si estas enferma, si te mueres será en vano la plata que gaste en ti- renegaba Stevans, tocándose su frente.

Los guardias avisaron que ya estaba disponible el avión, se dirigieron ahí y subieron, pero Brisa nunca había subido a uno de esos, jamás en su vida.

-Estas esperando una invitación sube- decía mientras subía apurado.

Brisa tomo coraje y subió, se sentó frente a Stevans y este frunció en ceño.

-Qué haces aquí - decía mientras cogía su celular para hacer una llamada.

-Y..yo hice lo que me pidió señor.

-Este no es tu asiento, no me gusta viajar con personas enfrente mío, vete allá - señalo el asiento que se encontraba a lado izquierdo de él.

Ella hiso lo ordenado y se sentó agarrándose del asiento y cerrando los ojos. Lo cual llamo la atención de Stevans. Quien miraba curioso.

-No me digas que no has subido a uno de estos, tengo entendido que tu papa tiene uno también.

-Si pero jamás subí a uno Señor-dijo mientras agarraba más el asiento ya que el avión empezaba a moverse.

-No te creo, tus padres son muy viajeros, deja de mentirme, no te tendré compasión igual.

Y era verdad Brisa jamás fue llevada a los viajes que sus padres realizaban, el avión empezó a elevarse y una turbulencia con ella, lo cual hiso que Brisa empezara a llorar. Podría ser muy buena en la pelea o con las armas, pero también tenía miedo por las cosas que jamás hiso.

-Niña deja de llorar me estresas, eres buena para actuar -decía enojado.

Sin embargo sentía que ella decía la verdad, pues sus expresiones eran demasiado reales, imposible¡¡ Pensó, ya que obviamente alguna vez tuvo que viajar en uno de estos.

Desesperado por la actitud de esta, desabrocho su cinturón y se sentó frente a ella. Tomando su mano, mientras ella tenía los ojos cerrados.

-Ves lo que estoy haciendo, recibirás un castigo por esto- protesto, recibiendo un asentir de parte de Brisa.

Al llegar a Nueva York los dos bajaron escoltados por los guardias. Un auto negro esperaba por ellos, el pelinegro le dio una señal para que subiera.

Brisa miraba por la ventana del auto muy feliz, el hombre se preguntaba que una simple ciudad podía cambiar su actitud tan rápido, estaba muy curioso por el hecho de que parecía una persona perdida en este mundo, admirando las cosas simples.

-Pareeee -grito llamando la atención de Stevans y del guardia que manejaba.

Brisa había notado a un niño siendo golpeado, le recordó mucho a ella, sin importar lo que le pase, bajo del auto y corrió hasta el pequeño, impidiendo que fuera más golpeado.

Stevans quedo impactado, "Mujer loca" murmuro como se atrevía a hacer lo que quisiera. Pero al darse cuenta de porqué de su acción no dijo nada más y bajo del auto.

Acompañado por los guardias que venían en otro carro tras él.

-No te metas- grito el hombre tratando de pegarle a Brisa, pero una mano se lo impidió.

-No es de un hombre pegar a una mujer- menciono aun sosteniendo el brazo de este.

-Quieres tu animal- amenazo el hombre soltándose del pelinegro.

-No quisieras saber - propino un golpe al hombre que lo dejo en el suelo-te gusta maltratar a niños inocentes a!! dime.

El hombre no dijo nada, en ese momento Stevans saco su arma y señalo con esta al hombre tirado.

-No, no que hará -decía el hombre temblando, propino un disparo justo en su cabeza, el cual provoco el asombro de Brisa quien tenía al niño en sus brazos.

Lo mato porque estaba golpeando a este niño inocente pensó, lo que le di una idea de que él no era como su padre.

-Encárguese de el- dijo mientras guardaba su arma- vámonos.

-S..señor el niño-dijo Brisa aun asombrada

-Dáselo a Harry - era la mano derecha de Stevans y un buen portador de armas.

Brisa hace lo que ordeno y se despide del pequeño. Sube al auto y mira a Stevans.

-Señor

-Si- dice mientras voltea a verla, lo cual pone nerviosa a Brisa.

-Porque no solo encerró al hombre, en vez d...

-No me gustan estas injusticias, el pequeño no tenía la culpa, castigo al que se lo merece- Brisa pensó en su padre que la golpeó y encerró desde que ella era pequeña- sin piedad alguna, sin embargo tu bajaste sin mi permiso.

-Yo.

-Te lo pasó porque lo hiciste por algo bueno, si me desobedeces otra vez, no te tendré piedad.

-S..si señor Stevans -dijo mirando al pelinegro con una sonrisa adorable, Stevans no pudo evitar mirarla de reojo.

De alguna manera esta mujer lo tenía intrigado y curioso, al principio pensó que era por su hermoso cuerpo y belleza, pero ahora se da cuenta que es por que esconde algo, y por lo visto muy doloroso. Movió su cabeza ya que una de sus reglas es no sentir compasión por esta mujer ya que es hija del hombre que odia. Una regla que se impuso justo en este momento.

Sin saber que pronto la rompería y con eso se impondría muchas más.

Nos vemos en otro capìtulo 😊😊😊😍

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