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Vale... La Vida

1

Yo, Valeria

La cuarta hija de una pareja que guardaba tantos secretos, secretos que con el tiempo salieron a la luz y cambiaron por completo mi vida lo que me hace ponerme a pensar en ¿que vale mi vida? Si no tiene sentido

Donde todo es tan horrible y ni siquiera tengo derecho a sonreír porque algo muy malo puede pasar

Tan triste fue ésta historia que siempre la quise contar pues a alguien le puede servir todo esto.

Para mi,

la novela más triste del mundo y al mismo tiempo la más bonita y entretenida, donde siempre pasa de todo

Se que nunca dejaré de huir

Y sé muy bien que nunca, nunca me voy a aburrir de todo esto

Por más mala que sea la suerte, todo esto me da la fuerza para seguir hacia adelante

*

Las cosas no comenzaron mal, al principio todo era muy bonito pero lo malo empezó más tarde porque al principio para una pequeña niña que empezaba a vivir todo solo puede ser felicidad, todos vemos la vida tan fácil y tan bonita, lo peor pasa después.

Y comienzo conmigo

Yo soy Valeria y creo que soy de las pocas personas que están conformes con su nombre, el nombre más bonito de todo el mundo siempre digo yo, una pequeña y tierna niña que amaba la naturaleza y los animales, la niña que deseaba con todas sus fuerzas ser la heroína y salvadora de los animales cuando fuera grande, la mejor en todo siempre

Si siempre quería ser la mejor en todo, siempre hacía todo lo que estaba a mi alcance para aprender todo antes que los demás para que todos supieran de lo que podía ser capaz, fue entonces como desde muy pequeña empecé a ver como mis papás siempre decían cosas buenas de mi, sólo de mi

Siempre los escuchaba decir “ella es la más seria y la más estudiosa" “la más lista" siempre que aprendía algo nuevo les decía primero a ellos para que estuvieran enterados de todo, siempre quedaban impresionados por como a tan corta edad podía hacer tantas cosas ya, como sabía hacer las cosas que ni siquiera mi hermana la más grande sabia hacer

Se notaba como sobresalía todo el tiempo, pues tenía cuatro hermanas más en ese tiempo y de igual manera parecía que yo siempre hacía todo mejor que las demás y eso era muy bueno para mí

Tenía mi cabeza en las nubes por la emoción, por tantos halagos por parte de toda mi familia que quería aprender a tocar guitarra cuando tan solo tenía 7 años.

Mi mamá, era una mujer muy bonita, tenia el cuerpo más bonito del mundo y aunque no era muy cariñosa siempre trataba de motivarnos y hacernos sentir bien, siempre fue la parte más importante de mi vida, tan fuerte y tan decidida todo el tiempo

Siempre la mejor mamá del mundo, siempre fue demasiado estricta con todas sus hijas, nos ponía a hacer las labores domésticas desde muy pequeñas para que aprendiéramos de todo, estábamos muy bien educadas, la gente del pueblo decía que éramos las niñas más educadas de todo el pueblo, que obedecíamos más que nadie y que éramos muy serias

Toda la gente decía que éramos una hermosa familia ejemplar, no había más familias en el pueblo que tuvieran más de tres hijos y entonces nosotras éramos muy raras ahí y más porque nuestras edades eran casi iguales, mi mamá tuvo primero a Ilian mi hermana la más grande la más tranquila que nunca se metía en problemas con nadie, al pasar un año y medio nació mi siguiente hermana

Miranda, ella tenía el carácter más fuerte que todas, era la que no le tenía miedo a nada ni nadie y también le gustaba pelear con todas sus hermanas, siempre era la que tenía las ideas más locas y todas las demás solamente hacíamos lo mismo que ella

Un año y medio mas tarde nació Andrea, ella era muy bonita y traviesa, siempre seguía a Miranda más que todas, le encantaba jugar con los juguetes de los niños y siempre encontraba con quien pelear

Y un año después nací yo, Valeria

Después de un año y medio siguió la última, Sofía, mi hermana favorita, la niña más bonita del mundo y con la que me llevaría mejor que con nadie, la que siempre estaría conmigo en las buenas y en las malas, hasta ese momento éramos cinco niñas, cosa que no le agradaba mucho a mi papá, pero tenía que aguantarse porque no ganaba nada con enojarse

Juntas éramos lo mejor, creo que de haber sido menos hermanas hubiéramos tenido menos aventuras y alegrías

Nosotras éramos lo que más llamaba la atención en la familia , dicen que parecíamos un montón de pollitos detrás de mi mamá o una curiosa escalera cuando nos formábamos de la más grande a la más pequeña, cuando se trataba de jugar, era lo más divertido del mundo, Miranda y Andrea nunca nos dejaban aburrirnos con sus ocurrencias

Si tres niños pueden jugar muy divertidos ahora imaginen todo lo que pueden hacer cinco, entre más niñas mejor

Pasaron tantas cosas que ni siquiera sé por dónde empezar y me cuesta tanto trabajo tratar de recordarlo porque siempre hubo más cosas malas que buenas, no me gusta volver a ese tiempo tan triste, tanto que todavía me dan ganas de llorar cuando escucho una canción o una frase, odié tanto ese tiempo que trataba de olvidar todo pero eso es imposible, siempre quedan los recuerdos, sean malos o buenos, eso nunca se borra

Es imposible recordar todo con detalles pero puedo recordar que todos los domingos salíamos de paseo con mis tíos y primos después de salir de misa, y uno de esos domingos fue donde puedo decir que empezó todo, donde nos empezamos a dar cuenta que habían empezado los problemas en nuestro hogar

Mi papá era un hombre un poco machista pero muy trabajador, el nunca dejaba de trabajar, pero tampoco dejaba de tomar alcohol, el tomaba mucho, todo el tiempo se emborrachaba por todo y por nada y mas los domingos que no trabajaba solo tengo tristes recuerdos de el así, con un vasito en la mano y lo ojos brillosos, la cara roja y sin poder sostenerse cuando caminaba y ese domingo que nunca olvidaré aparte de estar borracho empezó a actuar de una manera muy extraña

Nosotras, unas niñas inocentes que solo pensaban en jugar. La más grande de mis hermanas tenía ocho o nueve años, estábamos muy pequeñas y es triste saber que desde ahí íbamos a tener que empezar a ver cosas que no debíamos y tendríamos que madurar más rápido que muchos otros niños de nuestra edad

Ese domingo terminó la misa y volvimos a casa, mi mamá estaba terminando de alistar las cosas para irnos al paseo, llegamos a terminar de ayudarle y un poco después llegaron mis tíos por nosotros para irnos al paseo de cada semana

Casi siempre íbamos al mismo lugar, nosotras ya teníamos nuestro espacio para jugar y siempre iban los primos, era más divertido jugar con ellos, me aburría jugar todo el tiempo a los mismos juegos de niñas, llegábamos y mientras mi mamá y mis tías hacían la comida los niños jugábamos y los hombres jugaban baraja, después nos hablaban para ir a comer y al terminar jugábamos otro largo rato, el tiempo duraba mucho así que nos daba tiempo se jugar y jugar hasta cansarnos, ese día jugamos tan a gusto y tan tranquilas sin imaginar lo que iba a pasar, ya era de noche cuando empezamos a recoger todas nuestras cosas para irnos a nuestras casas, mi papá estaba un poco extraño, se veía como si estuviera muy enojado pero yo no sabia porque, mientras que mi mamá se veía más contenta de lo normal, estuvo riendo todo el día y platicando con mis tías, se iba de un lugar a otro ya juntaba cosas por aquí y después por allá y de pronto, ya no la vi más, no se a donde fue yo creí que se adelante para pasar a la tienda por algo que faltara para la cena, recuerdo que mi papá se enojó mucho y no quería que nos fuéramos hasta que ella volviera pero pasó mucho tiempo y ella no llegó, mi papá más se enojaba.

No nos quedó de otra y nos fuimos sin ella, yo no entendía mucho solo podía notar el enojo en mi papá y como mis tíos trataban de calmarlo, claro que nunca lo había visto así con esa actitud tan horrible y con ese modo tan feo pero eso hizo que me pusiera muy nerviosa, como si sospechara que algo malo iba a pasar en cualquier momento.

Llegamos a nuestra casa sin mi mamá, pues ella no llegó por más tiempo que la esperamos, mientras estábamos en la casa esperando a que llegara, mis hermanas y yo empezamos a jugar con unas muñecas en uno de los cuartos, estábamos muy divertidas cuando de pronto empezamos a escuchar que afuera discutían, se escuchaba todo tan intenso que salimos todas corriendo muy asustadas para ver que era lo que estaba pensando, eran mis papás, mi mamá acababa de llegar de ese lugar donde estaba, nunca supe porque estaban discutiendo o porque se estaban portando así los dos si nunca habían peleado antes, siempre los había visto más tranquilos a pesar de que mi papá se emborrachara casi todos los días.

Seguían discutiendo y mis hermanas y yo solo los veíamos haber si ya dejaban de discutir

En medio de la discusión alcancé a ver que mi papá aventó a mi mamá al suelo, quedé en shock por un momento porque no supe como reaccionar y ella tirada en el suelo se puso a llorar, a mi papá lo empezaron a agarra mis tíos mientras mis hermanas y yo corríamos a abrazar a mi mientras no paraba de llorar, se levantó y no podía caminar porque al caer se golpeó en el bordo del escalón y la lastimó mucho

-Cálmate- le decían mis tíos a mi papá

No alcanzaba a escuchar lo que el les contestaba pero parecía que se estaba haciendo la víctima, solo hablaba y hablaba como un maestro cuando está explicando la clase y solo mueve las manos como si así se le entendiera más todo

-¿No estas viendo que estás asustando a tus hijas?- le decían

Mi papá no les contestaba nada de eso, si hablaba era solamente para decir que mi mamá había tenido la culpa, que ella había hecho algo malo pero yo no sabía que era eso tan malo que había hecho ella, solo se fue antes y ya ¿dónde estaba lo malo?

Yo no sabía ni que pensar pues jamás había visto algo así (y pensar que eso iba a pasar más seguido, que eso solo era el principio de un infierno).

Ellos se quedaron un buen rato hablando y no se como le hicimos pero nos fuimos de la casa, ese día nos quedamos a dormir en la casa de una tía que vivía muy cerca de nuestra casa, al día siguiente volvimos mientras mi papá estaba trabajando y cuando el llegó parecía que nada malo había pasado, se la pasó platicando con mi mamá y ella le respondía como todos los días, y nosotras al verlos tan normal, empezamos a jugar a hacer lo mismo de siempre.

Pasaron unos días y yo seguía sin poder entender que fue lo que había pasado pero igual, seguí tratando de que eso no me afectara.

En esos días el dueño de la casa le dijo a mi mamá que nos saliéramos de ahí porque iban a arreglar toda la casa, que nos fuéramos lo más pronto posible así que empezamos a buscar una casa en renta por todo el pueblo, nos salíamos todas las tardes a caminar por diferentes rumbos tratando de ir a todos los rincones del pueblo y donde veíamos una casa sola le preguntábamos a los vecinos si la estaban rentando pero siempre nos decían que no, no había ni una casa a donde pudiéramos irnos

Buscamos y buscamos por varios días hasta que le ofrecieron una casa a mi mamá muy cerca de donde estábamos viviendo y rápido fuimos a verla

Era una casa muy grande con pasillos espaciosos, un patio en el centro con un árbol de guayabas y otro de aguacates, al fondo un corral grande, los cuartos enormes

Nos encantó

Mi mamá le dijo al dueño que si la quería y esa misma tarde empezamos a cambiar las cosas a nuestra nueva casa, era excelente para una familia tan grande, para cinco niñas traviesas que casi querían todo el pueblo completito para ellas solas, solo un espacio así de grande nos quedaba bien

Pasamos toda la tarde limpiando esa enorme casa que parecía que no tenía fin, por más tiempo que estuviéramos limpiando siempre nos quedaban muchas partes sucias antes de terminar completamente, teníamos tantas cosas que acomodar en esa casa tan bonita, cuando empezó a meterse el sol, empezó a llegar la luz de la luna y el cielo poco a poco se ponía más obscuro, el viento empezó a soplar con un poco más de fuerza y tan frío que solo nos daban ganas de irnos a cobijar nos ya, primero habíamos acomodado las camas así que podíamos dejar todo como estaba e irnos a dormir tranquilas y muy cómodas, todo lo demás no era tan urgente, podíamos terminar después

Entonces decidimos mejor irnos a dormir, estábamos cansados de tanto limpiar y mover tantas cosas por casi todo el día, pero muy felices por el nuevo cambio, empezaríamos a vivir en esa casa que nos quedaría más cerca el Kínder, pues yo iba todavía en tercer grado y mi hermana Sofía iba en segundo. La escuela primaria nos quedaría un poco más lejos pero para que yo entrara ahí todavía faltaba un año así que mientras yo me sentía muy bien, por ahora la casa quedaba más cerca de la escuela a la que yo iba.

La ubicación me encantaba y aparte íbamos a tener muchos vecinos con quienes jugar, todos los niños de ese barrio eran muy amigables y cuando nos vieron llegar poco a poco se fueron acercando para hablarnos e invitarnos a jugar con ellos

Mi mamá no nos dejaba salir al principio, nos decía todo el tiempo que éramos muchas niñas para jugar y que no necesitábamos a nadie mas

Y cuando nos peleábamos entre todas nos castigaba y no nos dejaba salir en unos días, pero cuando salíamos no volvíamos a la casa hasta que se hacía noche y ya no podíamos ver la pelota en tanta obscuridad o hasta que nos llegaba el hambre más fuerte que nos obligaba a entrar a buscar algo de comida, hicimos muy buenos amigos en ese lugar, en la casa anterior solo teníamos una cocinita pero su mamá no la dejaba juntarse con nosotras pero su hija y yo a veces jugábamos juntas a escondidas, su mamá decía que éramos una familia muy problemática y que no quería que eso se le pegara un día a su hija, que era mejor tenernos lejos. Pero ahora todos los niños que vivían cerca de nosotros si jugaban todos los días ahí en la calle con permiso de sus papás y no les prohibían jugar con nosotras, ahí no importaba nada, había pobres a ricos y nadie hacía menos a los que eran más humildes , todos nos sentíamos iguales

2

*

Cuando estábamos de vacaciones después de limpiar la casa mi mamá nos dejaba jugar todo el día, en las mañanas nos quedábamos dentro de la casa y después llegaban todos los demás, tocaban la puerta y salíamos todas a la calle a jugar “quemados”, teníamos una primita que nos tenía hermanos y también estaba todo el día con nosotras, salíamos juntas siempre y teníamos las mismas amistades, a veces se quedaba a dormir en nuestra casa o nosotras en la de ella, jugábamos a lo que fuera, por diversión nunca sufrimos

Mi mama vendía tortillas hechas a mano y por cierto eran las tortillas más buenas que e probado en toda mi vida, las más bonitas y mejor hechas de todo el pueblo, ella siempre cuidaba que le quedaran mejor a todas las demás señoras, creo que teníamos algo en común, a las dos nos gustaba siempre ser las mejores

Cuando hacía la comida, hasta la persona con menos apetito quería comer, ella tenía un sazón tan perfecto que hacía que todo le quedaba delicioso así fuera la comida más fácil o más del mundo, recuerdo cuando en las noches nos hacía un chocomilk a cada una pero hasta ahora no e encontrarlo un chocomilk que sepa igual al que nos hacía ella

Mi papá se levantaba muy temprano todos los días para ir a trabajar y volvía muy tarde cuando ya empezaba a oscurecer, así que no lo alcanzábamos a ver hasta mas tarde, mientras que mi mamá terminaba de hacer sus tortillas, hacía la comida, se bañaba y después se salía y ya no la veíamos hasta muy tarde, pocos minutos antes de que mi papá llegara de trabajar

Siempre antes de salirse nos decía que iba con sus amigas ¿pero como podía estar con ellas todo el día? y nosotras solas en la casa siempre, sin ella y sin mi papá

Después llegaba un poco mal humorada y nos regañaba o nos pegaba, siempre encontraba algo malo de nosotras, después nos mandaba a dormir. A veces llegaba tomada y un poco más agresiva de lo normal

Mi papá llegaba muy borracho casi todos los días y entre más tiempo pasaba tomando empezaba a portarse muy agresivo poco a poco, como aquel día en el que aventó a mi mama, casi todos los días quería golpear a mi mamá y nosotras todos los días estábamos asustadas, tan dolo de pensar que el ya iba a llegar yo empezaba a temblar de miedo, los domingos que el no trabajaba tampoco lo veíamos porque se la pasaba todo el día en la calle con sus amigos borracho tomando alcohol, y mi mamá también se pasaba todo el día con sus amigas

Así pasaban los días, tan llenos de soledad para nosotras, las niñas que no teníamos la culpa de lo que pasaba pero sin embargo pagábamos las consecuencias de todo eso que por cierto, no sabíamos que era, siempre se me hacía muy extraño cuando los veía de buenas y platicando como una pareja normal, era muy extraño porque todos los días solo los veía discutir o veía a mi papá enojado y agresivo buscando la manera de golpear a mi mamá.

Una noche, mi mamá nos habló a todas para que fuéramos a su cuarto, quería contarnos algo

Ya estaba acostada y cobijada, se veía muy feliz, tenía una sonrisa grande que hasta se podían sentir muy buenas vibras

Como éramos muchas niñas tuvimos que rodear toda la cama para poder ver a mi mamá todas al mismo tiempo, se quedó un momento callada, parecía que no encontraba las palabras para darnos la noticia, hasta que parece que supo como decirlo y empezó a hablar

-Estoy embarazada- nos dijo

Todas nos quedamos impactadas, no recordábamos haber pasado por eso pues cada que una de nosotras nacía las demás estaban muy pequeñas y no entendíamos que era lo que pasaba

-¿Enserio?- le preguntamos todas

-Si, ya tengo cuatro meses, va a ser una niña

Sentí una emoción tan grande que no me cabía en el corazón, quería que naciera ya, nos quedamos un buen rato con ella hablando de lo emocionadas que estábamos y que ya queríamos conocerla, una bebé nueva en la casa, iba a ser tan divertido y tan emocionante

Mi mamá se dio cuenta que no nos queríamos ir del cuarto que nos dijo

-Todavía no va a nacer, esperen, apenas tengo cuatro meses, ustedes quieren que nazca ya- nos sonrió

-Siii, yo ya la quiero conocer- le dije

-Pero todavía no va a nacer así que ya vayan a dormir

No nos quedó de otra que ir a dormir, siento que casi no dormí por la emoción

Mientras trataba de dormir me imaginaba como sería mi nueva hermanita, que cosas iba a hacer esa pequeña bebecita

Y pensando tanto me quedé dormida

Desde que nos enteramos de la noticia tratábamos de cuidar a mi mamá y ayudarla en todo lo que necesitara, también ella dejó de salir tanto con sus amigas mejor se la pasaba comprando cosas para la bebé y buscando nombres para ver cual era el más bonito para ella, por fin se decidió por una, se iba a llamar Jazmín, el nombre más bonito para la bebé más bonita

Sentí que pasaron muchos años antes de que ella naciera, la espera fue muy muy larga

Pero por fin llegó el día y mi mamá se fue a la ciudad porque ya era tiempo de que ella naciera

Dejó a Celia (una de sus amigas) cuidándonos porque sabía que mi papá ni siquiera nos iba a revisar, como siempre, se la pasaba borracho todo el día todos los días, nosotras aprovechamos para jugar todo el día y una parte de la noche ya que mi mamá no iba a estar para ir a regañarnos

Creo que estuvimos así de solas dos días

Al medio día llegó mi mamá, no voy a olvidar ese día, ella siempre a tenido un cuerpo de envidia pero ese día traiga puesto un pans delgadito y pegadito de color azul obscuro, se veía tan delgada con una cintura casi de avispa, que a la edad que yo tenía ya quería tener el cuerpo como ella cuando creciera, entró caminando despacito presionando su abdomen un poco, se le notaba que algo le dolía

Entró directo a su cuarto y se acostó

Le bebé era de verdad hermosa, tan chiquitita

Todas rodeamos su cama por un rato, no parábamos de admirarla

Por primera vez no había ruido en la casa, queríamos que esa bebé durmiera tranquila sin molestias

Tan extraño que mi papá no llegó noche, eran alrededor de las seis de la tarde cuando los vimos entrar a la casa, pero no fue a ver a la bebé el llegó a la cocina a hacer una bebida alcohólica como siempre

-No vas a entrar a ver a la bebe- le preguntó Sofía

-No- le contestó -esa niña no es mía

¿Qué? ¿Por qué le dijo eso?

Mi hermana se fue triste con mi mamá a contarle lo que el le había dicho

Mi mamá sólo se quedó callada

Yo la vi triste y le pregunté que había pasado, empezó a contarnos lo que le dijo mi papá y todas nos quedamos sorprendidas, no sabíamos que una persona podía tener hijos de diferentes personas, mientras tanto me sentía triste por lo que dijo mi papá

Mientras que mi mamá estaba en cuarentena todo estuvo tranquilo, no vi pleitos entre mis papás

Después

Mi hermanita todavía no tenía ni un año cuando todo empezó a ponerse mal otra vez

Una noche mi mamá sólo se fue a dormir a nuestro cuarto junto con mi hermanita, teníamos suerte de que el cuarto estuviera grande porque así cabían varias camas y también mi mamá

Había días en los que mi papá no llegaba tan borracho y otros días que llegaba aparte de más borracho, agresivo

Y ahí, justo ahí todo empezó a ponerse peor que nunca

Nos íbamos a acostar antes de que mi papá pegara a la casa pero el llegaba y empezaba a empujar la puerta de nuestro cuarto, eso pasaba cada noche mi hermanita estaba muy asustada, solo bastaba con escuchar un ruido para que ella brincara del susto

Nos gritaba que saliéramos, que le abriéramos la puerta y seguía empujando la puerta cada vez más fuerte, yo tapaba mis oídos y me envolvía en las cobijas para no escucharlo pero era tan fuerte como empujaba la puerta que se sentía como la cama vibraba con cada empujón

Todas las noches me ponía a llorar, no entendía porque mi papá era así y porque quería golpear a mi mamá siempre

Le pedía tanto a Dios que todo eso cambiara

“Quiero tener una familia” “por favor quiero una familia"

Me la pasaba pidiéndolo todo el tiempo con las lágrimas en los ojos, cada que los escuchaba discutir corría a mi cama y abrazaba la almohada llorando tan fuerte que sentía que se me desgarraba el corazón de tanta desesperación

¿Cuando cambiaría todo eso?

Y le pedía tanto a Dios, y seguía rogándole siempre que me hiciera ese milagro, pero no pasó nada, el no me escuchaba

Mi mamá seguía durmiendo con nosotras, llegué a escuchar que mi papá le decía que ya se regresara a dormir con él pero ella no quería, siempre le decía que no, que iba a seguir donde estaba y nunca iba a volver a dormir con él

De pronto el dejó de empujar la puerta, ya casi no se emborrachaba y empezamos a quedarnos afuera hasta mas tarde pero una noche volvió a llegar demasiado agresivo y la empezó a golpear, todas empezamos a gritar asustadas y a llorar pero a mi papá no le importaba nada lo que nosotras sintiéramos

Todas fuimos a meternos entre el y ella para que la soltara y en cuanto pudimos corrimos al cuarto a encerrarnos y el se fue detrás de nosotras a empujar la puerta para que saliéramos, quería salir peleando, no le importaba los traumas que pudiera causarnos, estaba muy descontrolado, hasta parecía que estaba loco

Estuvo mucho tiempo afuera del cuarto hablando y cortándose agresivo hasta que al parecer se cansó y se fue a dormir

Yo me la pasé llorando por mucho rato hasta que me dormí

Al día siguiente, día sábado por cierto, mi mamá nos dijo que íbamos a salir de paseo

-Coman rápido porque ya casi nos vamos

Bueno, nos apuramos

Nos cambiamos la ropa y nos salimos de la casa

Mi mamá casi no tenía dinero así que no podía comprarnos dulces, nunca comíamos dulces

Pero ese día llegamos a una tienda y mi mamá nos dijo que escogiéramos algo que se nos antojara, desde ese momento todo se nos hizo muy extraño, pero igual teníamos tantas ganas de probar algo que no le dijimos que no

Salimos de la tienda y nos dirigimos a una orilla del pueblo

-¿Qué estamos haciendo aquí?- preguntó Andrea

-Estamos esperando a que pasen por nosotras

Esperamos unos diez minutos cuando pasó un señor en una camioneta roja y se esperó delante de nosotras

-Suban rápido- le dijo a mi mamá

-¿Quién es él?- le preguntamos

Solo nos dijo

-súbanse rápido antes de que alguien pase y nos vea

-¿Porqué?

No contestó

Obedecimos, hicimos lo que nos dijo

Aparte, nos dijo el señor que nos fuéramos acostadas para que nadie nos alcanzara a ver al pasar, y así nos fuimos

Avanzamos por un rato y llegamos a un lugar del bosque muy alejado de todo

Mi mamá empezó a hacer la lumbre para asar la carne que llevaba el señor, mi mamá no sabe disimular cuando anda con alguien así que pronto nos dimos cuenta de que andaba con el

Le dijimos que iríamos a jugar, pero solo queríamos retirarnos de ellos par poder hablar de ese señor, que por cierto yo no recuerdo haberlo visto antes

-¿Quién es él? ¿Ustedes lo conocen?- les pregunté

-Yo si lo conozco, creo que es el hermano de doña Irma la amiga de mi mamá- Nos dijo Ilian

-¿Y anda con él- preguntó Andrea

-Si ¿no los vez como se están portando?- le contestó Miranda muy enojada

Desde ese momento, ese señor empezó a ser la persona más desagradable para todas y personalmente puedo decir que supe lo que era odiar a alguien

El no me había hecho nada pero no tenía porque estar saliendo con mi mamá si ella tenía ya a mi papá, yo muy niña solo lo veía de esa forma

-… Yo creo que el fue quien le dio dinero a mi mamá para que nos comprara algo en la tienda y así nosotras no le contemos nada a mi papá de todo lo que vimos hoy

-Pero no nos va a comprar- me contestó Ilian

-Claro que no, vamos a hacer como que no sabemos nada para que gaste dinero el viejo ese y nos compre cosas para quedar bien con nosotras- empezamos a decir todas

¿Cómo era posible que a esa edad hayamos empezado a odiar y tuviéramos que hablar así de alguien?

Y bueno, ese día entendimos porque mi mamá salía tanto con sus amigas, pues ella los ayudaban a encontrarse

Por supuesto que desde ahí también empezó a caernos mal doña Irma, la empezamos a ver con coraje al igual que su hermano, éramos unas niñas que apenas empezaban a aprender de la vida y no sabíamos de que otra forma podíamos reaccionar ante una situación como esa, algo que nunca antes habíamos vivido.

Empezó a meterse el sol y tuvimos que volver a la casa

Y la historia volvió a repetirse, mi papá llegó más borracho y agresivo

Nosotras todavía estábamos cenando cuando alcanzamos a escuchar que otra vez mis papás discutían muy fuerte, muy asustadas dejamos la comida y corrimos a donde ellos estaban para evitar que él la golpeara otra vez. Demasiado tarde, apenas llegamos cuando el ya le estaba dando el primer golpe en la cara, fue mucha la fuerza que mi mamá se fue hasta el suelo, nos metimos entre los dos llorando y gritando de miedo

-Vete!!!- le gritó Andrea

-Si no la quieres dejarla, no la estés golpeando, deja de asustarnos- yo le gritaba con todas mis fuerzas mientras el sólo se quedó parado mirándonos

Mi mamá tirada en el suelo con la cara llena de sangre, Ilian trataba de ayudarla a levantarse, después Miranda le ayudó también

Yo miraba a mi papá con coraje el no tenía porque golpear a mi mamá, no tenía porque llegar borracho todos los días ni tenía que pasar todo el tiempo asustándonos de esa manera

De pronto Andrea se acercó a él y lo pateó con tanto coraje que parece que le sirvió a él para tranquilizarse un poco, cuando vi que todo se calmó yo corrí a mi cuarto, me hinque en la mitad del cuarto y me puse a rezar, le pedía a Dios que me diera una familia y no eso que yo tenía, que lo que yo tenía no podía llamarte así, también le decía que quería ser feliz

Sentía que me desgarraba por dentro de tanto llorar, me dolía la garganta de gritar

Pero Dios no me escuchaba, nunca nunca me escuchaba

En cuanto mi papá se metió a su cuarto mi mamá y mis hermanas corrieron a encerrarse en nuestro cuarto, todas temblábamos de miedo

Pusimos trancas en la puerta y todas le decíamos a mi mamá que nos fuéramos de la casa, que ya no queríamos estar con mi papá, nadie quería estar ahí, nos quedamos despiertas hasta muy tarde, hasta que todas nos tranquilizamos.

3

*

Al día siguiente fuimos a visitar a doña Mari, una comadre de mi mamá, nos fuimos desde el medio día y ya que empezó a oscurecer llegó aquel señor que andaba con mi mamá y todas empezamos a hablar de él y de lo mal que nos caía. La comadre de mi mamá tenia dos hijas y un hijos te tenía la edad de las tres hijas mas chicas de mi mamá, les contamos quien era ese señor y que nos caía muy mal, ellos solo se le quedaba viendo porque no lo conocían igual que nosotras

En la noche mi papá fue a buscarnos a la casa de doña Mari y empezó a querer golpear a mi mamá, no recuerdo bien los detalles pero en un momento estábamos todos en la calle, todas mis hermanas, doña Mari, mi mamá y mi papá, el la quería golpear a ella cuando de pronto llegó ese señor y empezó a pelearse con mi papá, me acuerdo que mi papá estaba tirado en el suelo y el señor mientras lo pateaba

Todas gritamos con todas nuestras fuerzas, yo sentía que ya no salía nada de mi garganta de tanto gritar, las lágrimas no dejaban de salir y la desesperación se hacía cada vez más intensa

No se quien le hablo a la policía porque vi llegar una patrulla y en ese momento el señor dejó de patear a mi papá que se levantó y se fue corriendo, al señor lo agarraron los policías y lo subieron a la patrulla, cuando se estaba yendo volteó a vernos y como yo ya no podía gritar nada porque terminé sin voz, lo único que se me ocurrió hacer fue parar el dedo para el, y maldito señor todavía se fue riendo, sintiéndose el héroe.

Esa noche dormimos en la casa de doña Mari, a la mañana siguiente creo que no nos llevaron al Kínder, después, no se de donde sacó ropa mi mamá para cambiarnos porque estuvimos ahí dos o tres días

Después regresamos a la casa y mi papá empezó a portarse un poco mejor con mi mamá.

Otra vez se hizo de día ya íbamos al Kínder, nos quedaba de subida, no estaba muy lejos pero hacía tanta calor y en todo el camino no había donde taparnos, a dos cuadras antes de llegar, había una tienda donde mi mamá nos comparaba un sándwich y un danonino a cada una, ese era nuestro almuerzo de todos los días

Sofía casi siempre se quedaba llorando cuando mi mamá se iba pero a mi me encantaba estudiar así que siempre iba con mucha emoción y con ganas de aprender muchas cosas más, llegamos y cada quien se fue a su salón, sonó el timbre

Antes de estar ahí había estado en otro Kínder donde me habían enseñado otras cosas diferentes

-El día de hoy van a aprender a hacer un avión con papel- nos dijo la maestra

Paso a cada una de las mesas a dejarnos una hoja blanca a cada uno de los alumnos, cuando termino de entregarlas nos dijo

-Cada uno tiene su hoja, la van a doblar por la mitad, que quedan iguales las dos partes…

Yo ya había hecho eso antes y seguí haciéndolo

-¿Ya terminaste?- me dijo sorprendida

-Si, yo ya lo sabía hacer

-¿Puedes ayudarle a tus compañeros por favor?

-Si

Siguió explicando cómo hacerlo y donde más doblarle, mientras que yo ayudaba a los que no podían

Me sentía como una maestra de mesa en mesa ayudando a quien me necesitara, me encantó ayudarles

Terminaron todos de hacer su avión y la maestra volvió a repartir otra hoja Blanca para cada uno

-Ahora vamos a hacer un barco

Todos mirando para en frente emocionados viendo como iba a formar ahora eso

-Van a volver a doblar la hoja por la mitad

Todos la doblaron

Siguió explicando paso a paso, pero yo ya había hecho un barco también y lo terminé antes que todos, la maestra me volteó a ver sorprendida otra vez y me dijo que le ayudara a los que no pudieran armarlo, y yo con mucho gusto los ayudé.

Se hizo la hora de salir al recreo y yo salí rápido, siempre tenía mucha hambre, me dirigí al salón donde estaba Sofía para almorzar juntas como siempre, todo el tiempo trataba de cuidarla por ser más chiquita y más frágil que yo así que yo la llevaba y la traía su salón. Nos sentamos en la banqueta atrás de un salón y sacamos el lonche

El sándwich tenía un sabor delicioso, era un sándwich cualquiera pero me sabia como si tuviera los ingredientes más perfectos del mundo, yo nunca me llevaba, era demasiado buena para comer así que terminaba con mi comida y me fijaba si a Sofía le quedaba comida para terminármela yo

-¿Sofía?

-Mande- me contestó

-¿Te vas a terminar esto?

Ya sabía que me iba a decir que no pero igual yo le preguntaba

-No, comételo

-Gracias- le respondí bailando de emoción

Me lo comí todo y apenas quedé satisfecha, cuando yo estaba junto a ella nunca sobraba comida

Terminamos de comer y empezamos a platicar como siempre, me dijo que una compañera de ella la peleaba y yo no me le separaba, estaba lista viendo quien la molestaba para defenderla rápido, nadie podía molestar a mi hermanita

Sonó el timbre para volver a clases

-Vamos, te acompaño a tu salón

La dejé en su salón y me fui al mío, ahora nos pusieron a colorear unos dibujos y eso era otra de las cosas que más me encantaban, terminé antes que todos y mi dibujo fue uno de los mejores

Doce del medio día y suena el timbre, hora de salir

Corrí al salón de mi hermana y fuimos a la puerta de la salida, ya estaba mi mamá esperándonos, Sofía salió contenta de verla otra vez.

Y con ese sol demasiado fuerte nos regresamos a la casa, cargando nuestra pequeña mochila, tropezando con las piedritas que había en todo el camino hasta llegar a casa.

Mi mamá desde chiquitas nos enseñó a llegar de la escuela y hacer la tarea para no estar preocupadas después, así tendríamos todo el resto del día libre para hacer todo lo que quisiéramos, así que llegamos a hacer tarea y nos pusimos a jugar

A Miranda y Andrea les gustaba mucho pelear y se la pasaban juntas todo el tiempo planeando que maldad hacernos a Sofía y a mi, pero nosotras siempre estamos muy felices cuando estábamos juntitas, no importa quién peleara con nosotras.

La mayor parte del tiempo estábamos solas así que nadie revisaba si una peleaba con la otra, no se donde estaba Ilian siempre porque no me acuerdo mucho de ella, tal vez estaba más preocupada por los problemas entre mis papás que no le daban ganas de jugar si quiera

Sofía

Hay esa Sofi, me decía siempre que quería ser igual que yo así que cuando salí del Kínder le compraron un vestido azul igual que a mi y en la foto de recuerdo donde salgo con todas mis hermanas, ella me estaba tomando de la mano, pegadita a mi

No me gustaba que todo el tiempo hiciera lo mismo que yo, sentía que me copeaba todo lo que yo hacía pero con el tiempo me fui acostumbrando y poco a poco me fue gustando que tuviéramos muchas cosas iguales solo ella y yo, salí del Kínder pero… ¿quién va a cuidar de Sofía? Iba a estar tan indefensa, eso era lo único que me hacía sentirme triste a pesar de que siempre esperaba con ansias estar en niveles más altos en el estudio.

Ella tendría que perder el miedo y agarra valor para aprender a defenderse solita, tenía que dejar de llorar cada que la dejaran en el kínder, ya estaba más grande así que ya no me iba a necesitar como antes, eso esperaba, que no me necesitara

Solo iba a ser un año de espera, y ya

Volveríamos a estar juntas otra vez.

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