Un mes

Lunes por la mañana, era hora de regresar a la academia, Ross optó por ir vestida con la pantalones negros y camisa blanca con olanes en las muñecas, botas negras y su cabello sujetado a una coleta de caballo.

-Oh mi pequeña- Miro el Rey a su hija, vestida con ropas varoniles, pero no le importaba era su hija.- Te echaré de menos- Dijo dándole un abrazo.

-Regresare el fin de semana- Respondió al caluroso abrazó.

Subió al carruaje sin más, iba sola por Ethan no había regresado de su viaje, lo extrañaba.

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Al llegar a la academia los maestros sobretodo Arnold se sorprendió al verla bajar del carruaje pensó que la joven no regresaría pero se ocupó,miro de reojo a Franco quien no apartaba su mirada de la chica, al parecer el chico no había cumplido su cometido con la princesa y ahora a causa de eso tendría que sorportarla nuevamente.

-¡Donald!- Exclamó Ross al ver al chico llegar, él se acerco y la saludo.

-Me alegro verte nuevamente Ross- Sonrió, ambos caminaron en dirección a los dormitorios, Donald sabía que Ross no era bien recibida en la academia así que la acompaño hasta su recámara.

-Gracias, te veré en el entrenamiento- Sonrió, Donald solo asintió pues recordó que aquella habitación también era la de Lucas y el joven ya había regresado de su misión, ciertamente la semana pasada lo había olvidado por completo, así que dedujo que ellos habían compartido habitación ya, bueno Lucas era diferente y sabía que no le faltaría respeto a la princesa.

*****

La chica entro a la recámara y noto que aún estaba la inmensa cama, suspiro pensó que hoy por fin tendría una cama propia.

-Oh no hicieron los cambios- Entro Lucas, miro de pies a cabeza al chica, aquella ropa hacía que resaltará su cuerpo y sobretodo su trasero algo que le gustaba.

-Hola- Saludo la chica, él solo asintió y se dirigió al armario donde dejó su pequeña mochila se quitó su gabardina y desabotono unos botones de su camisa, Ross entro para dejar su maleta y miro como el chico se desabotonaba la camisa.

-Princesa ¿Quiere hacerlo usted?- Pregunto con una sonrisa malévola al notar la mirada de Ross, la chica se ruborizó más de lo que ya estaba y salió corriendo de ahí.

-Lucas... controlate- Susurro asi mismo, y sin más se cambió de ropa por algo más cómodo y se dirigió al jardín de entrenamiento.

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-¿Otra vez?- Replicó Ross, Arnold el maestro nuevamente le había asignado cien vueltas diarias y aunque sabía que podía cumplirlas no quería hacerlo pues ella quería un entrenamiento como el de los demás.

-Es lo único que puede hacer princesa, así que obedezca- Ordenó el maestro molesto.

-¡Pues no!- Grito molesta, todos los presentes miraron sorprendidos pues nunca antes se habían revelado contra Arnold era un maestro temido por sus castigos, pero ella era la princesa, Arnold no le haría nada ¿O Si?

Arnold la miro de pies a cabeza era una mocosa inmadura, que pensaba que por ser hija del rey podría tener tales privilegios pero no era así, su lugar no era ahí, ese era un lugar para fuertes guerrero y no niñitas como ella.

-Mide tus palabras mujer- Levanto la voz y se acerco a ella amenazante- Estás aquí solo por beneficios del rey, pero no eres un guerrero entiende, tu deber es servir a un hombre- Le tomo de la barbilla con fuerza Ross sintió dolor pero no sé quejaría, no pediría clemencia eso sería darle la razón a Arnold.

-Cuidado con lo que haces Arnold- Se escuchó la voz de Lucas, Arnold soltó a la chica y miro a su estudiante número uno, a su lado están Donald quien había borrado su mirada noble.

-Solo estoy haciéndole entender que ella no debe estar aquí, es una mujer y aunque sea hija del rey no recibirá entrenamiento por parte de nosotros- Hablo y generalizó a todos los maestros, ciertamente Arnold era incluso temido por los maestros por lo que no replicaban ante sus decisiones aunque no estuvieran de acuerdo.

-Bien- Dijo Lucas- Entonces la entrenaré yo- Soltó para sorpresa de todos.

-¿Haz perdido la cabeza?- Grito molesto Arnold por la decisión de Lucas.

-Un mes, solo la entrenare un mes y para entonces se tendrá que enfrentarse a uno de tus guerreros, si ella gana recibirá el mismo entrenamiento que los demás y será respetada- Se acerco a la chica quien permanecía callada ante lo sucedido- ¿Que dices?- Reto.

-Si pierde ella se largara sin causar problemas con su padre- Acepto Arnold.

-Hecho, pero sabemos que estando a mi cargo no perdera- Termino, jalo del brazo a la chica y se la llevó en dirección al bosque, al estar muy dentro del bosque la soltó.

-¿Por qué?- Pregunto mientras recuperaba el aire, Lucas la había casi arrastrado a aquel lugar.

-No quiero que tú padre cause una masacre- Respondió mientras se recargaba en un arbol- Además creo que es tiempo de bajarle el ego a Arnold, y que mejor que lo haga una mujer- Sonrió.

-Gracias- Susurro.

-A partir de hoy entrenaras conmigo, parmaneceremos lejos del grupo, no quiero que te distraigan o vean que tanto avanzas, conozco tu descendencia así que confiaré en tus habilidades heredadas- Dijo, la chica se incorporo y asintió Lucas era serio ante el entrenamiento así que no lo decepcionaría.

-Comencemos-

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