Vale... La Vida
Yo, Valeria
La cuarta hija de una pareja que guardaba tantos secretos, secretos que con el tiempo salieron a la luz y cambiaron por completo mi vida lo que me hace ponerme a pensar en ¿que vale mi vida? Si no tiene sentido
Donde todo es tan horrible y ni siquiera tengo derecho a sonreír porque algo muy malo puede pasar
Tan triste fue ésta historia que siempre la quise contar pues a alguien le puede servir todo esto.
Para mi,
la novela más triste del mundo y al mismo tiempo la más bonita y entretenida, donde siempre pasa de todo
Se que nunca dejaré de huir
Y sé muy bien que nunca, nunca me voy a aburrir de todo esto
Por más mala que sea la suerte, todo esto me da la fuerza para seguir hacia adelante
*
Las cosas no comenzaron mal, al principio todo era muy bonito pero lo malo empezó más tarde porque al principio para una pequeña niña que empezaba a vivir todo solo puede ser felicidad, todos vemos la vida tan fácil y tan bonita, lo peor pasa después.
Y comienzo conmigo
Yo soy Valeria y creo que soy de las pocas personas que están conformes con su nombre, el nombre más bonito de todo el mundo siempre digo yo, una pequeña y tierna niña que amaba la naturaleza y los animales, la niña que deseaba con todas sus fuerzas ser la heroína y salvadora de los animales cuando fuera grande, la mejor en todo siempre
Si siempre quería ser la mejor en todo, siempre hacía todo lo que estaba a mi alcance para aprender todo antes que los demás para que todos supieran de lo que podía ser capaz, fue entonces como desde muy pequeña empecé a ver como mis papás siempre decían cosas buenas de mi, sólo de mi
Siempre los escuchaba decir “ella es la más seria y la más estudiosa" “la más lista" siempre que aprendía algo nuevo les decía primero a ellos para que estuvieran enterados de todo, siempre quedaban impresionados por como a tan corta edad podía hacer tantas cosas ya, como sabía hacer las cosas que ni siquiera mi hermana la más grande sabia hacer
Se notaba como sobresalía todo el tiempo, pues tenía cuatro hermanas más en ese tiempo y de igual manera parecía que yo siempre hacía todo mejor que las demás y eso era muy bueno para mí
Tenía mi cabeza en las nubes por la emoción, por tantos halagos por parte de toda mi familia que quería aprender a tocar guitarra cuando tan solo tenía 7 años.
Mi mamá, era una mujer muy bonita, tenia el cuerpo más bonito del mundo y aunque no era muy cariñosa siempre trataba de motivarnos y hacernos sentir bien, siempre fue la parte más importante de mi vida, tan fuerte y tan decidida todo el tiempo
Siempre la mejor mamá del mundo, siempre fue demasiado estricta con todas sus hijas, nos ponía a hacer las labores domésticas desde muy pequeñas para que aprendiéramos de todo, estábamos muy bien educadas, la gente del pueblo decía que éramos las niñas más educadas de todo el pueblo, que obedecíamos más que nadie y que éramos muy serias
Toda la gente decía que éramos una hermosa familia ejemplar, no había más familias en el pueblo que tuvieran más de tres hijos y entonces nosotras éramos muy raras ahí y más porque nuestras edades eran casi iguales, mi mamá tuvo primero a Ilian mi hermana la más grande la más tranquila que nunca se metía en problemas con nadie, al pasar un año y medio nació mi siguiente hermana
Miranda, ella tenía el carácter más fuerte que todas, era la que no le tenía miedo a nada ni nadie y también le gustaba pelear con todas sus hermanas, siempre era la que tenía las ideas más locas y todas las demás solamente hacíamos lo mismo que ella
Un año y medio mas tarde nació Andrea, ella era muy bonita y traviesa, siempre seguía a Miranda más que todas, le encantaba jugar con los juguetes de los niños y siempre encontraba con quien pelear
Y un año después nací yo, Valeria
Después de un año y medio siguió la última, Sofía, mi hermana favorita, la niña más bonita del mundo y con la que me llevaría mejor que con nadie, la que siempre estaría conmigo en las buenas y en las malas, hasta ese momento éramos cinco niñas, cosa que no le agradaba mucho a mi papá, pero tenía que aguantarse porque no ganaba nada con enojarse
Juntas éramos lo mejor, creo que de haber sido menos hermanas hubiéramos tenido menos aventuras y alegrías
Nosotras éramos lo que más llamaba la atención en la familia , dicen que parecíamos un montón de pollitos detrás de mi mamá o una curiosa escalera cuando nos formábamos de la más grande a la más pequeña, cuando se trataba de jugar, era lo más divertido del mundo, Miranda y Andrea nunca nos dejaban aburrirnos con sus ocurrencias
Si tres niños pueden jugar muy divertidos ahora imaginen todo lo que pueden hacer cinco, entre más niñas mejor
Pasaron tantas cosas que ni siquiera sé por dónde empezar y me cuesta tanto trabajo tratar de recordarlo porque siempre hubo más cosas malas que buenas, no me gusta volver a ese tiempo tan triste, tanto que todavía me dan ganas de llorar cuando escucho una canción o una frase, odié tanto ese tiempo que trataba de olvidar todo pero eso es imposible, siempre quedan los recuerdos, sean malos o buenos, eso nunca se borra
Es imposible recordar todo con detalles pero puedo recordar que todos los domingos salíamos de paseo con mis tíos y primos después de salir de misa, y uno de esos domingos fue donde puedo decir que empezó todo, donde nos empezamos a dar cuenta que habían empezado los problemas en nuestro hogar
Mi papá era un hombre un poco machista pero muy trabajador, el nunca dejaba de trabajar, pero tampoco dejaba de tomar alcohol, el tomaba mucho, todo el tiempo se emborrachaba por todo y por nada y mas los domingos que no trabajaba solo tengo tristes recuerdos de el así, con un vasito en la mano y lo ojos brillosos, la cara roja y sin poder sostenerse cuando caminaba y ese domingo que nunca olvidaré aparte de estar borracho empezó a actuar de una manera muy extraña
Nosotras, unas niñas inocentes que solo pensaban en jugar. La más grande de mis hermanas tenía ocho o nueve años, estábamos muy pequeñas y es triste saber que desde ahí íbamos a tener que empezar a ver cosas que no debíamos y tendríamos que madurar más rápido que muchos otros niños de nuestra edad
Ese domingo terminó la misa y volvimos a casa, mi mamá estaba terminando de alistar las cosas para irnos al paseo, llegamos a terminar de ayudarle y un poco después llegaron mis tíos por nosotros para irnos al paseo de cada semana
Casi siempre íbamos al mismo lugar, nosotras ya teníamos nuestro espacio para jugar y siempre iban los primos, era más divertido jugar con ellos, me aburría jugar todo el tiempo a los mismos juegos de niñas, llegábamos y mientras mi mamá y mis tías hacían la comida los niños jugábamos y los hombres jugaban baraja, después nos hablaban para ir a comer y al terminar jugábamos otro largo rato, el tiempo duraba mucho así que nos daba tiempo se jugar y jugar hasta cansarnos, ese día jugamos tan a gusto y tan tranquilas sin imaginar lo que iba a pasar, ya era de noche cuando empezamos a recoger todas nuestras cosas para irnos a nuestras casas, mi papá estaba un poco extraño, se veía como si estuviera muy enojado pero yo no sabia porque, mientras que mi mamá se veía más contenta de lo normal, estuvo riendo todo el día y platicando con mis tías, se iba de un lugar a otro ya juntaba cosas por aquí y después por allá y de pronto, ya no la vi más, no se a donde fue yo creí que se adelante para pasar a la tienda por algo que faltara para la cena, recuerdo que mi papá se enojó mucho y no quería que nos fuéramos hasta que ella volviera pero pasó mucho tiempo y ella no llegó, mi papá más se enojaba.
No nos quedó de otra y nos fuimos sin ella, yo no entendía mucho solo podía notar el enojo en mi papá y como mis tíos trataban de calmarlo, claro que nunca lo había visto así con esa actitud tan horrible y con ese modo tan feo pero eso hizo que me pusiera muy nerviosa, como si sospechara que algo malo iba a pasar en cualquier momento.
Llegamos a nuestra casa sin mi mamá, pues ella no llegó por más tiempo que la esperamos, mientras estábamos en la casa esperando a que llegara, mis hermanas y yo empezamos a jugar con unas muñecas en uno de los cuartos, estábamos muy divertidas cuando de pronto empezamos a escuchar que afuera discutían, se escuchaba todo tan intenso que salimos todas corriendo muy asustadas para ver que era lo que estaba pensando, eran mis papás, mi mamá acababa de llegar de ese lugar donde estaba, nunca supe porque estaban discutiendo o porque se estaban portando así los dos si nunca habían peleado antes, siempre los había visto más tranquilos a pesar de que mi papá se emborrachara casi todos los días.
Seguían discutiendo y mis hermanas y yo solo los veíamos haber si ya dejaban de discutir
En medio de la discusión alcancé a ver que mi papá aventó a mi mamá al suelo, quedé en shock por un momento porque no supe como reaccionar y ella tirada en el suelo se puso a llorar, a mi papá lo empezaron a agarra mis tíos mientras mis hermanas y yo corríamos a abrazar a mi mientras no paraba de llorar, se levantó y no podía caminar porque al caer se golpeó en el bordo del escalón y la lastimó mucho
-Cálmate- le decían mis tíos a mi papá
No alcanzaba a escuchar lo que el les contestaba pero parecía que se estaba haciendo la víctima, solo hablaba y hablaba como un maestro cuando está explicando la clase y solo mueve las manos como si así se le entendiera más todo
-¿No estas viendo que estás asustando a tus hijas?- le decían
Mi papá no les contestaba nada de eso, si hablaba era solamente para decir que mi mamá había tenido la culpa, que ella había hecho algo malo pero yo no sabía que era eso tan malo que había hecho ella, solo se fue antes y ya ¿dónde estaba lo malo?
Yo no sabía ni que pensar pues jamás había visto algo así (y pensar que eso iba a pasar más seguido, que eso solo era el principio de un infierno).
Ellos se quedaron un buen rato hablando y no se como le hicimos pero nos fuimos de la casa, ese día nos quedamos a dormir en la casa de una tía que vivía muy cerca de nuestra casa, al día siguiente volvimos mientras mi papá estaba trabajando y cuando el llegó parecía que nada malo había pasado, se la pasó platicando con mi mamá y ella le respondía como todos los días, y nosotras al verlos tan normal, empezamos a jugar a hacer lo mismo de siempre.
Pasaron unos días y yo seguía sin poder entender que fue lo que había pasado pero igual, seguí tratando de que eso no me afectara.
En esos días el dueño de la casa le dijo a mi mamá que nos saliéramos de ahí porque iban a arreglar toda la casa, que nos fuéramos lo más pronto posible así que empezamos a buscar una casa en renta por todo el pueblo, nos salíamos todas las tardes a caminar por diferentes rumbos tratando de ir a todos los rincones del pueblo y donde veíamos una casa sola le preguntábamos a los vecinos si la estaban rentando pero siempre nos decían que no, no había ni una casa a donde pudiéramos irnos
Buscamos y buscamos por varios días hasta que le ofrecieron una casa a mi mamá muy cerca de donde estábamos viviendo y rápido fuimos a verla
Era una casa muy grande con pasillos espaciosos, un patio en el centro con un árbol de guayabas y otro de aguacates, al fondo un corral grande, los cuartos enormes
Nos encantó
Mi mamá le dijo al dueño que si la quería y esa misma tarde empezamos a cambiar las cosas a nuestra nueva casa, era excelente para una familia tan grande, para cinco niñas traviesas que casi querían todo el pueblo completito para ellas solas, solo un espacio así de grande nos quedaba bien
Pasamos toda la tarde limpiando esa enorme casa que parecía que no tenía fin, por más tiempo que estuviéramos limpiando siempre nos quedaban muchas partes sucias antes de terminar completamente, teníamos tantas cosas que acomodar en esa casa tan bonita, cuando empezó a meterse el sol, empezó a llegar la luz de la luna y el cielo poco a poco se ponía más obscuro, el viento empezó a soplar con un poco más de fuerza y tan frío que solo nos daban ganas de irnos a cobijar nos ya, primero habíamos acomodado las camas así que podíamos dejar todo como estaba e irnos a dormir tranquilas y muy cómodas, todo lo demás no era tan urgente, podíamos terminar después
Entonces decidimos mejor irnos a dormir, estábamos cansados de tanto limpiar y mover tantas cosas por casi todo el día, pero muy felices por el nuevo cambio, empezaríamos a vivir en esa casa que nos quedaría más cerca el Kínder, pues yo iba todavía en tercer grado y mi hermana Sofía iba en segundo. La escuela primaria nos quedaría un poco más lejos pero para que yo entrara ahí todavía faltaba un año así que mientras yo me sentía muy bien, por ahora la casa quedaba más cerca de la escuela a la que yo iba.
La ubicación me encantaba y aparte íbamos a tener muchos vecinos con quienes jugar, todos los niños de ese barrio eran muy amigables y cuando nos vieron llegar poco a poco se fueron acercando para hablarnos e invitarnos a jugar con ellos
Mi mamá no nos dejaba salir al principio, nos decía todo el tiempo que éramos muchas niñas para jugar y que no necesitábamos a nadie mas
Y cuando nos peleábamos entre todas nos castigaba y no nos dejaba salir en unos días, pero cuando salíamos no volvíamos a la casa hasta que se hacía noche y ya no podíamos ver la pelota en tanta obscuridad o hasta que nos llegaba el hambre más fuerte que nos obligaba a entrar a buscar algo de comida, hicimos muy buenos amigos en ese lugar, en la casa anterior solo teníamos una cocinita pero su mamá no la dejaba juntarse con nosotras pero su hija y yo a veces jugábamos juntas a escondidas, su mamá decía que éramos una familia muy problemática y que no quería que eso se le pegara un día a su hija, que era mejor tenernos lejos. Pero ahora todos los niños que vivían cerca de nosotros si jugaban todos los días ahí en la calle con permiso de sus papás y no les prohibían jugar con nosotras, ahí no importaba nada, había pobres a ricos y nadie hacía menos a los que eran más humildes , todos nos sentíamos iguales
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Comments
qué coincidencia graciosa que el principio de está novela comience con algunos recuerdos de mi infancia 😅
2021-03-29
2
Nathaly Cristina Lascano Amaya
esto estuvo increíble :)
2021-03-22
1