Corre

-¡No te contengas!- Grito Lucas, mientras detenía los ataque de Ross, aunque sabia que ella se contenía con cada golpe quedaba, molesto por su actitud, la tomo de la cintura e hizo un movimiento para derrumbarla, pero al ver cómo la chica cerro los ojos pues sabía que la caída le dolería, hizo un repentino movimiento para que ambos cayeran y ella cayera sobre él.

-Lo siento- Susurro la Rosa estaba encima de Lucas, levantó su mirada hacia él.

-Princesa, deje de contenerse de lo contrario todo esté entrenamiento será inutil- Dicho esto la apartó de su lado y se puso de pie.

-Perdon- Fue lo único que dijo, sabía que Lucas tenía razón pero no sé contenia por gusto, si no de manera involuntaria.

-De pie, lo haremos nuevamente- Dijo, Ross obedeció pero al estar de pie se tambaleó, cuando estaba por caerse Lucas la sostuvo de la cintura y la pego más a él.

-Lo siento...- Dijo nerviosa, sintiendo su mano en su cintura y leve cosquilleo, quiso alejarse pero el se lo impidió.

-Sera mejor que terminemos por hoy- Dicho esto la soltó y comenzó a alejarse, Ross se sintió impotente por no poder continuar con el entrenamiento, a paso lento comenzó a caminar a paso lento, pues sus piernas apenas y respondian por el duro entrenamiento.

Lucas se adelantó y dejó sola a la princesa, al llegar a la recámara se dio una larga ducha, pensando que a su termino Ross ya habría llegado, pero no fue así, en la habitación solo estaba él, salió al balcón a tomar un poco de aire ya había oscurecido.

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-Mierda...duele horrible- Se quejo Ross, estaba sentada en el lago, se había desviado antes de ir a la habitación, pero sintió más cerca aquel lugar que su propia recamara, estaba agotada, las piernas le dolían horrible, no soportaba tanto dolor, se había quitado las botas pues sentían que le apretaban, después de un rato metió sus pies en el lago y así estuvo un buen rato, observando la noche oscura, llena de estrellas.

Escucho unos ruidos y miro a su alrededor, estaba muy oscuro para ver la luz de la luna apenas iluminaba.

-Oh, princesa- Franco salió de unos arbustos, la chica los miro nerviosa, sus piernas aún dolían y no podría defenderse de ellos.

Franco la desnudo con la mirada, desde aquella noche en la que fue interrumpido, había deseado tanto la chica, su cuerpo era exquisito, la quería para él, quería su virginidad.

-No se te ocurra- Dijo deduciendo las intenciones de Franco, su mirada le daba asco y un terrible escalofríos la recorrió, observo a su alrededor estaba solo no había duda de ello, podía escapar de él y rogaba por qué sus piernas reaccionarán.

Franco comenzó a desabotonarse su camisa esta vez no perdería el tiempo, es lo que pensaba, pero Ross no lo dejaría, tomo una piedra del lago y se puso de pie, cuando Franco se acerco lo golpeó con la piedra en la frente y retrocedió de dolor, fue ahí cuando Ross aprovecho para correr directo a su habitación y aunque sus piernas dolían no se detuvo, sintió que Franco la seguía, giro su cabeza mientras corria ya estaba por alcanzarla y cuando sus piernas comenzaron a dejar de responderle sintió un fuerte golpe, se había tropezado con algo, perdió el equilibrio y cayó al suelo sentada, llevándose su trasero un duro golpe.

-Princesa- Escucho la voz de Lucas, levanto la mirada y se había tropezado con él, no pudo evitar sonreír pues sabía que Lucas la defendería de Franco.

Franco se detuvo en seco al ver a Lucas, sabía que sus intenciones serían nuevamente interrumpidas.

-Vamos Lucas, comparte- Soltó con una sonrisa ladina.

Lucas sonrío al ver el golpe en la frente de Franco sabía que fue ocasionado por Ross, se había defendido aunque también noto que se había contenido al golpearlo, aún tenía que superar esa parte.

Ross se puso de pie y miro a Lucas el se mantenía callado ante las palabras de Franco.

-Jamas me metería con alguien tan asqueroso como tu- Respondió mirando con asco a Franco esto lo hizo molestar, dio un paso hacia a ella pero Lucas se puso enfrente de la chica.

Intercambiaron miradas, pero la de Lucas imponía más, Franco chasqueo la boca y se marchó molesto.

-Gracias- Dijo Ross aliviada.

-No hice nada...Vamos a dormir- Dijo, ella asintió y noto como sus piernas temblaban, tenía dos opciones caminar a su paso para llegar a la habitación sin que ella fuera atacada o la segunda que era mejor para él pues quería ya dormir, sin pensarlo la cargo a su hombro como si se tratara de un costal de papas, Ross se sonrrojo pero no protesto.

Él comenzó a caminar con ella en sus brazos, mantenía su mano en sus piernas, pero se vio tentado al ver de reojo el trasero de la chica, subió un poco su mano hasta estar en su trasero y comenzó a hacer un leve masaje, sintió como Ross se tenso pero no se quejo, sonrió para si mismo y luego bajo nuevamente su mano, sabía que no debía aprovecharse de ella, pero tan solo verla se veía tentado y le costaba resistirse.

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