Pidiendo Raid

Andar en aquel autobús era una experiencia única, el andar de este era muy cómodo además de ser silencioso por lo que escuchar música a un volumen tenue era su plato fuerte, una vez este bus llegó a la empresa su trabajo era hacer el recorrido que Karen hacía habitualmente con el microbús, lo que mejoró mi experiencia.

Ya van dos días desde aquel viaje tan agotador, era el segundo sábado de Noviembre y Magda no se había aparecido.

"buenos días gente, les traigo buenas noticias, oficialmente tenemos recorrido Juigalpa-Puerto Díaz"

Eso significaría que habría mas plaza para trabajo, por un momento pensé que podría ser candidato a ese recorrido pero...

"las asignaciones serán las siguientes, me encargaré de la nueva ruta a Puerto Díaz, Dulce se encargará del interlocal, Amanda en el ruso y Edith acompaña a Julia en el colectivo, Dmitry... te prestaré a Scarlett"

"¡¿que?!"

Gritaron de inmediato las chicas en aquel reducido cuarto, después de todo no era algo habitual, una vez concluida la reunión subí al camión, lo encendí, en eso Edith subió hasta asomarse por la ventana a la par mía.

"¿que tal anda el camión?"

"va de maravilla"

"como me gustaría ir contigo"

"¿huh?"

"¡no me malinterpretes, digo... este... para probar el camión, eres lindo pero... no quise decir eso... no es que..."

Tenía rato que no veía a una chica actuar así de nerviosa, desde la escuela para ser exacto, aunque nunca se han puesto así hacía mi, solté una carcajada nasal mientras levemente movía la cabeza hacia los lados.

"... no, la estoy cagando"

"te entiendo, le pediré a Karen que te considere para algún viaje"

"¡en serio!"

"así es, de vez en cuando alternamos vehículos y colegas de viaje"

"ok, lo esperaré"

Con una sonrisa brillante saltó al piso y a pasos brincados se fue hacia el bus, puse en marcha el camión y salí de la empresa y de allí hasta detenerme en el cruce de la gasolinera a esperar que el semáforo cambie a verde.

"¡pidiendo raid!"

Escuchaba una voz conocida casi cantando aquella frase, abrió la puerta y tomó impulso hasta subir a la cabina, era Scarlett con su cabello rizado y siempre de vestido y zapatillas color pastel, además de su notable sonrisa.

"tardaste mucho"

"pues se adelantó demasiado"

"el semáforo ha cambiado"

Con el semáforo en verde, entramos a la pista principal a ir hacia el norte hasta desviarnos hacia la carretera Juigalpa-Ayote, gracias al nuevo tren de tracción, podía llegar a alcanzar los 75 km/h en aquella carretera frecuente de curvas.

"¿no vas demasiado rápido?"

"dijiste que íbamos contra el tiempo"

"prefiero llegar en una sola pieza, por cierto... ¿qué hacen Magda y tú a solas?"

"¿a que viene esa pregunta?"

"bueno, pasan mucho tiempo en este vehículo, más que con el resto de la empresa, además que son del sexo opuesto..."

"a pesar de como es ella, no se ha pasado de la raya así como yo mantengo mi postura profesional"

"eso es un poco reconfortante"

"¿huh?"

"¿significa que tengo oportunidad para ganarme tu corazón no es así?"

"oye"

volteó la vista hacia la ventana a perderse en el horizonte, un silencio abordó aquel vehículo que apenas se podía escuchar el cooler del motor, de inmediato revisé en la portallaves del tablero hasta dar con un pendrive y conectarlo al radio.

"¿oye que vas a sonar?"

"pronto lo sabrás"

Le dije mientras encendía el radio, solo un par de segundos para leer la memoria para luego empezar a sonar en las bocinas de la cabina algo de música clásica de los 90, llamando la atención de Scarlett.

"¿siempre escuchas eso?"

"si"

"¿puedo?"

Dijo mientras sostenía en sus manos un pequeño bolso acompañado de una sonrisa agradable, soplé por la nariz para luego asentir, puso en pausa la música, sacó el pendrive del radio y puso el suyo en su lugar, de inmediato sonó una música demasiado reciente pero al escuchar la letrea, me solté en risas.

"¿eso escuchas tú?"

"para quitar el estrés, ¿no te molesta si le subo?"

"adelante"

Todo parecía que disfrutaríamos de la música hasta nuestro destino hasta que Scarlett saltó levemente de la silla y con un rostro brilloso como niño en el área de dulces señalaba hacia la curva a la que estábamos próxima a llegar.

"¿quieres comer hornadas?"

"el viaje..."

"yo invito"

Nos detuvimos a unos metros de aquella pequeña quinta, veía a las señoras preparando las mesclas en las bandejas , bajamos del camión para entrar al lugar con aroma a dulce.

"vaya, viene acompañada, que van a comer"

"denos hornadas y café"

"de acuerdo, siéntense allí"

Volví la vista hacia aquella mesa, de inmediato reconocí a aquella persona que estaba concentrada en el bollo dulce y el vaso a casi vaciar de café, era Lena con su uniforme de policía nacional.

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