No te vayas

Lucas entro a la recámara estaba oscuro pero la luz de la luna iluminaba, las puertas del balcon estaban abiertas y el aire corría por la habitación, escucho unos quejidos provenientes de Ross, se acerco a ella estaba totalmente bañada en sudor y su cuerpo no dejaba de temblar.

Se dirigió al balcón y cerró las puertas, luego fue al baño y trajo una charola con agua y una toalla comenzó a pasarla por la frente de la chica limpiando en sudor, pero incluso su ropa estaba húmeda, tenía que cambiarla, fue al armario y saco un camisón fino color azul, comenzó a desabotonar la blusa de la chica y a como iba abriendo camino limpiaba con la toalla húmeda, hasta llegar a su ombligo, la levantó un poco y le puso el camison bajandolo totalmente, luego retiro el pantalón y lo dejo en el suelo.

-Carajos, no soy tu maldita nana...- Soltó molesto, nunca antes había tenido que cuidar de alguien, pero ahí estaba con Ross cuidándola como una niña pequeña.

-... Lucas- Dijo en su delirio, él la miro y sonrió, le gustaba que ella lo llamara en su delirio.

-Tranquila, estarás bien- Susurro, olvidó las formalidad en la que le hablaba total ella no lo recordaría.

-No te vayas- Le sostuvo la mano y se aferró a él- Quédate conmigo- Le dijo.

-Descuida, estaré en la cama de a lado- Dijo tratando de soltarse de su agarre, la chica negó y comenzó a sollozar dejando a Lucas sorprendido.

-No...quédate aquí... conmigo....- Susurro en su delirio.

-Vamos princesa, no entramos los dos aquí...estaríamos muy juntos- Le dijo tratando de controlar su tentación.

-No importa...me gusta estar cerca de Ti...- Terminó, Lucas nuevamente sonrió y acepto la invitación de la chica, se acomodo en la cama y posó un brazo debajo de ella y la pego a su cuerpo, ella se acomodo sobre su pecho se sentía tan bien.

-Princesa...deja de provocarme- Susurro, estaba enferma lo sabía y no le haría nada en ese estado, pero llegaría un momento en que no se controlaria.

-Me gusta sentirte cerca...tus caricias, tus besos- Dijo en Susurro, la sonrisa de Lucas se amplio más, tener enferma a la princesa era bueno pues hablaba de más.

-¿Ah si?- Susurro.

-Si....no me gusta que otras te toquen....no me gusta que te toque Celeste...- Dijo, Lucas recordó lo de la tarde, quiso reír pues aquella princesa estaba celosa, Celeste era una conocida de la infancia, ciertamente ella le había pedido una oportunidad pero el se negó, y cada que podía se le insinuaba pero él siempre la rechazaba.

-Descuida...No lo hará de nuevo- Le respondió, está tarde la volvió a rechazar y se fue molesta maldiciendolo por debajo pero no le importaba.

-Ahora duerme- Le dio un beso en su cabeza y se dispuso a dormir, la chica también se callo había entrado en un profundo sueño.

*****

Ross comenzó a despertar, sentía su cuerpo relajado, abrió sus ojos y lo primero que vio fue el hermoso rostro de Lucas, se sorprendió al verlo, y se Preguntoba ¿Qué hacía ahí? quiso levantarse pero el la rodeaba con sus brazos, trato de moverse pero era inútil.

-Vamos princesa, deja dormir- Escucho la adormilada voz de Lucas, ella levantó su mirada y se encontró con unos ojos dormilones.

-Yo...- No podía formular palabra, aquel Lucas recién despierto la dejaba hinoptizada, era tan lindo, con su cabello despeinado y sus ojos adormilados.

-Anoche dijo que me quería cerca de usted- Susurro, Ross se sonrrojo no recordaba nada de la noche anterior, ¿Que tanto había dicho? realmente se sentía avergonzada.

-Yo...no recuerdo- Susurro bajando la mirada su rostros ardía de vergüenza.

-¿Entonces no me quiere cerca?- Dijo con su ronca voz, Ross no sabía que responder, sentía sus mejillas arder.

-Lucas...por favor...yo no...no recuerdo nada y...- la chica no podía siquiera hablar, su cuerpo temblaba quería esconderse pero Lucas la tenía aprisionada.

Lucas sonrío le gustaba tener así de nerviosa a la princesa, claro Ross no veía la sonrisa de aquel hombre que tanto le encantaba, por su parte Lucas quería seguir jugando con ella pero pronto iniciaría el desayuno y si Ross no bajaba a tiempo, Ethan subiria a buscarla y no le gustaría para nada ver esa escena, así que decidió terminar su romántica y juguetona mañana.

-Oh, entiendo, todo lo de ayer fueron delirios debido a su enfermedad- Soltó a la chica pensando que así ella se pondría de pie, pero fue otra su sorpresa, la chica se apego a el y escondió su rostro en su torso.

-Si quiero- Susurro apenas. Lucas sonrío rodeo nuevamente a la chica con sus brazos.

-Mírame, Ross- Ordenó en su susurro, ella levanto la mirada y sus mejillas estaban rojas y sus ojos tenían un extraño brillo.

Lucas acerco su rostro al de ella y unió sus labios en un tierno beso poco a poco se hizo más intenso, ambos jugaban con sus lenguas, Lucas bajaba las manos hacia el trasero de la chica dio un leve apretón y ella gimió en el beso, luego bajo sus labios por su cuello dejando besos y mordidas, llegó hasta el inicio de su camisón sabía que tenía que contenerse pero no pudo hacerlo, desabotono los primeros botones, dando así vista a sus senos, llevandose uno a la boca dando suaves besos y mordidas.

Era la primera vez que Ross sentía algo así, le gustaba lo que Lucas hacia, sentia en su intimidad un cosquilleo, sus senos querían sentír más los besos de Lucas, su cuerpo entero deseaba sus caricias.

-Carajo- Soltó Lucas deteniendose, cubrió a la chica con su camison y la miró, aquella mirada de excitación y confusión le gustaba, quería seguir besándola y acariciandola, quería hacerla suya pero no podía, ella era la princesa, era su deber protegerla, no podía jugar con ella, realmente se sentía atraído por ella pero solo eso no sentía ningún sentimiento más y al ser la princesa no podía tratarla como una más del monton.

-Use primero el baño, Ethan no tardará en subir por usted- Dijo, mientras se sentaba en la cama.

Ross asintio y se dirigió al baño, Lucas la observo la chica se tambaleaba al caminar, sabía a qué se debia ella estaba debil por la fiebre que tuvo la noche anterior y con lo sucedido hace unos momentos, ¡Carajo! miro su entrepierna tenía una erección de la cual tenía que deshacerse rápido, ahora se lamentaba haberle dado el baño primero a la princesa.

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